Ramsés, Venus y Afrodita (1)

Mi primera cita con RAMSES. La evolución clásica, unida a los miedos de la primera cita y cómo cambia todo, sin que nada podamos hacer contra el destino. También las armas secretas de una jovencita que busca y cuándo encuentra, se las apaña para lograr el amor de su vida. Espero, qué os agrade, porque sucede con cierta frecuencia. Evidentemente, entra mi componente de fantasía. Un beso............ Sandra Raquel.

Mi primera cita con RAMSES

Llevaba varios días en los que me sentía cada vez mas ansiosa. RAMSES, al que desde ahora llamaré Robert, se conectaba cada vez menos veces a icq o el chat. El me decía que su trabajo le comía tiempo y le agobiaba, pero que estaba deseando entrar al chat, para poder sentirse bien junto a mí.

Yo le creía, pero es que yo sentía lo mismo. A pesar de que fuera excesivamente tarde para mí, yo ansiaba que entrara, aún siendo tarde, sólo por recibirle y poder estar con él un segundo.

Cada noche, sola y con el desasosiego de no haber podido estar con él, se me hacía cada vez mas cruel.

En una de esas noches, en las que desesperé de aguardarle, mi mente cambió y algo se encendió dentro de mi ser. Era el deseo de verle, de estar con él. De sentirle en real. Casi, lo deseché en cuanto fui consciente de mis devaneos, pero al día siguiente en que apareció él, mi corazón comenzó a repicar de ganas de decírselo. ¿ Pero, cómo hacerlo?.

Siempre me había negado a poder conocernos por múltiples motivos, que él aceptaba, aunque no llegara a entenderlos o admitirlos. ¿Cómo decirle ahora, que estaba ansiosa por verle?.

Y un nuevo tormento se acababa de apoderar de todo mi ser. Ahora, si sufría en real. Como me hubiera gustado en esos momentos, ser raptada y vendida a él.

Ah, mi fantasía estallaba dentro de mí, como si fuera pólvora caliente. Seguí mientras, haciéndole la vida del chat lo mas agradable que podía. Y con mis artimañas de mujer, conseguí hacer que él fuera quien resucitara el tema.

Me costó cerca de un mes, que se decidiera a lanzar la bomba de nuevo. Yo era consciente, que hay que ser un ser muy atrevido o muy cobarde, para hacer lo que hizo él. Sé que le costó tanto trabajo decirlo, como aceptar anteriormente que no me vería en la vida.

Pero lo hizo. Al principio algo tímidamente. Bueno, yo lo noté tímido porque sabía todo de él, cualquier otra chica, lo hubiera visto muy bien articulado y adecuado. La verdad es que lo hacía moviendo todos sus hilos del manejo sobre una mente humana.

Yo me hacía un poco la aturdida, pero le seguía diciendo que era su esclava y que estaba cada día mas enamorada de él. Cosa que era cierta completamente. Sabía que él notaba, mi retirada y mi defensa, ante sus metódicos ataques. Y también sabía, que ya no quedaban muchas bazas por jugar. Si perdía su esfuerzo en convencerme ahora, lo perdería para siempre.

No deseaba tal cosa, así que elaboré mi propio ataque. Y se lo lancé un buen día de golpe, después de declararme completamente ante él.

Sé que se encontró como si hubiera sido arrollado por una manada de búfalos, pero tuvo la serenidad para reaccionar y a partir de ahí, algo dio un vuelco en nuestras vidas.

Ahora, todo estaba en mi tejado. Si me rajaba, sería mas despreciable que una zorra. Si me lanzaba abiertamente, sería una zorra para él.

Tuve que poner mis armas de mujer a funcionar y maquinar de nuevo mi estrategia. Como primera medida y para parar su ataque reciente, le enfoqué el tema de las enfermedades venéreas y el sida.

El lo entendía y me animaba a superar ese trago, diciéndome que él estaba limpio y que no debía preocuparme por nada.

Pero como yo seguía insistiendo mientras preparaba mi terreno, entonces él me dijo que me presentaría papeles de pruebas médicas del día anterior a que nos viéramos.

Ante semejante proposición, no supe decir que no a nada mas, pero le dije que debíamos darnos algo mas de tiempo. No era una cosa muy normal entre nosotros.

Y Robert, lo entendió. No solo lo entendió, todo él pareció cambiar como si fuera otra persona. Y se dedicó a hacerme y tratarme del mismo modo que hacía semanas. Volvía a ser su esclava incondicional, pero le sentía feliz y alegre.

Durante esa semana y la siguiente, hicimos el amor 5 veces y fui torturada casi todos los días. Me sentía tan eufórica como él y sé que él conocía ese detalle de mí.

