Ramsés, Venus y Afrodita (7)

Un viaje de placer con todos mis amores presentes, entre fantasías, sexo y sadomaso sin descanso. Es un viaje muy ansiado, pero suceden cosas menos ansiadas, aunque las podrá vivir y disfrutar nuestra protagonista. Espero qué os guste lo que leáis. Un beso muy fuerte....... Sandra Raquel.

El crucero de placer

No supe contener mis lágrimas cuando las dos me abrazaron y me cubrieron de caricias, mientras me animaban para que se calmara mi llanto. Mapi, me cogió la cara entre las manos y me dijo :

Sandra, amor…….tranquilízate. Ya estamos juntas. Victoria está aquí y debes estar contenta y agradecida. En unas horas estaremos los 5 de viaje, en un crucero en donde nos divertiremos y olvidaremos las maldades de esos hombres.

Si, Sandra, por favor……..anímate, mi vida. Mapi y yo hemos estado hablando de ti, de nosotras y me encuentro muy bien con ella. La verdad es que parecéis hermanas. Además, Roberto está loquito por ti.

Si, es verdad Victoria. Y para mi desgracia, también lo está Gorky, pero no se lo reprocho…….Eres tan parecida a mí

Gracias a las dos, de verdad. Y ya estoy mas animada……….

Bueno chicas, Gorky, si me lo permitís os secuestraré durante unos minutos a Sandra. Tendréis tiempo en el barco de hablar de vuestras cosas. Sandra, ven conmigo he de decirte algunas cosas en privado.

Y me acerqué a Roberto, cogiéndome de su brazo, mientras él acariciaba mi desnudez ante Gorky, Mapi y Victoria.

Nos alejamos lentamente de ellos y en cuanto entramos en la habitación, Roberto me volvió de cara a él y sujetándome por los costados, me beso dulcemente en los labios.

Pensé que me deshacía ante semejante roce de amor, sobre todo teniendo en cuenta que en mi mente se barajaba la posibilidad de ser castigada de nuevo.

El beso, largo, cálido y suave solo hizo que me abrazara a su cuerpo y le correspondiera con todo el amor que llevaba acumulado para esa ocasión.

Mis dedos buscaron los botones de su camisa y los fueron desprendiendo uno a uno, hasta que pude tocar su torso desnudo y musculoso, sin dejar de besarle en momento alguno. Luego proseguí con sus pantalones, hasta que conseguí bajarlos. Y apreté mi vientre contra su calzón, para inmediatamente ayudada de mis manos bajárselo y sentir su polla enorme y dura clavándose en mi vientre.

Me separé un poco de él y mientras le hacía sentar en la cama, acerqué mis labios a su pene que palpitaba ante mi cara. Dejé que mi boca lo guardara, mientras le quitaba los zapatos y el resto de ropa.

Era una sensación tan sublime, que no deseaba que terminase en momento alguno. Roberto se dejaba hacer por mí, sin siquiera acariciarme con sus manos. Pero en cuanto estuvo desnudo, cogió mi cabeza entre sus manos y la empujó contra sí, provocando que su polla se clavara en mi garganta.

Sentí que me ahogaba, pero me sentí dichosa de tenerle dentro de mi boca. Sólo duró un instante. Enseguida me liberó la cabeza y acarició mi pelo y los pechos, mientras seguía acariciándole con la boca.

Poco después me hacía separar la boca de su pene, empapado con mi saliva y bajando la suya, me sorbió, besándome con mas pasión aún que segundos antes. Y con sus fuertes brazos, me tumbó en la cama y colocándose encima de mi vientre, me penetró suavemente.

Cuando le sentí entrar en mi vagina, pensé que el paraíso me abría sus puertas. Creí que me moría de gozo según avanzaba dentro de mí. Y ya no pude serenarme mas y elevando mis piernas, le rodeé la cintura mientras me penetraba dulcemente.

Mi mente se trastocó demasiado deprisa y sentí el primer orgasmo a los dos minutos de haberme penetrado, pero mi cuerpo se quedó como atado al suyo y dejé que siguiera follándome de aquel modo que me hacía sufrir de auténtico placer y amor.

Sabía que él notaba mis orgasmos y ya iba camino del tercero, cuando le noté que se quedaba rígido y supe que la lechada estaba en camino hacia el interior de mi ser. Se apretó contra la matriz y estalló en un torrente de esperma a la vez que yo me corría de nuevo, sintiendo un placer indescriptible mientras me retorcía junto a él con su polla escupiendo semen dentro de mí.

Pasados unos minutos, en los que no había separado mis piernas de su cuerpo y cuando ya estábamos mas calmados, me dijo :

Sandra, te quiero………me siento muy enamorado de ti, amor. Espero que sepas perdonarme por lo de esta mañana.

Y mis lágrimas afluyeron de nuevo, pero le abracé y le contesté, mientras le besaba :

No mi amor, mi vida. Nada que perdonar. Soy tuya y todo lo que tu decidas es mi recompensa y además te estoy agradecida. Mi vida ha cambiado mucho y sería incapaz de volver a mi mundo anterior.

Sandra, te recompensaré algún día. Pero necesitaba que supieras que eres todo para mí. También he follado con Victoria y creo que me he enamorado de ella a la vez que de ti, aunque si tuviera que elegir lo haría por ti con los ojos cerrados.

Ohhhhhh, gracias mi amor. Y me alegro que te guste Victoria. Deseo tanto estar con ella……Aunque ahora, después de conocer a Mapi en mi cabeza hay un torbellino de pasiones…….pero, Victoria siempre será mi amor.

Sandra, dejemos esta conversación y salgamos con los demás, deben estar preocupados pensando que te he estado castigando.

Es verdad…….bueno, yo ……creía que lo ibas a hacer

Sí, te entiendo………ya ves que castigos mas raros te impongo, ¿verdad?.

Si, si……..mmmmmmm…….quiero sufrir mas, amor.

Ya sufrirás, egoista……..¡ahora arriba!.

Me levanté de un salto y le ayudé a salir de la cama. Y aunque pareciera un poco extravagante salimos al exterior desnudos y abrazados.

Al vernos, Victoria y Mapi, se quedaron pasmadas hasta que una carcajada de Gorky las hizo salir de su visión y también rieron. Terminando por reir los 5 a la vez.

Victoria y Mapi se acercaron a nosotros dos y se abrazaron, cubriéndome de besos y caricias en todo mi cuerpo. Luego por turno, besaron a Roberto en los labios y al final se separaron, justo cuando Gorky decía :

No deseo ser aguafiestas, pero tengo un barco mal aparcado, que habría que atender, ¿no crréis?.

Volvimos a reir y Roberto y yo nos separamos y se vistió. A mi me dejó una camiseta suya que me servía de vestido. Y tras coger los bultos, los llevamos hasta el enorme todoterreno que nos llevaría hasta el puerto.

Roberto se situó delante con Gorky, que conducía y nosotras detrás, quedando Victoria entre medias de Mapi y yo. En cuanto el coche se puso en marcha, me acerqué a Victoria y la besé largamente en los labios, mientras Mapi nos miraba y yo la tocaba los labios y los pechos.

Después de aquel beso, se lo repetí a Mapi en presencia de Victoria, que me apretujó los pezones suavemente aunque de modo insistente.

Llegamos al puerto con nuestras miradas turbias, aunque Gorky y Roberto no nos dijeron una sola palabra a ninguna de las tres. Bajamos del coche y nos aprestamos a descargar todo lo necesario y llevarlo hasta el barco. Era enorme y precioso con sus mástiles y la enorme cubierta.

