Realidad y Fantasía
La mayor parte de éste relato si sucedió y estoy aplicándome para que suceda la partecita que falta. Disfrútenlo.
Realidad y Fantasia
Estoy solo, soltero por unos días y pienso en como hacer para llamarte y que me aceptes una invitación a tomar algo; No se me ocurre nada, siento algo de nervios que comienzan a recorrer mi cuerpo.
Me tiembla la mano, en el estómago siento mariposas y se me acelera el pulso; Eso hace que me acuerde de las veces anteriores en que ya habíamos cogido juntos varios años atrás.
Mi verga se levanta inmediatamente al recordar esas chupadas que das, las veces que te atravesé la panocha y el culo. Mmm esa panocha tan rica y húmeda de la que salen esos labios suaves, un poco más oscuros que la piel de alrededor y que dentro de ellos se esconde tu clítoris, el cual al sentir las primeras chupadas se endurece y se asoma para que uno lo pueda apreciar y acariciar
¡Mmmm! si, es delicioso y delicado, redondeado en la puntita y de color rosado intenso; Se pone tan duro que se puede masturbar poniéndolo entre los dedos y subiéndolos desde la punta hasta su base.
También imagino ese culito morenito tan rico y apretado que cada vez que se siente ensartado se contrae y se expande apretándome la verga y a la vez pidiendo más pues es insaciable.
Al fin me animo y sin tener nada que decir simplemente te saludo y te invito a salir a tomar algo para recordar viejos tiempos, aceptas gustosa;
Me pides solo unos minutos para arreglarte y yo utilizo esos minutos para imaginarme que te metiste a bañar para lavarte la pepa y el culo pues cabe la posibilidad de que terminemos en la cama juntos, yo con la verga bien parada y chorreando leche y tu con las piernas abiertas y en medio de ellas mucho liquido vaginal.
Toco a tu puerta, me recibes y me dices que mejor nos quedemos en tu casa, "para qué salir"dices tú.
Acepto y te muestro la botella de vino que llevo en la mano, tú sonríes y vamos a la cocina para descorcharla; La plática es normal, tranquila, solo para disipar la tensión.
Te ves rica con tu faldita un poco transparente, noto tus calzones blancos y pequeños pero sin ser tanga.
Ya para la segunda copa de vino nos encontramos muy cerca y yo comienzo a rozarte la espalda, las piernas, los brazos las nalgas, tú respondes cerrando un poco los ojos y con eso me indicas que estás más que dispuesta a ser cogida por mi. Mi verga también lo sabe y reacciona poniéndose dura, ya quiere salir del pantalón yo se lo permito bajando el cierre.
Tú lo ves y sonríes preguntándome que cuales son mis intenciones.
Me tomas de la verga con tus manos, te encanta sentir el calor que despide.
Cierras los ojos imaginando todos los orgasmos que vas a tener; Mis manos ya están levantándote la falda casi hasta la cadera y siento como tus piernas se van erizando, tu respiración se acelera y tu panocha ya comienza a mojarse.
Siento lo mojado por arriba de tu calzón, estamos en la cocina y el espacio es reducido; Nos escondemos bajo la luz apagada, eso lo aprovechamos para tocarnos por todos lados sin preocuparnos, solo nos dedicamos a sentir.
Tu falda ya está hasta la cadera, me alientas con tus manos a que te baje los calzones mientras tú me desabrochas el cinturón y el pantalón.
Tú ya sin calzones me bajas el pantalón hasta la rodilla y te incas para mamármelo, ¡ahh! si te lo metes todo de un jalón como si lo necesitaras para sobrevivir.
Me sostienes de los huevos y comienzas el vaivén que te encanta cuando la estas mamando, me tomas de las nalgas para empujarme más adentro de tu garganta hasta que sientes que te vas a ahogar y la sacas.
Despides una gran cantidad de saliva y al sacarla ves un hilo que cuelga entre tu boca y mi verga, me dices que te encanta ver ese hilo y la vuelves a introducir hasta el fondo de tu garganta para sentir nuevamente esa sensación de ahogo y vuelves a provocar ese hilo de saliva.
Te levanto y ahora yo me encuclillo y comienzo a comerte la pepa.
Al principio lo hago suave, por encima, con la punta de la lengua probando tus labios vaginales que sobresalen.