El Sábado por la noche, al entrar en el chat y saludarnos, me propuso :

  • Sandra, hoy no habrá castigos. Tan sólo deseo que hablemos de nosotros dos. ¿Te molesta que lo hagamos así?.

  • No amo, claro. Estaré encantada y feliz de hablar con mi amo de lo que él desee.

  • Sandra, hoy no me llames amo hasta nueva orden, ¿queda claro?.

  • Si Robert, perdóname.....jo, es que me siento tan feliz de estar junto a tí, que no sé como actuar o hablar.

  • Gracias Sandrita. Ahora escúchame con mucha atención. Y deseo que seas muy sincera a cuanto voy a preguntarte, ok?.

  • Si.....Robert, siempre lo soy. Pero, dime y pregúntame cuanto quieras, amor.

  • Muy bien. ¿Estás enamorada de mí, como me repites cada día?.

  • Jo, pues claro que sí.....amo......perdón, Robert. Siempre he sido sincera con ese sentimiento hacia tí.

  • Vale, gracias. Y ahora la pregunta del millón.....¿de verdad serías capaz por ese amor que me tienes de verte conmigo?.

  • ....

  • Sandra........¿estás ahí?.........responde......

  • ......

  • Dí algo...........Sandra.

  • Si, perdona Robert.........Es que me he quedado en blanco. No esperaba esa pregunta hoy, amor.

  • Bueno, lo siento....pero ya la he hecho.........ahora, tu dirás.....

  • Sí, Robert.......creo que sería capaz de verte.

  • Ah, esa respuesta no me la esperaba yo..........jajajajaja

  • Jo, por favor....no te rías de mí.....estoy muy nerviosa, de verdad.

  • Tranquila mi amor......sabes que tu amo y guardián te protege..........Y ahora mas en serio. ¿Te apetecería venirte una semana a Las Palmas?......Nos podríamos conocer y te enseñaría los lugares maravillosos de toda la isla. ¿Qué dices?.

  • Jo, pues que me encantaría.......de verdad.......ohhhhhh, gracias amor.......jo, estoy llorando........perdona........

  • Lo entiendo mi amor. Anímate cielo. No pasará nada, solo nos veremos como dos amigos muy especiales, pero nada mas. Nada que tu no desees mi vida.

  • Robert, es que creo que estoy soñando desde hace días. Y no sé que hacer. En un principio, te dije que mis amigos lo eran por medios virtuales, aunque fueran reales para mí. Y a tí en concreto te dijé muchas veces que no. Y ahora, decirte que sí.....no sé.....no lo veo normal. No creo que pienses muy bien de mi seriedad, Robert.

  • Sandra. Te conozco mucho mas de lo que tu aceptas para contigo. Igual que tu me conoces a mí. Se que estás guareciéndote, para que no piense que eres una cualquiera, ¿verdad?.

  • Si...mas o menos.....

  • Mira Sandra, el amor que nos hemos entregado es tan enorme, que si no hubiese sido real, todo habría desaparecido ya. Yo sé que a ti te priban las fantasías........pero un día tras otro torturándote y haciéndote 100 veces lo mismo, no hay quien lo soporte, porque entra en la monotonía. ¿Quién puede soportar eso?.......Pues, muy sencillo. Alguien que esté enamorado del otro. Como lo estamos nosotros dos, aunque a ti te cueste trabajo verlo así, ahora que te he propuesto esto. Ahora, dime....¿sigues dudando de tí?.

  • No Robert.....jo, es que sigo sin saber que decir........deseo aceptarlo, pero no soy capaz de decirlo.

  • Tranquila mi niña. No tenemos prisa alguna. Tu quédate relajada y sólo piensa en tí y en mí. No vas a una tierra extraña. Tu ya has estado aquí en varias ocasiones. Lo único distinto es que me verás a mí y yo a tí. Algo que sé estás deseando, amor. ¿No es así?.

  • Si, la verdad es que me agrada la idea de poder verte. Pero es que siento miedo de mí. No sé si sabré comportarme ante tí. Desde aquí lo hago desde mi sumisión. Pero en real, todo es muy abrumador para mí, amor.

  • Lo entiendo mi pequeña. Pero no debes preocuparte por ese asunto. No serás mi esclava. Sólo mi amiga y de algún modo mi amor. Eso es todo. Nada de nada, mas.

  • Robert, ¿de verdad que no es un sueño o una fantasía cuanto estamos hablando esta noche?.

  • No, amor mío. Esto es real. Bueno el comienzo de algo real. El amor que siento por ti, es tan fuerte y auténtico, que no puedo pensar en fantasías. Sólo, que mi niña esté junto a mí, aunque sea por una única vez en mi vida. Amor mío, piensa que mi mente trabaja todos los días imaginándote junto a mí. Piensa en mis labios sellando los tuyos, piensa en mis manos acariciando tu cuerpo de vida, piensa en sentir el calor y los latidos de otro ser cerca de tí. Creo, que es suficiente fuerza como para pretender fantasearla.

