Rebeca (primera parte)

Mujer policía consigue una misión real

Rebeca

1-

Mi abuelo fue policía, mi padre llego a jefe de policía y dos de mis hermanos lo fueron también. Por eso a nadie le extraño que ingresara a la escuela de policía al terminar el secundario.

De la academia egrese con el mejor promedio y en cuanto me gradué de oficial me designaron en un trabajo rutinario de oficina.

Hice todo tipo de cursos de post grado y en cada uno de ellos estaba entre los primeros promedios, así fui ascendiendo hasta llegar al grado de capitán.

Pero lo que cualquiera tomaría como una gran carrera también era un poco frustrante para mí ya que en realidad nunca me desempeñe en una función de verdadero policía. Ahora se que entre mi padre y mis hermanos buscando mantenerme segura se ocuparon de mantenerme lejos de las calles y del peligro de algún enfrentamiento adonde pudiese resultar lastimada.

Mi vida personal también fue muy acotada y rutinaria, a los veinte años me puse de novia con un profesor veinte años mayor que yo con el que me case y tuve una hija que hoy esta viviendo lejos de casa estudiando en una universidad del extranjero.

Mi marido esta casi todo el mes lejos de casa dando conferencias y participando de congresos  por lo que mi vida es bastante aburrida y monótona.

Ya estoy por cumplir cuarenta años y pensaba que acabaría retirándome y viviendo como una señora jubilada encerrada en mi casa.

Pero cuando esta semana el jefe me llamo para proponerme un trabajo verdaderamente policiaco me entusiasme.

El jefe me explico que se trataba de una misión especial en la que ya tenia un hombre infiltrado en una organización de traficantes de droga y de mujeres en donde yo debería asumir el papel de su amiga simulando ser una tipa de vida fácil que era explotada por el y también su amante.

Comprendí de inmediato que me proponía esa misión en razón de que yo era una mujer realmente llamativa y eran pocas las mujeres policías que podrían pasar por una mujer de la noche.

Soy bastante alta con un cuerpo bien formado, abundantes pechos y trasero erguido que hace que muchos hombres se vuelvan al verme pasar.

Eso unido a que tengo una cara bonita y cabello rojizo ensortijado hace una combinación muy atractiva.

Claro que como siempre ando vestida conservadoramente y no suelo maquillarme no soy el centro de atención de nada pero se que si me lo propusiera podría hacerlo fácilmente.

Acepte emocionada y le asegure que no se arrepentiría de haberme elegido para esa misión.

Claro que me sentí fatal cuando supe que mi compañero seria justamente Álvaro, un muchacho muy joven con el que un tiempo atrás tuve una fuerte discusión.

Álvaro es un muchacho muy arrogante y mal educado con fama de conquistador que solía andar haciendo alharaca de sus conquistas exponiendo a la pobre tipa de turno que había llevado a la cama narrándoles a sus amigotes con lujo de detalles todas las barbaridades a las que las había sometido sin importarles que a muchas de ellas los demás las conocían aunque fueran compañeras de trabajo e incluso chicas casadas o comprometidas.

Justamente un día lo escuche hablar crudamente de una pobre chica casada a la que había seducido jactándose de haberla sometido incluso analmente.

“No saben como berreaba la petiza con mi verga en su culo!” les decía riéndose de manera despiadada, “Parecía una oveja en el matadero, claro como el cornudo del marido nunca se la había metido por el orto!” se solazaba mientras sus amigotes le festejaban

Entonces ya no soporte mas y lo encare diciéndole que me daba asco, que se creía muy hombre denigrando a las mujeres pero que el hablaba así porque nunca había tenido ni podría tener a una mujer de buena clase.

En fin después de ese día por lo menos se cuidaba de hacer comentarios de ese tipo delante de mi. Por suerte el después fue designado en otro lado y ya no volvimos a cruzarnos mas.

2-

Álvaro me sorprendió al verlo tan cambiado.

Su manera de comportarse fue correcta y cuando salimos de la oficina del jefe el mismo me invito a tomar un café y conversar.

