Rebeca, mi nuevo juguete... (2)

Me desperte de cara al despertador, que marcaba las 11 en punto de la mañana. Abriendo los ojos volviendo a la realidad, empezé a notar el sudor en mi cuerpo bajo las sábanas, me sentí bastante descansado y fuerte.

SABADO POR LA MAÑANA

Me desperté de cara al despertador, que marcaba las 11 en punto de la mañana. Abriendo los ojos volviendo a la realidad, empecé a notar el sudor en mi cuerpo bajo las sábanas, me sentí bastante descansado y fuerte.

Durante un momento no fui consciente de que en la otra habitación (la de mi hermana) dormía mi nueva sumisa, así que en cuanto me desperecé un poco, me dirigí a dicha habitación a hacerle una visita a mi perrita.

La encontré tal como la había dejado, atada de pies y manos bocarriba totalmente desnuda, me acerqué sentándome a un lado contemplándola hasta que decidí que era hora de despertar.

  • Despierta guarra, la dije al oido mientras la pellizcaba un pezón.

  • Hola, dijo mirándome tras unos instantes en los que tras ladear la cabeza, pareció recordar todo lo sucedido la tarde anterior.

  • Que tal has pasado la noche.

  • Bastante mejor de lo que pensaba, aunque tardé bastante en dormirme porque estaba muy excitada, pero estoy descansada ya..AMO.

  • Buena chica, la dije acariciándola la cabeza como se hace con una perrita obediente, pareció gustarla, y a mi polla también.

  • Busqué por la habitación, recordaba que por alli en alguna parte guardábamos el collar con la correa de mi perra, una hembra labrador que mi padre se había llevado a la casa del pueblo un par de mesas atrás. Di con ella en la percha, colgada estaba, esperando ser usada de nuevo para pasear a una nueva mascota.

Desaté de manos y pies a mi sumisa y la ordené levantarse, cogí la correa, volví hacia la cama, y echándola el collar al cuello, sujetando la correa por un extremo, sin mirar a mi perrita tire de ella llevándomela tras de mí:

  • A partir de ahora eres de mi propiedad, mía eres , así que pórtate o tendré que azotar ese precioso culo, zorra.

La ordené caminar delante mía moviendo el culo, así que ella caminaba a través del pasillo sin saber a donde quería llevarla, por lo que de vez en cuando al llegar a la altura de alguna habitación aminoraba el paso, entonces yo la daba nalgadas con las que pegaba un saltito y emitía un "ay", y seguimos caminando hasta que al llegar a la altura del baño tire de la cadena para detenerla, y tirándola del pelo la indiqué que debía ponerse de rodillas.

Cogí su cadena y la anudé al pomo de la puerta del baño.

  • Espérame aquí mientras AMO hace sus cosas. La dejé esperando fuera atada a cuatro patas, y entré al baño a lavarme la cara y a orinar.

  • Buena chica, la dije cuando salí dándola unas suaves palmadas en la mejilla, me correspondió con su típica sonrisa, estaba claro que la encantaba ser tratada como a una perrita.

Desaté la correa y continué llevándola a través del pasillo, esta vez iba a cuatro patas gateando a mi lado, con la cabeza erguida ya que yo tiraba de la correa hacia arriba mientras caminábamos, entramos al salón y me senté en el sofá estirando las piernas, descalzándome.

  • Vamos lámeme los pies, ahora eres mi mascota.

Me miró con cara de sorpresa, pero no se le ocurrió rechistar, al contrario, su cara era la expresión del morbo contenido.

Empezó a lamerme los pies sacando bien la lengua sin parar de mirarme, primero la planta de arriba a abajo y después los dedos, que iba relamiendo y chupando.

Encendí la tele con el mando a distancia y me dispuse a escuchar las noticias, y así, viendo la televisión pasaron unos 20 minutos en los que mi perrita no paró ni un momento de lamer, se regodeaba haciéndolo y su cara delataba que lo estaba disfrutando mucho.

La miraba y sin parar de chupar y lamer sonreía como una zorra cachonda. Me levanté de repente acordándome que debía salir para hacer una transferencia en el banco y ella se quedo con cara de querer quedarse como estaba toda la mañana.

Fui al baño y la deje de nuevo atada a la puerta, entré a ducharme, y cuando salí de la ducha desnudo, cogí a mi perrita y la coloque detrás mía mientras me disponía a afeitarme. No iba a hacer con ella algo que me atrajese mucho, pero si es algo que me da cierto morbo y me dispuse a probar por primera vez.

