Recibiendo un buen premio en una comida

Un hombre casado, acude invitado a una cena que organizaba una asociación empresarial, y allí coindice con una mujer joven y también casada, con la que entabla una buena relación, que tras las copas, les lleva a tener unas sesiones de sexo bastante excitantes, con premio seguro.

Jorge es un profesional con residencia en Asturias, con una edad de sesenta y dos años, en la fecha en que ocurrió lo que me estuvo comentado. Mi amigo, pose una altura respetable superando el metro ochenta, y pese a su edad aún conservaba ese cuerpo atlético producto del continuo ejercicio, al tiempo que mantenía un buen parecido físico. Las escasas canas que le habían salido, lejos de envejecerlo le hacían aparecer más atractivo.

Jorge se hallaba casado, con más de treinta años de relación matrimonial y siendo padre de tres hijos, todos ya mayores de edad e independientes. Su esposa  Aurora, es una mujer que todavía guarda sus encantos, pero según me decía mi amigo tras la llegada de la menopausia había perdido gran parte de sus apetencias sexuales, por lo que sus encuentros amorosos se han esparcido en el tiempo. Sin embargo, Jorge mantenía todavía una buena actividad sexual, llegándome a confesar que se veía obligado a recurrir a internet para masturbarme con relativa frecuencia, calmando con ello su ansiedad sexual. En confianza me manifestó que nunca le había sido infiel a mi esposa, pese al tiempo que llevaban casados.

Quizás motivado por el efecto que estaba haciendo en el mismo las copas ingeridas, Jorge estuvo muy explicito esa noche, llegándome a comentar con cierto morbo lo que le había ocurrido hacia no más de un año. Según me dijo, había sido invitado a una cena que organizaba una asociación empresarial con la que mantenía buenos contactos, la cual se celebró en Barcelona. Su esposa no pudo acudir, como ocurría en casi todas las ocasiones que tenía algún evento fuera de la provincia de Asturias, por lo que tuvo que acudir sin pareja.

Jorge se hospedó en un hotel cercano a donde se celebró la convención, y una vez dentro de la misma, le toco sentarme junto a otros matrimonios. En la mesa coincidió con una señora mucho más joven que el, no aparentando más de cuarenta años, la cual pronto le pareció encantadora por su forma de expresarse y su mirada dulce y penetrante. Al ser las dos únicas personas de la mesa que iba en pareja, pronto entablaron una conversación muy amena. Dicha señora, dijo llamarse Sofía, la cual durante la cena había tomado alguna que otra copa de alcohol, y mi amigo comenzó a notarla bastante distendida y alegre. El la comenzó a mirar con mayor interés percatándose de que mantenía una figura envidiable. Ella le hizo saber que estaba casada, aunque sin descendencia aún. Pronto supo que había acudido a la cena por motivos laborales. Ella había venido desde Alicante representando igualmente a una empresa.

Jorge observó que aquella mujer no era de grandes pechos, más bien pequeños, aunque denotaba que bastante firmes. En uno de los momentos que se puso de pie, pudo constatar que tenía unas nalgas y un trasero de esos que levantan pasiones a su paso. Una cintura bastante proporcionada a sus caderas, lo que hacía de aquella mujer una hembra con capacidad para seducir a cualquier hombre, joven o maduro. Y por supuesto, mi amigo no iba a ser menos, especialmente con la testosterona por la nubes, y sin haber mantenido relaciones con su esposa desde hacía más de dos semanas.

Sofía, llevaba como atuendo un vestido rojo, que destacaba entre los comensales, ya que se le ceñía mucho al cuerpo, además de no ser tan largo como otros, haciendo resaltar sus bien torneadas piernas que terminaban en ese  buen par de nalgas; y, como el mismo le llegaba un poco más arriba de las rodillas, provocaba que con cualquier movimiento o descuidado lograra arrancar pensamientos lujuriosos de los caballeros ahí presentes, lo que no paso desapercibido para Jorge. Este constató por las marcas que se traslucían a través del traje, que la misma debía calzar una diminuta tanga, la cual se ajustaba disimuladamente a aquel par nalgas, donde aparecía sobreimpresionado el contorno de su elástico que desaparecía en el centro del trasero de dicha mujer. Situación aquella que tenia embobado y enardecido a mi amigo.

La señora inicialmente mantuvo la compostura, pero a medida que fue avanzando la cena y la bebida ingerida fue haciendo estragos en ella, comenzó a hacerse más desinhibida. Según parece no acostumbraba a tomar mucho, por lo que a la quinta copa se empezó a sentir un poco más en ambiente.

Jorge cada vez se sentía más atraído por aquella mujer. A decir verdad, inicialmente no tenía malas intenciones, pero su larga espera sin relaciones con su esposa y varios días sin correrse, era difícil no sucumbir ante la presencia de aquella explosiva mujer.

Conforme fue transcurriendo la noche, las cosa se fueron dando solas, ya que al calor de las copas ingeridas Sofía, casi sin darse cuenta, le fue brindando a Jorge, con sus descuidos un espectáculo, ya que algunas veces al sentarse, sin querer abría de más de la cuenta sus piernas, dejando asomar una tanga de encaje que en repetidas ocasiones fácilmente pudo admirar, al igual que sus pequeños pero bien formados pechos que se asomaban por su amplio escote. Extremo que tuvo ocasión de constatar cuando por cualquier excusa, inclinaba su cuerpo hacia delante, dejando ver hasta aquel par de pequeños pezones que se endurecían al sentir el aire fresco que los rozaba.  Esas escenas “estaban poniendo enfermo a Jorge”.

