Ramón aprovechó la ocasió y de que forma! (1)

Mi esposo durmiendo su borrachera en la sala y su amigo y yo en mi cama matrimonial.

Hola, esto que les voy a contar me sucedió hace como 3 meses y la verdad es que no me arrepiento de la experiencia por la que pase.

Tengo 26 años, soy de piel blanca (desciendo de polacos), cabello rubio, lacio y hasta los hombros, ojos color marrón claro, boca de labios gruesos y rojos. Mi estatura es de 1.78 y si bien no soy delgada tampoco soy gorda es decir normal, quizás 2 o 3 kilitos de sobrepeso. Mis pechos son de talla 95 y todavía firmes, blancos, de pezones en punta y algo grandes y de color rosa intenso al igual que las aureolas de los mismos, mis muslos son lo que se dice rotundos, rellenos con una leve comba en la parte delantera, mi trasero es mediano pero tiene la particularidad de ser pulposo y respingón no es el trasero perfecto ni mucho menos, pero si sé que llama bastante la atención. Soy lampiña y casi no tengo necesidad de depilarme y menos en mi pubis que apenas está cubierto de algunos vellitos rubios.

Estoy casada desde hace 3 años con Daniel de mi misma edad, no tenemos hijos aún y llevamos una buena relación de convivencia y sexual, él tiene un buen empleo y yo me ocupo de las labores del hogar,

El tema es que Dani una vez por mes se reúne con 4 o 5 amigos suyos a cenar en un club al que concurren desde adolescentes, siempre en sábado por que los fines de semana no trabajan. Yo aprovecho estas salidas de mi esposo y salgo a cenar y al cine con alguna amiga o simplemente me quedo en casa viendo TV. Uno de esos sábados Dani se fue cerca de las 9 de la noche a reunirse con sus amigos y yo me quede en casa, una vez sola me duche, luego en el dormitorio me puse mi camiseta de dormir que me llega hasta las rodillas y cené solo una ensaladita. Terminada mi cena y lavado y acomodado la vajilla me apoltrone en el sillón de la sala y encendí la tele, pasé los canales y justo encontré recién comenzando a la película "Átame" de Almodóvar, recordé entonces que tiempo atrás la habíamos visto con Dani y debido a las escenas eróticas que contiene esta peli terminamos excitados y luego haciendo el amor en nuestra cama.

Este recuerdo y el volver a ver estas escenas produjo en mi cierta cachondez que se tradujo en la erección de mis pezones y un suave latido en mi vulva. Terminada la película y luego de algunas auto-caricias a mis pechos y pubis me fui a domir en un estado de ansiedad y frustración sexual por no estar Dani a mi lado en ese momento.

A eso de las 3 de la mañana me desperté sobresaltada por unas risotadas que provenían de la sala, me levanté de la cama y me dirigí rápidamente hacia allí, al entrar vi a Dani completamente borracho colgando del hombro de su amigo Ramón, nunca Dani había llegado a casa en ese estado.

Ramón es un tipo morocho, de baja estatura (a mi me llega hasta el hombro) de fuerte y macizo cuerpo, ancha espalda, musculosos brazos y piernas, de rostro no muy agraciado y cabello muy negro y corto. Este, entre risas, me contó que Dani y otro de sus amigos apostaron quien de los dos bebía mas whisky, uno de esos estúpidos retos de niños grandes y bobos y ahí estaban las consecuencias al otro también lo tuvieron que llevar a su casa y a Ramón le toco cargar con Dani.

A todo esto mi esposo estaba tirado de costado en el sofá durmiendo su borrachera, lo acomodamos bien y allí siguió prácticamente inconsciente.

Agradecí a Ramón su buena acción y le invité con un café cosa que aceptó, ya en la cocina, mientras preparaba el café, me percate que solo llevaba puesto mi camiseta de dormir que si bien esta no traslucía nada y era mas bien larga fui consiente que debajo estaba completamente desnuda. Esto revivió mi inquietante excitación producida horas antes por la peli, algo nerviosa llamé a Ramón para que tomáramos el café en la cocina, entró y nos sentamos alrededor de la pequeña mesa redonda que hay allí, estábamos casi codo a codo. Notó mi nerviosismo y sonrojo y me pregunto que era lo que me pasaba, mentí diciéndole que era producto de lo que había pasado con Dani, el se sonrió mirándome fijamente a los ojos y me dí cuenta que no se lo creyó.