  • Sí, es verdad amor. Ante eso, no puedo pensar en fantasías. Sé que me lo dices de verdad, pero es que ahora, mis miedos vuelven a afluir de nuevo junto a mí.

  • Sandra, sabes que significas mucho para mí. Quizás hayas dudado tiempo atrás, pero ahora sé que estás segura de mí. Si no me interesaras, ¿porqué iba a seguir visitando el chat cada día?. A lo mejor piensas que es por la novela que escribes para mí, con el fin de que no la olvides. ¡¡ No es eso !! y si no deseas escribirla, puedes dejar de hacerlo ahora mismo, aunque no estés interesada en que nos veamos. Y Sandra, sabes que mis palabras son ciertas, porque se basan en el amor y la verdad.

  • Sí Robert, lo sé. Sé que me dices la verdad y aunque esto se rompiera en breve, yo terminaría la novela que te debo, porque mi palabra es mi ley, pero si mi palabra es de amor........está por encima de cualquier causa, amor.

  • Gracias Sandrita. No esperaba menos de tí. Ahora y si lo crees oportuno, deberíamos analizar el día en que podrías viajar hasta estas islas que te aguardan con tanto amor, como yo mismo. Ten en cuenta, que el viaje y demás gastos correrán a mi cuenta. Tu solo debes traerte a ti misma. Lo demás corre de mi cuenta. Menos nuestro encuentro, para el cual te necesito, amor.

  • Robert, ¿sabes?......me siento un poco extraña.....y sinceramente, estoy muy asustada de este encuentro. Sé que imaginas como estoy y espero que me ayudes a superar este trago, que si no es amargo, al menos me tiene muy transtornada en estos días, amor.

  • Sandra. Confía en tu Robert.

Llevas haciéndolo muchos días. Sigue imaginando que vives en tu fantasía. No te será difícil....ya verás. * Si, creo que éso será lo mejor y me hará mas sencillo todo. Pero no sé aún que día deberá ser la cita. Tu trabajas y yo también. Yo quizás pudiera arreglarlo a una semana vista, pero ¿y tú?.

  • Sandra, no te preocupes por mí. Ten en cuenta que si la semana que eliges es muy conflictiva de trabajo, no hay problema. Te dejo atada y desnuda en la mazmorra hasta que llegue por la noche...................(es broma mi amor). Nunca dejaría de estar a tu lado, vengas cuando vengas. Tengo un par de compañeros que me harán cuantas guardias puedan surgir, amor mío. Para poder estar junto a tí, en todo momento.

  • Ohhhh, eso me deja mas tranquila Robert. Pero sigo teniendo dudas, algo tontas....pero......

  • No te aturdas mi niña. A ver, ¿qué dudas son esas?.

  • Jo, es que me parecen una ridiculez ..........

  • Tranquila, pequeña. El primer paso ya está dado. Ahora todo será mas sencillo. Habla con tu "cabecita caliente"......yo estoy aquí para protegerte en todo y de todos, amor.

  • Pues es que se trata de que ropa debo llevar y esas cosas.......

  • Jo, Sandrita, me habías asustado un tanto. No te preocupes por la ropa. Ven como te sientas mas cómoda. Aquí encontrarás cosas que ponerte, pero también iremos de tiendas para que compres todo cuanto desees, amor.

  • Gracias Robert, la verdad es que me siento muy bien en estos momentos, bueno...algo ansiosa, excitada y aún un poco asustada, pero ya estoy decidida a ir. Deseo verte mi amor.

  • Sandra, eso que acabas de decir es lo mas maravilloso que he sentido en mi vida. No te preocupes de nada mas. Y ven en cuanto puedas.

  • Robert, intentaré arreglar las cosas para mediados de la semana que viene. Me deben algunos días y podría cogerlos ahora, que hay menos trabajo. ¿Qué te parece?.

  • Si lo consigues, será extraordinario. Me tendrás pegado a tí, como una lapa, cada segundo del día, amor.

  • Jo, no pensaba yo que fuera tan pegajosa, amo.

  • ¡¡ Vaya !!, mi niña acaba de cometer su primera falta.

  • ¿Mi primera falta?.........¿a qué te refieres, Robert?.

  • Me has llamado Amo. Y sabes que lo prohibí al comienzo de este chat.

  • Ahhh, es verdad. Lo siento, no me di cuenta, Robert.

  • Bueno, quedas disculpada. Arregla todo en tu oficina y prepárate a vivir la semana de vacaciones mas intensa de tu vida.