Me dijo que olvidara nuestras diferencias previas y que ahora debíamos formar un equipo para poder alcanzar los objetivos que teníamos.

El ya había conseguido ganarse la confianza de algunos de esos mafiosos pero necesitaba llevar con el una mujer que pareciera ser su amante.

Me tranquilizo el escucharlo así calmado y arreglamos que iríamos juntos la noche siguiente al cabaret regenteado por esos malandrines.

Álvaro me pregunto si tenia la ropa adecuada y me quede muda ya que nunca había pensado en eso, pero el me dijo que no me preocupara que iba a conseguirme la ropa y me la llevaría al pasar a buscarme por mi casa.

Por supuesto que estaba sola en casa otra vez cuando el llego trayendo esa ropa para que me probara.

Mientras Álvaro me esperaba en la sala lleve toda esa ropa a mi dormitorio y realmente me escandalicé al verla.

Había allí muchas polleritas minifaldas escandalosas de cortitas, tops que apenas si cubrirían mis voluminosos pechos, algunas blusitas de encaje casi transparentes además de un par de soleritas livianas supercortitas con finos breteles y marcado escote que me obligarían a usarlas sin sostén. Además un grupo de conjuntos de ropa interior con sostenes de encaje y media copa que dejarían la mitad superior de mis senos desnudos y varias tanguitas cola less que solo tenían un mínimo triangulito delantero que apenas si taparían mi sexo y un hilo dental posterior dejando mis nalgas desnudas.

Regrese a la sala diciéndole a Álvaro que yo jamás me pondría ropa como esa, que entendiera que yo era una señora decente y no podría mostrarme con semejantes fachas frente a los demás.

Álvaro me respondió que justamente ese era el efecto que buscábamos, que yo pareciera una mujer de la calle de vida alegre y no un ama de casa aburrida.

No pude rebatírselo comprendiendo que el tenia razon asi que volví al dormitorio a ponerme esa ropa que me abochornaba.

Elegí para empezar a acostumbrarme un conjunto de encaje que levantaba mis pechos de manera escandalosa sosteniéndolos y cubriendo solo la parte inferior de ellos con una tanga cola less que tenia un hilo dental que se me enterraba entre las nalgas dejando mi culo absolutamente desnudo.

Después un top muy escotado que dejaba a la vista gran parte de mis senos y también mi cintura acompañado de una minifalda tan cortita que si me inclinaba dejaba asomar la parte inferior de mis nalgas.

Todo eso lo complete con unos tacos altísimos y los ojos pintados de manera llamativa así como mi boca roja color sangre.

Al pararme frente al espejo a mirarme no podía creer que fuese yo esa que veía.

Realmente parecía una fulana sacada un burdel con mi pelo rojizo peinado de manera salvaje,

Cuando entre a la sala Álvaro se puso loco de contento diciéndome que ese era justamente el efecto que quería ver, yo para salir de casa me puse un tapadito encima por temor a que algún conocido me viera salir así vestida de mi casa con un hombre.

3-

Cuando entramos a ese antro se hizo un silencio absoluto y todas las miradas se centraron en nosotros.

Realmente sentí temor al ver las facciones de esos facinerosos pero Álvaro rápidamente saludo a un par de ellos y me llevo con el a una mesa lateral.

Los demás al ver que el era conocido dejaron de estudiarnos y ya no se sintió esa tensión en el aire.

El noventa por ciento de los que estaba allí, hombres y mujeres, eran negros y por su aspecto se podía ver que la mayoría delincuentes.

Las parejas se abrazaban y besaban abiertamente frente a todos e incluso podía ver como muchos de ellos les metían mano a su compañera por debajo de la ropa acariciándolas íntimamente sin siquiera disimularlo.

Álvaro pidió un par de copas y tuve que tomar con el a pesar de que jamás pruebo el alcohol pero no podía llamar la atención siendo diferente.

Estuvimos un rato allí y paso un negro enorme de aspecto temible que se detuvo a saludar a Álvaro que me presento con el como su amiga.