Terminamos de cargar todo el equipaje y subimos a bordo. Y en menos de media hora, aquel monstruo flotante se ponía en marcha. Gorky y Roberto se encargaban de todo, mientras nosotras tres quedábamos en proa sintiendo la brisa del mar.

Nada mas abandonar el puerto, Gorky se acercó a nosotras y nos dijo :

Chicas, ya podéis desnudaros y disfrutar de la brisa.

Miré a Victoria y la sentí algo azarada de quedarse desnuda ante Gorky, pero en cuanto nos vio desnudarnos a Mapi y a mí, se quitó la ropa.

Así estáis mucho mas fresquitas y mas guapas. Disfrutad del viaje.

Y se fue, tras pasar su mano por los pechos de Mapi, mi cara y el cabello de Victoria, que estaba a mi derecha. Pasé mis brazos por los costados de cada una y las acariciaba, mientras el aire húmedo y refrescante rompía contra nuestros pechos y vientre.

Miré hacia atrás y pude ver a Roberto ayudando a Gorky en diversas tareas. Pensé que debían sentirse un poco solos y les comenté a las dos, que me iba a acercar hasta ellos, por si podía ayudarles.

Me besaron y asintieron. Tras separarme de ellas, se juntaron entre si y se pusieron a hablar de sus vidas. Llegué hasta donde estaba Roberto y le dije :

Amor, he venido por si os puedo ayudar en algo.

Pues sí, pensándolo bien, creo que una mamadita a cada uno nos reconfortaría bastante.

Gorky rió y se sacó la polla a la vez que cogía mi cabeza y la dejaba ante la misma. Y yo, simplemente, abrí mi boca y comencé a mamarle ante la atenta mirada de los dos. Me esforzaba en agradarle, pero Roberto también deseaba sentir algo y con su mano asida a mi cabello, me retiraba de Gorky y hacía que mi boca se apropiara de la suya.

Cada pocos segundos, me hacían cambiar de polla. Y estaba casi aturdida por no saber a cual dedicarme mejor. Mi boca golosa combinaba los flujos de ambos con mi saliva y mis manos estaba en un muslo de cada uno de ellos.

Después de unos 10 minutos frenéticos, Gorky agarró mi cabeza con las dos manos y apretó su polla contra el fondo de mi garganta, para vaciarse dentro de mi boca con un fuerte torrente cálido y convulsivo, que tragué como mejor pude. Y acto seguido y mientras terminaba de tragar, Roberto se acoplaba dentro de mi boca y me follaba con cierta violencia.

Chupaba a duras penas, pues sus vaivenes sobre mi boca casi no me permitían llevar su ritmo. Y en pocos segundos mas, sus manos sujetaron mi cabeza y explotó dentro de mi boca. Tragué apresuradamente la lechada caliente hasta que terminó de expulsar la última gota de semen.

Gorky tiró de mi pelo y a una indicación suya para que mantuviera mi boca abierta, se agarró la polla y soltó una meada caliente y larga, que bebí como pude. Pero mi cara chorreaba orines y caía por mi cuerpo. Antes de que terminara Gorky, Roberto comenzó a mearme también, por lo que el flujo de orines se hizo casi imposible de tragar. Aún así, bebí de los dos chorros a la vez. Y en cuanto terminaron, les limpié con la lengua las últimas gotas. Luego, se separaron de mí y guardaron sus dardos agradecidos, mientras yo intentaba serenar y acompasar mi respiración.

Lo conseguí en pocos minutos y me abracé a las piernas de Roberto, que me hizo poner en pie y me besó, mientras Gorky me palmeaba suavemente en las nalgas.

Me dieron un vaso de vino para que me quitara el sabor y lo bebí de un par de tragos. Luego, por encima de mi cuerpo me volcaron dos cervezas heladas, mientras exclamaba de sensaciones.

En cuanto se separaron de mí, me puse a recoger la cubierta con la fregona, hasta que la dejé limpia y seca. Acto seguido, me senté sobre el techado de los camarotes y quedé ante ellos, mientras Roberto manejaba el timón y Gorky seguía recogiendo cosas de la cubierta y colocándolas en su lugar apropiado.

Miré hacia la proa y aprecié que Mapi y Victoria hacían buenas migas juntas, por lo que me despreocupé de ellas y miré a Roberto. Justo en ese momento Gorky se acercó a mí y comenzó a pasar sus dedos por mis pechos, bajándolos lentamente hasta llegar al pubis. Separé mis piernas cuando sus dedos rozaban mis labios vaginales, que los separó ligeramente para introducir sus dedos.

Los sacó cubiertos de mis jugos y los acercó a mi boca, que los lamí sin decir nada. Los retiró de mi boca y los secó contra mis pechos. Y se entretuvo en darme tobitas en cada pezón, sin que Roberto dijera nada de nada. Lo peor es que me estaba poniendo frenética con semejante trato y ellos se daban cuenta de mi excitación.

Yo mantenía mis manos apoyadas sobre el techado, a ambos lados de mi cuerpo sin atreverme a moverlas, pero mis jadeos se iban haciendo mas elocuentes, así como mis ligeros temblores. Y para colmo estaba sintiendo ganas de ir al aseo. Pero no me atrevía a decir nada en esos momentos y me aguantaba la necesidad.

Gorky seguía mortificándome sin parar y ya estaba frenética totalmente. Sin poderme aguantar mas me dirigí a Roberto y le dije :

Roberto, siento mucha necesidad de ir al aseo, ¿puedo hacerlo?.

¡Vaya! Y es que yo ¿no existo?. ¿Qué te parece Roberto?.

Sabía que tenía razón, pero solo le miré a la cara con la mirada turbia y perdida. Roberto, habló :

Gorky, bájala al baño.

Está bien. Vamos inoportuna, te ayudaré a resolver tu problemilla.

Y cogiéndome de una mano, me hizo bajar los pies al suelo de la cubierta. Para a continuación hacerme entrar en la pequeña escalerilla que daba acceso a los camarotes y al aseo. Cuando llegábamos al aseo, me preguntó :

¿Qué es lo que necesitas, cagar o solo mear?.

De todo…….

De todo, de todo…….vale, caga ahí, pero antes deseo sensibilizarte un poco esa zona. Creo que unos azotes en esas partes te calentarán y me harán disfrutar con tus esfuerzos.

¿Es…….es……que piensas verme?.

Pues claro, me gusta veros la cara que ponéis. Ahora ponte a 4 patas frente a mis rodillas y abre mucho las piernas.

Obedecí en silencio y me coloqué como me ordenaba, mientras el se armaba de un látigo corto encerado y lo pasaba por entre mis nalgas y los labios de la vagina. Lo retiró y de pronto sentí como el infierno entraba en mi cuerpo. El cuero se estampó entre mis nalgas y los labios vaginales, provocándome unas sensaciones horribles.

No grité, pero me llevé las manos a esa zona como intentando aplacar la rabia del trallazo. Siguió asestándome latigazos lentos, pero muy duros sin que hiciera mas que gemir y resoplar.

Cuando me hubo dado 10 latigazos, me dijo :

Ahora ya puedes cagar pequeña. Yo vigilaré como lo haces.

Mis ojos cubiertos de lágrimas no me permitían ver bien. Me levanté muy dolorida y apoyé mis nalgas en el asiento de la taza, sin mirarle a la cara. Pero él, me hizo mirarle en todo instante. Y así humillada y dolorida, oriné entre enormes escozores para después expulsar todo lo que mi cuerpo no precisaba ya.