  • Vale amo....perdón, amor.........hasta mañana......es ya muy tarde para mí. Mañana te diré mas cosas, espero que descanses y que sueñes conmigo, amor.

  • Tranquila mi dulce Sandrita. Dormiré mejor que nunca hasta hoy. Tu acuéstate y duerme, mañana seguiremos hablando.

  • Bye, amor......muuuuuuaaaaaaahhhh

  • Ciao, mi niña.........muuaaaaccccccccc

Robert cerraba el chat y mi mente estaba a punto de estallar. Me sentía sudorosa y mi respiración entrecortada, me hacía gemir de placer, ansiedad y gozo.

Me intenté relajar cuanto pude, pero me fue imposible hacerlo. Al final decidí tumbarme sobre la cama y tocar mis partes íntimas, con el fin de relajarme.

Y me corrí en menos de 2 minutos. Me sentí extraña, pero feliz y llena de dicha. Y antes de acostarme del todo, decidí tomar un vaso de leche caliente con colacao y después darme una ducha regeneradora.

Cuando me metía en la cama, eran las 2 de la madrugada. Estaba rendida y mientras mi mente viajaba por los últimos acontecimientos vividos, Robert aparecía como mi verdugo, amante, pero sobre todo como protector y confesor. Debí de quedarme dormida y seguir soñando con esas cosas, porque cuando sonó el despertador en mi mundo interior todo era un desconcierto total y sólo había un ser que me protegía de los atropellos de aquella especie de bacanal.

Me levanté tan fatal, que pensé que coger el coche era una irresponsabilidad por mi parte. Así que decidí irme en el tren y en Madrid, coger un taxi. Por la tarde, alguna compañera o compañero, me llevaría hasta la estación.

Desayuné eufórica......Era curioso, mis nervios habían desaparecido. Entré al baño y después de hacer mis necesidades mundanas, me metí en la ducha. Y me quedé limpia y preparada para todo. Después de secarme, me apliqué el desodorante que utilizo últimamente y después me dí algunos toques en mis cara, para no parecer tan cansada.

En cuanto me vestí con ropas adecuadas, salí a la calle y respiré el aire de la mañana. ¡¡¡ Me sentía feliz y dichosa !!!.

El día en la oficina, fue una pérdida de tiempo para la empresa, aunque disimulé cuanto pude.

A media mañana, solicité coger los días que me debían a partir del próximo Miércoles. O sea, que iría a trabajar otro día mas y estaría libre para viajar a Canarias.

Cuando llegué a casa estaba mas excitada que de costumbre. Encendí el ordenador, para mirar mi correo y nada mas conectarme a internet y el icq, apareció un mensaje de Robert. Lo abrí y lo leí llena de angustia.

Pero las cosas que me decía dentro, me pusieron histérica total. El venía a Madrid hoy por la tarde y volvería para Las Palmas mañana, por la noche. También decía que conectaría el chat de icq de su portátil sobre las 8 de la tarde hora peninsular.

Miré mi reloj y me di cuenta que solo faltaba una hora y media, para estar conectada con él. Los nervios se agudizaron en mí de tal modo, que tuve que tomarme algo para serenarme.

Estaría tan cerca de mí y yo con la idea de verle y estar junto a él, por primera vez, que mi taquicardia estaba justificada. Como un acto reflejo, encendí mi ordenador y conecté todo lo conectable. Una vez online, revisé cada una de mis cuentas de correo, por ver si había algo que me hubiese enviado.

No había mensaje alguno de Robert. Me sentí un poco mas tranquila, pero mi cuerpo se hallaba inmerso en una transpiración brutal. Decidí dejar conectado todo al icq y me fuí al baño. Me duché con agua caliente y después con agua fría.

Después de secarme y acudir desnuda, como hacía siempre a mi ordenador, descubrí un mensaje parpadeante de él.

Mis poros se abrieron, como si me estuviera corriendo de gozo por ellos mismos. Ni que decir tiene, que mi vagina chorreaba mas que nunca.

Leí el mensaje y me quedé mas tranquila. Era sólo para decirme que se encontraba en Madrid y que se conectaría a icq en un par de horas.

Mi "cabecita caliente" como él la denominaba, ahora estaba mas caliente que nunca lo había estado. Deseaba a toda costa que él conectara conmigo. Tenía la casa sin hacer, pero no deseaba mas que atender mi conexión, por si él aparecía antes de tiempo.

Y dieron las 8 de la tarde y no había señales de él. Y las 9 de la noche y tampoco......pero, yo seguía aguardando. Sabía, al menos confiaba en ello, que él aparecería de un momento a otro.