Álvaro me contó que ese era Roberto el jefe de la organización mafiosa y que como había logrado ganarse su confianza iba a darle participación en un importante embarque de droga que pensaba conseguir y allí era donde podríamos atraparlos con las manos en la masa.

Por supuesto que Álvaro me pasaba el brazo por los hombros o por la cintura aparentando que teníamos una relación intima entre los dos. Pero en un momento dado al dar vuelta mi rostro para hablarle en intimidad el junto su cara con la mía y me beso en la boca de manera inesperada.

Por un momento me quede helada, pero después me levante de un salto y sali casi corriendo de allí con Álvaro por detrás pidiéndome que me detuviera.

Cuando entramos a su auto lo insulte de mala manera diciéndole además que yo era una señora y debía respetarme, que ya no iba a tolerar otra cosa como esa.

Álvaro se puso furioso y me decía que si era estupida o me hacia la estupida, que justamente esas eran las actitudes que todos esperaban de las parejas de ese lugar. O es que no me había fijado en las demás parejas como se comportaban?.

Al hablarme así comprendí que realmente el tenia razón y que si no nos comportábamos como los demás llamaríamos la atención y desconfiarían de nosotros.

Calmándome le rogué que me disculpara prometiéndole que ya no volvería a descontrolarme de esa manera.

Álvaro me dijo que no me preocupara que el haría que eso pasara como una pelea de parejas y volveríamos allí como si nada.

4-

Ya llevamos tres semanas de trabajo encubierto y somos una pareja habitual para todos ellos.

Cuando estamos allí sentados Álvaro me besa en la boca y yo respondo a sus besos de lengua como lo hacen todas esas fulanas con sus amantes.

No puedo negar que me siento extraña ya que con mi marido nunca fuimos así de efusivos y solo intercambiamos suaves besos de labios pero en este ambiente eso seria sospechoso.

Como el alcohol se me sube a la cabeza por mi falta de costumbre me siento más desinhibida y le permito a el tomarse más confianza aun.

Incluso cuando estamos besándonos así apasionadamente Álvaro me acaricia los pechos por encima de la ropa y también frota su mano contra mi trasero mientras al oído me pide que lo perdone que es parte de la simulación.

Yo le permito seguir haciéndolo pero puedo ver claramente que en su pantalón se forma un bulto indisimulable.

Al regresar a casa Álvaro me dice lo mucho que me admira por tolerar ese papel y que este segura que cuanto mas avanzamos mas me respeta sabiendo que soy una mujer casada y decente.

La verdad no puedo negar que esos besos y manoseos tienen efecto en mi y cuando vuelvo a casa no puedo conciliar el sueño fácilmente sintiéndome encendida y ansiosa.

Con mi marido nunca fuimos demasiado pasionales lo que en los últimos años con su edad (tiene veinticinco años mas que yo) y una diabetes empeoro todo.

Las raras veces que intentamos tener relaciones en los últimos tiempos el no pudo conseguir una completa erección y todo termino en un fracaso.

Talvez por eso mi cuerpo necesitado de sexo responde a sus estímulos pero se que debo dominar mi naturaleza y mantenerme firme en mi votos de fidelidad por lo que seria incapaz de traicionar a mi esposo.

5-

Estábamos nuevamente en ese tugurio besándonos con Álvaro descaradamente frente a los demás aunque aparentemente nadie se fijaba en los otros.

Yo llevaba una remerita musculosa sin sostén que dejaba a la vista mis pechos casi desnudos.

Mientras nos besábamos Álvaro metió su mano por el lateral de la musculosa y empezó a manosearme un  seno mientras metía su otra mano debajo de mi pollerita acariciándome los muslos.

Yo estaba algo mareada por el alcohol y al sentir sus manos explorarme mi corazón empezó a latir acelerado y mi respiración se agito.

Sabia que debía detener de inmediato ese avance irrespetuoso pero no me decidía a hacerlo enredada en sus besos de lengua que me aturdían.

Los sentía pellizcarme los pezones erectos y jadeaba suavemente en un torbellino de sensaciones encontradas.