Según parece ella también se había dado cuenta de tal circunstancia, sin embargo, el calor de la bebida, y el morbo de sentirse deseada por otro hombro que no fuera su marido, le llevaba a dejar que mi amigo pudiera contemplar esas partes intimas de su cuerpo. En el fondo, la mujer también se encontraba excitada.

El ambiente y el baile que vino después aceleraron la situación. Jorge al encontrarse solo, empezó a cortejar entre broma y broma a la señora, animándola para ver hasta donde era capaz de llegar. Lentamente la situación fue cambiando de forma, y ya no era aquella platica alegre, sino que se fue tornando en un doble sentido con roces de cuerpos en algunas ocasiones no tan bien intencionados, que fueron cambiando a contactos consentidos cada vez más atrevidos y aceptados por Sofía, que en el estado que se encontraba, hacia volar la imaginación y la idea de algún escarceo con aquella mujer , aunque Jorge nunca hubiera sido infiel a mi esposa.

Era evidente que ambos sin querer se estaban calentando, y ella, ahora se comportaba no como la señora formalmente casada que, se suponía era, ni mi amigo como el caballero formal que aparentaba.

Sofía aunque, algo ebria, no perdía la razón, pero se dejaba ir, adoptando una compostura valiente y decidida, en aquella fiesta, con otro hombre distinto de su esposo, y en aquel lugar alejado de su ambiente familiar y de trabajo. En el fondo ambos eran conscientes de que nadie los conocía, lo que los instaba a comportarse cada vez más desinhibidos.

Jorge se percató que, aunque no había sido nunca infiel a su esposa, era evidente que la situación tenía todos los requisitos para poder acceder a tener un escarceo amoroso con aquella señora. Muchas veces en sus sueños eróticos había imaginado una situación parecida, pero que sin embargo siempre se habían quedado en fantasías. Pero esta vez, la oportunidad era real.

Obviamente, Jorge estaba cada vez más lanzado y su estado viril, que comenzó a ponerse de manifiesto,  y al contacto con dicha  mujer, su vara ya se mostraba inhiesta y envarada, que tenía que hacer verdaderos esfuerzos para evitar que ella lo notara demasiado. Conocía a Jorge, y me constaba desde joven, que la madre naturaleza le había dotado de un miembro viril bastante grande, especialmente largo y no menos grueso. Ya en vestuarios del colegido, todos hablaban de las grandes dimensiones de su pene.

Durante la conversación, Jorge pudo conocer que ella tampoco había tenido relación alguna ni escarceo con otro hombre que no fuera su esposo. Lo que evidenciaba que nunca había sentido otra verga que la penetrara distinta de la de su esposo . En la confianza que tenían y con el morbo del momento y las copas ingeridas, ella le llegó a confesar que con sus anteriores novios, antes de casarse, en algunos momentos cálidos en sus salidas nocturnas, había masturbado el miembro de algunos de ellos,  incluso le había realizado alguna masturbación oral, sin mayores consecuencias . Se reía mientras le comentaba aquellas intimidades, que, como le reconoció, jamás se las había comentado a su esposo. Jorge dedujo claramente que, el marido era bastante conservador y muy tachado a la antigua.

Tal es así que en el calor de la conversación le manifestó: -si llegara a enterarse de la conversación que mantengo contigo. No sé lo que pasaría… ja ja seguro que me pide el divorcio Le decía casi sonriendo, pero a la vez sonrojada.

Y al momento añadía azorada: ¡Además tampoco sé porque te estoy contando esto!. No te conozco de nada, y aquí me tienes contándote intimidades que jamás he contado a nadie. ¡Seguro que es el alcohol que se me ha subido a la cabeza!

Jorge la  tranquilizó diciéndole:-estamos muy lejos de nuestros lugares de trabajo y familia. Aquí nadie nos conoce. ¿Has visto alguna persona de tu ciudad?.

-No, de momento, no gracias a Dios- le respondió ella dirigiendo la mirada para todos los lugares de la sala.

-pues nadie tiene por que saber que estás bailando conmigo. Estamos muy alejados de casa. Los dos solos. ¡Que nos impide disfrutar!

Ella le sonreía, aunque el cada vez la notaba más excitada. La intimidad era tal que se tocaban con mucha facilidad. Continuaron bailando. Y, ya entrada la noche, los grupos de gente se fueron reduciendo hasta quedar, de alguna manera no planeada, en varios grupos de parejas que bailaban al compás de la música tranquila. Ello unido a la penumbra de la pista de baile, disponía el ambiente propicio para cualquier desliz. Jorge se daba cuenta que el cuerpo de Sofía se mostraba caliente, aunque dedujo que era consecuencia del calor y ambiente cargado del salón de baila.

Bailaban muy pegados, y en más de una ocasión, Jorge se fue convirtiendo en más osado y pronto estaba tocando el trasero de la mujer y lo atraía hacia el, para que verificara como se encontraba de excitado. Resultaba más que patente, que ella se había percatado del tremendo bulto del pantalón del mismo. Sin embargo, lejos de detenerlo, se dejaba hacer.

Ante ello, Jorge cada vez decidió avanzar un poco más, y con la primera excusa que pudo la tomo de la mano y la llevó hasta  esquina más oscura del lugar, indicándole que allí estaban mejor . Ella aunque algo azorada, se dejo ir, al tiempo que  comenzó una música lenta y romántica, lo que motivo que ella pusiera los brazos en el cuello de Jorge, momento que el aprovechó para tomarla firmemente por la cintura, y atraerla hacia el y tomar el control del baile y de la situación.

A medida que seguía la música aprovechaba la oportunidad para restregar su cuerpo con el de Sofía, haciendo que ella sintiera la dureza de su pene al colisionar contra su pubis . Se pegaba a ella con toda intención, haciendo que ella percibiera su bulto, y que, por el grosor y rigidez, ella  fácilmente tenía que constatar su dureza.

