Recién Casados (1: La Boda)

Un Profesor de Preparatoria lo hará todo por unir su vida a la de su alumno.

Parte 1

Recién Casados (La Boda)

Esto es sólo una simple fantasía, nada de lo que esta escrito aquí es verdad, espero que les guste.

El Prof. Montiel me llamó un día entre clases para el proyecto que iba a hacer para que me subieran la calificación. Caminamos por el pasillo del segundo piso y luego bajamos por las escaleras hasta llegar a los audiovisuales de la escuela. Entramos al primer audiovisual y cerró con llave, me explicó sobre algunos trabajos de años pasados y de cómo podrían ayudarme a hacer mi trabajo, y luego sin decir nada me lanzó a la pared y me dio un beso muy profundo, su lengua prácticamente jugaba con mi lengua.

Cuando por fin su boca se despegó de la mía sólo pude decir: "¿Qué va a decir su esposa de esto?", sonrió y sacó de la bolsa de su camisa un anillo exactamente como el que tenía en su dedo y me lo puso. Luego digo suavemente: "No sé, ¿Qué dices?". Me besó de nuevo y me empezó a desnudar mientras yo le hacía lo mismo, por fin los dos quedamos en bóxers y nada más, ni zapatos ni calcetines.

Me tomó de la mano y me llevó a un escritorio que había en el audiovisual, puso mis manos ahí y acercó su boca para mordisquear un poco mi oreja izquierda antes de decir: "Perra, te voy a castigar por no hacer bien tu trabajo.

Como la Perra que eres, aceptarás tu castigo sin gemir." Lentamente me bajó el bóxer y me empezó a nalguear lo más fuerte que pudo. Yo no sabía que estaba pasando, pero resistí sin emitir ningún sonido.

Algunos minutos, y muchas nalgadas después, me tomó por el pelo, por atrás y me aventó al piso, dándome cuenta de lo que pasaba intenté huir, pero Montiel se arrojó sobre mí y bajando su bóxer me metió su pene erecto en la boca, no pude resistirme y no tuve más opción que disfrutar ese pedazo de carne. Sólo imagínense esa escena, yo tirado desnudo, recién casado con un profesor macho y violador que me está montando mientras yo se la mamo. Antes de que se pudiera correr en mi boca, me volteó a la fuerza y con su pene lubricado con mi saliva lo empujo a travez de mi culo virgen y después de un par de poderosos metisacas se corrió en mi culo.

Luego me levantó a la fuerza y me preguntó que si todo esto me había excitado, yo asentí con la cabeza y Montiel me dijo que me masturbara. Empecé a hacerlo y el me tomó del pelo y acercó mi cabeza a su delicioso y marcado pecho sudado, yo empecé a lamer hasta que Montiel se agachó y metió mi pene en su boca y tomó toda mi leche, luego acercó su boca a la mía y en medio de un beso apasionado me dio toda la leche que acababa de tragar. Cuando el beso terminó me abofeteó y me dijo que los esposos no deben tragar leche, son las perras las que lo deben de hacer.

Por unos momentos más pude contemplar el cuerpo de mi nuevo dueño. Musculoso, lampiño, torso definido, su barba de candando que empezaba a crecer, su cabeza recién rasurada, ese rostro que parece tan calmado pero esconde a un macho agresivo y posesivo.

Me acerqué a el para abrazarlo, pero me aventó al piso y yo besándole los pies, completé el rito por el cuál me dominada y me volvía su esclavo o puesto en sus términos, su esposa, su perra. Nos vestimos y regresamos al salón sin que nadie sospechara nada, aunque no pude explicar de donde saqué el anillo.