Cuando terminé busqué papel higiénico y me limpié sin separar mucho mi culo del asiento, mientras él me miraba sonriente. Terminé y me limpié en el bidé con agua fría y gel. Después me sequé con cuidado, porque sentía cada roce como si me estuvieran rasgando la piel.

Gorky, me cogió del cabello y me sacó del aseo para dirigirnos a cubierta de nuevo. En cuanto Roberto nos vio aparecer sonrió al ver mi cara sofocada y cubierta de lágrimas, mientras Gorky le decía :

No te puedes imaginar lo tímida que es esta chica.

Ja,ja,ja,ja……..

Le miré aún aturdida y no supe en donde esconderme de lo humillada que me sentía. Y Gorky me indicó que le enseñase a Roberto las marcas del látigo en mi vagina y ano. Me tumbé sobre el tejadillo y doblando las piernas, las separé para que él pudiera apreciar las marcas.

No están nada mal, aunque son pocas. Deberías haberte esmerado un poco mas, creo yo.

No me pareció oportuno, Roberto. ¡Fíjate lo sensiblera que es!.

Bueno, está bien. Sandra, ve con las otras chicas, pero no las digas nada de tus aflicciones, ¿comprendido?.

Asentí y poniendo los pies en cubierta, caminé un poco dolorida hasta la proa en donde Mapi y Victoria recibían la brisa reconfortadora. Para cuando llegué mis lágrimas ya habían desaparecido. Me senté al lado de Victoria, saludándolas y para disimular me puse a lamerla y besarla los pezones, haciéndolo también con Mapi.

Y de aquel modo no vieron mis ojos irritados. Se dejaron besar y acariciar jadeando, mientras sus manos recorrían las partes mas sensibles de mi cuerpo. Mapí, fue quien se dio cuenta de las marcas recientes y cogiéndome la cara entre sus manos, me besó hasta que me solté a llorar.

Para entonces Victoria, ya se había dado cuenta del porqué de mis temblores ante sus caricias y se aprestó a lamer mis marcas con su lengua, para aplacarme los escozores. No pude contenerme mas y mi llanto silencioso, tan sólo fue recogido por ellas dos.

Sus caricias y amor, pronto me hicieron olvidar las penas sufridas y a los pocos minutos, me sentía gratificada ante las caricias constantes y metódicas de mis dos amores.

Cuando conseguí serenarme de las caricias y mimos de mis amigas, nos quedamos las tres agarradas sobre la soga protectora de la proa, sintiendo como el agua pulverizada mojaba nuestros cuerpos desnudos. La temperatura era tan ideal, que cuando quise pensar en los azotes recientes de Gorky, estos parecían que hubiesen sido imaginación mía.

La sensación de libertad y placer era tan fuerte en cada una de nosotras, que me sentía como flotando ante mis dos amigas. Tuve que volver a la realidad, cuando la mano de Victoria me hacía salir de mi abstracción y regresar a la realidad. Me miró como preocupada y me dijo :

Amor, Roberto te lleva reclamando desde hace unos minutos.

Tardé en aceptar el significado de aquellas pocas palabras, pero en cuanto fui consciente, me levanté apresuradamente y me separé de ellas, pensando en un castigo brutal por parte de ellos.

Me acerqué, casi corriendo. Y en cuanto estuve frente a ellos, les pedí disculpas por haber estado distraida. Fue Gorky, quien dijo :

Tranquila Sandra. Sólo era para anunciarte que estamos llegando a un puerto que nos han prestado. Y deseábamos tener a nuestro lado a una chica de confianza total.

Y..........¿yo soy así, para vosotros?.

Pues claro que eres así. Roberto, supo reconocer en ti a la persona mas ideal para nuestras actividades.

¿Cómo debo entender eso?.

Sandra, no pienses en cosas extrañas. Mira, creo que Roberto te lo explicará mucho mejor.

Sandra, desde la noche en la que pude verte en real, me quedé impresionado, pero a la vez desorientado. Algo, terminó de calar mi amor y mi mente. Y ese algo, eras tú. Han pasado tantas horas y a la vez tan poco tiempo, que mi mente se confunde a cada instante. Tengo que hacerte una pregunta, pero no sé como hacértela........

Roberto, eres mi amor desde mucho antes de estar juntos físicamente los dos. Puedes hacerme las preguntas que desees y como lo desees.

Se trata de Claudia.........

Ah, ya entiendo...........Claudia...........yo............someterme a ella.........no?

Mas o menos amor mío. Sabes que yo deberé estar lejos unos cuantos días, tan pronto se haya ido Victoria. Y he pensado que quizás deberías conocer a Claudia antes de aceptar quedarte con ella.

Roberto, si tu idea es que me quede con Claudia en tus ausencias, no debes explicarme nada. Sabes que cualquier decisión tuya para mí será la orden mas sagrada.

Sí, eso ya lo sé, pero quiero que sepas como es en la realidad. Claudia, a pesar de que no nos llevamos muy bien, es una mujer agradable, pero tiene un cierto aire de magestuosidad y opulencia que me revienta. Y has de saber que en su mansión retiene a mas de 25 esclavas.

Bien, ya lo sé amor mío. Me quieres decir, que seré maltratada y humillada por ella, por pertenecerte a ti, ¿verdad?.

No exactamente, pero muy aproximado. En cuanto ella pueda, me pedirá que te ceda a sus cuidados. Y ahí es donde comienzan mis problemas. Por una parte, mejoraría nuestras relaciones muy positivamente, pero por otra parte hará daño a mi amada Sandra.

Roberto, no dudes de mí. Entrégame a ella. Aceptaré mi vida como venga, sólo por pertenecerte a ti. Mi amor es tan inmenso hacia ti, que sería incapaz de razonar adecuadamente.

Sandra, eres una chica maravillosa. Lo haré del modo mas fácil, pero no estarás mucho tiempo desprotegida. Ahora ve con las chicas y prepárate a divertirnos los cinco. Sin castigos........solo lo que el cuerpo nos pida.

Jo, gracias, amor........

Y salí corriendo sobre la cubierta hasta llegar a la proa en donde Mapi y Victoria, me esperaban algo intrigadas y temerosas. Pero en cuanto vieron mi sonrisa, sus caras se relajaron y pudimos disfrutar de un final de travesía de aquel primer día, ideal.

Antes de arrivar al puerto protegido, conseguí pasar unos momentos deliciosos junto a mis amigas.

Tras haber atracado en el puerto, bajamos las cosas que íbamos a poder necesitar y nos encaminamos hasta la cabaña que nos guarecería de las inclemencias del tiempo, si estas se presentaban.

Una vez adecuados los bultos en la pequeña cabaña, salimos al exterior a respirar la maravillosa brisa del mar. Gorky y Roberto, que ya estaban en el exterior desde hacía varios minutos, nos miraron salir desnudas de la cabaña, aunque creo que se fijaron mas en mí que en las otras dos.

Como en mi mente estaba presente la imagen de Claudia, quise desviar mi atención proponiendo varios juegos..........y les dije :

Para animar ésto un poco se me ocurren varios juegos...........¿podría ser?.

Pues claro que sí, Sandra. Gorky y yo te escuchamos........y podría jurar que Mapi y Victoria, también lo hacen ya.

Gracias. He pensado en el juego de los dardos por equipos. Nosotras tres contra vosotros dos. El equipo que pierda, tendrá una prueba final............y el perdedor, se encargará de la barbacoa de la noche, ¿os parece bien?.

Nos parece estupendísimo Sandrita...........Roberto, tu chica es una mina de imaginación. ¿No os parece chicas?.