Cuando el metió su mano entre mis piernas se encendió una señal de alarma en mi cerebro.

Cuando corrió la entrepierna de la tanga y sus dedos se apoyaron contra mi sexo ya empapado a esas alturas me levante de un salto y prácticamente escape casi corriendo de allí.

Álvaro me alcanzo cuando llegue al auto y me dijo que si había perdido la cordura.

Con la voz entrecortada le dije que ya no podía permitir que continuara ese jugueteo perverso y que yo era una mujer decente por lo que había llegado al limite de lo que podía tolerar.

6-

Este viernes tomamos demasiado, o por lo menos yo tome demasiado por lo que estaba mas desinhibida que de costumbre.

Esa noche había un espectáculo en vivo en esa boite, pusieron una gran cama redonda en medio del salón con todas mas mesas no rodeándolo y una pareja de negros salio allí a mostrarse.

No podía creerlo cuando los vi desnudarse y empezar a manosearse como dos animales en celo para después hacerse relaciones orales uno al otro.

Por supuesto que acabaron teniendo sexo frente a todos son una luz central d que dejaba todas nuestras meses en penumbras.

Podía entrever en esa semi oscuridad a las demás parejas matándose de manoseos y caricias desenfrenadas.

Álvaro me abrazo contra el y metiendo una mano por en escote de mi top atrapo mis pechos desnudos y empezó a amasármelos suavemente haciéndome estremecer.

No podía separar mis ojos de esa pareja desnuda teniendo sexo!

Álvaro metió su otra mano por debajo de mi pollerita metiéndola entre mis muslos.

Mi mente sabia que debía quitársela de allí pero mi cuerpo me traiciono y en vez de es separe los muslos permitiéndole libremente el acceso a mi sexo empapado de calentura.

Corrió la entre pierna y su mano aprisiono mi sexo empezando a frotármelo con lujuria.

Gemía suavemente sin poderlo evitar cuando Álvaro soltando mis pechos llevo mi mano dentro de su bragueta haciéndome agarrar su pene erecto.

Apenas si podía rodear con mis dedos esa verga enorme y caliente!

Álvaro me hizo subir y bajar mi mano sobre su mástil de carne y después de pocos segundos yo sola seguí masturbándolo sin necesidad de que me guiara por lo que el volvió a manosearme los pechos a placer.

Me metió dos dedos en la vagina empapada y después me frotaba el clítoris haciéndome jadear de placer totalmente descontrolada.

Empecé a menear la pelvis sintiendo forjarse dentro de mí un orgasmo infernal.

Cerré las piernas atrapando su mano contra mi sexo y explote en un orgasmo bestial y prolongado meneándome y retorciéndome como una perra en celo mientras lo masturbaba furiosamente hasta sentir en mis manos derramarse todo su semen caliente.

No se cuanto tiempo estuve acabando de esa manera maravillosa pero para mi fue una eternidad.

Caí sobre el hombro de Álvaro sollozando de la vergüenza que sentía sabiendo que cualquiera de las mesas vecinas había podido oírme gemir y ver como el me hacia acabar con sus manos.

Álvaro tuvo que ayudarme a sostenerme para poder salir de allí ya que apenas si podía caminar.

No hablamos ni una palabra y me entre a mi casa sin siquiera despedirme.

Estuve largo rato bajo la ducha tratando de sacarme el olor a sexo que sentía en todo mi cuerpo.

Comprendí que estaba caminando en una fina cornisa y que el peligro de caer era inminente con lo que mi matrimonio y mi carrera se irían a pique por lo que decidí que ya no volvería a exponerme mas y que al día siguiente renunciaría definitivamente a esa misión.

Pero al día siguiente Álvaro me llamo muy contento y excitado para contarme que finalmente Roberto lo había citado en su departamento privado y allí arreglarían los detalles del mentado embarco con el podríamos  dar un toque final a nuestra misión policíaca.

También me entusiasme como el, tanto que me olvide de mi intención de renunciar.

(continuara).