Los ensalivo y tú emites unos pequeños gemidos; yo lo hago también, me dices que no haga mucho ruido porque no estamos solos, que tu hija está en su recámara, eso me pone nervioso y me excita al mismo tiempo, ahora ya te estoy metiendo la lengua entre los tus labios mojados, está caliente adentro, lo siento con la lengua, tu clítoris ya está duro y se asoma pidiendo ser acariciado.
Con mis dedos separo los labios y lo dejo bien descubierto, me dedico a lengüetearlo, tú me agarras de la cabeza y me aprietas a tu panocha como si me quisieras meter, suspiras y siento como te tiemblan las piernas, unas gotas de tu liquido comienzan a bajar por tus piernas, tu clítoris está muy duro y yo lo meto entre mis labios para presionarlo.
Tú no dejas de apretarme la cabeza contra ti con tus dos manos, gimes suave, yo te aprieto las nalgas, me pides que las oprima mas fuerte, te gusta el dolor, te excita ser sometida, levantas una pierna para dejarme tener mas espacio y meterme mas debajo de ti.
Chupo tus líquidos, me como tu vagina, tu clítoris, estás como una loca porque te estas viniendo, me dices que te sientes una puta porque estas cogiendo mientras que tu hija está al lado en su recámara, eso a mi me pone muy cachondo, sabes que eso me excita y siento como una descarga que baja desde mi nuca hasta la punta de la verga.
Gimes y gimes por que te estás viniendo, lo que chorreas es intenso, llega hasta el piso.
Siento tu estremecimiento y emites un grito ahogado, me jalas el cabello, te aprieto las nalgas, doblas las rodillas y te quedas quieta por un rato.
¡Uff! que intenso dices que fué tu orgasmo, noto tu sensibilidad ahora en tu panocha que evitas que toque, me levantas y me abrazas.
Me dices que me extrañabas por que entre nosotros no hay inhibiciones.
Mi verga te roza el vientre, tomamos otro trago de vino, tu falda sigue en la cadera, te volteo de espaldas hacia mi y rozo tus nalgas para que sientas mi chile caliente, te digo que eres una puta porque te encanta, me dices que sí lo eres y que te gusta mucho oírlo.
Te inclino un poco hacia delante, separo tus piernas e intento meterte la verga en el tajito, tú acomodas el culo levantándolo para darme mas cabida, bajas el vientre y yo meto la mano por delante de tí y separo con los dedos tus labios vaginales.
Sigues empapada y no me es difícil penetrarte, se te vá hasta adentro por lo que gimes de placer, hechas el cuerpo hacia atrás, como pidiéndome que me meta todo yo.
Yo gimo de placer y me dices "recuerda que no debemos hacer mucho ruido"
Te tomo por la cadera y comienzo a bombearte, adentro y afuera, adentro y afuera, dices que sientes toda la verga adentro y que está deliciosa, te encanta y pegas la cara en la barra de la cocina.
Yo te agarro del cabello con fuerza y estiro tu cabeza hacia atrás, tú gimes de placer, te gusta eso, te gusta que te traten fuerte, con mi otra mano te tomo un pezón y lo oprimo muy fuerte, lo estiro hacia a bajo.
¡Si, si, si! Dices, disfrutando de los jalones y la cogida.
¡Si, si, si! hazme tu puta, me encanta ser tu puta, soy una puta me dices, y la lujuria se te desborda por todo el cuerpo.
Me preguntas si lo estoy gozando y mi mente apenas alcanza a responder pues estoy en un éxtasis, clavándote en tu casa y con la nena de 22 años en su recámara, ésto es una fantasía hecha realidad, es lujurioso, es sucio y me encanta.
¡Ay, ay, ay! dices mientas te vienes de nuevo y yo te jalo más fuerte del cabello.
¡Si, si, si,! dices, más ¡fuerte! ¡mas fuerte!
Te jalo mas duro y te empalo mas duro aún.
¡Uhhh que orgasmo! dices, ¡que rico! y te quedas quieta un momento.
Mi verga sigue a mil, te la saco mientras tú sigues inclinada y recostada sobre la barra, volteas un poco cuando sientes que te comienzo a separar las nalgas.
¡Mmm que rico! y me preguntas
¿Me vas a culear? Mmm eso me encanta también.
Si, lo sé, y yo también gozo al sentir ese ano apretadito comiéndose mi verga, desde arriba comienzo a escupirte saliva para cubrirte el hoyito, tú me ves con lujuria diciendo que qué rico ver como te escupo el culo.
