Ráfagas de Fuego 10
El rió discurría lento sobre su cauce, o al menos eso era lo que parecía desde su punto de vista.
Fue a ver a sus padres para avisarles de que Jenika y Naris ya se habían ido, pero ellos aún estaban durmiendo, con cuidado volvió a cerrar la puerta de su dormitorio para no despertalos y se fue otra vez a su cama.
Kirill seguía dormido, cuando se fue de la habitación que compartían él estaba de lado mirando hacia a la pared, ahora estaba tumbado boca arriba con una pierna a cada lado de la cama y los brazos de la misma forma.
Ahora que había pegado el estirón se veía más grande y fuerte que cuando ocurrió la trágica noche, su voz era más grave ahora, pero seguía teniendo los mismos aires de belleza que su hermana, ‘’ algo bueno tenía que tener’’ pensó Anastasia mientras se tumbaba a su lado en el poco espacio que había dejado libre, se le veía dormido en fase profunda, tenia la boca abierta y emitía pequeños ronquidos acompañados de sonidos que parecían casi palabras, se quedó mirándole un buen rato, analizándole con detalle, y a la luz tenue, junto con sus patadas a las sábanas y esos ronquidos casi comunicativos, por un momento sintió que volvía a ver a Sasha, en los amaneceres de la casa de su abuela, mientras fingían de cara al resto de la gente que eran fiestas de pijamas, sonrió ante esa sensación, pero por desgracia era tan solo un espejismo motivado por el deseo a que eso fuera verdad.
De pronto volvió a tener ese miedo ¿y si yo fuera un hombre? ¿y si me convierto en un hombre? Le volvió todo el malestar de golpe, volvió a estar triste y angustiada, ¿cuanto iba a durar este infierno? , s e preguntó así misma.
Ese día tenían que irse rumbo a Viena, fueron al atardecer, cuando todo había quedado preparado para reemprender el viaje.
La próxima parada iba a ser Tatabánya, tardaron poco en llegar, pero lo que se encontraron les era impensable por la tranquilidad en que siempre había vivido Budapest.
Tatabánya había sido destruida hacia tan solo 2 días por bombas rusas del gobierno comunista, ahora estaba arrasada, no quedaba ningún monumento en pie y sus edificios estaban todos derruidos, aún había gente que rebuscaba entre los restos para poder encontrar los cuerpos de sus familiares o quizás algún objeto de valor. Al ver aquella catástrofe decidieron continuar el camino sin detenerse, pues allí no tenían nada que hacer, la próxima parada, según el mapa de Vladimir, seria Győr, ciudad a medio camino entre Budapest y Viena. Compartiendo con estas grandes ciudades su misma fuente de agua, el río Danubio. Apenas estuvieron un día en Győr, pues tenían que proseguir el viaje.
Según unos viajeros les comentaron en Presburgo, antigua ciudad llamada Bratislava, se necesitaba mano de obra temporal para un gran edificio que allí se estaba construyendo, una especie de gran refugio para protegerse de las amenazas de bombas. Por ello, y sobretodo, por que necesitaban ganarse el pan, decidieron detenerse unos días en aquella ciudad, ubicada al lado del gran rió que seguían en dirección contraria a la del agua.
Buscaron el edificio y la empresa que llevaba la contratación de los trabajadores, vieron que el edificio estaba junto a una catedral, según ponía en el cartel turístico se llamaba ''Katedrála svätého Martina'' y había sido el lugar de coronación de múltiples reyes y reinas en el pasado, allí los trabajadores estaban transportado material para la obra, entró toda la familia y preguntaron por el jefe de recursos humanos, al encontrarlo le pidieron empleo, este les dijo que solo querían hombres en la obra, a lo cual Vladimir y Kirill se ofrecieron para trabajar, Anastasia se comenzó a encontrar mal, sabía que los pensamientos iban a volver. Vladimir y Kirill se quedaron para preparar los contratos temporales, mientras tanto, Anastasia y Shura se fueron a pasear y a conocer un poco de aquella ciudad.
Pasaron por múltiples monumentos aquel día, pero Anastasia estaba cabizbaja, intentaba enfrentarse a aquellos pensamientos, para así volver a ser como ella era antes, como cuando vivía feliz y tranquila en su aldea, pero ahora todo era diferente, y todo lo vivido desde su infancia, todos los comportamientos masculinos, todos los recuerdos con tendencias masculinas que ella tenía y había tenido le pasaban factura en aquellos momentos. Volvía a recordar cuando en los juegos de la holoconsola prefería jugar con los personajes masculinos, pues le parecían más fuertes y más valientes, en definitiva, más parecidos a ella, que los personajes femeninos, de apariencia débil y frágil.