Ella en más de una ocasión le miro a la cara, enrojecida, y acalorada. Era evidente que la mujer estaba bien caliente.

Jorge disimuladamente movía su cadera, de manera que sus cuerpos sentían directamente sus roces. Veía la cara cada vez mas enrojecida de la mujer, y sus cachetes se ponían sumamente colorados. Jorge pensó: “ Seguro que con los manoseos que le estoy propinando, la señora debe tener toda la tanga empapada” .

De hecho Sofía estaba pensando lo mismo. Sentía que su tanga se encontraba mojada, y veía que tenía necesidad de ir al baño.

Inesperadamente, y en unas de las volteretas del baile, ante el asombro de la mujer tomo la iniciativa, y casi terminando la pieza de baile, el acercó su boca a los labios de la mujer y acabaron besándose. Mientras la besaba aprovechó para apretar su trasero contra su cuerpo haciéndole sentir la contundencia de su miembro viril, el cual se encontraba  en toda su pujanza.

Sin saber cómo, la mujer comenzó a restregarse contra el, y pronto lo besos en la boca se prodigaron, con mayor frecuencia y con más frenesí. Jorge toaba una boca caliente, ardiente y jugosa. Aquello desmadró a la mujer la cual comenzó a manifestarse sumamente excitada, hasta el punto de que, en un momento dado ella intentó frotar directamente con su mano el tremendo falo de mi amigo. Cuando comprobó la pujanza, deslizó su mano de arriba hacia abajo , como queriendo de alguna manera tratar de adivinar su tamaño.

Jorge ante aquella situación, respondió frotando suavemente con sus manos el cuerpo, primero la espalda, después la cintura, y lentamente bajando sus manos al mismo tiempo hasta llegar a las nalgas femeninas. A la simple caricia sobre la ropa de aquella  fácilmente reconoció el contorno de su ropa interior.

No se decían nada, pero la excitación aumentaba, y consentían en sus toqueteos, que cada vez más osados.

Ella, en su calentura, junto su pecho con el del hombre, y aprovecho para girar disimuladamente su cabeza como queriendo explorar los alrededores y descubrir que en esas horas de la noche, como la mayor parte de los presentes eran parejas en pleno cachondeo y que poco les importaba lo que a su alrededor pasaba. Esta circunstancia la animo a continuar su tarea, pero ahora sin ningún recato, sorpresivamente, de un solo movimiento ella metió la mano en el pantalón Jorge y tras logar bajar el cierre de la bragueta pudo alcanzar el pene del mismo. Al sentir aquella verga al natural, y la enorme dimensión de la misma, con cara de sorpresa exclamo, sin poder evitarlo:

-oh.. joder.. ¡Qué grande!- dijo muy bajito, con la cara algo desencajada, verificando que se había propasado.

-te gusta preciosa. ¿Te has dado cuenta como la tengo?- le dijo el hombre completamente lanzado.

Ella no le respondió, pero estaba tan excitada, que lejos de retirar la mano, rebuscó más y pronto alcanzo los testículos del hombre. En ella se produjo un nuevo estremecimiento. Se había percatado que el falo de aquel hombre era muy superior al de su esposo, y que además tenía los testículos igualmente bien proporcionados y, por lo que dedujo, “bien cargados”.

Jorge le comentó: -Sofía llevo varias días sin correrme. Como te has dado cuenta los tengo bien cargados de espesa lechita.

-oh no sigas…

Notó el acaloramiento en su cara. Pese a todo, ella le miró con cara de autentica loba en celo. Jorge se dio cuenta de que aquella hembra estaba fuera de sí.

Por su pare Sofía se encontraba desbocada. Era evidente que con su marido nunca se había comportado así. Pero es que tampoco nunca había tocado un pene tan enorme como aquel. Era una completa locura. Pero esa noche estaba tan salida, que quería hacer aquello que en ninguna otra ocasión se hubiera atrevido. ¡¡ Quería guerra!! ¡¡ Quería disfrutar de aquella polla que tenía entre sus manos!!.

Jorge, al propio tiempo metió una de sus manos por debajo del vestido de la mujer, para recorrer con sus dedos todo el contorno de aquella tan imaginada tanga, hasta llegar a su destino, en donde con un suave movimiento, procedió a retirar hacia un lado la misma, y así poder palpar abiertamente la mojada panocha de aquella ardiente hembra.

Jorge, al constatar el coño empapado de la mujer, ni corto ni perezoso, decidió insertar en varias ocasiones hasta dos dedos dentro de la vagina, levantando débiles gemidos a la mujer. .

-oh por favor aquí no. Pueden vernos- le dijo ella algo nerviosa, ante el atrevimiento del hombre.

Jorge no obstante continuó un poco más verificando como aquella mujer se pegaba a su cuerpo y cerraba los ojos mientras tenía su primer orgasmo, con sus dedos metidos en su vagina. Y todo esto en medio de la pista de baile.

La respiración de la mujer se aceleró  al tiempo que sus ojos se entrecerraban terminando con un expiro de aire de manera temblorosa, al tiempo que apretaba fuertemente la verga del hombre que aún mantenía en su mano. En ese precio momento, descubrieron que al final del pasillo, sus movimientos eran observados por algunos hombres de características muy diferente a la de los invitados.

Sofía, entonces, nerviosa, le indicó: por favor aquí no.

¿Quieres que busquemos un lugar más reservado? Le indicó Jorge.

