RAD - Capítulo 03 -

Este es mi primer relato con una orientación Sci-Fi. Muy inspirado en los tradicionales hentai japoneses transcurre en un futuro apocalíptico imaginario donde la radiación ha hecho casi inhabitable a nuestro planeta. Espero les interese la propuesta y obviamente me interesan los comentarios

Capítulo 3

Patricia despertó algunos minutos mas tarde. En su mente parecía recordar todo lo sucedido como parte de un mal sueño. La cruel violación de aquel desagradable monstruo, su escape, y todos los horribles exámenes hechos a su cuerpo sin ningún pudor ni reparo, todos recuerdos vívidos que se sucedían si parar en su mente y en su cuerpo.

A medida que fue recuperando la conciencia, se dio cuenta que por desgracia no había sido sólo un sueño. Continuaba amarrada sobre la misma camilla, aún inmovilizada. Su sexo aún palpitaba por las recientes sensaciones a las que había sido sometida. Lo que pudo notar es que al menos la habitación parecía ser otra. Esta vez no tenía sobre sus ojos la brillante luz enceguecedora. Había notables diferencias. Una cúpula de cristal coronaba la habitación en el techo. A su alrededor, varias pequeñas cámaras enfocaban hacia diferentes puntos, tanto desde arriba como desde abajo.

En la sala solo estaban ella y un grupo de 3 o 4 asistentes vestidos de impecable guardapolvo blanco. Uno de ellos operaba muy concentrado un panel de control cerca de una de las paredes.

-273 ha despertado. Signos vitales normales.- dijo uno de los asistentes

-Procedan con la prueba tipo 3 de acuerdo a la orden del día.- ordenó la Dra. Sánchez por los altavoces.

Desde atrás de ella, dos hombres empujaron la camilla, que se deslizó silenciosamente hasta quedar justo bajo la cúpula de cristal. Observando detenidamente Patricia pudo ver a un grupo de personas sentadas en un segundo nivel, observando desde la cúpula. Había hombres y mujeres, todos ellos con su anotador y un aspecto de total seriedad. Patricia se sintió mas expuesta y desnuda que nunca, pero antes que pudiera darse cuenta las luces del techo de la cúpula se encendieron impidiéndole ver mas. Luego de eso, un motor comenzó a chirriar y sintió la camilla girar, colocándola casi vertical de tal forma de quedar casi como si estuviera parada por sus propios medios. Los hombres se retiraron de su lado unos minutos después. En cuanto salieron ellos desde el piso subió un largo panel de cristal transparente, dejándola aislada en un recinto de no mas de 10mts cúbicos bajo la cúpula.

-¡¡Suéltenme!! ¡¡Déjenme ir!!- suplicaba ella

-Cámaras listas. Procedo a liberar el M15- se escuchó una voz detrás de los controles.

Delante de ella, el piso comenzó a abrirse como si se tratara de una compuerta. Patricia tenía la cabeza libre, por lo que intentó mirar hacia abajo. Solo veía oscuridad.

La espera era tensionante, y muy dentro de ella Patricia presentía que nada bueno saldría de ahí abajo. Un nuevo sonido eléctrico y el carro de la camilla avanzó unos centímetros más. Patricia estaba literalmente sobre el borde del pozo.

De repente, un sonido como el de una serpiente le erizó la piel. Intentó agudizar su visión pero no logró distinguir nada. Era inútil intentar ver en esa total oscuridad.

-Por favooor... saquenme de acaaaa.- suplicaba con real miedo Patricia

Los sonidos se hacían cada vez más cercanos y Patricia desesperaba más y más. De repente sintió algo cálido y gelatinoso que tocaba su pie izquierdo. Patricia lanzó un chillido de pánico como pocas veces antes lo había hecho en su vida. Su cabeza inmediatamente bajó y pudo ver uno de los apéndices de esa cosa saliendo de la total oscuridad. Tenía un color marrón claro y producía una especie de fluido blanco en el extremo. Otro tentáculo más apareció por el otro lado y comenzó a acariciar su otro pie.