Me dijo que me veía mas bonita así de inquieta y sonrojada, sonreí sin decir palabra, él se me acerco aún más y apoyando su mano en mi hombro acerco su boca a mi oreja y me susurro que le parecía que mi nerviosismo se debía a que a mi me faltaba algunos cariñitos y algo más, estas palabras y el aire de su aliento en mi oído me estremecieron toda haciéndome cerrar los ojos y lanzar un pequeño gemido de mis labios entreabiertos. Ante mi actitud pasiva y ya de entrega apresó con sus labios el lóbulo de mi oreja y comenzó a chuparnelo suavemente mientras su mano se mudaba de mi hombro hacia mi rodilla y la otra mano frotaba en forma circular mi espalda.

Ya mis pezones estaban que reventaban y mi vagina comenzaba a producir ese suave y viscoso jugo que la preparaba para lo que vendría fuera lo que fuera, que excitada me tenia este hombre ¡¡¡. Los labios y lengua de Ramón exploraban todo mi cuello y tomaban rumbo hacia mi boca, al llegar a ella nos fundimos en un largo, apasionado y profundo beso provocándome gemidos apagados por el sello de su boca y de su larga, gorda e inquieta lengua que se enroscaba con la mía. Mientras todo esto sucedía su mano exploraba entre mis muslos acariciándolos de arriba hacia abajo, en uno de esos ascensos quedo estacionada en la parte alta de mi muslo izquierdo (él ya se había dado cuenta de mi desnudez debajo de la camiseta) entendí lo que buscaba y le di acceso a lo que me reclamaba abriendo mis muslos y llevando mis nalgas al borde de la silla, inmediatamente sentí sus dedos recorrerme todo el pubis y al darse cuenta el de mis escasos vellos en esa zona, exclamó ; - Ummmm que hermosa conchita de nena que tienes, me va a encantar lamértela ¡¡¡

Ante esta declaración no pude mas que suspirar intensamente y echando mi cabeza hacia atrás apreté fuertemente su mano con mis muslos a lo que me respondió internando su dedo medio entre los labios de mi mojadísima raja, afloje la presión en su mano y me abrí nuevamente para él, acaricio tiernamente mi clítoris por unos segundos y luego bajo su dedo hacia mi huequito (debo decir que es un poco estrecho) y me penetró con el lentamente mientras que su dedo pulgar presionaba mi clítoris.

A estas alturas mis gemidos ya eran casi gritos, cuando me dejaba libre la boca de sus besos, yo solo lo abrazaba o apretaba fuertemente sus musculosos brazos y movía mis caderas al compás de sus dedos, el que tenia inserto en mi parecía una serpiente moviéndose dentro mío. Que me iba a imaginar yo que iba a estar en mi cocina con mi camiseta arrollada en la cintura, despatarrada, cachondisima y entregada a este hombre que jamás le había prestado atención en las contadas veces que lo ví, y por sobre todo esto engañando a Dani, cosa que hasta ese momento nunca había hecho. Esto lo medito ahora porque en ese momento mi mente solo estaba pendiente de lo que estaba sintiendo, gozando como loca.

Pero volvamos a los hechos, Ramón estaba a punto de hacerme llegar a un orgasmo explosivo cuando se detuvo de golpe y saco sus expertos dedos de mi rajita, lo mire entre sorprendida e implorante y le pedí que continuara, que no me dejara así, él me dijo que claro que no me iba a dejar así, que a su tiempo me haría correr todas las veces que quisiera.

Acto seguido tomó los bordes de mi camiseta y me la quito por sobre mi cabeza quedando así bien desnudita, solo con mis pantuflas. Al ver mis pechos y mis grandes pezones durísimos se fue de cabeza hacia ellos empleando manos y boca, me los chupaba, estrujaba con sus manos, daba pequeños mordiscos en mis pezones estirándomelos haciéndome delirar de placer. Estuvo ocupándose de mis tetas por algunos minutos y de pronto se puso de pie dejándomelas enrojecidas de tanto magreo, al advertir que yo me las miraba me dijo que no me preocupara que no me iba a dejar marcas, la verdad es que eso no me importaba, solo me producía más morbo ver mis pechos en ese estado.