Noté como ellas y Roberto asentían cada palabra de Gorky........y entonces propuse un nuevo juego mas, diciendo :

El siguiente juego es mas activo. Y seguiremos los mismos equipos formados. Y consiste en jugar al rescate, para lo cual yo seré la primera prisionera, pero con la condición de que mis compañeras puedan esconderse sin que las veáis vosotros. Si vosotros capturáis a las dos que faltan, sin que me hayan liberado, perderemos nosotras, pero si pasadas 2 horas, no hemos sido capturadas perderéis vosotros. Ah, las chicas, no podrán esconderse a mas de 50 metros de donde yo esté capturada.

  • Me parece una buena idea..........y ¿qué sacará el equipo perdedor o el vencedor?.

El equipo perdedor amará al ganador y después recogerá los restos de la cena.

Les vi alborozados y todos asintienron en las condiciones del juego. Roberto, se acercó hasta mí y dijo :

Creo que será una velada estupenda. Chicas, os dejamos que elijáis vuestra distancia idel de las dianas.

Tanto Mapi como Victoria, se encargaron de colocar las dianas a la distancia que entre las dos acordaron. Gorky, por su parte, se encargó de seleccionar los 12 dardos para cada equipo. Ellos dos, 6 cada uno y nosotras, 4 cada una.

Roberto se separó de mí para comprobar la distancia y le noté un gesto de contrariedad. Pensé que era por la distancia a la que habían colocado las dianas, demasiado alejadas para ellos. Aunque para mí, me parecían que estaban al otro lado de la isla. Y pensé, que era la mejor distancia para todos, pues nosotras atinaríamos poco a cualquier distancia.

Nos colocamos los 5 sobre las líneas de lanzamiento y todos insistieron en que comenzara yo. Sentía todas las miradas posadas en mi cuerpo, pero me preparé y cogiendo el dardo de la parte metálica lo lancé como si tirara una piedra. Voló por el aire como si fuera un misil y para mi sorpresa, se clavó en la diana. Era incapaz de ver que puntuación había obtenido, pero por las caras de ellos, debía de ser buena. Lancé el segundo, que voló igual que el primero, pero se clavó en la parte alta de la diana, sin puntuar.

Ví las caras de ellos, sonreir. Ahora le tocaba lanzar a Gorky un dardo y Roberto, otro.

Gorky, que estaba tan desnudo como nosotras, lanzó magestuosamente el dardo, que surcó el aire hasta caer casi en el centro de la diana. La sonrisa con la que me miró, lo decía todo. Y Roberto, lanzó un dardo, consiguiendo una puntuación parecida a la de Gorky.

Nos ganaban por mas de 12 puntos. Y sus sonrisas eran de lo mas machistas, aunque a mi me daba igual quien ganara o perdiera. Ahora, Victoria, estaba preparada para sus dos lanzamientos.

Lanzó el primero, errando completamente. Yo me acerqué a ella y la animé besándola en la boca. Su segundo lanzamiento, fue un éxito total. Adelantábamos a los chicos en 15 puntos. No era mucho, pero estábamos eufóricas y saltábamos de alegría.

Lanzaron ellos de nuevo y curiosamente, fallaron bastante, quedando aún nosotras por delante en el marcador.

Cuando lanzó Mapi, pensé que ganaríamos la partida. Dos dianas de 20 puntos cada una.

Y volvieron a lanzar ellos, que se aproximaban a gran velocidad. Y de nuevo yo ante el dilema de lanzar dardos a aquella distancia. Lancé y fallé los dos. Ellos se rieron de mí, pero Victoria me consoló.

Ellos volvieron a acertar todas las veces y aunque Victoria, acertó con bastante puntuación, aún nos superaban en varios puntos.

Mapi, de nuevo nos sorprendió a todos, haciendo una diana real y otra de 20 puntos. Una ventaja grande sobre ellos, que les quedaban dos cartuchos. Lanzó Gorky y una diana de 20 puntos, dejaba la tirada de Roberto en una diana real.

Hablaron entre ellos y al final, Roberto dijo :

Chicas, admitimos la derrota. Desempataremos entre nosotros dos.

Que curioso, los dos primeros dardos de cada uno, fueron dianas reales, hasta que Roberto erró el último tiro por muy poco, quedando como perdedor de la primera prueba y se encargaría de la barbacoa.

Pero no estaban desanimados, mas bien todo lo contrario. Y procedimos a beber unos tragos de bebidas estimulantes antes de comenzar la siguiente prueba.

Después de reir un rato los cinco juntos, me levanté y me fui con ellos dos. Yo me debía encargar de que no mirasen en donde se esconderían Mapi y Victoria. Cuando las vi escondidas, les indiqué que podían atarme, dejando la cuerda con una lazada, para que pudiese ser rescatada.

Y tras quedar atada con las manos sobre mi cabeza, ellos salieron cada uno por un lado a buscar a las chicas. Podía ver donde se encontraban ellas. Iban a ser descubiertas en breves segundos. Mapi movió los arbustos y cuando Roberto y Gorky, centraban la visión sobre ella, Victoria salió de su escondite silenciosamente, con una carrera silenciosa y acercándose a mí me desató y sin que pudieran vernos, nos escondimos cerca del lugar de retención.

Estuve a punto de soltar una carcajada, al ver la cara de sorpresa de ellos dos, al ver que yo no estaba. Llevaron a Mapi hasta el lugar en el que me habían atado a mí y la dejaron atada y sudorosa al sol.

A una indicación de Victoria, salí de mi escondite para que ellos me vieran. Y ya lo creo que me vieron, porque pasé entre ellos dos, que se quedaron parados durante una fracción de segundo, para correr acto seguido detrás de mí.

Pero una de mis cualidades, al parecer como Victoria, era mi fondo y velocidad punta, por lo que les iba dando esquinazo, aunque cada vez estaban mas cerca de mí.

Al hacer un giro brusco, tanto yo, como mis perseguidores pudimos ver como Victoria liberaba a Mapi y salían corriendo hacia nosotros. Ya casi estaba a punto de ser capturada, cuando se desentendieron de mí y apresaron a Victoria en una tenaza metódica.

Mapi, en lugar de venir hacia mí se había apartado un poco. Lo cual hizo que la consiguieran cazar en pocos minutos. Y solo quedaba yo, que me sentía axfisiada y un poco cansada. En cuanto Mapi, estuvo atada se lanzaron los dos en mi captura, pero con carrera lenta, hasta que fueron apretando mi radio de acción.

Conseguí esquivar a Gorky y ya corría hacia mis amigas, seguida por Roberto algo mas lejos, cuando al mirar de reojo, le ví que caia al suelo, dando varias volteretas. Me detuve en el acto y miré hacia él. Pensé que se habría hecho daño y volví mis pasos hacia él, siendo capturada por Gorky, mientras escuchaba las voces de ellas.

Me arrodillé hacia Roberto, pero él quitó importancia a su estado. Gorky, me dijo susurrando :

Sandra, aunque no me guste ganar así, habéis perdido. Y no te preocupes por Roberto, solo se cayó......

Roberto, ya estaba en pie antes de que Gorky hubiese terminado su frase. Me acerqué a mis amigas y anuncié :

Hemos perdido nosotras, pero yo he sido la culpable, así que seré yo la que recoja todos los restos de la cena.

Curiosamente, nadie opinó en contra o a favor. Todos guardaron silencio, mientras desataba a mis amigas. Roberto, se acercó a mí y ante todos, me besó de un modo que pensé que mis flujos escaparían todos juntos de mi cuerpo.