Hacia las 22.00 horas estaba tan hundida, que volví a revisar mis correos. No había nada de Robert. Entonces, comencé a preocuparme por él, como tantas otras veces, me preguntaba....¿le habrá pasado algo?..........¿se habrá ido a su tierra, sin poder comunicar?......y muchas cosas mas.

Pero de pronto el mensaje de que alguien me enviaba algo. Coloqué mi ratón con mano muy temblorosa sobre el icono y al reconocer que se trataba de él, sentí que algo quemaba mis entrañas. Lo abrí entre multitud de fallos y conseguí leer que ya estaba libre y que me dedicaba el resto de su tiempo.

Si antes de coger el mensaje mis manos y mi ser se convulsionaba por completo, en estos momentos, era casi incapaz de ver el monitor. Mi ojos desprendían lágrimas al mismo compás que mis temblores en todo el cuerpo.

Me conecté entre cantidad de vicisitudes al chat de icq y en cuanto entró, me sentí plena y tranquila.

  • Hola amo, que tal estás?
  • Hola preciosa. Bien......cómo estas tú, mi niña?

  • Amo, estoy tan nerviosa, que casi no soy capaz de atinar en las teclas. ¿Donde estás ahora?.

  • Estoy en un despacho que me han cedido por un rato, luego iré al hotel y mañana volveré a Las Palmas. ¿Te has arrepentido ya de querer verme, amor?.

  • Nooooooooooo

  • Noooooo

  • No Robert, estoy frenética por verte y a cada segundo que pasa me encuentro peor y peor. No sé que hacer por calmarme. Pasado mañana viajaré a Las Palmas, para estar contigo........Estoy asustada y ansiosa a la vez. No sé lo que hago y tampoco sé si te estoy respondiendo coherentemente, amor.......te pido que me disculpes.

  • Nada de disculpas. Estás nerviosa y eso es todo. Es normal, yo también estoy algo excitado con mi proximidad a tí. Y pensar que estoy a menos de 30 minutos de tu casa....en fin, ya me gustaría a mí poder ser tu consuelo y darte ánimos en directo.

  • Y a mí que lo hicieras, porque me siento tan al borde de la desazón, que no creo que sea capaz de dormir en toda la noche. Ya me he tomado un valium, pero mi cuerpo se niega a calmarse.

  • ¿Que te has tomado, qué?.

  • Un valium, amor...es que me sentía demasiado nerviosa.

  • Sandra, tranquila........esto es una urgencia médica. Dime donde vives ahora mismo........¡¡ya !!.

  • Jo, es que estaba nerviosa por tí.....amor........¿que te diga donde vivo?..........¿es que piensas venir aqui?..........ohhhhhh, no puede ser.....nooooo.....tengo la casa sin hacer desde ayer......mis nervios me lo han impedido.........por favor, me calmaré amor......en dos días estaré contigo, pero hoy no puedo permitir que veas el desastre de casa que tengo. Yo no soy así, amor.

  • Déjate de estupideces Sandra. Ahora lo importante es que no estés sin un guardián de tu cuerpo y tu mente, durante el sueño. Dime donde vives y ólvidate de como esté tu casa.......Yo soy el médico y además tu amor, así que dímelo.

  • Si, si.........

  • Sandra, sigues ahi?

  • ....

  • Sandra, no te escondas....podría ser tu amo y se que saldrías, pero soy sólo alguien que te ama........respóndeme, mi niña.........por favor......

  • ......

  • Sandra........Sandrita.........por favor, no te hundas..........contéstame.....

  • Si.......lo siento, no se que decir, pero si creo que necesite ayuda esta noche. Me siento un poco mal y estoy muy nerviosa.

  • Dame tu dirección amor.......Adelantaremos la cita mutua, pero por motivos humanos.

  • Si......amor......si.......apunta.........: Avda. Real, 78 piso 5º letra A. ¿Lo tienes?

  • OK, pillado, estaré ahi en pocos minutos. Haz una cosa mientras, toma leche fría y cubre tu cuerpo con una bata y pasea por la casa. No pares de moverte por nada, comprendido?

  • Si, amor......comprendido, pero es que mi casa está tan destartalada........que......

  • Olvídate de la casa, la arreglaremos juntos, ¿te parece buena idea, amor mío?.

  • Si, vale.....estaré aguardando........ohhhhh, gracias Robert......te quiero......muuuaahhhhhhhh.

  • Sobre todo, no te sientes, pasea y piensa en mí, en nosotros dos.......ok?

  • Si, lo haré.....

  • Vale, ahora cortaré, pero haz cuanto te he dicho, vale?

  • Que si.........si........lo haré, no me dormiré....amor.

  • Muy bien, comienza a andar porque desconecto esto temporalmente.

Y pude apreciar entre lágrimas como se terminaba la sesión, pero mi mente fue capaz de reaccionar y recordar cosas que él me había dicho.