-Contacto positivo. El M15 comienza a explorar el espécimen. Ritmo cardíaco de 273 elevado pero estable. Riesgo menor al 5%.- anunció el asistente detrás del panel de control

Con creciente desesperación Patricia sintió como los tentáculos continuaban subiendo por sus piernas, mientras varios más aparecían desde el pozo oscuro. Enroscándose a lo largo de sus piernas ya alcanzaban sus rodillas, mientras que otros dos acariciaban su vientre subiendo lentamente hacia sus pechos.

-¡¡¡Saquenme de acaaaa!!!- gritaba Patricia

Los tentáculos ya llegaban a sus pechos, y habían segregado en su extremo un líquido viscoso de color verde pálido que cubría los pezones de Patricia. Por otro lado, los que estaban entre sus piernas habían hecho lo mismo disparando directamente sobre su sexo. Patricia comenzaba a sentir una suave excitación en esas zonas, un calor que parecía provenir desde adentro de ella misma.

-Noooo... esto no me puede estar pasando...- murmuraba una y otra vez

-Los apéndices han expelido el relajante. M15 pronto a copular con 273. Preparen escaneo de penetración.- anunció nuevamente un asistente

-¿¿Copulación?? Noooo... ¡¡Saquenmelo!! ¡¡Saquenmelo!!- gritaba ella

Los tentáculos sobre sus pechos comenzaron a retraer lo que parecía piel hacia adelante, formando una especie de boca que rápidamente se adueñó de los pezones de Patricia, provocando un gemido de placer en ese acto, que luego se mantuvo. Los de abajo, retrajeron la piel hacia atrás, dejando al descubierto dos apéndices muy similares a dos penes, con la piel retraída a 25cms sobre su base, dándoles un grosor adicional allí casi del tamaño de un puño humano.

-No...no...no... párenlo. Me está excitando, me estoy mojando.- murmuraba Patricia intentando cerrar los ojos y controlarse

-273 preparada para cópula. Fluidos lubricantes presentes. M15 lo detectará en breve. Sus apéndices están listos.-

Los tentáculos entre las piernas de Patricia iban y venían masajeando una y otra vez su clítoris y sus labios vaginales. La excitación ya era tremenda. Cuanto más contacto tenía con ese fluido mas se excitaba. Cuanto más se excitaba, mas se abría y más líquido penetraba dentro de ella.

Al borde de la locura, y totalmente consciente de lo irreversible de la situación, Patricia sintió como su sexo palpitaba en un dolor dulce deseando la penetración. No lo podía creer. Tampoco lo podría evitar. Totalmente desnuda, atada abierta de piernas sobre ese ser desconocido, sentía como su cuerpo la estaba traicionando, deseando ser tomada y penetrada hasta morir si fuese ese su destino.

-¡¡Son unos desgraciados!!- vociferaba ella mientras podía

La criatura se tomó su tiempo. Sin apuro pero sin detenerse continuó deslizándose por entre los labios vaginales de Patricia. Sus otros tentáculos hacían maravillas con sus pechos, que bailoteaban graciosamente mientras eran sorbidos por los tentáculos devenidos en bocas.

De repente, uno de los apéndices se colocó un poco mas vertical y fue deslizándose lentamente dentro de la vagina de Patricia. Entraba y entraba varios centímetros hundiéndose dentro de ella.

-¡¡Me está violando!! ¡¡ Ay...!! ¡¡Diossss!! No puedo estar gozando con esto.- decía Patricia

-Penetración concretada. Activen tomógrafo.- dijo un asistente

-Profundidad aproximada 37cms. Calor corporal del espécimen creciendo a 38.7.- acotó el otro

Como si se tratase de un pene, el tentáculo entraba y salía del sexo de Patricia, lenta y suavemente, aumentando el placer que ella sentía hasta hacerlo inocultable. Los muslos de ella se tensaban con cada penetración, y su boca se entreabría en deseo.

El otro tentáculo se colocó entonces sobre el primero y mientras acariciaba el clítoris empujaba al otro hacia abajo haciéndose lugar. Muy pronto comenzó a intentar penetrarla acompañando al otro tentáculo.