Y sin esperar su respuesta, la tomo de la mano y se dirigieron a la terraza del lugar, emprendiendo el camino hacia el segundo piso del edificio. Subieron la escalera con premura, alcanzando la segunda planta, comprobando un pasillo algo oscuro. Esa parte del edificio no se encontraba con huéspedes. Decidieron localizar un lugar más idóneo, y al llevar a una de las habitaciones intentaron forzar la puerta, pero al abrir la misma se quedaron perplejos al contemplar que estaba ocupada: “Una mujer joven era acompañada por dos señores mucho mayores que ella .

La jo ven mujer era penetrada por sus dos partes intimasal mismo tiempo , denotando una lucha entre el placer y el dolor que suponían le causaba aquella doble penetración. Sofía se quedó inmóvil, contemplando con los ojos como platos la excitante escena. Sin poder contenerse manifiesto: ¡¡joder, la están atravesando entre los dos!!.

-¿ habías visto escenas similares Sofía? - le susurró Jorge  al oido.

Ella le miro, con evidente morbo, que Jorge denotó en el brillo de sus ojos:-Claro que no. Solo he visto en alguna ocasión escenas de algunas películas pornográficas.  Jamás imagine ver en vivo una situación semejante.

- y ¿qué te parece?- le preguntó Jorge mientras la tocaba el trasero con su mano.

joder…no se!. Que te la metan por atrás tiene que doler, y además hacerlo con dos hombres a la vez. La verdad…- le contesto, mirándole morbosamente a los ojos.

El le respondió:-no lo creas. Si estás bien lubricada, seguro que disfrutarás.

Ella le mira a la cara, totalmente enrojecida, le contesta: -No se… la verdad es que eso tiene que doler… jamás lo he hecho por atrás.

Decidieron continuar su camino, y por fin encontraron un lugar solo y algo oscuro, pero con suficiente luz como para poder disfrutar del cuerpo del otro. Jorge nunca había sido infiel a su mujer pero, ¡ ahora no había marcha atrás !,  no pensaba en retroceder de su decisión declavar aquella señora, como fuera . La diferencia de edad era importante, pero estaba claro que a ella eso le excitaba más. Sofía se encontraba acalorada, y era evidente que tras haber contemplado la escena anterior, ¡ necesitaba ser penetrada cuanto antes! .

Sin muchos reparos comenzaron a besarse ardientemente, desencadenando un forcejeo mutuo en el que ella trataba de arrancarle la camisa, mientras el procedía a levantarle el vestido, para, con sus dos manos separar con furia las nalgas ávidas de deseo de aquella preciosa hembra.

Jorge ahora había adoptado el papel de un autentico macho, cuyo principal y primordial deseo era poder penetrar el deseado coño de aquel hembra.

Ese acelerado forcejeo disminuyo cuando se quedaron por fin en ropa interior, descubriendo pronto el hombre los senos de la mujer al retirarle su sostén. ¡Qué preciosidad de pechos! De dijo.

Realmente eran de tamaño más bien pequeño, pero eran muy firmes, y además con unas pequeñas aureolas que finalizaban en unos gruesos pezones negros. Jorge se quedó alucinado al ver aquellos pechos. Nunca había visto otros semejantes. Para colmo sus pezones estaban en punta y eran bastante pronunciados.

-Dios Sofia.. ¡Qué preciosos pechos tienes…!

-¿te gustan de verdad? ¿No te parecen pequeños?.- le preguntó ella.

-uff me encantan como los tienes. Te voy a comer toda.

Y sin más acercó su boca y comenzó a lamer aquellos pezones, al tiempo que los metía completamente en su boca, levantando suspiros de pasión de aquella hembra. Los pezones se endurecían más en sus labios.

-ohh como me los comes. oooo

Ella todavía seguía con esa tanga que se le metía entre sus nalgas; y el aún  con slip ajustado, que denotan su gran bulto, y que amenazaba con romperse de un momento a otro.

-Oh Sofía eres preciosa. Que cuerpo tienes preciosa.. uhhh - le decía mientras no dejaba de chuparle sus pezones.

-ohhh siii

En un momento dado, Sofía se detiene, y mirando a Jorge a los ojos, se arrodilla frente al mismo esperando descubrir ese gran espectáculo que la tenía tan húmeda y expectante. Observa el slip del mismo y le dice: -joder, vas romper los slip.

Y, sin más preámbulo, lentamente fue tomando los laterales del slip con los dedos de sus dos manos, y al bajar un poco, provoco que apareciera ante ella “ el gran mástil de Jorge”, que como un resorte, salto frente a su cara , y que por fin ella pudo admirar en vivo:

- oh Dios mío. ¡Qué enorme es!. Joder mira las venas que tiene - le dijo mirando extasiada y con cara de loba la tranca del hombre.

-es toda tuya preciosa. – le dijo.

Ella, algo turbada, sin pensarlo dos veces la tomo entre sus manos y empezó a acariciarla como si se tratara de algo sagrado e inalcanzable.

Efectivamente el falo de Jorge era de gran tamaño, y ni que hablar de su firmeza, que en aquel momento parecía que nunca se doblaría, adornada al final por un par de grandes huevos que colgaban como invitando a que los tocara .

Sofía no podía dar crédito a lo que tenía ante sus ojos y en sus manos. Aquel falo nada tenía que ver con el de su esposo. No solo era mucho más largo, sino que el grosor del mismo era considerable. Las venas se marcaban a lo largo del mismo, lo que le hacía aparentar mucho más grueso.

Ella tocaba aquella daga, pasando su mano por toda la misma, recorriendo su piel a lo largo de esta hasta llegar al glande, para luego bajar hasta la base. Pero al ver los tremendos testículos que colgaba en macho entre sus piernas, no pudo contenerse  y con su otra mano palpó los mismos. Se vio obligada a exclamar:

-joder que testículos. Y… ¡Son también bastante grandes!. Y.. por lo que veo “los tienes repletos”-

-ya te dije que llevo más de dos semanas sin descargar. Tienen que estar cargados y mi semen debe estar bien espeso.- le recalcó el hombre para terminar de excitarla.