Ramón se quitó sus zapatos, luego su camisa y por último su pantalón junto con su ropa interior, recorrí con mis ojos su cuerpo y de verdad que se veía fuerte, los músculos se notaban bien definidos en su pecho, abdomen, brazos y piernas. Dirigí mi vista, temblando de deseo, hacia su sexo ya erecto, se veía de grosor normal, curvado levemente hacia arriba, glande ancho y de forma oval, pero lo que me llamó la atención fue su longitud, sobresalía notoriamente de su entrepierna, el conjunto se completaba con una gran bolsa testicular colgando pesadamente. Sus vellos no eran abundantes, sinceramente me volvió loquita, y aún hoy, el paquete de ese hombre.

Mi cuerpo ardía, mis pezones parecían estallar, mi vagina palpitaba y seguía manando jugos, ya perdida de calentura estire mi mano y tome el pene acercándolo a mi boca jadeante de labios entreabiertos, lo primero que atine fue depositar un beso en la punta del glande, luego me lo froté suavemente por toda mi cara terminando este recorrido en mi boca en donde me lo fui introduciendo lentamente. Lo sentía duro, caliente y a sus venas bien marcadas, lo apreté con los labios y a pasar mi lengua por toda su cabeza, luego intente tragármelo entero pero no pude hacerlo, un poco por su largo y un poco por mi inexperiencia, ante esto comencé la succión propiamente dicha moviendo mi cabeza hacia delante y hacia atrás ya que yo me encontraba aun sentada y él parado. Tomaba con mi mano derecha la porción de miembro que no podía tragar y con la izquierda frotaba mi raja, a veces sacaba el pene de mi boca lo levantaba hacia arriba y lamía y chupaba sus testículos con gran placer.

No se cuanto tiempo estuvimos así lo que recuerdo es que en un momento comencé a sentir, en mi lengua, el sabor agridulce del liquido que ya salía de aquella maravillosa vara, entregada y ansiosa me dispuse a recibir el estallido de semen que se produciría en el fondo de mi boca. Pero no fue así, Ramón me tomo de las mejillas y me separo de su pene diciéndome : - Chiquita, quiero gozarte en un lugar más cómodo ... ¿ por que no vamos a tu dormitorio? ... sin poder contestarle ni siquiera con un sí, debido a mi extrema excitación, enfilé hacia el cuarto pasando por la sala en donde se encontraba mi esposo profundamente dormido, sin importarme nada seguí mi camino seguida por Ramón quien aprovechaba para acariciarme y estrujarme las nalgas.

Ya en el interior del mi cuarto me di la vuelta y quedamos enfrentados me atrajo hacia él tomándome de las nalgas y nos besamos apasionadamente mientras me hacia sentir su erección justo en mi pubis debido a que él era mas bajo de estatura que yo, luego de abrazos, besos y caricias mutuas me recostó atravesada en mi cama con mis nalgas apoyadas en el borde de la misma y mis pies apoyados en el piso, llena de lujuria como nunca antes había estado lo mire a los ojos y abrí mis piernas, él con una sonrisa en sus labios se situó entre ellas, ver a ese hombre retacón y fornido de tez morena parado entre mis blancos muslos me hizo retorcer el cuerpo de deseo y placer y para aumentar más esto si cabe, me dijo : - Ahora te voy a comer toda esa tierna y rosada conchita que me ofreces. Al borde de la locura contesté : - Sí mi vida cométela, hazme gozar ¡¡¡ Se arrodillo, abrió al máximo mis piernas quedando totalmente expuesta ante sus ojos, nadie conoce tan detalladamente mi vulva y sus alrededores como Ramón.

Comenzó una serie de masajes en mi raja que iban desde mi clítoris, bajaban por entre mis labios vaginales, se internaban en mi cuevita para terminar en el centro de mi ano. Al suplantar sus dedos por su labios y lengua el mundo desapareció para mi, solo existía Ramón lamiendo, succionando, comiéndome toda, nunca había sido penetrada por una lengua y al sentir esto, entre gemidos y gritos, estallé en un tremendo orgasmo dejándome desmadejada sobre la cama.