Y cuando ya todos hubimos reposado de nuestras carreras, Roberto anunció que era el momento de empezar a preparar la cena. Se separó de nosotros, pero con una mirada a Gorky, correspondida, dije :

No le puedo dejar sólo. ¿Me disculparéis verdad?.

Y sin aguardar respuesta, me acerqué corriendo hasta mi amor. En cuanto se percató de mi presencia, me sonrió y me volvió a besar, aunque algo menos fogoso que la vez anterior. Sin embargo, me sentía la mujer mas amada del mundo.

Cuando nos despegamos del beso de fuego, le dije :

Amor, deseo serte útil. Me siento tu esclava, pero sobre todo te amo. Y no deseo que mi amor y amo, se canse. Yo haré las tareas mas rudas.

Gracias cielo, pero no es una tarea ruda hacer la cena de todos.

Aún así, yo deseo cargar con lo mas molesto, aunque también necesito ayuda sobre que debo hacer y cómo.

De acuerdo, tu serás la que haga la cena. Yo te dirigiré. Primero hay que ir a por carbón a la cabaña. Ven, yo te acompañaré y tu serás quien cargue con los pesos, ¿es lo que quieres, no?.

Si, si, eso es lo que deseo para evitártelo a ti.

Muy bien, ¡vamos!.

Y caminamos hasta la cabaña, mientras Gorky animaba a las chicas, contando chistes e historietas, que las hacían partirse de risa. La verdad es que yo, lo poco que le pillaba, me hacía reir, pero no me distraje y cogí lo que me indicaba Roberto.

La barbacoa estuvo preparada en pocos minutos y después de traer una mesa pequeña, preparamos todas las carnes sobre la misma, para sazonarlas.

El sol se acaba de poner y la oscuridad nos iba envolviendo lentamente. El carbón al crepitar con el fuego, soltaba pequeñas chispas que iluminaban fugazmente mi desnudo y sudoroso cuerpo.

Sandra, mientras se hace la brasa, acércate a la orilla y date un chapuzón. Pero no tarde mi amor, sin ti me siento muy solo.

Le miré y le sonreí agradecida. Salí corriendo y me tiré literalmente sobre las refrescantes aguas. Braceé lentamente y salí del agua, procurando no pringarme de arena. Tan solo escurrí el agua de mis cabellos chorreantes y volví con paso ligero hasta donde estaba Roberto.

Me sentía fresca y bien. Demasiado bien, para ser real. Pero él estaba allí y también me sonreía.

La cena estubo preparada en pocos minutos y entre Roberto y yo la llevamos a la mesa, en donde seguía riendo Victoria ante las cosas que Gorky comentaba.

Cenamos animadamente, entre risas y comentarios de todo tipo. Para nada salió mi próxima visita a Claudia, ni el viaje de regreso de Victoria, ni alguna cosa relacionada con el sexo. Todo era perfecto. Cenamos con buen vino y los 5 muy unidos. Reí cada cosa que Gorky decía. Era el perfecto animador de cualquier reunión. Y hasta Roberto, se retorcía de risa con cosas que seguramente habría oído mil veces de su amigo.

Me sentía tan maravillosamente bien, que no podía creer que realmente estuviera sucediendo. La cena anunciaba su final. Tanto Victoria como Mapi, parecían pesadas de la larga disgestión. Gorky, al darse cuenta de cómo estaban las chicas, dijo :

Roberto, creo que sería buena idea irnos a descansar. Ha sido un día muy ajetreado.

Muy bien, Gorky, será lo mejor. Victoria, tu dormirás en mi cama. Sandra, se debe encargar de recoger todo esto.

Me quedé algo descolgada, pero le susurré a Roberto que deseaba hablar con él, antes de que se fuera a la cama con Victoria.

Cuando ellas y Gorky se hubieron marchado, me acerqué Roberto y le dije :

Amor, me gustaría poder pfrecerles mi leche por la mañana, aunque principalmente a ti. ¿Es posible?.

Pues claro que es posible, mi niña. Ahora mismo voy a por lo necesario. Pero antes de aplicarte el tratamiento rápido te voy a follar en todos tus agujeros. Sandra, me tienes enloquecido y está mal que yo lo diga, pero es la verdad. Ahora ve a hacer las necesidades que precises en la orilla, ya que después no podrás, ¿comprendido?.

Asentí y cuando el se daba media vuelta para ir a coger lo necesario para acelerar mi proceso lácteo, me dirigí al agua y solté los restos que mi cuerpo no precisaba. Luego me bañé dentro de las tibias aguas, aunque un poco frías para mí y por fin salí del agua, dirigiéndome hasta Roberto, quien me esperaba ya algo impaciente.

Roberto se acercó a mí con una hipodérmica bastante larga, que me hizo temblar de miedo. Pero, sin dejarme decir algo, me traspasó mi pecho izquierdo y empujó el líquido en mi interior. La recargó con otro frasco y sin preocuparse de mis miedos y temores, traspaso mi otro pecho inyectándome su contenido.

Bueno, la primera fase, ya está. Pero es necesario que cada hora, te tomes una de estas pastillas.

Si, intentaré hacerlo, aunque el sueño me vence a cada segundo y no sé si estaré despierta para hacerlo.

Lo estarás cariño. Te voy a colocar un despertador muy sugerente.

¿A qué te refieres, Roberto?.

Nada importante. Algo que te haga despertar si estás dormida. Es la única forma de que haga efecto este tratamiento acelerado.

Ah, vale....si, algo así me vendrá bien. Deseo que tu y ellos podáis beber mi leche en el desayuno.

La beberemos, pero no te asustes si ves que tus pechos se ponen el doble de grandes. Es que estarán hormonando tus glándulas para la producción de leche.

Si, amor....pero, ¿me dolerán los pechos al crecerme de ese modo?.

No, no habrá dolor alguno, aunque quizás notes algunas sensaciones extrañas, pero nada fuera de lo normal. Y ahora basta de charlas. Te colocaré estos dos dildos en ano y vagina, sujetos por este cinturón metálico. Ten en cuenta que tendrás un zumbido cada hora con una duración de 30 segundos. Si no has tomado la pastilla en ese periodo de tiempo, recibirás una descarga pequeña en tu ano y vagina, cada 10 segundos.

Si, lo tendré presente......pero odio esas cosas dentro de mí.

Lo comprendo, pero alguien debe atender a Victoria, ¿no?. Así que ponte a trabajar y deja todo perfectamente limpio y colocado. Y otra cosa, para bajar la pastilla puedes beber cerveza o zumo de naranja..

Asentí y le vi a lejarse despacio, mientras yo me afanaba por retirar los restos de la cena en primer lugar. Para después apilar las cosas a limpiar.

Pasé una noche algo agónica, pues varios calambrazos me hicieron salir de mis profundos sueños. Al amanecer, estaba tan cansada que decidí darme un chapuzón en el agua.

Y me sentó de maravilla. Cuando estaba mas fresca, comencé a preparar el desayuno y aprecié el tamaño de mis tetas, que estaban colosales. Faltaba poco para que el sol apareciera en toda su magnitud y me dediqué a colocar cada cosa en su sitio, para cuando ellos se levantaran.

Cuando Roberto Gorky apareció, que fue el primero en dar señale sde vida, nada mas verme, se acercó a mí y manoseó mis tetas engordadas durante la noche. Me miró extrañado y me dijo :

Sandra, ¿te has dado cuenta de cómo están tus tetas?.