Empezó a masturbarle en un ir y venir sincronizado, que provocaba que la respiración de Jorge se acelerara y no mucho menos que cuando por fin la tuvo en su boca. No se lo podía creer, la señora había decidido llevar su daga a su boca. La mamaba rítmicamente alcanzando a meterse solo aquella que podía. Se veía que nunca lo había hecho, pero le estaba dando un placer inaudito.

El la tomo con una mano del pelo ayudando por fin a conseguir que entrara más en su boquita, mientras ella de una manera disimulada se abrazaba de sus nalgas como si quisiera tragarse hasta los huevos.

En los momentos en que ella sentía que la tenía en el fondo de su garganta detenía el movimiento hasta no poder contener la respiración. Tras varias acciones de su boca, estuvo a punto de hacerle correr. Pero Jorge no quería correrme aún, y menos en su boca. ¡¡ Quería follar aquella hembra como fuera y a toda costa! !

Así que la detuvo, y decidí a pagar con la misma moneda, por lo que de una manera rápida y repentina la recostó sobre una mesa que allí había depositada, le bajo su tanga, y abrió sus piernas. Ante su vista apareció aquella concha con una buena pelambrera de vellos, verificando que no se cuidaba mucho, pero pese a la vellosidad de su monte de Venus, se apreciaba con toda nitidez la hermosa raja de su coño. Se dio cuenta que los labios de su vagina poseían unos labios carnosos, brillantes por la lubricación . Ello le terminó de excitar, y sin pensarlo mucho depositó su boca en aquella ranura y emprendió el ataque su hincada  vulva.

-oh, ¿pero qué haces?.. oooo siiiiii… me los vas a comer… oh Dios como ..oh siiiii si joder comételo ….. que bueno ooooo

Sofía en su desesperación y calentura aceptaba levantando y moviendo sus caderas como rogando ser poseída por aquel improvisado amante. Sin pensarlo dos veces el hombre encontró el clítoris de la mujer y con la punta de la lengua comenzó acariciarlo de forma ovular lo que provoco ataques de placer de la mujer, prosiguiendo con movimientos de arriba hacia abajo hasta llegar a rozarle el contorno de su estrecho culito.

Durante esa acción, Jorge observó anito “virgen” que palpitaba suavemente, abriéndose y cerrando como pidiendo ser atendido más profundamente, respondiendo con sus manos intercalando las caricias con la lengua y los dedos, que no tardaron en alcanzar su objetivo ya que la yema de sus dedos comenzó a rozar y agitar la entrada del ano de la hembra, sin llegar a penetrarlo, verificando que aquello la llenaba de morbosidad.

Luego continuó lamiendo su raja, hasta que provocó que ella temblara de placer mientras tenía un segundo orgasmo , notando como fluían hacia su boca los jugos de tremenda corrida femenina.

Notaba que aquella hembra estaba arrecha, y su cuerpo estaba bastante caliente. Se estaba acordando de la doble penetración que habían contemplado anteriormente, y de que su ano nunca había sido perforado. Aquello le llevó a meter sus dedos no solo por su vulva sino que, dos de ellos penetraron con fuerza en su estrecho culito lubricado por sus líquidos y por su saliva , sintiendo ella un tremendo pero aguantable dolor.

-oh por ahí no….

Jorge en ese momento se incorpora totalmente decidido. Había llegado la hora de “clavar aquella hembra”. Quería meterle su verga, quería atravesar aquella panocha de una sola estocada. De ese premio no se iba a escapar. Por ello le dijo:

- vamos Sofía. Quiero que recibas el premio que andabas buscando .

Ella miró el vástago varonil, y le dijo dudando: - la verdad…., no de si debo. Y, en ese momento ella se realiza una confesión que Jorge no esperaba. Se detiene un poco y con cara de preocupación le dice: Tengo que confesarte algo. “Creo que debo estar cerca de mis días fértiles”. Y para colmo, he visto como tienes los huevos de cargados. Si te corres dentro seguro que me dejas embarazada.

En ese momento alcanzó su bolso, y extrajo algo del mismo, comprobando que era un condón.  Y mirándole le señaló:- lo adquirí en el baño. No sabía si lo iba a necesitar. “Jamás lo he hecho con condón” ya que mi esposo se niega a utilizarlo. Pero, ….en mi estado no puedo hacerlo a pelo. “Podrías dejarme embarazada”.

Jorge tampoco solía hacerlo con condón con su esposa, pero no iba a dejar de follar aquella hembra. Por lo que le contesto tremendamente excitado: -joder Sofía. Como quieras. Pero colócamelo cuanto antes. Necesito clavarte.. Hazlo o te clavo a pelo. Me tienes muy arrecho.

Ella vio la cara de desesperación del hombre: -ya lo veo. ..Con esa tranca que tienes… “me vas abrir mucho”. Debes hacerlo despacio, soy bastante estrecha.

Y sin más comentario rompió el envoltorio del condón, y al tratar de ponérselo, ambos se percataron que era muy pequeño para las dimensiones de aquella mandarria. ¡Literalmente no entraba!.

-oh Dios… no te entra. La tienes muy grande para estos condones. ¡Qué vamos hacer!... “a pelo….no podemos”...

-Oh Sofía ahora no me vas a dejar así. Me correré fuera si quieres. Pero “necesito clavarte cuanto antes”. Quiero que sientas mi polla atravesar tu coñito.

Y sin esperar su reacción, el hombre la puso en posición de a cuatro patas para tratar de meterle su verga como a una perra en celo . Jorge estaba decidido a penetrarla de todas formas.

