Realidad

Aunque no sea lo idealizado, muchas veces la realidad supera a la fantasía.

Nunca antes me plantee escribir un relato, primero por mi falta de conocimientos literarios y luego me considero incapaz de aportar los matices necesarios a mis fantasías para despertar el interés y el morbo del lector. Pero también es verdad que siempre me ha picado el gusanillo por poder compartir mis vivencias con otras personas, cosa que he intentado contactando con gente a través de páginas como esta y otras por el estilo, pero el resultado nunca fue satisfactorio, salvo alguna excepción, la mayoría de la gente solo busca es intercambiar fotos y de detalles poco, sientes que escribes en vano, no soy escritor, lo hago como si estuviese contándolo a un amigo en un bar por lo que esperas sus comentarios, preguntas.  Por ese motivo me he decidido a relatarlo aquí, un sitio de lectores.

Ya llegando a los 60 me resultaría difícil ubicar mi historia en alguna categoría, podría ser voyeurismo, amor filial, bisexual, intercambio, candaulismo o alguna otra si hilásemos más fino. Por mi limitada experiencia me resultaría imposible narrar de manera ordenada por lo que me resulta más fácil contar las experiencias de cada una de las facetas.

VOYEURISTA

Mi primer contacto con el sexo fue a través de la vista, con poco más de diez años eran tiempos de poca apertura, el sexo no era un tema abierto, pero en una visita a unos tíos que vivían él en interior mi primo había hecho avances en este sentido, descubrió unas revistas guarras de su padre y fue mi primer contacto con el tema. Pero no quedaría allí, movido por la curiosidad se había agenciado un lugar por donde espiar a la gente en la ducha, una celosía en la parte alta. Quiso la casualidad que la primera mujer que tuve ocasión de espiar fuese mi propia madre. Todos hablan de madres cañón, tonificadas en gym, depiladas, súper sexys, en mi caso no, era una mujer cañón eso si al menos para mí, pero ni mucho menos tonificada, una mujer de grandes pechos, más notorios por su baja estatura, no obesa pero con unos cuantos kilos de más, pero todo mayoritariamente ubicado en el culo , las piernas y las tetas, además después de años usando bañadores enteros , la blancura de la marca del bañador delimitaba perfectamente las zonas de interés y sobre todo destacaba su oscura y densa mata de vello púbico. Este punto de observación nos brindo la oportunidad de ver a todas las mujeres que pasaron por aquella casa no solo aquel verano sino los veranos subsiguientes , primas, amigas , las otras tías, incluida la madre de el. Como es lógico toda aquella aventura provocaba que las tertulias comentando lo visto terminaban en pajas que paso a paso llegaron a contactos más “intimos”  que ya contare en BISEXUAL.

Con la curiosidad desatada y con las hormonas a tope, no podía esperar un año completo para seguir descubriendo, así que en casa me dedique a hurgar en los escondrijos del cuarto de mis padres buscando revistas o cualquier cosa que ayudara a mi imaginación. Lo único que encontré fue lencería muy provocativa escondida, imaginar a mi madre en esa ropa me ponía a mil, también encontré un rincón en el ropero estratégicamente ubicado. A pesar del riesgo un día la adrenalina me dio el valor para esconderme dentro y esperar a que saliera de la ducha. Pensé que  moriría durante la espera, no salí por miedo a ser pillado en ese momento. Pero valió la pena, goce de nuevamente de esa visión esta vez más cercana, con mejor luz.

Solo reseño estas dos ocasiones por ser las que más y mejor recuerdo, pero como ya dije ese fue el comienzo de muchos años de espiar, no es que lo practicase obsesivamente pero si cuando las ganas apretaban.

Hasta ahora no mencionado a mi padre, no ha sido por nada malo, no nos abandono, no era un cabrón maltratador ni mucho menos. Fue un buen padre, lo saco a colación porque el otro evento grabado en mi memoria fue el día que entre a la habitación de mis padres una mañana y los vi en acción, ella subida a horcajadas sobre él, en ocasiones escuchaba ruidos sospechosos pero no los asociaba a una vida sexual activa, a pesar de espiarla creo que mi inocencia solo la percibía como musa de pajas, nada más, pero después de ese día ya la cosa cambio. No existía internet ni mucho acceso a material porno, esa fue la primera vez que por unos segundos vi a una pareja teniendo relaciones. Ya pasados unos años, ya existían los VHS, ya se podía ver algo más, ay si tuve la suerte de encontrar un par escondidos de mi padre, yo aun continuaba con mi afición a espiar a cuanta mujer se pusiera a tiro y quiso nuevamente la fortuna o el infortunio que la primera vez que observe en persona un acto sexual en condiciones fuese en mi casa. El mismo sistema, mientras mama se ducha aviso que salgo de casa para que no me eche en falta y espero oculto. Pero esa ves llego de improviso mi padre, no narrare todo lo ocurrido a partir de ese momento, pero después de confirmar que estaban solos se fueron a su habitación a follar, tenía toda la acción a poco mas de 1,5 mt, que era la distancia que separaba el ropero a los pies de la cama. Ojala tuviese mayor destreza para poder describir aquello, lo único que puedo decir es que aun 40 años después la imagen está grabada a fuego en mi memoria.

Como ya dije ese fue comienzo, pero aun hoy en dia con casi 60 años, casado, con 2 hijos y un motón de perversiones encima, Voyeurista seria la palabra que mejor me describiría.

Espero halla resultado al menos interesante, como ya dije no quise embellecer la historia, solo pretendía apegarme lo más fiel posible a la realidad, aunque hayan huecos entiendan que no hay linealidad, porque al final todos los aspectos se superponen en el tiempo, voyeur, bisexual, etc. Esta vez solo reseñe la parte voyeur.