Me puse la bata y salí hasta la cocina, me llene un gran vaso de leche templada y la fui sorbiendo poco a poco. Después de unos cuantos sorbos, paseaba por la casa un poco. La verdad es que no me sentía tan mal, solo un poco caída y algo sonnolienta. Pero seguía caminando sin detenerme a contemplar detalle alguno.

Seguí sorbiendo la leche hasta terminarla y mientras caminaba, me di cuenta que mi boca debería de oler no muy bien, así que me decidí ir al baño para lavarla con dentrifico y después un enjuague bucal completo. Me apetecía fumar, pero lo deseché por si me producía algún trastorno.

Y según estaba en mis paseos por el salón, escuché el timbre del portero. Por un momento, me quedé como ida, pero a los pocos segundos reaccioné y fui a atender de quien se trataba.

Y.........¡¡ Oh Dios !!.......era él. Pulsé el botón de apertura de la puerta.....y escuché el chasquido y posterior golpe de la puerta al cerrarse. ¡¡¡ El ya estaba aquí !!!.

Mi ritmo cardiaco se aceleró de golpe y sentí que me iba a quedar frita ante aquellas sensaciones tan brutales. Pero no sucedió tal cosa. Sentí el ascensor como subía y se detenía en mi planta. Claro, era la última y eso me daba mas facilidad de detección. Me separé de la puerta, sin querer mirar por la mirilla.

Cuando el timbre de la puerta sonó, me quedé congelada. Todo se paró en torno a mí. Me acerqué a los pocos segundos a la mirilla, pero mis ojos se negaban a ver. Además, sólo podía ser él. Abrí la puerta y mi ser encontró algo descomunal pero de aspecto muy agradable.

  • ¿Eres Sandra, verdad?.

  • Si, pasa.......por favor.....

Pasó con una sonrisa suave y sin dejar de mirarme en momento alguno. Me sentía tan amedrentada ante semejante personaje, que no sabía que hacer o decir, mientras cerraba la puerta.

Una vez hecho, le invité a pasar al salón y me atreví a mirarle a los ojos y poco después al resto de su cuerpo. Jo, era el ser mas guapo del mundo. Era mucho mas de lo que había soñado en mis noches sombrías. Era el ideal para cualquier mujer. Estaba tan entontecida con su presencia, que pienso que el creyó que me iba a dar un desmayo. Se acercó a mí y con sus grandes manos posadas en mis hombros, me dijo :

  • Sandra, Sandra........soy yo, Roberto. ¡Que alegría poder estar junto a tí!.

Ni siquiera fui capaz de articular palabra, mientras sentía que ahora sí, mi cabeza se iba. Pero él era mucho humano y cuidador para mí y enseguida, fui consciente de que estaba en un mundo nuevo, pero real y vivo.

  • Hola Robert. No te preocupes por mí, estoy bien, aunque un poco mareada, pero quizás se deba al encuentro. Debes disculparme del estado de mi casa, he sido incapaz de poder hacer algo por arreglarla.

  • Sandra.....Sandra...........no te preocupes de esas cosas, mi niña. Habrá tiempo de dejar la casa bien. Ahora lo importante es comprobar que estás bien. Por favor, túmbate en el sofá y deja que explore tu ritmo cardiaco.

Me sentía bien pero alterada. Era como si estuviera en un sueño. Le veía tan autoritario y fortalecedor, que todo era lo mas normal para mí. Me tumbé en el sofá y me fui relajando poco a poco. Le veía enorme ante mí, ahora tumbada. Pero me encantaba que todo se hubiera adelantado.

Le observaba, mientras manipulaba en su maletín y ví como se acercaba a mí con un fonendoscopio que le caía desde su ancho cuello y su mano derecha sujetaba el aparato. Me abrió ligeramente la bata y me auscultó, sin que notara señales extrañas de él. Era como mis médicos. Se limitaba a cerciorarse de mi estado de salud.

En cuanto terminó, me dijo :

  • Sandra, estás perfectamente. Sólo un poco apagada por la pastilla que has tomado, pero mañana estarás com o una rosa.

  • Oh, gracias. Perdona Roberto....creo que me he portado como una tonta. Siéntate, por favor. ¿Deseas tomar algo?

  • Tranquila, mi niña. Es algo fuerte para los dos este contacto. Por mi parte estoy encantado, pero también asustado.....te lo confieso, porque te amo mas de lo que yo mismo pueda imaginar. Sandra, se que hemos anticipado el contacto del tránsito de nuestra vida y amor virtual al real. Pero ahora, que está hecho.........creo que todo irá mucho mejor.

  • Si, creo que si.....creo que es lo mas duro de pasar...esa primera cita, pero estoy afligida por haberme puesto mala para tí, cuando tu venías a verme.

