Rapidito cuñada!

Mi primera experiencia con mi cuñada fue de lo mas inesperado....

La noche era cálida y quedamos en salir a tomar unas copas a alguna terraza. Recién llegado de trabajar, todavía sudoroso y algo cansado no me apetecía mucho salir pero bueno…… tal vez esto me relaje y me anime un poquito, el dia ha sido duro y estresante así que, una duchita rápida, un bocado de algo de la nevera y salimos.

Noche ya cerrada, las once concretamente y estamos paseando por la cera camino de la terraza hacia la plaza, la temperatura es muy agradable, lo que corresponde a un mes de septiembre aquí en Zaragoza, me he puesto una camisa blanca de algodón que resalta mi piel morena por el sol de todo el verano. Mi mujer lleva un vestido color naranja con un escote mas que pronunciado y sus pechos asoman voluptuosos intentando saltar al exterior, los tiene algo caídos pero sigue teniendo unas tetas mas que apetecibles, al menos eso intuyo yo cuando a mas de uno se le cae un ojo dentro del escote jejeje. Conforme avanzamos por la calle que conduce a la plaza vemos aparecer al fondo por la otra punta a mi hermano y mi cuñada, el como siempre con sus piratas y su camiseta de marca deportiva, ella con una falda de tela blanca muy finita que al trasluz de los faros del coche que va detrás de ellos ha dibujado por un momento sus piernas hasta arriba a contraluz, en ese mismo momento un escalofrío ha recorrido mi espalda, seré bobo pienso en ese mismo momento, que es mi cuñada me repito a mi mismo.

Nos saludan de lejos y al acercarnos a ellos y como siempre beso en la mejilla a mi hermano y al ir a darle los dos preceptivos besos a mi cuñada, no se si por azar o por equivocación, cruzamos nuestros labios en vez de nuestras mejillas, mis labios rozan los suyos, mi bello se eriza y noto al rozar sus brazos que su piel se ha puesto de “gallina” bah cosas de la temperatura. Si, si, cosas de la temperatura!!!! De la temperatura que se avecinaba después.

Al llegar a la terraza comprobamos que hay sitio en una de las mesas y nos sentamos, Yalida, mi cuñada se sienta a mi lado, mi hermano frente a mi y mi Lisa, mi mujer frente a mi hermano. El caso es que entre mi mujer y yo hay situado una especie de carrito de servicio y me tengo que acercar algo mas a Yalida para dejar paso a los camareros es la única mesa libre de la terraza y es lo que tenemos que aguantar.

Lo malo de los sillones estos publicitarios de marcas de cerveza o de refrescos es que no traspiran nada y se suda mucho, bueno digo lo malo o lo bueno según se mire. Yalida en un momento dado se incorpora un poco para levantarse algo la falda ya que según dice está sudando y no quiere que se le moje la falda. Es cierto que se suda bastante ya que yo tengo toda la culera mojada, entonces como un tsunami se abalanza sobre mi un solo pensamiento, el culo y la entrepierna de mi cuñada todo sudado, húmedo y caliente!!!!!!!! Pero que mente mas calenturienta por Dios me digo una y otra vez. Mi hermano se levanta después de habernos tomado un par de cervezas bien frias y se va al baño justo en el mismo momento que Lisa hace lo propio y yo le digo a mi cuñada que luego nos tocará a nosotros, entre risas y comentarios sobre el día vuelven la pareja de cuñados y entonces casi como con un resorte en el culo, tanto Yalida como yo nos levantamos al mismo tiempo, nos miramos a la cara y una carcajada surge de nuestras gargantas.

Nos dirigimos hacia el interior del bar cogidos del brazo como en cantidad de ocasiones hemos hecho yendo por la calle ambas parejas juntas. Seguimos riéndonos de la coincidencia y de la unanimidad a la hora de levantarnos y poco mas. El bar, alargado tiene sus aseos al fondo, no hay nadie dentro ya que se está de maravilla en la calle y en el interior no ha puesto el aire acondicionado, vamos profundizando en el local y ya no vamos del brazo pero la mano de mi cuñada no ha soltado la mia, avanza por el estrecho pasillo como tirando de mi, hasta el fondo del pasillo donde se encuentran las puertas de los baños totalmente enfrentadas mi cuñada no me mirado a la cara y en ese preciso instante se da la vuelta y sus brazos se alzan para alcanzar mi cuello, acerca su cara a la mia y sus labios alcanzan mi boca, instintivamente mi lengua busca su lengua y nos fundimos en un intenso, morboso y apasionado beso, mis manos se aferran a su estrecha cintura qye marca unas caderas anchas y redondas, no importa ya si nos ven o no nuestros respectivos, mi sexo se ha hinchado como un chaleco salvavidas activado por un cordón invisible y me imagino naufragando en el mar de humedades del sexo de Yalida.

Mis manos se desplazan hacia arriba buscando sus voluptuosas tetas que asoman turgentes por el escote que deja ver ese canalillo que tanto nos pone a los hombres, sus pezones está duros, empujan con fuerza dentro del sujetador, ella se pone de rodillas, yo estoy deseperado y nervioso, si mi hermano nos ve, nos mata a los dos.

Saca mi poya de mis pantalones sin problemas ya que no me gusta llevar slips recién duchado y ésta salta violentamente hacia su cara, sus labios la abarcan y comienzan a chuparla con fuerza y ni en mis tiempos mas jóvenes había tenido una eyaculación tan rápida, me corro en el acto, mi semen surge por la comisura de sus labios, se levanta, se coloca a mi altura y abre la boca, se lo ha tragado todo pero en los cantos de su ahora sonriente boca, asoman sendas gotas de esperma todavía en el exterior, nos volvemos a besar y el sabor de mi orgasmo me llena por primera vez el paladar y me gusta. Se da media vuelta, se mete al baño y me deja con la poya fuera e intentando despertar de este sueño. Entro en el baño, me refresco y salgo justo cuando ella también lo hace y con una sonrisa en la cara me dice pícaramente “ME DEBES UNA CUÑADO” a lo que yo le contesto “CUANDO QUIERAS CUÑADA, YA SABES QUE NO ME GUSTA TENER DEUDAS” Por supuesto que pagué mis deudas pero eso es otra historia.