Realidad 3
Este aspecto de mi vida ocupa mas espacio, fue mucho lo vivido junto a mi hermana
Si mi relación con mi hermana era buena, nunca tuvimos esa rivalidad que se le atribuyen a las parejas de hermanos, después de aquello nos convertimos en inseparables, nadie podía sospechar nada porque nuestra situación familiar forzaba a largas y continuadas ausencias de vigilancia, y a mediad que fuimos creciendo, menos necesaria se hacia la presencia de canguros. Ya nuestro vinculo paso a otro nivel de intimidad, confianza, complicidad, paso a ser mi inseparable compañera de perversiones, fuimos descubriendo no solo la evolución de nuestros cuerpos si no que en la misma medida nuestra curiosidad nos convirtió en unos insaciables animales sexuales. Las circunstancias fueron las propiciadoras de todo aquello, la inquietud y curiosidad ya estaba sembrada, y las ocasiones vinieron dadas por todo el tiempo que compartíamos sin que nadie sospechase, si estábamos en casa mejor que mejor, pero si salíamos de viaje tampoco había problema porque normalmente se sacaban dos habitaciones, uno para los padres y otra para nosotros. Me resultaría difícil y eterno narrar en detalles todos y cada una de nuestras aventuras, solo me entretendré en las más significativas.
Después de aquella primera en Toledo, la frecuencia y la intensidad de nuestros juegos fueron en aumento, mi hermana sería una facilitadora de excepción. Nos confesábamos todas nuestras inquietudes y detalles. Me conto que en ocasiones había tenido contacto intimo con una amiga, compañera de colegio y vecina, pues durante mucho tiempo preparo un encuentro con su amiga para que yo lo viese desde mi escondite, y así paso que vi mi primer show lésbico, ambas desnudas comiéndose el coño mutuamente, fue cuando tome conciencia que mi hermana no era tan cándida como parecía. Esa complicidad se veía interrumpida cuando salíamos con otros y especialmente cuando íbamos al pueblo, allí los chicos y chicas cada uno por su lado, solo cuando nos recogíamos a casa nos uníamos los cuatro para jugar a cualquier cosa que derivase en algún tipo de contacto. En cierta forma sentía celos pero la excitación era mucha y al no poder calmarla con ella, mi prima era la candidata, pero todos los esfuerzos fueron en vano, salvo algunos morreos furtivos y forzados al pagar la penitencia de uno de nuestros juegos, donde durante un tiempo se encerraba a la pareja perdedora en un armario, obviamente penitencia planificada por los chicos pero aceptada por las chicas con la complicidad de mi hermana, mas morboso era espiarla duchándose. Para eso debía aceptar que eventualmente mi hermana y su compañero de equipo fueran los que se encerrasen o fuese la observada, creo que fue en aquella época donde empezó a germinar la idea de compartir pareja, ya lo había hecho con mi madre y hermana, aunque para ser honesto en ese intercambio yo salía perjudicado, la excitación era grande y morbo igual, pero tanto mi madre como mi hermana estaban mas buenas, sobre todo mi hermana que aun sabiéndose observada no podía disimular ese par de tetas que la genética le estaba suministrando.
A pesar de los instintos tan básicos no hubo coito hasta mucho tiempo después, no éramos tan alocados, había mucha calma y descubrimiento, pasamos mucho tiempo explorándonos, primero fue la masturbación, luego el sexo oral. De hecho la primera vez la penetración fue por “accidente”, solíamos ponernos uno sobre el otro y rozar nuestros cuerpos y nuestros sexos, creo que ambos lo queríamos ya pero ninguno daba el paso, en uno de esos roces se alinearon y ocurrió. Un escritor llenaría líneas describiendo ese momento, pero a mí la memoria y la falta de recursos solo me deja aportar a pesar de ser algo tan trascendental y digno de guardar en la memoria, los nervios y la ansiedad no permitieron experimentarla de mejor manera, pero así fue nuestra primera vez.
