Ráfagas de Fuego 2

Un meteorito.

Un meteorito de 2 kilómetros de diámetro impactó contra el desierto de China en el otoño de ese mismo año, y con él comenzó una transformación sociológica no vista desde hacía varios siglos.

Anastasia era aún muy pequeña para darse cuenta, con todo detalle, de lo que había ocurrido, pero la información básica jamás la olvidó.

La noticia impacto a la humanidad en su totalidad:

¡Un Meteorito! ¿Quien podía pensarlo? ¿Cómo no lo han evitado las autoridades internacionales? ¿Que pasará?

Estas y otras preguntas se fueron repitiendo en los diferentes idiomas de los diferentes países del mundo, el mundo había cambiado de un plumazo y sus habitantes debían saber adaptarse.

Anastasia estaba sentada frente a la holopantalla cuando salió la noticia en directo, una periodista estaba en una ciudad del Oeste de China, destrozada por la onda expansiva, aunque lejana al lugar del incidente. No podía creerlo habían interrumpido sus dibujos favoritos para poner aquella espantosidad.

Se podían ver cuerpos por las calles que parecían dormidos, envueltos en aquellas sabanas unicolor que les cubrían todo el rostro, coches en llamas que nunca podrían volver a levitar, edificios sin ventanas, algunos con humo saliendo de su interior, el suelo cubierto de cristales rotos, mini lagunas de agua que se escapaban del suelo, farolas y semáforos caídos, y un cielo gris que lo cubría todo, ¿como podían preferir poner eso, a los dibujos multicolores y alegres que le habían calmado un poco la tristeza de la muerte de su hermano? Malditos mayores.

Corrió a avisar a sus padres, ellos creían que mentía cuando les dijo que habían quitado los dibujos para decir que había caído un meteorito catastrófico.

Los meteoritos grandes están controlados, ¿cómo va a llegar uno tan grande a la superficie terrestre sin que lo hubiesen detectado? Esta niña tiene demasiada imaginación -pensó su madre-.

Cuando la madre fue al salón, efectivamente, ahí estaba, no paraban de hablar de los cientos, de los miles de muertos que había causado la onda expansiva del impacto y de las erupciones volcánicas que este había provocado, pequeñas pero numerosas.

El padre por su parte, estaba mirando por la ventana y vio que el cielo se estaba volviendo más gris que de costumbre, hasta que de pronto oyó la llamada de su mujer, más bien un grito, que le recordó por un momento la terrible caída en la que había perdido a un querido descendiente. Fue lo mas rápido que pudo a la sala,... se quedo paralizado como un niño pequeño ante un insecto extraño y desconocido... un meteorito.