-¡No! ¡Desgraciado! ¡No masss! ¡Es muy grande!- suplicaba ella sintiendo la presión

-Segunda penetración inminente. Dilatación de 273 óptima. Se detecta un aumento en la secreción del estimulante por parte del M15.-

-¡¡¡Parenlo!!! ¡¡Me va a abrir en dos!!- gritaba Patricia

El segundo tentáculo se tomó su tiempo en ingresar, pero al cabo de un par de minutos dio su estocada final y se deslizó dentro de la vagina de Patricia tan profundo como había llegado el primero.

-¡Uhhh! ¡¡Mierda!!- dijo Patricia entreabriendo la boca intentando aguantar la potente sensación.

-¡¡Diossss!! ¡¡Me está abriendo al medio...!! ¡¡Qué demonios es esta cosa...!!- agregaba con su respiración entrecortada

Ambos tentáculos continuaban segregando el fluido viscoso dentro de ella. Era tal la cantidad, que ya chorreaba por las caras internas de sus muslos. Patricia no podía creer lo que estaba sintiendo. Todo su cuerpo era un mar de sensaciones placenteras. Los tentáculos que saboreaban sus pechos se habían dilatado más aún, llegando a engullirlos casi por completo, pese a su abundante tamaño. Sentía su sexo pleno como nunca antes lo había sentido, dilatado hasta límites impensados por ella, palpitantes de sensaciones intensas que amenazaban con volverla loca. El líquido dentro de ella la volvía una hembra en celo, hambrienta de placer sexual, dispuesta a permanecer en manos de esa cosa durante toda la vida si fuese necesario. Su mente, en cambio, estaba aterrada. Quizás era lo único que la separaba de un orgasmo devastador.

-Detecto una resistencia de 273 a liberar su energía sexual. La tomografía revela impresiones cerebrales negativas- dijo uno de los ayudantes

-Es necesario que pase el umbral. El M15 no la inseminará hasta que no lo haga. Adopten medidas de estimulación extra.- se escuchó a la Dra. Sánchez

-¡¡Nooo!! ¡¡Por favoooor!! ¡¡Déjenme en paaaz!!- suplicaba ella

Por debajo de ella apareció un pequeño vehículo robot. De sus costados se desplegaron dos brazos que pronto alcanzaron la ocupada vagina de Patricia. Mientras uno de ellos sostenía una micro cámara que permitía observar en primerísimo plano la zona, el otro desplegaba un cilindro rojizo que buscó y se apoderó de su ya inflamado clítoris.

-¡¡¡Noooooooooo!!!- gritó Patricia al sentir que el tibio cilindro vibraba.

-¡¡¡¡Desgraciados!!! ¡¡¡Degenerados!!! ¡¡¡Noo... aguanto... maassss!!!- lloró Patricia sintiendo lo inevitable

El orgasmo la envolvió tan violentamente que Patricia sacudió la cabeza una y otra vez, sintiendo como su cuerpo exigía al máximo las ataduras, convulsionando como nunca lo había hecho, sintiendo un fuego abrasador que la partía por su eje mientras gritaba y parpadeaba los ojos con rapidez en un vano intento de liberar toda esa energía que explotaba en ella.

-El M15 ha detectado la explosión sexual de 273 y se dispone a inseminarla.-

-Se detectan dos huevos en trayecto. Diámetro aproximado de cada huevo 4.8 y 5.2cms.-

En medio del devastador orgasmo Patricia escuchaba aterrorizada lo que mencionaba el asistente. En cuanto el orgasmo decayó Patricia gritó con todas sus fuerzas. Sin embargo, la paz solo le duró unos pocos segundos. Con gran maestría, los tentáculos dentro de ella continuaron su trabajo de estimulación comenzando el camino, mucho más breve esta vez, a un segundo y prolongado orgasmo.

-Los huevos ya están dispuestos para el trayecto final. Dilatación de 273 óptima. Posibilidad de desgarro menor al 15%.-

-Ahhhh.... ahhh.... noo... párenlo....ahhh... no voy.... a poder...- decía Patricia entre gemidos de placer

-Apertura del útero inminente... El M15 ya está segregando dentro del útero. Penetración total 48.5cms.-

-Uhhhggg... Noooo...No puede ser....- se lamentaba ya sin fuerzas Patricia.