Tuvimos bastante tiempo y oportunidad para perfeccionar nuestras destrezas, al principio el tema preservativo nos cortaba un poco, no era fácil en aquella época comprarlos como hoy en día, pero una vez dominado no teníamos freno. Echando la vista hacia atrás, fue verdaderamente milagroso que nadie nos sorprendiese. La juventud y fogosidad no teníamos freno ni limites, llegamos a explorar todo lo que nos llegaba, la consecuencia de toda ese desafuero lo pago a la postre mi mujer que tuvo que establecer muchos limites aun infranqueables, sexo anal, tragarse el semen, incluso teníamos un pequeño pequinés que en varias ocasiones incitamos a lamer su caliente conejo. A medida que fuimos creciendo ese ímpetu se fue calmando, ya los encuentras eran más esporádicos pero no menos ardientes, para mí era más difícil llevarla al huerto, aunque cuando salíamos de viaje el hecho de compartir la habitación facilitaba el acercamiento, por ese motivo guardo muchos recuerdos en distintos hoteles y lugares, ella sencillamente debía enseñarme las tetas o el coño y ya me tenía a sus pies, aunque su técnica preferida era ponerse alguno de aquellos picardías que tenían escondidos nuestros padres, era increíble ver como iba llenando poco a poco esas prendas, especialmente uno que tenía una abertura en la braga que me volvía loco, no solo por lo estaba viendo , también me destrozaba imaginar a mi madre de esa guisa.
Una inquietud que teníamos era hacer un trío, pero no hallábamos la forma de llevarlo a cabo, aparte del riesgo de que se descubriese lo nuestro, la única manera era encontrar alguien en nuestra misma situación. Los más próximos eran nuestros primos, pero no había indicios de que ellos hubiesen avanzado en nuestra misma dirección, cuando fuimos a pasar unos días yo trataba de indagar durante nuestras charlas nocturnas si había algo pero sin suerte. Pero para nuestra desgracia se presento una oportunidad de forzar las cosas. Ambas familias iríamos a un complejo vacacional, nos repartimos en tras habitaciones, dos para cada uno de los matrimonios y una tercera para los chicos, al ser dos parejas de hermanos se supone cubierto el tema del respeto. No resultaba fácil provocar una situación que derivase en nuestro objetivo, pero estábamos decididos, así que tal como pactamos nos pondríamos a jugar algo que implicase penitencias, no sería muy difícil ya que era habitual pero esta ves no habría mierda de ropero, esta vez seria prendas, la desnudez debía caldear el ambiente, y luego iríamos con castigos que implicase cada vez mas temas sexuales. Contábamos con que el primo no pondría objeción alguna, la chica era otra cosa, pero esperábamos que al ver lo decidida de mi hermana se animaría. Pero fue un error. La cosa se dio más o menos como se planifico, además los días de playa ya de por si calientan el espíritu. Comenzamos a jugar a “uno” , una chorrada pero permitía castigo a un único perdedor , bebimos unas cervezas mangadas. Fingiendo tedio suelto la idea de castigar al perdedor con una prenda, “strep uno”, como esperaba a mi primo le encanto la idea, llevaba todo el día sin quitar la vista de las tetas de mi hermana. Antes de que la otra dijese nada mi hermana se mostro encantada, aunque a regañadientes acepto. Al estar en la playa pocas prendas habría que perder, dos por barba en el caso de las chicas tres. Pero jugamos de igual manera. Mi hermana rápidamente perdió la primera para quitar hierro, al comienzo cuesta. Podría haberse quitado cualquier prenda pero ella empezó por quitarse el sujetador del biquini , estaba decidida, tetas fuera. Creo que a ninguno salvo a la prima le importaba perder, solo había perdido una prenda cuando ya mi hermana estaba desnuda, al no tener más prendas comenzamos a poner pruebas: asómate al balcón desnuda, sal al pasillo y cosas así. Pero la cosa ya se estaba alargando mucho y a pesar del alto contenido sexual no se vislumbraba lo buscado, ya desnudos todos y agotándose ya las penitencias y viendo que la sosa