Realidad o sueño?

Todo transcurría con normalidad, la fecha de la boda ya estaba elegida, el convite estaba preparado y la ropa preparada para el gran día.

Todo transcurría con normalidad, la fecha de la boda ya estaba elegida, el convite estaba preparado y la ropa preparada para el gran día. Desde hacía 2 días no habíamos vuelto a dormir juntos y por supuesto, nada de sexo.

Era el gran día, y todo el mundo estaría pendiente de nosotros: nuestras ropas, nuestros vestidos, …..

La iglesia estaba esperándonos llena de gente y adornada por unos bonitos centros florales. Ella estaba preciosa, con sólo verla de lejos, me di cuenta que nunca podría encontrar a otra mujer que me hiciera tan feliz como ella. Al verla venir, sólo pensaba en que llevaría puesto debajo de ese hermoso vestido.

Tal y como esperábamos la ceremonia fue preciosa y por fin pudimos darnos el "si, quiero", todo fue saliendo perfectamente y los invitados estaban encantados con todo, ya sólo quedaba llegar al restaurante y poder celebrar el banquete que todos merecíamos.

Nada más subir al coche, la cosa empezó a prepararse para lo que vendría más tarde. Sin dejar de mirarla a la cara, me arrodillé ante ella, le subí el vestido y sin dejar que protestara metí mi lengua hasta el interior de su coño. Aquel olor me volvía loco, y más loco me volví cuando al introducir mi lengua, notar que empezaba a tener su primer orgasmo. Creo que verla gritar de esa manera, mientras sujetaba mi cabeza para que no me escapara, era como si quisiera meter mi cabeza dentro de su precioso coño, a lo que por supuesto yo no opuse ninguna resistencia, y si la oponía, era para que ella la apretara más fuerte.

En los veinte minutos que duró el trayecto, mi preciosa mujer se había corrido tres veces, y las tres en mi cara; qué maravilla poder tragarme todos los flujos que salían de él.

Tras limpiarnos un poco y arreglarnos las ropas, nos fuimos a ver a nuestros queridos invitados y a saludarlos. Todo el mundo nos felicitaba y nosotros les dábamos las gracias por estar a nuestro lado en un momento tan especial para nosotros.

El aperitivo y la comida fueron espectaculares, creo que no nos equivocamos al elegir aquella preciosa masía situada en lo alto de la montaña. Entre plato y plato, charlábamos con los invitados y en un momento en que parecía que nadie nos miraba, nos escapamos los dos al cuarto de baño.

Tras el baño los dos y estando a punto de salir, mi mujer me sujeta de la cintura y me mete en un reservado, y sin decir palabra alguna se sienta en el baño, se levanta el vestido y empieza a acariciarse los labios, cuando nota que empieza a estar mojada, se lleva un dedo a su boca, lo prueba lo huele, lo llena de saliva y sin decir palabra alguna se lo introduce en el coño y empieza a masturbase. Yo me quedo asombrado, empiezo a notar un bulto debajo de mi pantalón, y como mi mujer se da cuenta de ello, para de masturbase y empieza a desabrocharme el pantalón, hasta que estos caen al suelo, y sin decir palabra alguna, agarra mi polla con su mano izquierda y la guía hasta su boca. La huele, la acaricia, empieza a darle besitos en la punta hasta que decide metérsela toda en la boca e iniciar una lenta mamada.

Creo que a día de hoy todavía no he olvidado como me la chupó aquella tarde. Verla mamar de aquella forma me volvió loco y más, cuando ante mi asombro, veo que volvía a introducirse los dedos en su precioso coño. Y esta vez no fue sólo uno, esta vez vi que se estaba metiendo hasta tres. Imaginar cómo me puso aquello, estaba que iba a explotar, y entonces ocurrió algo que ninguno esperaba, entraron al baño preguntando por ella, nos quedamos los dos quietos y sin movernos, y ella respondió:

-un segundo que ahora salgo, que me estoy poniendo bien el vestido.

tras escuchar cómo se cerraba la puerta, volvimos a lo nuestro, ella siguió mamando mi polla hasta que noto que empezaba a hincharse, momento en el que paró, sacó su lengua y empezó a acariciarme el glande, cosa que me hizo perder el sentido y empezar a notar que iba a correrme, la avise para que parara, pero empezó con fuertes lametones y yo no pude resistir más. Empecé a correrme y vi como toda mi leche entraba en aquella boquita y se quedaba allí; ella al sentir esto, se introdujo el puño entero en su mojado coño, y explotó en un orgasmo brutal que casi la hace perder el sentido.