Si Gorky, le pedí a Roberto anoche que me las inyectara para daros leche en el desayuno de hoy.

Ah, en ese caso, creo que estás muy completa. Creo que deberé probarla, no fuera a ser que estuviera agria.

Y acercándose hasta mí, colocó su boca sobre uno de mis pezones y comenzó a sorber, mientras me lo sujetaba con los dientes. Y mi leche fluyó y me sentí extraña al sentir correr un pequeño flujo por mi pezón.

Bebió un rato y tras separarse y acercar su cara a la mía, mientras se relamía, dijo :

Sandra, tu leche es magnífica. Quedas proclamada nuestra vaca oficial...jajajaja

Me sentí algo humillada ante el comentario, pero después sonreí frente a él, sin vergüenza alguna.

Tuve la suerte de que Mapi, Victoria y Roberto aparecieran a la vez. Las exclamaciones por parte de ellas fueron de locura y sorpresa. Roberto, cogió mis tetas y las ofreció a cada una de ellas para que mamasen directamente de mí.

Mapi lo hizo sin mas, ella debía haber sido hormonada alguna vez antes. Pero Victoria, se sentía reacia a sorber un flujo extraño proveniente de las tetas que mas había deseado mamar en su vida.

Pero pasado el primer apuro, acercó su boca a mi pezón izquierdo, que era el que estaba sin babear y sorbió .............y sorbió..............hasta que su cara se transformó. Primero, de sorpresa. Después de placer y gusto. Tuvo Roberto que separarla, para que no me dejara seca antes de tiempo.

Cuando se retiró de mi enrojecido pezón, me miró a los ojos con una mirada turbia y llena de lascivia. Pero ahí quedó todo, aunque yo sabía que Victoria acababa de aceptarme en el total de su mundo íntimo e interior, lo cual me complació de tal modo que decidí ofrecer mis tetas llenas de leche a cada uno de ellos.

Desayunamos los 5 con los alimentos fríos que había preparado. Algo de café caliente y muy a menudo, chupetones en mis pezones para sorber la exquisita leche que les aportaba.

Para mí, cada succión de mis pechos, significaba una especie de miniorgasmo. Era algo que nunca había sentido y me gustaba. Roberto, fue el único de darme a probar mi propia leche.............la bebí de un vaso a sorbitos cortos............y me maravillé de su sabor.

Mapi y Victoria, estuvieron mas retraidas en mamar de mis pechos, pero Gorky y Roberto se pasaban minutos interminables pegados con sus dientes y boca a mis tetas, que poco a poco iban quedando mas exiguas.

Me sentía algo desfallecida, a la vez que ennardecida por los frecuentes contactos sobre esas partes de mi cuerpo que me ponían frenética. Pero, no rechisté en momento alguno y terminé por quedar casi seca de leche.

Roberto fue el primero en separarse y viendo el estado del pecho que había mamado, hizo que Gorky se separara del otro, para decir :

Nuestra vaca se ha quedado seca. Hemos de procurar que la de tiempo a regenerar nuevo producto. Nos iremos a dar una vuelta y ella quedará aquí en reposo, para que cuando volvamos, esté pletórica de leche para nuestros caprichos.

Si, Roberto tiene razón. Chicas, haremos una pequeña excursión por la isla. Os gustará, ya lo veréis.

Pero, y Sandra, ¿no vendrá con nosotras?.

No Victoria. Sandra se quedará a descansar sola. La isla es segura, así que coged lo que os apetezca y nos iremos unas horas de excursión. Quizás hasta unos acantilados cercanos.

Mientras ellas y Gorky, preparaban lo necesario para la pequeña excursión, Roberto me llevaba hasta el almacén de la pequeña cabaña y después de seleccionar 4 estacas de medio metro de longitud, me las hizo coger entre mis brazos, para llevarlas hasta la playa.

Durante el trayecto corto, sentía las rudas cortezas sobre mis pezones muy sensibilizados por tanta succión. A una indicación de Roberto, dejé caer las estacas en la fina arena y entonces, me entregó una maza. Y me dijo en donde debía clavar cada estaca.

Y lo hice, sabiendo ya lo que me aguardaba. Pero me sentía capaz de soportar un tormento si venía de él. Cuando tuve clavadas las 4 estacas, me hizo ir a buscar cuerdas gruesas de escalada. Volví con ellas en pocos minutos y se las entregué. Las cogió y acariciándome los pechos y el vientre con ellas, me dijo :

Sandra, debes reponer tu leche y el sol es tu principal aliado. Pero me apetece que sufras por mí, por lo que te dejaré atada a estas estacas. Tus agresores principales, las moscas y mosquitos. Y pasado un rato, tu agresor principal será tu principal aliado para hacerte la leche. O sea, el sol.

Roberto, me da miedo quedarme sola.

Es lo que pretendo, que estés asustada. Pero voy a realzar todo un poco mas. Te cubriré los ojos con un pañuelo para que no puedas ver algo y de rebote, para protegértelos de los rayos asesinos del sol.

Jo, ¿porqué me haces esto, amor?

Sandra, es todo muy simple y orientado a lo que te espera y que tu deseas asumir. Con Claudia, no tendrás estos privilegios. Serás mucho peor tratada, ya lo verás y vivirás. ¡Ah!, deseo que cuando volvamos y te desatemos, vengas hasta mí y me des las gracias, ¿comprendido?.

Si, lo haré..............pero me siento aterrada ante esta situación...........

Mejor para ti. Ahora, quédate quieta para que ate el pañuelo sobre tus ojos. Si, así...........muy bien. Ahora, déjate caer lentamente..................................si, muy bien.........separa los brazos y las piernas.............si, mmmmm, deliciosa. Muy bien, ya estás atada y sin escapatoria. Ahora rociaré tu cuerpo para que no te queme el sol, pero tiene un inconveniente............atrae a los insectos.

No dije nada y sentí el spray helado cubrirme casi completamente. Y cuando sentía algo que se hundía en mi vagina, la voz de Roberto me anunció :

Y ahora taponamos tus entradas para que no entren huéspedes no deseados. Ah, es posible que sientas alguna descarga............o quizás no..............lo he dejado en aleatorio. Así disfrutarás sin pautas. ¡Pórtate bien, cielo!.

Y escuché como se alejaba de mí.

Me sentí sola y desesperada y antes de que me hundiera, sentí un cosquilleo sobre mis pechos y el vientre. Intenté removerme, pero mis ataduras tensaban mi cuerpo. Estaba ofrecida a los visitantes, que se afanaron en posarse en un elemento nuevo en aquella playa. Y me sentí tan desesperadamente mal, que intenté dormirme para alejar aquellas monstruosas sensaciones de mi cuerpo.

No se cuanto tiempo habría pasado desde que me ató, pero me sentía muy mal y mareada. Sin embargo, cuando vi el primer rostro que se acercaba a mi, supe que sería liberada de mi tormento. Era Gorky quien me ayudaba a levantarme. Pero mis temblorosas piernas determinaron que él me arrastrara hasta donde ellos estaban, sobre mis tetas que ya estaban repletas de leche.

Me izaron entre Roberto y Gorky, para dejarme atada por mis muñecas entre dos árboles, que al menos me daban algo de sombra. Pero lo que mas me sorprendió, fue escuchar a Victoria, decir :

Cada vez me gustas mas, amor. Pero con la cantidad de arena que tienes en el cuerpo, no sería recomendable mamarte de nuevo. Con unos azotes en esas tetitas tan hinchadas, quitaríamos la arena y estarías en situación de ser mamada.