Oh no debo… es peligroso.

En ese momento el hombre comprueba aquellas nalgas y su hermoso culo: - joder Sofía. Ese culito también está pidiendo a gritos que te lo atraviesen.

Ella entonces se gira y le contesta:- nada de eso. Ni se te ocurra… la tienes enorme. Lo tengo virgen…. Joder…venga…¡Fállame el coño!.... aunque ¡hazlo con cuidado!. … ¡Joder me tienes también muy caliente!. “Vamos cabron. Hazlo ya” .

Ante aquella petición, Jorge, como un autentico semental no se pudo negar y acercando su falo a los labios de la vagina, tras comprobar la humedad de los mismos, embadurno  su glande con los jugos de ella, pasándolo  por toda su chocha como si fuera una brocha, hasta que colocándose en posición de un solo empujón, encajó a la mujer más de dos terceras partes de la misma. Joder que estrecha es la cabrona. Pensó Jorge..

- ohhh despacio. Ohhh   la tienes muy grande.. oggg ooooo

-relajate preciosa. La recibirás toda.. o si que estrechita estás.. ohhh que caliente estas … ouuuuuu dios preciosa como me pones…

La polla del semental comenzó a entrar y salir de la mujer, verificando que le entraba hasta la misma empuñadura. Ahora la tenía totalmente atravesada hasta los mismos huevos. Qué placer! . Aquel coño nada tenía que ver con el de su mujer. La estrechez de aquella vagina le estaba concediendo un placer exquisito e inesperado.

Sin poder contenerse más, comenzó a bombear, despacio, pero sin pausa, en posición perrito durante varios minutos, hasta que comprueba que la mujer entra en trance y alcanza un nuevo orgasmo, mientras las paredes de su vagina presionaban su pene, otorgándole un mayor placer. Jorge se dio cuenta de que estaba a punto de venirse. Ella se percató de ello y le dijo:

- Recuerda que debes hacerlo fuera. Recuérdalo .

En ese momento, el hombre observa el culito prieto de la mujer, y que estaba bastante abierto, como pidiendo a gritos ser penetrado. Si no podía correrse dentro de su coño, quizás podría correrme en su trasero, pensó.

-oh Sofía. Creo que te la voy a meter por atrás. Así no corres peligro.

-¡por atrás!... estás loco… le responde ella alterada.

-pues quiero correrme dentro. Tengo que hacerlo. ¡Elige tú!.

Ella se queda dudando, y con voz entrecortada susurra: ” Mátemela, inténtalo….. … por atrás¡¡¡¡” , La tranca de Jorge se envara aún más. Se arrodilla  tras de ella y acerca la punta de la cabeza a aquel estrecho orificio e intenta penetrarlo empujando su vara larga, ya lubricada, que lentamente fue separando aquel agujero que, no se resistía pero que parecía no ceder. Al propi tiempo ella empezó a empujar hacia atrás hasta que lentamente fue entrando la cabeza desatando un pequeño quejido de dolor que poco a poco fue cediendo al entrar la primera parte de su tranca.

- ohhh ohhhhh me vas hacer mucho daño ooooo

En el momento en que el falo empezó a resbalar hacia las profundidades de aquel hueco, hasta ese momento estrecho, Jorge noto la lujuria en la mirada de la mujer al voltear la cabeza. Lejos de detenerse siguió con su labor, era un momento tan candente que le pareció indescriptible, y dejándose llevar por la situación, presionó viendo como entraba otra parte de su tranca.

-oh me vas a reventar. Tienes que sacarla…no puedo másss

Las nalgas de la mujer se apretaron, impidiendo que continuara, escapando de nuevo otro alarido. El hombre de dio cuenta de que si le entraba más la iba a reventar.

-oh no puedo por favor sácala.. No puedo, me haces daño le dijo ella con decisión.

Jorge entonces salido de aquel orificio.

Ella se gira y le dice: - lo siento. La tienes muy grande no entra…. Me duele mucho…por atrás.

No obstante, el hombre de dio cuenta de que la mujer seguía caliente. Ella miró de nuevo el pene que seguía con una empalmadura de caballo, viendo como sus ojos de iluminan. Entonces ella hizo algo que le dejó anonadado: miro hacia una silla que había allí y le hizo sentar sobre ella, dejando su verga erguida como un misil.

Era obvio que la mujer deseaba “montar la polla del macho. Sin poderse resistirse más, empezó a masturbar la tranca con sus dos manos, hasta que luego procede a colocar sus manos sobre el pecho del hombre, levanta suavemente su pierna y se dispuso a montar al mismo. La mujer, deseosa, coloca a la altura de la cabeza de mástil la abertura de su vagina y se fue dejando caer lentamente.

-anda preciosa. Monta a tu potro… vamos tu eres capaz. Hasta la empuñadura… vamos Sofía…clávatela toda- le incite.

Aquello enceló a la mujer, quien mirándolo a la cara, se fue dejando caer  poco a poco, viendo como la verga fácilmente le ocupaba toda la cavidad de su vulva. Notaba la estrechez de su vagina, pero ella no se rindió hasta que sus nalgas se posaran hasta tocar los huevos del hombre, lográndolo por fin su objetivo de un fuerte sentón.

-ooooo me la he clavado todaaaaaaaaaaaaaa—oh papito como me abres…

Cuando la tuvo toda encajada, empezó a cabalgar la misma,  subiendo y bajando lentamente desde la parte más alta hasta el fondo de sus entrañas, a un ritmo que aceleraba por momentos cerrando los ojos, tratando de embutir ese tremendo y grueso palo.

La polla del semental entraba hasta el fondo, ya que se notaba que entraba tan ajustada que parecía que la panocha de Sofía se iba a reventar.