  • Sandra, vuelve a la realidad. Yo he venido a verte porque te noté muy mal. También sabes, que me hubiera gustado conocerte en vivo hace ya varios meses. Ahora estamos juntos. Tu estás bien......¡que digo bien!.......estás mas preciosa que nunca. Por cierto, ¿no me vas a enseñar la casa?.........aunque este muy destartalada...........por favor, Sandrita.......dame ese gustazo........lo necesito, por el tiempo que te he imaginado sola en esta casa hablando conmigo por el chat y el icq.

  • Si, es verdad.......aunque me da rabia de enseñártela así. Sobre todo mi cuarto y el baño están sin recoger y limpiar.

  • No te preocupes de esos detalles, amor. Y por cierto, deseo que también me enseñes tu cuarto, desde el que nos hemos enamorado, ¿vale?.

  • Si, claro, ven.

Me levanto y con mi mano extendida hacia él, hago que se agarre como para ayudarle (menuda pretensión la mía, levantar un cuerpo de casi el doble de mi peso).......Pero él se levanta y se acerca a mi cuerpo. Me siento pequeña y vulnerable, pero siento algo dentro de mí que me enloquece. Y le hago llegar hasta mi dormitorio.

La verdad es que está hecho todo un desastre. Pero a él le interesan mas otra serie de sensaciones. Y yo me dejo llevar por los efluvios que emanan de su cuerpo. Me siento húmeda y estoy nerviosa de que él me lo note. Pero él me confunde al decirme :

  • Sandra, ¿serías tan amable de acostarte en la cama, como duermes cada día?........no es preciso que te desnudes......sólo es saber si como te he soñado es cierto, amor.

  • Si, lo haré, pero con la bata no puedo. ¿Te importa darte la vuelta, para que me quite la ropa y acostarme?.

  • Vale, lo haré encantado.

Y en cuanto se da la vuelta, me quito la bata y la braguita tanga y me meto en la cama, cubriendome por encima de mis pechos y quedándome en la postura en la suelo pensar en él.

  • Ya estoy Roberto, puedes mirar.

  • Jo, estás sublime amorcito. Sí, realmente así es como te había imaginado siempre. Ah, mira tu braguita se ha caido al suelo.

Lo veo como la huele y como me mira. Ya no estoy asustada en modo alguno. Solo siento que mis flujos se arremolinan entre mis muslos. Se acerca a mí y se sienta en el borde de la cama y sus manos, rozan mis sienes y parte de mis hombros. Y cuando parece que todo va a explotar, me dice :

  • Sandra, ya conozco tu habitación. ¿Serías capaz de mostrarme el resto de la casa?.

  • Si, claro. Acércame la bata y date la vuelta. Estaré contigo en un segundo.

  • Y ¿para que deseas ponerte la bata, amor?.

  • Jo, es que me siento muy avergonzada así ante tí.

  • Sandra, se coherente. Me vas a enseñar tu cuarto desde donde escribes, ¿no?.

  • Si, claro, eso es lo menos que puedo hacer.

  • Muy bien. Y salvo que me hayas mentido todo este tiempo, escribes desnuda ante el teclado, ¿es asi?.

  • Si, es verdad, escribo desnuda porque me excita.......pero.....

  • No hay pero que valga........Si me vas a enseñar tu cuarto y tu equipo, escribiendo desnuda, ¿para que quieres la bata ahora?.

  • Vale.....jo..........esto no lo esperaba así...........está bien, me levantaré desnuda.....

Y él mismo, se encarga de separar la sábana que me cubre y me contempla desnuda durante unos segundos, sin que yo haga nada por taparme ante él.

Sus manos se acercan a mis muslos mojados, por mis flujos y después las acerca a sus fosas nasales aspirando mi aroma. Le miro con una fuerza brutal, pero él parece entusiasmado de mis aromas vaginales y me dice :

  • Sandra, tranquila mi amor. Eres mucho mejor de como te imaginaba. Tus fotos son iguales a tí, pero tu eres mucho mejor que tus fotos. Mis sesiones en el chat contigo han sido mi incentivo durante muchos días. Hoy agradezco al cielo el poder contemplarte tal cual eres. Y tengo que decirte amor mío, que eres infinitamente mejor que en el chat. Sé que es una expresión en un estado muy ardiente, pero es lo que pienso en este instante. Venga, cielo, enséñame el resto de la casa.

Las palabras que me dice, hace que expulse mas líquidos vaginales. Sé que él los nota, pero no me dice nada y me ayuda a incorporarme.

Ya estoy en pie junto a él. Mi desnudez no me influye ante su presencia majestuosa. Tampoco siento la necesidad de tocar sus partes erógenas. Me dejo simplemente acariciar suavemente, sintiendo como mis pezones se inflaman ante sus contactos.

