Realmente fiel (2)

Sigo y termino con el cubanito en Bogotá donde hacemos muchas locuras sexuales.

Hola amiguitos cómo están.

Les pido disculpas por la demora para narrarles lo acontecido con mi amigo cubano quien visitó hace algún tiempo Bogotá, la ciudad donde actualmente vivo.

Espero que recuerden bien los acontecimientos de la primera parte de este relato. Si no es así los invito para que le peguen una leidita rapida y así no perder detalle de lo que me acontecio en esta caliente infidelidad.

Vamos al grano.

Estabamos con Armando en la cama del hotel Casa Dann Carlton al norte de la capital colombiana, eran aproximadamente las 8 de la noche, luego de un par de buenos polvos y una dormidita desnudos, yo me despertaba y me preparaba a irme para mi casa, porque eso sí, me encanta el sexo, pero no me gusta arriesgarme demasiado, así que antes de las 9 de la noche queria estar en casa y no levantar muchas sospechas.

Pero Armando no lo quería así. Él tenía ganas de más. Claro, cuando un hombre echa un polvo con una mujer y sabe que pronto la dejará de ver, pues quiere tener sexo todo el timpo con ella. Irse a su tierra más seco que un martini.

Aunque intente negarme un poco, sabía que sería dificil arreglarme con él encima mío intentandome comer, pero también sabía bien, que luego de dos polvos tan fuertes como nos habíamos acabado de echar, apenas le quedaban ganas para uno más. Ojo niñas el hombre que te promete 5,6,7 o más polvos en una noche, o los hace corticos e incipidos, o es un pobre charlatan que apensas llega al primero.

Si algo he aprendido en mis infidelidades es a utilizar mi boca, entonces tiré a Armando en la cama y le dije que le haría una mamadita para que se le colocara bien durita, mientras que él jugaba con mi coño.

Parece que le encantaba el olor a semen y calentura que tenía mi vagina, porque ese día me dio una memorable mamada, parecia un ternero intentando succionar todo mis líquidos vaginales. Llegaba a lastimarme un poco, tengo que ser sincera, pero el placer era infiniamente mayor.

Fue tal la calentura que olvide mi afán y me dedique a darle una buena mamada de polla, ayudandome con la mano en el palo y otra dandole un buen masaje de bolas.

No me di cuenta la verdad, cuando su esperma empezó a llenarme la boca, y yo no lo iba a desperdiciar y me la tome toda. Le deje reluciente la verga a mi amiguito cubano, con testiculos y todo.

Así me bañe y me prepare totalmente para ir a casa.

Él no tenía ganas de levantarse, se despidio desde la cama y me dijo que hablaríamos al siguiente día, cuando partiría en horas de la noche a su lugar de origen, o más bien de trabajo.

Yo llegué a casa, salude a mi marido y nuevamente senti culpa.

Era la primera vez que lo saludaba sólo una hora después de hacer y desaser como un puta caliente, con otro hombre.

Decidí que no quería pensar, me acoste y me dormi.

Al día siguiente tenía que estar simplemente bella, de píes a cabeza, pero como era viernes, aquí en Colombia, no sé si sucede en otras partes del mundo, uno va al trabajo con ropa más casual.

Un jean descaderado, debajo una deminuta tanguita negra semitransparente, hilo dental; una blusa ceñida al cuerpo, para que mis senos se vean provocativos; pero un buso encima, pues la idea era seducir aún más al Cubano, no a los demás.

Cuando llegué a la oficina Armando ya estaba allí, él no pudo ocultar su mirada de lujuria, yo lo mire con gracia pero como si no fuera nada especial. Para no levantar sospecha.

Cuando encendi mi computador, nuevamente un correo electrónico: no se te haga raro que hoy tengas un encargo especial en tu trabajo.

No entendi nada, pero minutos después, mi jefe, con Armando se acercaron a mi escritorio.

Jefe: Sonia, como sabes hoy Armando se va para México, y con tanto trabajo no ha podido comprar algunos obsequios, así que por favor acompañalo en la tarde y luego lo dejas en el aeropuerto, sale en el vuelo de las 10 de la noche.

Eso significaba que tenía que estar por lo menos dos horas antes, 8 de la noche, tendríamos buen tiempo para disfrutar.

Así, le hicieron un almuerzo de despedida y los dos partimos en un taxi supuestamente rumbo a una de las tantas zonas de almacenes de la capital colombiana, pero nos desviamos un poco y terminamos nuevamente en la habitación de su hotel.

Tendríamos aproximandamente cinco horas para disfrutar

un tempo ideal para exprimir ese par de bolas que adornaban su bello pene, porque aunque no era de grandes dimensiones, tampoco chico, era hermoso.

La noche anterior todo lo hicimos rapido, con ganas, como dos animales en celo. En esta ocasión deseabamos hacerlo más lento, paso a paso, de una forma delicada pero firme.

Espero estar haciendome entender.

Yo de pie, el empezó a besarme la boca y a recorres con sus manos mi cuerpo, aunque no me lo dijo, ya sentia que no debía acariciarlo a él, que ya tendría mi turno para ello. Lo primero que se fue, fue mi buso, para permitirle a él que me acariciara mi cuello, tanto con las manos como con la boca.