Sofía entró en una fase de plena lujuria y placer inaudito, teniendo que disminuir la intensidad de sus movimientos, doblarse hasta juntar su pecho con el del hombre. En ese momento el aprovecha para sujetarla por sus nalgas, apretarla fuertemente con sus brazos y comenzar ahora  un desesperado pero fuerte movimiento de sus caderas, como queriendo atravesarla por completo . Sofía no paraba de tener una orgasmo tras otro. Se sentía agotada.

Ella se dio cuenta de que pronto Jorge no iba aguantar más, y volvió a recordarle –recuerda debes correrte fuera. No estoy protegida…

Lejos de desanimarse, el hombre le dio la vuelta quedando ella debajo echada sobre la mesa, y observando aquella vagina ahora totalmente abierta por su tranca, y el enrojecimiento de los labios de la misma, por la fricción de sus penetraciones, su excitación adquirió tintes de autentica locura. Por ello, olvidándose de todo prejuicio dirige nuevamente su cipote a la desprotegida vagina y la vuelve a atravesar c ompletamente” .. ¡Hasta la empuñadura!

-oo despacio oooo como me llena tu polla  … joder sigues como un caballo oooo- le decía ella.

Ya no paro, la siguió bombeando  cada vez más fuerte  llegando con sus penetraciones hasta el fondo de la cuquita de la mujer, denotando su inminente eyaculación.

Ella se percata de ello, y mirándole a los ojos, le dice:- no… ¿no pretenderás correrte dentro? ¿verdad?

-¡no sabes cuánto lo deseo!. Tienes esa vagina tan caliente, que solo mi semen podrá saciarla. Jamás me había follado a una mujer como tu Sofía… tienes el coño tan ardiente… que para saciarlo, el mejor remedio es una buena lechada.

Ella se estremeció al escucharle y le dice:-pero, me podrías embarazar. No debes hacerlo..

-Anda preciosa. Déjame hacerlo…tengo mucha leche acumulada…. Tu misma lo has comprobado. Sé que necesitas sentir la leche de otro hombre dentro de tu coñito. Nunca tu marido te habrá llenado como yo. ¡De eso te lo aseguro!

-oh estás loco… estas locoooooo…….eres un cabronazo… vas a terminar preñándome…

En ese momento, verificó que sus palabras la excitaron sobremanera, por lo que la mujer entró en convulsiones alcanzando un nuevo orgasmo. Al hacerlo apretó sus piernas contra las del hombre atrapándolas. Aquello aceleró la venida del semental. Sabía que era una locura, que podía preñarla, pero, ahora eso no le importaba. ¡ Quería culminar la tarea!:quería descargar dentro de ella”. Además en la posición en que se encontraba y con sus piernas atrapándole, era imposible salir de ella.

Por ello, le dijo: -ufff nena ya me viene… te voy a llenar… o siii… todita te vo a llenarrrrr              oooo siiiiiiiiiiiiiii joder que buena estas..

-o no estás loco… jodeer ooooo no lo hagasss

Jorge, sin contemplaciones, comenzó a descargar una gran cantidad de semen en lo más profundo de aquella ardiente mujer , quien sin querer había hecho realidad uno de sus mejores sueños eróticos: follar con otra mujer distinta de su esposa.

Su semen era lanzado con gran fuerza contra las paredes vaginales de Sofía . Parecía un surtidor… no paraba lanzar chorros de semen en su ardiente vagina. Era evidente que estaba tan arrecho, que prácticamente se estaba deslechando.

Oh cabrón lo estás haciendo. Te estás corriendo dentro… ooo siii te siento… ooooo …….me vas a llenar ooooo

Ella hizo unos primeros intentos de evitarlo, pero el la sujetó fuertemente, mientras arremetía profundamente con su daga, clavándola hasta la base, y sin dejar de soltar su preciada carga dentro de ella.

-ohhh lo estas haciendooo… … seguro que me vas a embarazar ooooo

Sin poder contenerse, el hombre terminó literalmente por llenarla. Llevaba varios días sin descargar sus pelotas, lo que hizo que su descarga fuera muy copiosa y sumamente abundante. Había sido una descarga como Dios manda.

No se salió al momento, sino que se quedó dentro de ella tras terminar. Ella me mira y le recrimina: -joder te has corrido dentro. Puedes haberme dejado preñada. Eres un insensato.

-Preciosa…. eres una delicia. No me arrepiento lo más mínimo de llenarte con mi semilla…Eres de verdad la mujer que cualquier hombre podría soñar con tener.

-ella entonces le mira, y le dice: nunca me habían follado de esta manera. Ni tampoco mi esposo se ha corrido de esta forma. A él prácticamente ni lo siento, pero tú me has regado… “seguro que me has dejado embarazada”. Lo presiento.

Tras salir de ella, comprobó el coño totalmente abierto de la señora, del cual fluían restos de semen.

Ambos, se vistieron. Cuando descendían, el le pregunto:

-¿cuándo te marchas?.

Ella, le miro, y le contesta que al día siguiente por la tarde. Entonces le rogó que se quedara con él en su habitación del hotel o él en la de ella. Sin embargo ella se negaba diciendo: Sabes que es muy peligroso. Estoy ovulando, y tengo miedo que vuelva ocurrir lo de antes.

Fueron nuevamente al salón del baile, comprobando que había terminado el mismo, y que el autobús de regreso al hotel de ella se había marchado. Entonces el le dijo: - vale tomaremos un  taxi hasta tu hotel. No admito un no por respuesta. NO voy a permitir que vayas sola por la ciudad a estas horas. Ella al fin accedió.

