Quizas no lo entendía

Nuestro nivel amistad fue alto, pero pasaron cosas que dejaron al descubierto su verdadera perona.

Me ha pasado lo que nunca, hoy les voy a contar una historia que los dejara helados, ya que a mi no solo me ha dejado así, sino que también muy lastimada en los sentimientos.

Empiezo por el principio. Corría el año 1997, lo conocí por medio de mi mejor amiga en la secundaria, y nos volvimos amigos inseparables, su nombre era Nicolás. En esa época yo lo veía siempre, venía a buscarme al colegio o yo lo iba a buscar a el, íbamos a comer juntos, y charlamos mucho. Nuestra amistad fue un flechazo.

Después de unos años nos dejamos de ver, porque nuestras vidas habían tomado rumbos diferentes, yo me había puesto de novia, el consiguió trabajo en una discoteca, en fin, nos dejamos de ver. Vale la pena aclarar que en esa época que lo conocí, yo iba siempre a una discoteca de la zona en la cual vivo. Después de ponerme de novia, deje de ir.

Pasaron los años, y lo corté a mi novio. Y en el año 2003, lo volví a ver una vez que volví a esa discoteca. Me pasó su teléfono y nos quedamos charlando un buen rato, sin saber yo, de que el era amigo de un chico el cual yo en esa época tenía sexo apasionado y sin compromisos.

Volvieron a pasar los meses, cuando un día en ese mismo lugar, me invita unos tragos, y ya no solo eso, me invita a besar esos labios carnosos y a probar ese piercing en la lengua, aunque estaba alucinada de hacerlo; esperé su reacción cuando le dije lo de su amigo, y le aclaré que ya había terminado todo, me abrazó y me beso con una magnitud, que mi cuerpo entero estremeció de placer. Al salir de ahí, me llevó hasta mi casa, y como todo un caballero se despidió de mí.

No recibí su llamado, hasta 4 meses después, los primeros días de febrero del 2004, invitándome a una fiesta super prendida, y luego a bailar. Me pasó a buscar, y mi hermana nos acompaño. Estuvo toda la noche refregándome su miembro, besándome con el piercing en la lengua, al cual a todo esto yo ya me había hecho uno en el mismo lugar. Las campanitas sonaban cuando nuestras lenguas se abrazaban, y aunque el me pidió irse conmigo, no la quería colgar a mi hermana, así que lo bese, y me despedí hasta el día siguiente.

Me llama al día siguiente, para salir conmigo de vuelta a bailar, yo le digo que nos encontramos allí; yo había ido sola, así que fue una oportunidad para buscar algo mas de el que un beso, quería su cuerpo, cada vez que le tocaba la entrepierna sentía su miembro erecto y solo me lo imaginaba dentro de mí; el me besaba con pasión, me tocaba los pechos, y me acariciaba el rostro diciéndome que era la mujer mas hermosa, y que el siempre me había querido. Cuando me decido de irme con el, me dice que se sentía mal, y me dio todo un discurso de que el no se quería acostar conmigo y nada mas, y que me iba a llamar.

Pasaron los días, y yo pegada al teléfono.

Me llamó dos semanas después por mi cumpleaños, y me dijo que nos volveríamos a ver algún día, me dijo que me extrañaba.

Ese fin de semana, el día de los enamorados para ser exacta, vuelvo a ir a la discoteca, y cuando lo veo, me saluda frío con un beso en la mejilla, yo estaba que estallaba. Espero tranquila, y en la mitad de la noche, lo confronto y le pregunta que era lo que quería de mi, a lo cual el me contestó que no sabía. Tanto lo habré molestado, que terminé yendo a mi casa con el. Allí, y de eso no me cabe duda, le di la mejor chupada de su vida, no solo porque se hacerlo, sino que el piercing de mi lengua es muy erótico. Dejé que me tocara mientras yo se la chupaba hasta mas no poder, acabó en mi boca, y parte en su estomago, y yo con mis dedos, y mirándolo inocentemente, recogía su leche y me chupaba los dedos.

Fue ahí, cuando el balde de agua fría cayó en mí, me dijo que aunque yo le gustaba mucho, y era la única mina que lo calentaba, a el le gustaban los hombres; ya no se si en ese momento fue la ira o el dolor que me invadió, pero no pude decirle más que quería un abrazo; me dijo que no me lo podía dar, que no quería mentirme, entonces tome su cabeza y la apoyé en mi pecho. En ese momento lo escuche decir que aunque le gustaban los hombres, algo de hombre quedaba en el, y me tomó con fuerza, se subió encima de mí, y me penetró con ese gran miembro que la humanidad femenina esta perdiendo. Dentro de mi corrían muchos sentimientos, y uno de ellos y el mas importante fue el placer, la satisfacción del sometimiento, el dolor de mi vagina y explosión de dos orgasmos seguidos.

Después de eso, me besó, se vistió y se fue. Hace tres días que espero su llamado y si no lo llamaré mañana, por que a el le gustarán los hombres, pero a mi me cogió como una bestia.