Vi acercarse a Mapi, acompañada de Robeto y Gorky, quien portaba un látigo de varias terminaciones y que me dieron escalofríos solo con contemplar el balanceo de los cueros.

Y sin mediar palabra alguna, me azotaron por delante y después por detrás hasta dejarme preñada de dolores increibles. Pero la arena, cayó sobre la arena. Para terminar de limpiarme me echaron varios cubos de agua fría sobre mi cuerpo marcado y convulso por las caricias de los látigos.

Entonces Victoria, se acercó hasta mí y me besé en la boca de un modo, que no pude rechazar. ¿Era amor lo que me ofrecía?..¿Era alguna crueldad mas?. No lo sabía, pero me hice fuerte en lo primero. Después de besuaquearme hasta mi desconsuelo total, me dijo :

Amor, ¿serías capaz de nadar conmigo hasta un lugar desierto y apartado de ellos?.

Asentí, entre las convulsiones de mi cuerpo recién lacerado. Y sin mas, me desató los pies y después las manos, a la vez que decía :

Chicos, lo siento pero mi nodriza y yo nos alejaremos de vosotros un ratito. No nos sigáis, es algo íntimo entre las dos.

Nadie comentó cosa alguna y caminé muy dolorida hasta la orilla. En cuanto sentí el agua reconfortante sobre mi piel martirizada, me sentí mejorar y dejé que el agua recogiera mi cuerpo y me mostrara ante ellos y sobre todo ante Victoria.

En pocos minutos, mi cuerpo estaba dispuesto a surcar los mares de la libertad y el amor. Y Victoria, viéndome ya restablecida se zambulló en el agua suavemente y juntas nadamos hasta un recodo cercano.

Una vez solas, se acercó a mí y volvió a besarme, pero ahora yo estaba sin ligaduras y la devolví el abrazo y el beso de un modo que casi se desmaya ante mí. En cuanto nos serenamos un poco, me dijo que había descubierto una abertura en la roca y que se podía bucear hasta una gruta sumergida de la que emergía una pequeña isla de arena blanca y muy fina.

Y sin siquiera decirla algo, nuestras miradas bastaron para aceptar el escape a la libertad. Y sumergiéndonos en el agua encontramos la entrada a la gruta. La verdad es que no se veía desde ningún ángulo (y esto lo digo, porque varios años después, la recorrí).

Buceé con la precisión que nos igualaba a Victoria y a mí y nos adentramos en el canal que daba acceso a pocos metros de la misma a una elevación, que quedaba por encima del nivel del mar.

En efecto la arena era fina y muy blanca. Emergí suavemente a la par de Victoria y nos miramos las dos, sin apenas un sofoco. Pero en milésimas de segundo nuestra sensualidad se trocó en la mas álgida relación humana. Me vi poseida por el ser mas voluptuoso y a la vez mas tierno de mi mente y mi vida.

Victoria era tan maravillosa, que su sola mirada o una palabra de las suyas, hacían de mi el ser mas sumiso y agradecido de esta tierra.

En la pequeña orilla, pero sin salir de la misma, nos amamos con tal frenesí que pensé que estaba llegando al paraiso. Todas y cada una de las caricias de mi amor, se transformaban en sensaciones de placer inexplicable. Yo correspondía como sabía...y podía contemplar como Victoria se debatía en un mar de sensaciones, que poco a poco nos arrastraban a la lascivia mas auténtica.

El sexo, se puede relatar, el amor se puede contar, pero ninguna de ambas cosas se pueden explicar, porque son algo que supera nuestras barreras mentales. La verdad es que aquella maravillosa velada en aquella cueva aislada de todos, fue mi entrega total a mi amor. Y el de ella a mí.

No me importaba mi inmediato destino junto a Claudia, aunque al recordar a Roberto, supe que el amor auténtico que sentía ahora por Victoria, era igual de profundo y agresivo con Roberto. Para algo, eran los amores de mi vida y que con mis ansias y espíritu, había conseguido reunir mediante el chat.

Después de descansar una hora larga, abrazadas y totalmente entregadas, decidimos que era un momento oportuno para regresar con ellos.

Nos sumergimos de nuevo y atravesamos el corto corredor hasta salir a mar abierto. Había poca luz, por lo que imaginamos que estaba anocheciendo.

Cuando aparecimos en la playa, ví una mirada de miedo en Roberto. Me acerqué a él y le besé con todo el amor que sabía poner. Al principio, no me rechazó, pero si me ignoró. Pero poco a poco, sus manos se fueron cerniendo sobre mis costados y todo acabó en un beso profundo, mientras llorábamos los dos en silencio. Terminamos pocos minutos después, para enfrentar nuestras miradas del mas profundo amor.

Minutos después, regresábamos con los demás como si nada hubiese sucedido. Gorky me miró de un modo distinto y supe, que me comprendía. También Mapi, me miraba ahora de otro modo. Y que decir de Victoria, quien tenía los ojos humedecidos por las lágrimas. Pero todos ellos eran ahora mi familia, mi auténtica y real familia.

La sensación que se nota, cuando te sientes rodeado de seres que te aman es imposible de expresar. Hay que sentirlo. Y eso era lo que me sucedía a mí...y posiblemente a ellos también.

Evidentemente, Gorky rompió aquel molesto silencio, contando historietas en las que quizás por nervios o tensiones acumuladas, tanto Victoria como yo, rompimos a reir entre grandes carcajadas, que no veíamos el modo de abandonar.

Y ante nuestras risas histéricas, terminaron por contagiarse ellos. Roberto se encargó despué sde innumerables momentos de risas incontroladas de calmarnos una a una. La primera fui yo. Me cogió el pelo con sus manos y me hizo sentir su polla dentro de mi boca, clavándose dentro de mi garganta, varias veces seguidas...hasta que se me pasó la ansiedad por reir. A continuación, me separó, dejándome entre toses y alguna arcada y actuó del mismo modo con Victoria.

Varios minutos después, aunque reíamos, era de un modo mas natural. Y las miradas que tanto Victoria como yo, dedicábamos a Roberto, no pasaban desapercibidas para Mapi o Gorky.

Cuando la noche era cerrada, preparamos la barbacoa entre los 5 y según iban saliendo las carnes, las íbamos comiento. Y siempre amenizados por el magnífico Gorky y uno de los vinos mejores de su bodega.

Dos horas de sobremesa, por decirlo de algún modo, y con historias reales y otras imaginarias, dieron paso al amor libre de nosotras dos con ellos.

Después de innumerables coitos de cada una con aquellos varones tan superdotados, terminamos rotas y ellos...también, claro. Y dormimos revueltos y abrazados en posturas muy extrañas, pero sintiéndonos formar parte de algo que no habíamos siquiera imaginado.

Dormimos todos a la intemperie. Cuando mis ojos se abrieron, pude apreciar un magnífico sol que nos iluminaba el último día en la isla. Victoria, se iría ese mismo día al anochecer, rumbo a su tierra y me quedaría sola con Roberto. Nada mas mirarla y besarla, comprendí que ella estaba tan enamorada como yo de Roberto. Y quizás tambien de Mapi y hasta de Gorky.

La verdad es que era difícil no enamorarse de Gorky. A pesar de sus manías, era un ser encantador. Y me alegraba por Mapi, pues sabía que estaba muy enamorada de él.

Me levanté perezosamente, mientras los demás deambulaban ya por la playa o recogiendo cosas. En cuanto se percataron de mi despertar, me hicieron sentir algo que no había experimentado de ese modo. Se acercaron todos a mí. Y entre todos me hicieron levantar, para después besarme de un modo apasionado cada uno de ellos y mucho mas de ellas.