Como si el trato y el conocimiento fuera de toda nuestra vida, camino en dirección a mi cuarto, desde donde he conectado cada tarde y noche con él. Pero al pasar junto al aseo, él me detiene apretando suavemente su mano sobre mi hombro desnudo y me dice :

  • Sandra, ¿ésto es un aseo?. Siento necesidad de orinar. ¿Te importa?.

Yo me quedo clavada, pero reaccionando abro la puerta encendiendo la luz, pero no sé por qué, me meto yo misma antes que él y cuando entra, yo me quedo desnuda y acorralada ante su corpulencia.

Observo como se baja la cremallera y saca su pene. No parece asustado de sacar y mostrarme su sexo, mientras orina en un enorme chorro sobre la taza. Solo me limito a ver como su orina cae sobre la taza del aseo, sin mirarle siquiera a la cara. Pero antes de que termine me siento sobre la tapa del bidé y miro su meada larga, pasando a pocos cm de mi cara.

Puedo contemplar su pene en medio reposo, porque sé que está algo excitado con mi presencia y mi mente comienza a trabajar. Cuando termina de mear y deja caer las últimas gotas, hace el gesto de volverla a meter dentro de sus ropas, pero entonces le digo :

  • Roberto, perdóname, pero ¿podrías dejar que la contemplara un poco mas?. Es algo que he soñado cada día.........por favor......déjame contemplarla un poco mas.

  • Vale, ahí la tienes. Mírala cuanto quieras y si deseas comprobar que es real, puedes hacerlo, mi vida. Quizás prefieras verla sin tanta ropa cubriéndola.

  • Si, la verdad es que deseo verla cerca de mí y tocarla si fuera posible. Solo un poco, para no volverme loca, amor.

  • Pues claro, corazón mío......este es tu regalo. Es para tí, puedes mirarla y tocarla cuanto desees.

Y tras quitarse la ropa, el pene se dispara hacia arriba y al acercarse se queda frente a mi cara. Siento unas ganas enormes de abrir la boca y probarla, pero no me atrevo. Sin embargo, su verga se encabrita ante mí y mas cuando la toco con mis manos.

Siento como un relámpago que surca todo mi ser, pero no dejo de tocarla tímidamente y sin que él la retire de mi presencia. Siento sus manos en mi cara, para pasar después a mis cabellos y como su verga cada vez está mas cerca de mi boca.

Involuntariamente separo mis labios y noto como su pene se hunde en mi boca con mucha suavidad. Noto el sabor salado de sus gotas de orina en mi boca, pero no hago ascos y lanzo mi lengua suavemente para sentir cada una de sus venillas palpitar dentro de mi boca.

Después de unos segundos, él retira su verga de mi boca y acerca la suya, para darme un beso en mis labios humedecidos.

Es el beso mas cálido de cuantos he soñado alguna vez en mi vida. Nustros labios están ya sellados, mientras nuestras lenguas entablan su primer diálogo de acercamiento. Me estremezco ante cada contacto o roce de la suya. Sé que no podré controlarme y me correré ante él, pero ahora ya no me importa nada. Sólo estoy deseosa de él.

Y su lengua, mortifica toda mi cavidad bucal, sin dejar un solo resquicio en donde hurgar. Me siento a punto de correrme, cuando se separa de mí y me dice :

  • Sandra, creo que mejor será ver el resto de la casa, ¿no te parece?.....Luego, tendremos mas tiempo para estas cosas, amor.

Me quedo algo perpleja y con la boca seca, pero me levanto rozando mi cuerpo desnudo contra el suyo y le hago salir del baño, para entrar en mi cuarto. Como solo hay una silla, él me indica que escriba lo que sea, pero sentada sobre sus muslos.

Me dejo convencer y tras sentarse él, me acoplo sobre sus muslos, sientiendo su pene nervioso rozar mi vagina y quedarse entre mis muslos.

Enciendo el ordenador, mientras él toca mis costados y de vez en cuando mis senos. Me siento tan mal, que no soy capaz de concentrarme en lo que hago. El, se da cuenta y me dice :

  • Vaya parece que nuestra chica del chat, está algo negada hoy. He pensado tres formas de solucionarlo....Atiende bien, amor. 1 : te sientas sobre la mesa y pondré el teclado sobre tus muslos. 2 : te tumbas sobre la mesa y pondré el teclado sobre tu vientre. 3 : te tumbas sobre mis muslos y colocaré el teclado en tu espalda. ¿Cual de las tres decides?.

  • Jo, es que no sé cual elegir.......comienzo a estar nerviosa de nuevo, amor.

  • Ya lo imaginaba, preciosa...era solo por probarte.