Rebelde: Miguel y Nico
Miguel y Nico descubren su verdadera sexualidad y sus sentimientos el uno por el otro.
REBELDE: NICO Y MIGUEL
1
Nico estaba sentado en su cama, en total oscuridad. Respiraba agitadamente mientras analizaba el sueño que acababa de tener. En él, Nico estaba siendo abrazado por su amigo Miguel, mientras lo acariciaba y lo miraba de una manera que había terminado por despertarlo. Se limpió el sudor de la frente, lo más raro del sueño eran lo que él sentía mientras su amigo lo abrazaba en sueños, era una felicidad, una tranquilidad, una inquietud que no había sentido antes... con nadie. Se sobresaltó todavía mas cuando sintió que su pene tenía una erección total y chorreaba lubricante.
Se acostó nuevamente y se acarició, primero su pecho, velludo y sudado por el sueño, hasta llegar a su verga. Aunque no tenía la circuncisión su prepucio bajaba perfectamente dejando al descubierto una cabeza grande, roja y apetecible. Sus dedos quedaron húmedos por el lubricante, los llevó a su boca y los limpió cuidadosamente con su lengua, disfrutando del sabor... pensando inconscientemente a que sabría el lubricante de Miguel. Trató de alejar esos pensamientos de su cabeza mientras seguía acariciando su verga, desvió sus pensamientos a su exnovia o a las otras niñas del colegio, pero cuando la excitación llegó al máximo y estaba a punto de venirse, la imagen de Miguel se coló entre las demás, Miguel como lo había visto aquella tarde en la alberca, solo con el traje de baño con su cuerpo delgado y perfecto, Nico se imaginó besando y chupando aquel cuerpo cuando sintió el estremecimiento del orgasmo y la leche salpico su estómago, su pecho y su cara. Sacó la lengua para limpiar unas gotas que habían caído justo en la comisura de sus labios. Jamás había probado el semen y se sorprendió de lo bien que sabía su leche. Mientras limpiaba y comía lo que había en sus estomago y pecho, pensaba en lo que le estaba ocurriendo.
2
Miguel caminaba solo por los jardines del colegio, acababa de tener una discusión con Mía, absurda y estúpida como siempre. Estaba hasta la madre de tener que lidiar con una niña caprichosa y poco inteligente como su novia. ¿Porqué no era mas madura? ¿Porqué se comportaba como si tuviera 5 años? ¿Porqué su relación con ella no podía ser como con Nico, su mejor amigo? Con él las discusiones se volvían interesantes al defender diferentes puntos de vista, con él se divertía, con Nico... había algo más. Unos metros mas allá había un grupo de 3 niñas que conocía y en la mesa de al lado un cabrón con su novia, tomando café. Se sentó en la mesa del medio, podía escuchar perfectamente las conversaciones, tanto del grupo de niñas como de la pareja. Pidió algo de comer y se quedó ahí, un buen rato.
De pronto, tuvo las respuestas. No podía entender a Mía porque ella era mujer, él pretendía que reaccionara como hombre pero eso era imposible, ella es una niña!!
Pagó por la comida y se fue a su recámara. Al parecer Nico no estaba ahí, se acostó en la cama y se quedó pensando, media hora mas tarde ya había tomado una decisión. Se levantó y fue a buscar a Mía. La encontró en la biblioteca, estaba ocupada escribiendo en su computadora, cuando lo vio se arrojó en sus brazos para besarlo, escondidos tras uno de los libreros. Miguel cerro los ojos dejo volar su mente... de pronto no era mas Mía a quien besaba, Nico estaba ahora en sus brazos, sentía sus labios gruesos y varoniles aprentado los suyos, su barba cerrada raspando su piel, sus brazos fuertes estrechándolo, levantó una mano para acariciar ese pelo chino que ahora se daba cuenta lo volvía loco y se encontró con el pelo lacio y teñido de Mía, instintivamente se echo atrás, con el corazón y la respiración fuera de control por lo que acababa de suceder, era definitivo, lo suyo con Mía había terminado, para siempre.
3
Cuando Nico entró en la habitación Miguel no estaba. Su cama estaba revuelta, al parecer había dormido una siesta. Nico se acostó y se cubrió la cara con las sábanas y la almohada, olían a él a Miguel. Era un aroma que lo fascinaba, que lo excitaba como nunca se había sentido. Metió la mano en su pantalón y acarició su verga que ya estaba dura como piedra. Le excitó aun más la idea de hacerse una chaqueta en aquella cama, respirando el olor de Miguel. Se levantó y fue al closet de su amigo ahí sobre el montón de ropa sucia estaban los calzones que Miguel se había quitado el día anterior. Los tomó y regresó a la cama los olió y su verga se puso aun más dura. Se desabrochó y siguió acariciándose sobre el calzón que ya tenia una mancha considerable de lubricante. Siguió oliendo los boxers de Miguel, eran blancos con azul, cortos de los que se ajustan al cuerpo, imaginó su verga y sus huevos apoyados contra esa tela mientras la restregaba contra su cara. Encontró un vello escondido entre los pliegues y eso lo excitó más. Estaba a punto de sacar su verga del encierro del calzón cuando escucho que una llave era introducida en la puerta.