Tras arreglarnos y poner nuestras ropas bien, salimos al comedor, habían pasado cinco minutos desde nuestra desaparición y muy poca gente se había dado cuenta de ello. Íbamos a sentarnos en nuestra mesa presidencial, cuando sin darnos cuenta apareció una invitada, y se acercó a nosotros y nos dijo algo que nos dejó helados:

-La próxima vez que montéis una fiestecita en el baño, podrías invitarme, porque madre mía como me habéis puesto, hasta yo he tenido que hacerme un dedo; ahhhhhhhhh, y por cierto, límpiate la comisura de los labios, que tienes algo blanco.

Tras decir esto, se acercó a la novia y la beso justo donde ésta iba a dirigir su mano, a lo que ella se quedó paralizada y sin saber que decir. Lo único que pudo decir es:

-Gracias por limpiarme, y me lo pensaré.

Tras escuchar aquellas palabras que habían mantenido mu mujer y su amiga yo me quedé paralizado y con cara de tonto, y mi mujer tras verme la cara, me dijo: "no querías que fuera más puta, pues ahora asume las consecuencias".

La cena estaba llegando a su fin y ya sólo quedaba repartir algunos pequeños detalles entre los invitados, todo el mundo se estaba preparando para el baile, cuando sin darnos cuenta, alguien nos tapo a los ojos y nos llevaron hasta alguna sala. Aquello estaba oscuro y no se podía ver nada, sólo sabíamos que teníamos alguien en nuestra espalda porque escuchábamos sus pasos y notábamos su presencia. De repente, se encendieron las luces, y anta nuestros ojos apareció la pista de baile, con su rincón lleno de sofás y una barra llena de bebida, para hacer que la fiesta fuera completa.

Empezó a sonar nuestra canción y ante la atenta mirada de todos los invitados, nos pusimos a bailar. Fue como si no hubiera nadie más, ante mis ojos estaba ella, la mujer a la que amaba y con la que quería compartir el resto de mi vida. Ella, con sus preciosos ojos azules me miraba y me sonreía, y me decía que siempre estaríamos juntos y que me haría el hombre más feliz del mundo, a lo que yo le respondí: "eso lo veremos dentro de muy poco", tras escuchar esto, ella se quedó sorprendida y me miraba con cara de vicio y me dijo:

-Que se estará pasando por la cabeza

-Prepárate y déjate llevar, ahhh y sobretodo disfruta y relájate.

Tras escuchar esto, alguien se interpuso entre nosotros y nos separó y cada uno empezó a bailar con los invitados, pero aún en la distancia nos buscábamos con la mirada.

Ella se dirigía al baño a retocar su bonito peinado, cuando alguien la cogió sorprendida y la introdujo en una pequeña habitación que estaba entre los baños y que todo el mundo creía que era una puerta del local.

La habitación estaba oscura y no parecía ser muy grande, ella estaba nerviosa porque no sabía dónde estaba y lo que era peor, con quién. Se escuchaban dos respiraciones, la de ella, rápida y nerviosa, y la otra, relajada y tranquila. Sin darle tiempo a reaccionar, notó que la tumbaban como en un diván, y que la estaban quitando el vestido. Ella se asustó y quiso gritar, pero no pudo, le habían introducido algo en la boca. Era algo blandito y con el olor que desprendía no poder ser otra cosa que una polla; ella quiso sacársela de la boca pero con un fuerte golpe se la introdujeron hasta la garganta. Estaba empezando a llorar cuando escuchó una voz conocida que le dijo algo que ya había escuchado esa noche:

-Prepárate y déjate llevar, ahhh y sobretodo disfruta y relájate.