estaba a punto de salir corriendo a dormir, fui mas alla y al perder mi hermana le puse de penitencia que le comiese un poco el rabo al primo, el tio alucinaba, las chicas protestaron, pero quitando hierro al asunto mi hermana le dijo que se parase a su vera y el tio no cabía en si cuando se para a su lado con su rabo tieso por todo lo ocurrido, la verdad es que podía haber puesto algo menos fuerte pero pasaba el tiempo, vi como tomo aquella polla y la engullo poco a poco, no quiso quedarse corta, igual que yo iba a por todas. Al no tener contemplada ese tipo de penitencias se estableció el límite de tiempo sobre la marcha ante las protestas de mi prima. Se continúo el juego me toco perder a mí , como ya estaban cubiertas las penitencias light y al ser hombre era más limitado de dónde tirar, la zorra de mi prima puso que le comiese yo la polla a mi primo, doble afortunado, para crear polémica acepte, todos menos ella sabíamos que no era algo nuevo, yo creo que ella se sorprendió que lo aceptase, daba por descontado que aquel sería el fin del juego. La siguiente en perder fue ella y preferí hacerla sentar en la cama con las piernas abiertas para que dejase expuesto todo el material, al estar sentada en el suelo se cubría constantemente, tenía que aceptar estar expuesta ante el hermano. Costo dios y su ayuda pero lo hizo, eso cambio su actitud, se libero un poco, comenzamos a pensar que habría oportunidad, después de varias penitencias donde le magrearon las tetas a mi hermana, y mi primo me pajeo, le toco a mi prima comerme la polla, otra vez se levanto un muro invisible y dimos por valido un triste beso en el capullo. Lo importante no era fallársela a ella, lo que necesitábamos es que se produjese cualquier tipo de contacto sexual entre los dos hermanos. Llegábamos al final no hacía falta que hablase con mi hermana para saber lo que debía ocurrir. Antes ella perdió, con muchas reticencias dejo que el hermano le magreara los pequeños pechos, entre lo sosa de ella y el tio que no se aplicaba, habría que darlo por bueno. La siguiente ves que perdiese uno de nosotros habría que ir a por todas. La siguiente se puso la penitencia antes de la partida, el perdedor le hace sexo oral al perdedor. Aunque habíamos cuatro, mi primo se dejaba hacer y la otra protestaba pero la presión de grupo hasta ese momento se iba imponiendo. Sabíamos que en caso de verse implicada mi prima había muchas probabilidades que fuese el final de todo, ya el hecho de que jugase era un éxito, pero las posibles combinaciones eran prometedoras. Al ganar mi hermana me asegure de perder yo, no sé si fue por celos o qué pero eso hice, y hoy me arrepiento. Si bien es cierto que al final conseguimos hacer un trío, a la postre ante los ojos de ellos quedamos retratados, sobre todo mi hermana. Ya la excitación te nubla la mente, no piensas en nada mas, mi hermana se hecho en el suelo mismo y ante el asombro de ellos me lance a comer ese delicioso coño, ya no había marcha atrás, esperábamos que ante la escena se viesen empujados participar de alguna manera pero no fue así, la puritana con mucho asombro y asco se metió bajo las sabanas, mi primo alucinaba en colores, no paraba de menéasela viéndonos, se acerco a vernos mejor y mi hermana le cogió la polla para meneársela, ya estaba conseguido el trío, al menos en parte, pero al no contar con la anuencia de la zorra de mi prima no podía ir mas allá. Logre que se corriese en mi boca, cuando sentí su orgasmo me retire a un lado y me hice una triste paja viendo como mi hermana hacia que mi afortunado primo se corriese en sus tetas. Al llegar el final, el bajón trajo consigo un montón de remordimientos ,pero ya no había remedios, que tapamos achacándole la culpa a la cerveza y a las hormonas, al dia siguiente fue mucho el tiempo dedicado a alegar locura transitoria. Pero al final acordamos seria nuestro secreto, pero la actitud de reproche de ella y de superioridad de el nos hizo alejar de aquella compañía después de ese viaje.