Dentro de ella, los dos tentáculos segregaban sus fluidos dentro de su vientre. Sin poder hacer nada, y aún estimulada por las pulsaciones de los tentáculos dentro de ella, le sobrevino el tercer orgasmo. En ese momento sintió como la endemoniada criatura aprovechaba su estado, ingresando los enormes huevos dentro de su vientre.

-¡¡¡Ugghhhh!!! ¡¡¡Uhhhh!!! ¡¡¡Noooooooo!!!- gritaba Patricia mientras los sentía ingresar dentro de ella

Una extraña sensación límite potenció su orgasmo mientras los sentía ingresar. Las paredes de su vagina se expandieron al máximo para poder recibir el enorme bulto que ingresaba dentro de ella. Patricia sintió como si un puño se metiera dentro de ella. Una mezcla entre dolor, placer y esfuerzo límite que llevaba sus sentidos hasta puntos desconocidos.

Su mente no podía creer lo que estaba viviendo. Su cuerpo orgasmeando una y otra vez, sin poder contenerse, mientras sentía como esa cosa llenaba su vientre inseminándola, preñándola de vaya a saber que cosa. Exhausta de tanto esfuerzo, con su cabeza recostada sobre su hombro, ya no luchaba. Solo se dejó llevar al cuarto orgasmo, su cuerpo laxo, solamente sostenido por sus ataduras.

Para cuando el M15 retiró sus tentáculos y desapareció nuevamente por donde había venido, ya no tenía resistencia. Podía sentir como sus pechos palpitaban y ardían levemente de la intensa succión a la que fueron sometidos durante el tiempo que duró todo. Había podido sentir como los tentáculos sellaron la entrada de su vagina con otra secreción más espesa que el fluido estimulante que cerró su dilatado sexo.

-Experimento finalizado satisfactoriamente. El escaneo confirma que 273 ha sido impregnada de dos huevos de M15.- anunció uno

Luego de cerrar la tapa de piso, levantaron la pared de vidrio que los separaba de Patricia. Patricia, aun shokeada por lo sucedido, yacía sobre la cruz mecánica, que pronto la llevó nuevamente a la posición horizontal.

-Apliquen reconstituyente epitelial a 273. La necesitamos saludable para los otros experimentos- ordenó la Dra.

Los dos hombres se acercaron a ella y aplicaron un ungüento a los pezones y pechos de Patricia. Sus manos parecían regodearse con la tarea, y dedicaron muchísimo tiempo a manosear descaradamente sus pechos. También lo hicieron luego con su clítoris y su sexo, teniendo en cuenta no modificar el tapón natural que el M15 había dejado en su vagina.

Aún bajo los efectos del estimulante, Patricia sintió especialmente sensuales las manos y el tacto de esos hombres, soportando a su vez la vergüenza de sus dedos explorando su sexo, y la calentura de que esa sensación le daba.

-Bien. Buen trabajo asistentes. Coloquen al espécimen 273 en una celda de descanso tipo B. Damos por concluido el experimento. Han sido 2 horas muy productivas. Mañana retomamos los experimentos a las 08:30 puntuales.-

Totalmente devastada por la reciente experiencia, aun sintiendo sensaciones extrañas en su vientre Patricia fue llevada hasta una habitación. Allí la desataron de la molesta posición que ya comenzaba a acalambrarla, pero poco segundos después le colocaron un collar de cuero del cual colgaban dos cadenas con muñequeras donde fueron apresadas sus manos. El largo de la cadena le permitía cierto movimiento, por lo que Patricia, una vez sola comenzó a masajear sus irritados pechos. Sin embargo, cuando quiso hacer lo mismo con su sexo, sus manos tiraron de su cuello y por más que lo intentó no pudo lograr que sus dedos llegaran a la zona. Buscó alguna arista en la habitación como para raspar o al menos masajear su sexo, pero toda la habitación estaba acolchada.

Finalmente, sintiéndose tremendamente cansada y agotada, derrotada y utilizada, se durmió sobre el piso envolviéndose en posición fetal.