Aquello la relajó porque sabía quien estaba allí, pero había algo que no le cuadraba en todo aquello, ¿había alguien más en la habitación?.

Dejó de pensar quien estaría allí e hizo caso al que ya era su marido, se tranquilizó, se relajó y pensó que las cosas pasan porque tienen que pasar, y si aquello era lo que le esperaba pues mejor pasarlo bien. Empezó a succionar aquella polla como si le fuera la vida en ella, y por los gemidos que se escuchaban debía estar haciéndolo muy bien. Tras 5 minutos, se escuchó: "

-Me corro!!!!

Y ella recibió todo el semen en su bonita boca, y ante el asombro de los allí presentes, en vez de escupirlo, se lo tragó.

Tras este inicio, le subieron el vestido y sin dejarla mover, le arrancaron el tanga tan precioso que llevaba, ella se quejó, pero recibió un cachete en el culo y entendió que no podía protestar. Como venganza a lo que le acababan de hacer, separó los cachetes de su precioso culo y dijo:

-Mi chochito ni tocarlo, ahora con mi culo hacer lo que queráis.

Al escuchar aquello, notó que alguien le escupía en el culo, y sin darle tiempo a nada noto que alguien le metía la polla hasta lo más hondo de su estómago. Gritó y pidió que pararan y se la sacaran, pero como respuesta obtuvo, un rápido movimiento de pelvis, lo que hizo que todavía entrara más y sentir que la llenaban por completo. Tras relajarse, entendió que era mejor no resistirse y gozar. Se relajó, y empezó a disfrutar lo que le estaban haciendo. Tanto le gustaba que llevó su mano a su precioso coño y buscó su clítoris; cuando lo encontró empezó a acariciarlo y tras diez minutos de mete y saca y de pajearse, empezó a gritar que se corría y que no parara. Tras escuchar estas palabras, empezaron a darle más fuerte por el culo, y justo cuando ella llegaba al orgasmo, notó como le llenaban el culo de leche, lo que hizo que tuviera otro magnífico orgasmo.

Cuando notó que su culito ya estaba vació se encendió la luz y por el espejo pudo ver quien estaba allí, su cara fue de asombro y sorpresa, pero sólo pensaba en lo bien que lo había pasado y no le importaba nada más. Se levantó, se abrazaron, acercó su boca a la oreja de su acompañante y dijo: "

-Te quiero!!! Ha sido maravilloso, pero podrías haberte esperado a la noche de bodas.

A lo que su ya marido le contestó:

-Lo siento, pero es que ya no podía aguantar más.

Iba a vestirse cuando se dio cuenta que no llevaba su tanga, se lo pidió a su marido y tras olerlo, este le dijo:

-Mala suerte, no haberte dejado que te lo quitaran.

Y se lo guardó en el bolsillo interior de su americana. Tras escuchar estas palabras de su marido, entendió lo que iba a suceder. Se levantó, se arregló su vestido y justo cuando iba a salir por la puerta, le dijo a su marido:

-Tu corrida acaba de salir de mi culo y me está bajando por el muslo.

Su marido sonrió y dijo:

-Tranquila, si esto sólo ha sido el principio; lo que te espera esta noche.

Salieron a la pista de baile y siguieron bailando como si nada. La gente empezaba a despedirse y ya sólo quedaban unos pocos, cuando la misma chica que antes le había dado el beso en la mesa de los novios, le dijo:

-Veo que caminas un poco mal, espero que lo hayas disfrutado.

Tiró un pañuelo al suelo, y al agacharse, metió la mano entre las piernas de la novia, y tras limpiar un poco del semen que le caía por la pierna, le dijo:

  • Recuerda de avisarme la próxima vez.

Y esta le contestó:

-Este hombre es mío y no lo comparto con nadie, pero si te apetece probar un coñito el mío lo tienes cuando quieras.

Se abrazaron, se dieron un beso en la mejilla y salieron juntas por la puerta. Y justo cuando la novia estaba apuntó de subir a su coche nupcial, se acercó la amiga y le susurró al oído:

-Me muero de ganas de comerte el coño.

CONTINUARÁ