Te pongo la punta en la entrada y ya estás gimiendo, con una mano te abres una nalga para facilitar mi entrada.
Yo empujo y entra la cabeza.
¡Mmm! dices agachando la cara, gozando.
Te escupo más en el culo y se oye como pega la saliva cuando llega a tu ano y a mi pito.
Lo saco un poco y lo vuelvo a meter ahora un poco más, tú levantas las nalguitas como gatita en celo y yo pienso, "que puta tan rica me estoy comiendo"
Te saco un poco la verga y la vuelvo a meter, ahora entra toda, le escupo mas saliva, ahora entra y sale entera.
Te encanta ser enculada, mas veloz y fuerte te la clavo, tú gimes de placer, yo siento como si estuviéramos siendo observados pero solo es mi excitación y mi lujuria, en realidad me gustaría ser observado en ese momento.
Te tengo bien clavada, tú con los brazos hacia delante tomas el borde de la barra de la cocina y te jalas, ahora levantas un poco más el culo, yo te abro las nalgas y veo con la luz que entra por la ventana como entra y sale mi chile.
Ahora el frenesí es intenso, me afianzo de tus caderas para poderte penetrar más profundo, mis huevos chocan con tu vagina, tu lo sientes y dices que te vuelve loca.
¡Jálame el pelo! dices, ¡jálamelo!, ¡así como a una puta!, ¡que puta que soy! no dejas de repetir.
Eso me excita mucho y en mi cabeza imagino como abriría la puerta de la recámara de tu hija y la clavaría también, mi lujuria es mucha.
¡Si si si si! me vengo, me vengo dices, mientras te tensas y con una mano alcanzas mi nalga para clavarme las uñas ¡urggg! que rico orgasmo tienes; Me gusta como lo gozas.
Yo te sigo enculando ahora un poco más suave, me salgo de ti y tú te volteas, me tomas la verga, la chaqueteas un poco y con cara sonriente te agachas a mamarla.
Mmm ahora te la voy a dejar limpia me dices al momento de metértela en la boca y comenzar a mamármela nuevamente, la ensalivas mucho, te la clavas toda, la chupas, la lengüeteas te tragas todo no dejas que nada de saliva caiga al piso, que rica mamada después te tenértela en el culo, que puta que eres, lo sabes y lo disfrutas.
Notas que mi expresión es de intenso placer, te digo que me excita mucho el saber que hay alguien más al lado.
¿A mi hija te refieres?
Si a ella, me pone muy cachondo saber que está muy cerca.
¿Te gusta mi hija?
Mmm con sus 22 años está hecha un mango
¿Qué te gustaría hacer?
Esa pregunta me llegó como un rayo por en todo el cuerpo y nerviosos solo dije.
Pues al menos me gustaría tener una prenda intima de ella para venirme en ella.
Tú sin dejar de mamarla me viste a los ojos y esbozaste una sonrisa muy pícara.
OK dijiste, espérame ya vuelvo.
Fuiste adentro de la casa y yo me quedé en la cocina, con los pantalones hasta abajo y con la verga bien parada y limpia.
Volviste en un par de minutos y traías algo en la mano, me lo mostraste y sí, era eso que yo pedí, una tanga diminuta color rosita y me dijiste.
Mira lo que encontré, es tu día de suerte.
Mmm me la diste y lo primero que hice fue acercármela al rostro para olerla, estaba calientita y tenia un olorcito rico de haber sido usada.
¡Uyyy! dije, yo ya no daba más definitivamente era una de mis mejores noches, si no es que la mejor.
Me dijiste tomando la tanguita y enrollándomela en la verga.
Mi papi, mira lo que hace tu puta con la tanguita que te gusta, y comenzaste a chaquetearme muy rico, ensalivándome la verga al tiempo que ensalivabas la tanga de ella,
¿Te gusta?
¡Mmm! y como no, tú dándome una tremenda mamada con la tanga de tu hija, eso es para volver loco a cualquiera, estaba viendo estrellitas, después de un rato me hiciste la pregunta que menos esperaba y que más deseaba.
¿Te cogerías a ella?
¿Que?
¿Como?
¡Si a ella! ¿te gustaría estar dentro de ella?
¿Te refieres a la dueña de la tanga? Pero si claro, eso sería algo extraordinario con lo bella y rica que está.
¡Mmm! papi, pues ven
Me tomaste de la mano y me metiste a tu recámara, en tu cama se alcanzaba a ver una silueta, me volteaste a ver y me dijiste.