Después de varios intentos, lograron detener un taxi, y marcharon hacia su hotel. Durante el trayecto la llevaba cogida de la mano, y la abrazaba, sin que el taxista pudiera saber que no eran marido y mujer. Al llegar al hotel, el baja con ella y paga al taxista.

Ella sorprendida le pregunta: -¿ porque lo has despedido? ,

-quiero comprobar que llegas sana y salva a tuhabitación.

Ella le dice: ¿no pretenderás subir hasta mi habitación? Se lo que pretendes. No debes.

Al final, viendo su actitud ella se sonrojó y terminó sonriendo, y subieron en el ascensor, durante el cual no dejaron de abrazarse y acariciarse.

Cuando tomo la tarjeta y abrió la habitación, el se la quedó mirando, y le dijo: ¿ no vas a dejarme pasar ?.

Ella se negó y cerró la puerta. Pero Jorge insistió y volvió a tocar. Ella ante el hecho de que la estaba llamando y que pudieran escucharle los clientes del hotel, abrió la puerta y le dejó pasar.

-estás loco… ¿Cómo se te ocurre?

Le dijo: de todas formas me voy a quedar contigo esta noche. Quiero velar tu sueño. Ella, sin poder evitarlo se echó a reír, y le dijo: - la verdad… eres un loco

Lo primero era darse una ducha, por lo que entro ella primero, y cuando salió lo hizo con una camisola de dormir transparente, que permitía ver su tanga y sin sostén. Luego lo hizo él, y como no tenía ningún slip o bóxer que ponerse, opte por salir con la toalla alrededor, y se metí en la cama con ella.

Ella le pregunto ¿te vas a quedar desnudo ? a lo que le contestó: no tengo nada más que ponerme, salvo que quieras prestarme una de tus bragas . Ella se rio nuevamente.

Se recostaron en la cama mirándose frente a frente. El hombre le dijo: lo he pasado muy bien esta noche, y nunca he echado un polvo como aquel Eres una mujer  muy especial .

Ella le confesó que no sabía que es lo que le había pasado, que ella nunca había hecho nada parecido, que quizás fue la bebida, o que al estar ovulando estaba muy caliente . Pero que quizás se había sobrepasado.

El no la dejo continuar, se fundieron en un profundo beso, con cierto romanticismo. Pronto el bajo hasta sus pechos,  verificando que estaban duros nuevamente. El chupeteo de sus pezones, la excito sobremanera, comprobando que estaba otra vez en celo. Fue ella misma la que llevó su mano a al falo varonil, ya que estaba completamente desnudo, exclamando: al.

-joder … estas otra vez en forma…

Sofía estaba otra vez muy caliente y al notar la erección de caballo del semental, me montó y se dejó caer nuevamente sobre su tranca, la cual le entró hasta la base. Estaba tan caliente que pronto se olvidó que estaba ovulando.

- oh como me follas.. ohgggg.. ooooo sigue así dame caña…oooo

Los dos entraron en un mete y sacar sincronizado, llevándola a tener otro orgasmo, y con el mismo romanticismo, la hizo poner a ella debajo recostándola sobre la cama, y la continuó penetrando sin parar. Su coño era una caldera, aquella mujer seguía ardiendo .

Jorge la comenzó a follar, viendo que  sus penetraciones eran cada vez más profundas, y tras una serie de orgasmos de la mujer sintió nuevamente la necesidad de correrse. Dudo la conveniencia de hacerlo fuero, pero ella estaba otra vez en un orgasmo, cuando escucha que le dice vamos cabron… metela más… la quiero bien adentro.

No solo accedió a lo que le pedía sino que se realice una penetración tan profunda, dejando su polla quieta en el fondo de la vagina, mientras percibía como por los conductos internos de su falo volvía a subir a gran velocidad,  el semen proveniente de sus bolas , al tiempo que la besaba ardientemente con mi lengua dentro de ella. Y así, con ese romanticismo, comenzó a regar a la mujer nuevamente con su semilla. Al terminar se dio cuenta de que volvió a inundarcompletamente su coñito, regando totalmente su matriz, una vez más .

Estaba claro que con la follada que le estaba dando, la ardiente Sofía, si estaba ovulando, las probabilidades de que sus  espermatozoides hicieron su trabajo correctamente, eran más que probables. Además el estaba poniendo todo su empeño en fecundar los óvulos de aquella señora.

-oh como te siento… oh..me estas llenando otra vez …ohhh..

Tras la corrida ella le siguió besando con romanticismo, a pesar de saber que le había inundado su conito con su semilla. Luego, al salir de ella, esta la miró y le comento:- sé que estoy embarazada de ti. Pero esta noche quiero que me folles sin parar, y quiero sentir que te vienes en mí como ahora.

El le dijo: -Si tienes un hijo mío. Me recordarás toda la vida. Te voy a dar mi teléfono, quiero saberlo…

-estás loco- le contesto.

Sin embargo siguieron follando como conejos hasta altas horas de la mañana, quedando sus cuerpos extenuados. Ya en la mañana el regresó a su hotel.

Dos meses después, cuando ya no se acordaba de ella, recibió una llamada: hola. Soy yo, ¿cómo estás?.

-¡que placer escucharte!- le contesto.

-“estoy embarazada”. – le espeto sin más comentario.

Mi amigo se quedó de piedra. Pensó que jamás iba a ocurrir, pero había sido una locura, y ahora ella estaba embarazada.

-¿Estas contenta?. Y¿ tu esposo?

-el cree que es de él, y lo ha aceptado muy bien. Pero yo sé que es hijo tuyo.  Te llamaba para que lo supieras.

-. ¿Me gustaría volver a tenerte otra vez? le dijo el.

Ella se calla unos momentos, y luego de indica: a mí también. Pero va a resultar casi imposible. No sé. Quizás algún día