Mis tetas estaban cargadas a tope de leche y deseaba que me ordeñaran o mamaran directamente, pero nada de eso ocurrió por el momento. Además, no me dejaron coger bultos que llevaban al yate.. Yo solo estaba para ser mirada y mirar. Cuando todo estuvo dispuesto dentro del yate, Roberto dijo :

Es la hora de partir, pero Sandra no vendrá con nosotros.

Sentí morirme de angustia ante aquellas palabras de mi amor. Pero enseguida añadió :

Sandra, como tal ya no existe para nosotros. Desde ahora será nuestra hermana y amada Sandra. Porque sé que todos la amamos de algún modo y de manera muy especial.

Esas palabras me devolvieron la serenidad, pero mis ojos se cubrieron, para dar paso a un angustioso llanto. Me sentía tan ínfima ante ellos y ellos me decían esas cosas tan maravillosas, que mi sensibilidad caía y no podía contenerme.

Notaba que se me caía la baba del placer de sentirme reconocida y amada por todos ellos. Todos cargaron bultos hasta el yate, menos yo. Se me prohibía con las miradas de cualquiera de los cuatro. Roberto, al verme algo afligida, dijo :

Sandra, hemos dispuesto que seas nuestra vaca viviente. Por tanto, una especie de vaca sagrada, a la que sin embargo podremos hacer de todo......y que comerá, beberá y sobre todo, se adecuará a nuestras necesidades dándonos su leche y prestando su cuerpo para nuestros placeres.

Esas palabras me hicieron volver a la realidad y aunque no me habían agradado, me sentía dichosa de ser útil para ellos, al menos en lo concerniente a su placer.

Me miré las tetas y estaban grandes y duras a reventar. No me gustaba a mi misma de aquel modo, pero si así agradaba a mi amor y a Victoria, pues estaría así. Deseaba que me ordeñasen cuanto antes y con actos extraños intentaba acercar mis tetas pesadas y preñadas de leche ante los labios y bocas golosas de mis amigos.

Pero hasta el momento no me había dado resultado.Y seguía manteniéndome ligeramente inclinada hacia delante por el peso de mis tetas.

Cuando todo estuvo en el yate, zarpamos sin mas. Me aproximé hasta ellas, pero estaban enzarzadas en juegos lésbicos de los que me hubiera gustado participar. Y simplemente me aparté de ellas y me dirigí hasta los machos. Deseaba cualquier cosa de ellos, incluyendo que me azotaran, pero deseaba que alguien bebiera la leche que estaba a punto de reventar mis pechos.

Gorky, al verme, comentó :

Roberto, tu vaca esta necesitada de unas chupetadas, pero las chicas están un poco ocupadas. ¿Qué hacemos con esta lechera?.

Es sencillo, si te apetece beber.........es toda tuya, en caso contrario ordéñala y después beberemos su leche.

Si, es una buena idea, la ordeñaré.........

Aunque sus frases no eran todo lo agradables que esperara, al menos alguien se dedicaba a mí. No me importaba pasar por ser humillada de ese modo. Casi, algunas veces, lo agradecía. Como era este caso. Necesitaba atención de alguno de mis amigos o amigas. Y si Gorky y Roberto me la daban de este modo, pues....simplemente la tomaba.

Gorky, me colocó sobre un cepo, quedando mi cuello y muñecas aprisionadas, debiendo mantener una postura incómoda al estar doblada por la cintura. Pero mis pechos colgaban de mi cuerpo, para ser ordeñados.

Se sentó en un taburete y colocó bajo mis pechos, una fuente. Acercó sus dedos a mis pezones y tras martirizarlos un poco, se agarró a los mismos y comenzó a estrujar mis tetas, hasta que el primer chorro de leche apareció, precipitándose sobre la fuente.

Me sentía bastante extraña al estar siendo ordeñada. No tenía nada que ver con lo que había sucedido en la isla. Allí, ellos tomaban mis tetas y mamaban directamente de mis pezones. Pero aquí me sentía mas un animal que una persona.

Sin embargo, soporté cada uno de los innumerables tirones de mis tetas, que cada vez estaban mas delgadas y plomizas. Y cuando ya no salió gota alguna mas de mis pechos, se retiró con una fuente que contenía casi un litro de leche.

Cuando regresó a mí, no pude apreciar que trajera un látigo en sus manos. Me esperaba unos azotes, como divertimento de ellos dos, pero no ocurrió tal cosa. Se limitó a aplicarme una crema en mis tetas macilentas y después de unos minutos, me desaró del cepo y me acercó hasta Roberto.

Fui besada por los dos a la vez, sin que pudiese corresponder, como a mi me hubiera apetecido, debido a lo excitantes de sus besos.

Cuando me separé de ellos, me sentía húmeda entre mis partes. Les miré y comprendí que me dejaba correr hacia mis amigas. Bueno, a estas alturas era mejor decir hacia mi otra parte de la familia, o hacia mis amores.

Llegué hasta ellas y aprecié que mis tetas, casi habían conseguido su tamaño normal. Me senté y ella sme miraron, intentando buscar marcas de latigazos. Pero claro, no hallaron nada y sus ojos denostaban la incomprensión.

Les expliqué que solo me habían liberado de la leche que tenía dentro de mi cuerpo, porque mis tetas iban a explotar. Y pareció convencerlas. Y sin darme tiempo a mas, fui capturada entre caricias de fuego y pasión por parte de las dos y me dejé llevar por el remolino de la pasión.

Se que me retorcí de gusto y placer entre ellas dos, que me daban lo mas fuerte de sus sensualidad y caricias. No tenía tiempo de pensar, porqué actuaban así y el caso es que me volvían loca con cada una de sus caricias.

Y tantas y tantas llegué a tener en un corto espacio de tiempo, que comencé a explotar en orgasmos que me ahogaban de pasión y ansiedades nuevas. Así uno tras otro, hasta que mi cuerpo no pudo seguir el ritmo de mi mente y quedó inerte.

Sólo coneseguía seguirlas con mi mirada, pues a pesar de mis esfuerzos, mi voz no salía y solo mis jadeos daban una prueba de que estaba viva y feliz.

Después de unos segundos mas, tanto Voctoria como Mapi, se acurrucaron sobre mi cuerpo, aún palpitante y sudoroso. Y así terminamos de hacer la travesía, hasta que Gorky nos anunció que era la hora de adecentar un poco nuestro cuerpos.

Y esas palabras provocaron una alarma dentro de mi cabecita. Significaba, que quedaba muy poco tiempo para estar con Victoria. La miré a la cara y ví lágrimas en sus ojos. Y lloré desconsoladamente junto a ella. Mapi, fua la encargada de reanimarnos a las dos, también con lágrimas en los ojos.

Cuando conseguimos serenarnos un poco, nos vestimos y quedamos a la espera de atracar en el puerto.

Toda la maniobra fue de una eficacia que me dejó algo perpleja. En el hueco en que cabía el yate, fue donde Roberto y Gorky consiguieron meter aquel monstruo de chapa, a la primera.

Desembarcamos y bajamos los pocos bultos que debíamos llevar hasta la mansión de Roberto. Desde donde nos dirigiríamos al aeroclub. Allí ya aguarda un jet privado de Roberto que llevaría a Victoria a su país. Y yo me quedaría sin mi amor, por mucho tiempo. Y volví a llorar, pero esta vez fue mucho mas profundo mi ataque, ya que debieron intervenir Roberto y hasta Gorky, para conseguir que me sosegara un poco.