Se levantó como resorte con los calzones de Miguel en la mano, el pantalón desabrochado y la verga totalmente erecta. Hizo una bola con los calzones y los metió en su propio calzón a un lado de su verga, se abrochó el pantalón mientras la puerta se abría y Miguel entraba al cuarto.
Nico volteo sonriendo, Miguel se sorprendió un poco de encontrarlo ahí pero no le dio importancia, necesitaba ver y hablar con Nico.
Que onda güey... ¿qué haces ahí parado con cara de pendejo?
Nico sintió que su cara se ponía roja, trato de acomodar el saco para tapar la erección que no se bajaba y el bulto que el calzón de Miguel hacia en su entrepierna.
Ehh... nada es que iba al baño, ¿qué tienes? ¿Estas bien?
No sé... acabo de terminar con Mía cabrón..
Nico estaba totalmente sorprendido, nunca se imaginó que ese romance pudiera terminar tan pronto, no pudo evitar sentir una gran satisfacción. No podía evitar sentirse irritado cuando veía a Miguel y a Mía juntos... odiaba a Mía desde que estaba con Miguel y ahora, así, sin mas Miguel la había mandado a la chingada.
¿Por qué que pasó?
Nada en especial... lo de siempre, sus caprichos de niña pendeja, sus chantajes, sobre todo que es tan tonta... no se me irrita, me encabrona... no necesito eso... ¿me entiendes?
Miguel estaba alterado, Nico sabía que era demasiado sensible y entendía perfectamente bien como se sentía, se acercó a su amigo y lo abrazó. Miguel se aferró a él y se quedaron así un momento.
Mientras lo abrazaba Miguel sintió algo extraño en la entrepierna de Nico...¿Tenía la verga parada? Si era así, el bulto que esta hacía era espectacular... sintió que su verga respondía también y se apartó antes que Nico se diera cuenta.
Voy a bañarme, a ver si me siento mejor.
Tranquilo güey, no pasa nada, en cuanto se te baje el encabronamiento te vas a sentir mejor.
Sí... yo sé cabrón...
Miguel se encerró en el baño. En cuanto la puerta se cerró Nico se desabrochó los pantalones y saco el calzón de Miguel, estaba mojado de lubricante y sudor. Nico lo sacudió vigorosamente y lo puso en donde lo encontró. Se sentía muy alterado y nervioso, tenía miedo que Miguel se diera cuenta de lo que le estaba pasando. Se acostó en su cama y fingió estar dormido para no tener que seguir hablando con Miguel.
Minutos después este salió del baño, envuelto en una toalla blanca con rojo, sobre su espalda aun había unas gotitas de agua que brillaban con la luz del sol que entraba por la ventana.
Necesito salir de aquí cabrón, vamos a ...
Nico estaba dormido profundamente, Miguel se acercó a su cama. Al verlo ahí recordó la ensoñación que tuvo un rato antes cuando besó a Mía por última vez. Su pelo chino descansaba desordenadamente sobre la almohada. Miguel lo acarició pensando que Nico estaba durmiendo.
Al sentir la mano de Miguel acariciando su cabello el corazón de Nico se disparó a toda velocidad. Podía sentir el calor del cuerpo de Miguel tan cerca de él, el olor del jabón mezclado con su aroma que conocía tan bien. No se atrevía a abrir los ojos, solo se quedó ahí, fingiendo estar dormido y disfrutando las caricias que Miguel seguía haciendo sobre su pelo y su cara.
Miguel sintió como su pene se ponía cada vez mas duro mientras observaba dormir a su amigo. Acomodó la toalla que ya parecía una tienda de campaña y fue hacia su cama. Cuando Nico sintió que Miguel se alejaba, entreabrió un ojo Miguel estaba del otro lado de espaldas a él. Se quitó la toalla de la cintura y comenzó a secarse la cabeza. Tenía unas nalgas hermosas, redondas, levantadas, duras, cubiertas de una fina capa de vello negro que se notaba de debía ser muy suave. Subió una pierna a la cama y se inclinó para secarse la pantorrilla. Nico pudo ver el ano de Miguel por entre sus nalgas, su verga se puso mas dura que nunca, le dolía pues estaba atrapada en el calzón y los jeans.
Movió la mano muy lentamente para que Miguel no lo escuchara, desabrochó sus jeans y se acomodó la verga dentro de los calzones. Miguel sintió el movimiento y se volteo. Su pene estaba totalmente erecto apuntando al techo. Nico no alcanzó a cerrar los ojos, Miguel entendió perfectamente que estaba sucediendo.