Recordaba como en las canciones que cantaban hombres sentía identificados sus sentimientos de amor hacia mujeres, recordaba como siempre le había gustado vestir masculinamente y tenía manía a los vestidos femeninos, recordaba como desde pequeña la habían comparado con un chico, aunque a ella le molestara que la tacharan de marimacho, recordaba como en las películas en las que salían un hombre y una mujer que se querían, ella se sentía más identificada con el personaje varón, quizás porque a ella no le atraían los varones como al resto de las chicas, recordaba y recordaba y sentía miedo, pues no quería ser un hombre, ni física ni mentalmente, quería volver a ser ella, sin ese pensamiento taladrándole la cabeza y sin ese sentimiento oprimiendo su corazón.
- Anastasia, mira – dijo su madre señalando al horizonte, se podía ver el rió Danubio, fue entonces cuando se dio cuenta de que estaba sobre un puente encima de aquel gran rió.
- Vaya – dijo con tono de agradecimiento por sacarla de su infierno interior.
El rió discurría lento sobre su cauce, o al menos eso era lo que parecía desde su punto de vista.
No eres transexual - le dijo una voz interior- tranquila, volverás a ser feliz, ten paciencia.
Esa voz interior la tranquilizó un poco e hizo que se fijara un poco más en aquello que la rodeaba, puso la vista en el horizonte, por donde parecía que el rio era infinito.
Pasaron lo días, Vladimir y Kirill trabajaban como albañiles en la construcción del gran refugio, mientras tanto, Anastasia y Shura estudiaban e intentaban dominar el esperanto.
A primeros de Julio las fuerzas noócratas reclamaron a Kirill para combatir en el frente noocrático, sabían que tenia 14 años, pero debería preparase hasta los 18 para servir en el futuro. Según la nota, debía presentase el 12 de Julio ante las puertas del ayuntamiento de la ciudad para no ser detenido por desacato a la autoridad, era obligación de todo hombre soltero servir a su patria, las mujeres solteras tenían la recomendación, pero no estaban obligadas.
Kirill se presentó ese día, perdiendo así un día de trabajo, que, aunque justificado, no iba a cobrar. Al llegar le dijeron que debía ir lo más prontamente posible a Roma, en caso de no disponer de transporte, el ayuntamiento de su ciudad asignada le facilitaría un medio de transporte para llegar hasta allí, de forma rápida y segura.
Según le dijeron, dentro de 3 meses saldría un electrobús en dirección a Roma, en el cual él debería subir. La familia de Anastasia y Kirill acordaron lo siguiente: ellos le darían todo el dinero que les habían dado en la obra de la ciudad y un poco más para que pudiera hacer el viaje sin problemas, pues como dijo Shura: ''tú ya eres como un hijo para nosotros''. Así pasaron hasta finales de julio trabajando en la obra, y una vez percibido el sueldo, Vladimir le dio 2.000 euros a Kirill, el último día de julio se despidieron de Kirill, Kirill tenía que quedarse en la ciudad con el resto de reclutas y Anastasia y sus padres debían continuar su viaje, la despedida fue corta pues no que querían que se derramaran lágrimas por ninguna de las partes, pero ello fue imposible, Kirill se puso a llorar como un bebe abrazando a Anastasia, y ella no pudo evitar contagiarse del llanto, ocultándolo en los hombros de Kirill.
Cuando eran ya solo ellos tres, marcharon de nuevo rumbo a Viena.
Los últimos relatos publicados 10 y 11 eran errores y para colmo estaban repetidos (lamento las molestias) este relato está corregido y creo que os gustará, en esta fase de la historia Anastasia se queda sin la compañía que venia acompañandola en esta fase de su vida dura y solitaria, (spoiler) que terminará aportandoles esas características a su personalidad.
Es en este relato cuando Kirill, el último recuerdo físico de Sasha desaparece de la escena, lo cual representa otro puñetazo psicológico para Anastasia, la cual ya de por si pacede Transtorno Obsesivo Compulsivo (TOC), ello le provocará un mayor malestar al cual deberá sobreponerse y aceptar.
En realidad está historia la he escrito para darle mayor visibilidad a este trasntorno mental tan poco conocido por no ser poco mostrado de cara al público (quienes lo padecen no presentan ningún comportamiento muy estraño, a veces se lo asocia a manias en caso de ser solamente Compulsivo). El caso que muestro es un transtorno mayormente Obsesivo, o de pensamientos obsesivos, e intento mostrar con el mayor detalle posible la transición desde que el sujeto no sabe porque qué le ocurre hasta que, poco a poco, se va dando cuenta de que ese malestar viene provocado por una enfermedad mental.
Agradezco comentarios, hasta la próxima guapxs.