Apenas si empezaba a recuperarme cuando el responsable de mi maravillosa corrida, sin esfuerzo alguno me acomodó como corresponde en el medio de mi cama y con mi cabeza apoyada en la mullida almohada, me montó en la posición del misionero, una vez más esa noche abrí mis piernas ofreciéndome deseosa de sexo, Ramón tomó su miembro y luego de frotármelo varias veces por mi encharcada y hambrienta conchita logró que le implorase que ya me la metiera. Sin mas fui penetrada lenta y firmemente hasta el fondo de mi canal, allí en donde nadie había llegado, era riquísimo como sentía ese miembro duro y caliente dentro mío. Mi excitación estaba a tope otra vez, loca de placer me abrace a su cuello y enlacé mis piernas a su cintura, me tenía bien clavada y su pene se mantenía quieto dentro de mi, mientras él besaba mis pechos comencé a mover mis caderas reclamando el bombeo que toda hembra en celo desea.

Las estocadas de Ramón no se hicieron esperar, me embestía a buen ritmo, yo lo acompañaba moviéndome lo mejor que podía a la vez que lo besaba y lamía su cuello, el bombeo fue ganando en velocidad y fuerza hasta al punto en que mi cuerpo era sacudido y movido sin voluntad propia, mis tetas se bamboleaban de un lado a otro debido a la intensa follada que estaba recibiendo... que profundo me llegaba ¡¡¡ , notaba claramente cada centímetro del miembro cuando entraba y se retiraba de mi lubricadísima vagina . En medio de las frenéticas arremetidas que me daba Ramón comencé a sentir en lo profundo de mi vientre el nacimiento de un maravilloso orgasmo, rogué al que me poseía que siguiera dándome así,que estaba casi por correrme...y no tarde en explotar de manera bestial, mi cuerpo tembló intensamente de pies a cabeza, mi garganta emitía gruñidos guturales y grititos histéricos. Mientras gozaba de mi maravilloso orgasmo, Ramón había dejado de bombearme y mantenía su pene firmemente insertado en mí, mis paredes vaginales se contraían y lo apretaban en suaves caricias como agradeciéndole tan grande placer. Cuando la intensidad de mi corrida estaba apenas bajando se reanudo el mete y daca con la misma velocidad y fuerza anterior, momentos después

Ramón explotó e inundo de su caliente semen la profundidad de mi canal llevándome así a un pequeño y delicioso orgasmo. Mientras nos besábamos su miembro se ablando dentro de mi, después me lo saco y se recostó a mi lado.

Me acurruque y apreté contra su cuerpo y así descasamos un largo rato hasta que las caricias y besos de Ramón me sacaron de un placentero sopor que da la sensación de saberse muy bien follada. Otra vez calientes él me propuso una 69 que acepté, deguste por segunda vez su miembro y testículos, Ramón volvió a comerme la conchita y ano pero ahora masajeaba y apretaba mis nalgas. Me coloqué, como él me lo pidió, de perrito y así fui poseída por bastante tiempo, mientras me follaba apretaba mis nalgas o con su dedo pulgar masajeaba y presionaba en mi anito sin llegar a penetrármelo, me sorprendió ño rico que me parecía esto. También a veces pasaba sus manos debajo de mi cuerpo y tomaba mis tetas estrujándolas mientras me bombeaba.

Así las cosas me regaló otro orgasmo, no tan intenso como el anterior, pero sí muy gozado por mi, Ramón me tomó fuertemente de la caderas y bañó de semen mis entrañas nuevamente. Ya se veía el sol por la persiana.

Una vez repuestos él luego de ducharse se vistió y dispuso a partir. Lo acompañe desnuda hasta la puerta y nos despedimos con un tierno y profundo beso. Mi esposo seguía durmiendo su borrachera tardaría horas en despertar, tomé mi ducha, volví a mi camiseta de dormir, cambié las sabanas de mi lecho matrimonial y me dormí profundamente.

Continua

Perdón por lo extenso de mi relato y gracias por leerlo.