  • Mientras me afeito, me vas a comer el culo.

Ella me miró extrañada.

  • No lo he hecho nunca AMO.

La di una torta, de las que no causan daño, pero ponen a la perra en su sitio.

  • Ahora eres mi perra, y te vas a comportar como la perrita mas guarra y obediente de todas, así que venga, no querrás que me enfade de verdad.

Ella me miró con la mano en la mejilla, y según me di la vuelta, comprobé satisfecho que mi perrita empezaba a separar las nalgas con las manos y a meter la cabeza y lamer como hacen las perras.

Era placentero afeitarse con la perrita, quizás lo practicase en más ocasiones. A ella no pareció disgustarla demasiado, más bien parecía que disfrutaba más cuanto más se la sometía y humillaba.

Cuando terminé me di la vuelta mirándola desde arriba.

  • Qué, ¿Estás disfrutando no zorra?

  • La verdad que nunca pensé que me gustaría tanto hacer este tipo de cosas que me estás haciendo, estoy muy cachonda, me encanta que me sometas como lo que soy, soy tu perrita...

  • Sí, ya lo sé zorra, eres una guarra, ahora salgo a hacer unas gestiones, puedes andar a dos patas, aunque si por ti fuera te tirarías todo el día a cuatro. Quiero que te pongas el tanga y el sujetador, no sea que te resfríes, eso sí, solo el tanga y sujetador, descalza porque estamos en verano y el suelo no está frío, ya lo sabes, mientras estés en esta casa queda prohibido que te pongas nada más.

  • Y por supuesto ni se te ocurra tocarte y menos correrte sin mi permiso.

La quité el collar y lo colgué de la percha al salir de casa.

Cuando volví del banco allí estaba ella, sentada en el sillón únicamente con tanga y sujetador. Me miró con una sonrisa, contenta, solo la faltaba mover el culo como chucha contenta cuando ven a su dueño.

  • Aquí, a cuatro, vamos! La dije severamente señalando el suelo a mis pies.

Ella acudió meneando el culo a cuatro patas hasta que llego a mi altura.

A falta de la correa que seguía en la percha, la agarré del pelo con cuidado y entramos en la cocina.

La solté y la deje en medio de la cocina a cuatro, mientras me preparaba el desayuno y lo disponía sobre la mesa.

Me senté y la silbé llamándola, en seguida lo comprendió y se puso a mi lado.

  • Siéntate colocando el culo sobre los pies, de rodillas, debajo de la mesa, y mientras desayuno, me vas a comer la polla.

Se le iluminó la cara, lanzando un Sí AMO y rápidamente se colocó en posición.

Me saque la polla y empezó a chupar sin parar, hasta que a punto de correrme la quité la polla de la boca y la guardé en el pantalón.

  • AMO...

No contesté, y seguí acabándome el desayuno.

  • AMO, déjeme chupar su polla...

Seguí sin contestar.

  • AMO, por favor...

Tras terminar de desayunar cogí mi cuenco y lo sostuve con una mano debajo de la mesa mientras con la otra me sacaba la polla.

  • Vamos, chupa guarra asquerosa.

Empezó a chupar sin parar, hasta que con la mano libre que no sostenía el tazón la tiré del pelo hacia atrás para advertirla que no debía seguir mamando. Con la misma mano empezé a pajearme hasta que me corrí echando toda la corrida dentro del tazón.

  • Mmmmm...., dijo mi perrita imaginándose ya lo que iba a suceder después.

Me levanté, puse el tazón en medio de la cocina y llevé a mi perra al tazón, y sin hacer falta decirla nada, agacho la cabeza con el culo levantado y empezó a tomarse su desayuno.

Todavía quedaba todo el fin de semana por delante.


Hasta aquí la segunda parte. Como sabéis, esta serie está basada en un acontecimiento real que me pasó hace ya algunos año. Actualmente mi pareja era Rebeca, aunque hace nada hemos roto porque se ha tenido que mudar de vivienda lejos de donde estoy, hemos pensado que era lo mejor, aunque ha sido algo doloroso, sin embargo seguimos en contacto y me ha apremiado a que publique los relatos, que ya estaban escritos.

Agradezco cualquier tipo de comentario constructivo, sobretodo si proviene de féminas, podéis escribirme al correo o agregarme al msn. Un saludo a todos