Luego la blusa, lo que hizo que su lengua empezara a pasar por mi abdomen, espalda y por la parte desnuda de mis pechos. Eso si, sus manos no se quedaban quietas, y sólo con las llemas de los dedos recorria el camino andado por sus labios y su lengua.

Luego siguió por mi pantalón, realizando el mismo ritual. Yo sólo cerraba los ojos y de mis labios salian pequeños geminos, no era hora de las palabras, solo del sentir, que un hombre está tratando como debe a una mujer.

Creo que en el sexo hay tiempo para todo, tanto para la ternura, la pasión, como para el ritmo desenfrenado. Recuerden, en la variedad está el placer.

No sé cuanto tiempo pasó desde que me besaba el cuello, hasta que bajo mi tanga. Estaba tan mojada, que apenas la empezó a bajar, sentir el aroma de mis jugos vaginales. Debo decir que mis jugos no sond e olor fuerte, pero ese día los alcancé a percibir.

Él también lo percibido, no tenía ninguna afán y se dedicó por algunos minutos a lamer toda la zona que rodea mi vagina, sin tocar precisamente, eso me volvia loca.

Hasta que se decidió y empezó a mamarmela. Vaya que los cubanos saben como chupar un coño. Podría dejarlo ahí hasta el final, pero él merecia mis atenciones.

Así que me tocó el turno. Cada pieza de vestir que se iba, yo besaba y lamia la parte desnuda que quedaba de su cuerpo, lo cual sentí que lo hacia estremecer. Pero el no se quedama quieto, cada una de sus grandes manos manoseaba mis tetas.

Estaba encantada lamiendo su abdomen, cuando se agachó un poco y me dijo al oido: de por Dios, mamamelo yaaa.

sus deseos eran ordenes, baje su pantalón, su boxer y de inmediato a lamer su hermosa verga, lo que lo hizo gemir y gemir.

No aguantó más y me empezó a insultar, lo que me calentaba aun más.

Que puta tan rica eres, no voy a olvidar estos polvos. Jamás había estado con una verdadera perrita en celo.

Yo levantaba su vergas, casi se la pegaba a su cuerpo para dedicarme a lamer, chupar y morder sus bolas.

MMMMMMMm que delicia

Pero él no quería terminar allí

Me velantó de inmediato, y contra la pared y la clavo de una

que delicia, mi coño estaba tan caliente que entró demaciado facil

Y empezó a empujarmelo rico, minetras una de sus manos me manoseaba el culo y con la otra exploraba mi anito.

Yo lo calentaba más diciendole obscenidades.

Sonia: Te gusta comerte a esta perrita

Armando: Perra estas caliente

Sonia: soy adicta a las vergas, me encantan en cantidad

Armando: Te has comido muchas?

Sonia: Si cobrara un dolar por cada verga que he mamado, sería multimillonaria

Claro, chicas, ustedes me entiended, cuando uno esta caliente, tanto el hombres como la mujeres, exageran las cosas. O se es virgen o se es la mayor puta de este mundo.

Armando: Sonia

Sonia: Qué

Armando: Deseo tu culo

Sonia: Pues tomalo

Me coloco la verga en la boca, se la mame un poco y le escupi mucha saliva, y ahí si empezó el proceso de comerme el culo.

Se sentí muy rico, ese cubano sabe bien como comerce a las mujeres. Tenía un ritmo especial, eso si, sin dejar de manosearme las tetas, las cuales serían atendidas más adelante.

Cierro los ojos y me dedico a disfrutar en silencio.

De pronto me grita: Arridillate¡¡¡¡¡¡¡¡

Lo hize y el solito, sin mi ayuda, empezó a masturbarse con mis tetas

eso a mi me encanta, por lo que cada vez que tenia la cabeza de su pene cerca a mi boca, le pasaba la lengua.

No me di cuenta, pero empezó a correrse

Fue una deliciosa guerra en no dejar que la leche se desperdiciara,

Boca, rostro, algo en mi cabello y claro, el pecho, se llenó de leche caliente

que delicia,

Al final una buena limpiadita a su verga.

Pensé que sería el primero de una tarde de polvis, pero sonó mi teléfono movil. Era mi marido que tenía una urgencia familiar. Tuve que dejar al cubanito.

Claro, mientras me bañaba, me maquillaba, no me lo quitaba de encima, ya nuevamente con su verga erecta, decidí que mi marido podría esperara una media horita más.

Casi vestida, me quite la tanga,. me acoste y le dije: me pruebas por última vez el coño

de inmediato me la metio

vaya que lo disfrute como la primera vez

como estaba alterada por la hora

le decia quese estaba comiendo a la más perra de las colombianas

que ese coñito recible placer por montones desde muy chiquita

que mi coño vive mojado sediento de verga

cosas que calienta a los hombres

hasta que se derramo por dentro de mi cuca

Fue un recuerdo que guarde, pues me coloque mi ropa sin bañarme más.

nos despedimos manoseandonos mutuamente, hasta que abri la puerta de la habitación sali, me fui y no miré atrás, para no arrepentirme de dejarlo allí

A veces me escribe al correo

Pero para qué calentarse con una persona por email, cuando ya lo tuviste en vivo y en directo

Dice que volverá, pero la verdad no creo

Espero que les haya gustado el relato 100% real

Espero sus comentarios: amiguita@colombia.com