¿Qué haces güey?
¿Te desperté?
Nico veía fijamente la verga de Miguel, él se dio cuenta que estaba mostrando su fabulosa erección y se tapó inmediatamente con la toalla.
¿Qué onda cabrón?
Perdón güey, estaba pensando en otra cosa...
No hay pedo cabron yo estoy igual
Nico se bajo los pantalones y los calzones mostrando a Miguel su verga totalmente parada.
Cuando Miguel vio los ojos de su amigo estaban empapados en lagrimas...
¿Qué nos esta pasando Mike?
Por toda respuesta Miguel dejo caer la toalla y se acostó en la cama de Nico abrazándolo, al principio Nico quiso resistirse pero en dos segundos correspondió al abrazo estrechando el cuerpo desnudo de Miguel besándolo en la boca desesperadamente. Miguel acariciaba el pelo chino que tanto le gustaba y sus enormes cejas mientras exploraba el interior de la boca de Nico con su lengua.
Quítate la ropa Nico, esta bien
Nico lo obedeció, se quito la camisa mostrando su pecho velludo y acabo de quitarse el pantalón y los calzones.
Miguel se incorporó en la cama y se metió la verga de Nico en la boca. Era deliciosa, media 18 CMS aproximadamente, era gruesa y colgaban unos huevos grandes y apetitosos, todo cubierto del espeso vello negro y suave que tanto lo excitaba.
-Que rico Mike, síguele cabron mamamela
Mientras le chupaba la verga las manos de Miguel aprovecharon para acariciarlo por todo el cuerpo, Nico tenía unas nalgas perfectas, grades, duras y llenas de vello, las acaricio largamente mientras su amigo seguía cojiendole la boca, metió un dedo por entre sus nalgas y encontró el ano de Nico, comenzó a acariciarlo despacio, tiernamente. Su amigo separaba mas las piernas para darle mas libertad de explorarlo.
Nico contemplaba a su amigo mientras le daba la mamada más deliciosa de su vida, su verga estaba entre sus piernas, la punta brillaba por algunas gotas de lubricante que comenzaban a salir. Sin sacar su verga de la boca de Miguel se acomodó lentamente sobre de él y comenzó a mamarlo también.
Su pene era mas largo que el de él, debía medir unos 21 o 22 CMS, aunque era más delgado. Nico se metía esa enorme verga hasta la garganta, mientras acariciaba los huevos de Miguel dentro de ese hermoso escroto lampiño.
Miguel saco la verga de Nico de su boca, en esa nueva posición el ano de Nico quedaba justo encima de él. Estiró un poco el cuello y paso su lengua por la entrada. Las piernas de Nico se aflojaron por el placer, se acomodó y puso su culo a la disposición de la lengua de Miguel, mientras él disfrutaba de su verga.
Rato después Nico se volteó para volver a besar a Miguel, ambos se excitaron mucho cuando los sabores de sus vergas y sus culos se fundieron en sus bocas. La verga de Miguel quedó justo a la entrada del culo de Nico. Él comenzó a moverse mientras seguía besando a Miguel, para que su verga entrara en él. Miguel la acomodó y comenzó a empujar para lograr penetrar a Nico, cuando la cabeza entró, vio que los ojos de Nico se llenaban de lagrimas otra vez y su cara era de absoluto dolor.
-Perdón papi, te la voy a sacar, no llores por favor
No Mike, no me la saques, no lloro por eso
Y volvió a besarlo, el pene de Miguel entro hasta el fondo, provocando un grito de inmenso placer en Nico, que inmediatamente empezó a cabalgarlo, gozando como loco de tener la verga de su amigo dentro de él.
Cójeme cabron, cojéeme como hombre, yo no soy una de tus pinches noviecitas.
Gózala puto, tenla toda.
Miguel metía la verga hasta el fondo en el culo de Nico que estaba loco de placer. Con las manos nalgueaba y pellizcaba si piedad esas nalgas peludas que lo volvían loco.
Cuando estaba a punto de venirse, Miguel saco su verga del culo de Nico, lo empujo y el otro quedo boca arriba en la cama
Tomate mi leche cabron, tómatela toda
Si dame tu leche Mike, damela
Miguel metió su verga en la boca de Nico justo cuando empezó a escupir semen, Nico casi se ahogo con la cantidad de mecos pero se controló y pudo tragárselos todos.
Ahora me toca a mi güey, dame leche...
Miguel se acostó poca abajo sobre Nico, con su verga en su boca. No tuvo que mamar mucho cuando Nico lleno su boca de leche. Por la posición algunas gotas salían por los lados. Cuando Miguel se incorporo, Nico lamió los restos de su semen de la boca de su amigo.
Se abrazaron y se quedaron ahí, acostados, desnudos, sin hablar.