Anda amor, hazla sentir y ver estrellas como tú me haces a mi.
La nena estaba recostada en la cama con apenas una playerita puesta y tapada con una sabana delgada, yo dije hola al acercarme y ella respondió
Hola.
Sin decir nada me acerqué a su rostro y le di un beso suave en la mejilla, me fui acomodando a su lado pegándome cada vez más, ella no se movía, se le notaba tensa, tapaba su cuerpo con la sabana, la comencé a tocar despacio con la mano por encima, le besaba la frente, la mejilla, el oído, y comenzó a emitir un pequeño
¡mmm!
Su respiración se aceleraba un poco.
Tú seguías viendo desde la puerta.
Yo le dije a ella que cerrara sus ojos y que solo sintiera, lo hizo y se dedicó a percibir las sensaciones que le daba yo al rozar su cuerpo con mi mano.
Despacio le quité la sábana de encima y quedó descubierta.
Solo llevaba la camisetita ¡no tenía calzones!
Te volteé a ver y tú me enseñaste la tanga rosada, "ahora comprendo" que de sorpresas estaba llevando ésta noche.
Ella no tenía nada de bello, estaba totalmente rasurada, lo pude sentir con mi mano que ahora recorría toda su intimidad, delgadita pero con ricas caderas y piernas, es toda una mujer ya.
De su pubis no sobresalían ningún labio, su monte de Venus es parejito y suave, y ya se sentía como la humedad comenzaba a salir de él, mis besos fueron en aumento.
Así bajé de la cara al cuello, despacio, lento, a los hombros, a los pechos.
¡Mmmm! sus pechos, medianos pero duros se sentían totalmente erizados y con el pezón rosadito muy levantado, se los chupé, primero suave, pero me pidió lo hiciera mas fuerte, y pensé en ti, le gusta también así de duro como a ti mi puta.
Con la mano ya podía yo sentir todo lo húmeda que estaba y ya había abierto las piernas para facilitarme el poder tocarla, ella ya movía las manos en mi cuerpo y me tocaba muy dulce y suave, me gustaba.
Su gemido se fue acrecentando y me pidió por favor la penetrara, suave, muy suave.
Sin separarme mucho me coloqué sobre ella, sus deliciosas piernas me rodearon, su panochita casi virgen estaba empapada, yo lo podía sentir al rozar mi verga en ella.
Comencé por tratar de meter solo la cabecita,
¡Mmmm! Decía.
Poco a poco fue entrando, podía sentir lo ardiendo que estaba por dentro, que delicia de panochita, empapada y ardiendo, la clavé totalmente y comenzamos el mete y saca y en unos segundos
¡Si, si, si! ¡me vengo! ¡me vengo! ¡ughhh! ¡Sigue, sigue!
Me comenzó a clavar las uñas en la espalda, me jalaba al cabello, se movía frenéticamente.
¡Que delicia de palo!, un minuto después
¡Ay, ay, ay! ¡de nuevo me vengo! ¡ay que rico! ¡uhhhh! ¡sh, sh, sh! ¡que palo tan rico tienes papi! me decía.
¡Wow! yo estaba sorprendido, la nena resulto igual de multiorgásmica que la madre, ¡que delicia! Hubiera deseado haber estado filmando todo, pensé en un momento.
Se vino así varias veces y después de un rato me comenzó a morder la verga con su vagina .
¡Mmmm que rico perrito! lo hace fenomenal, no se como le hacía pero era como si me estuviera haciendo una chaqueta con la vagina
¡Wow! que delicioso.
Dije, así me voy a venir.
Tú sin haber dejado de observar te acercaste por atrás de mi y comenzaste a chuparme el culo con tu lengua,
¡Mmmm! que sensación tan rica, tu nena mordiéndome la verga con la vagina y tú chapándome el culo.
¡uh, uh, uh! el orgasmo fue torrencial dentro del a vagina de ella.
Sentí como si me estuviera absorbiendo todo el cerebro por dentro, chorros y chorros de leche que la inundaban comenzaban a salirse por un lado.
Ella seguía succionando con la vagina para sacarme toda le leche.
Me dijo que no quería que quedara ni una gota.
Tú seguías atrás con la lengua chupándome.
¡Mmm! fué astronómico.
Esa clase de orgasmo jamás lo había tenido.
Nos quedamos recostados los tres, yo en medio y con mi puta y mi nena a los lados.
FIN