Quise probar como era
Desde hacia un tiempo desee sentir que era ser penetrado...
Esta es mi primera experiencia homosexual que he tenido y hoy me atrevo a contar.
Hace unos meses, mas precisamente en el verano, se me ocurrió experimentar lo que desde hacía rato venía pensando, que era sentir, lo que sentía una mujer o un gay, al ser penetrado. Yo me considero heterosexual, pero desde hacía muchos años que venía pensando como sería sentir que un pene, duro y caliente, penetre e inunde el culo con semen, como sería el placer que sentía las mujeres con las que había practicado sexo anal, o el que sentía un gay al ser penetrado, y quise probar como era, pero la verdad no me animaba porque en mi ciudad me conocen todos y si le pedía a alguno que me penetrara se enteraría todo el pueblo y entonces decidí viajar a otra ciudad, esto después de pensarlo muy bien, masturbaciones por medio, ya que la idea me ponía erecto al máximo y solo me calmaba con una buena paja.
Al llegar a la ciudad, la que había elegido para cumplir con mi fantasía me entraron las dudas de nuevo; es una ciudad balnearia, o sea que en el lugar se puede encontrar miles de personas y hasta podía encontrar a alguien que me despejara mi incógnita, o mas bien me penetrara y así poder cumplir con mi deseo de sentir lo que siente una mujer o un gay.
Mis dudas fueron siempre sobre las enfermedades que se pueden contraer a través de la penetración, eso era una de las cosas que me habían frenado a concretar mi experiencia.
Bueno sigo, cuando llegue a esta ciudad, me instalé en un hotel modesto y casi intimo, para que si me animaba podría llevar a una persona sin que me hicieran preguntas y hacerla pasar y así cumplir con lo que había ido a buscar.
La primera noche me dije para inaugurar mi primera noche de vacaciones voy a salir a levantarme una mujer y otro día salgo a lo que vine y salí. Al llegar a un Pub, para tomar algo y ver si tenía algún levante vi que junto a la barra estaba una mujer bastante bien dotada sentada junto a la barra tomando no se que cosa, me le acerque la saludé y enseguida nos pusimos a charlar de cosas casi sin sentido hasta que le pregunté, con una frase hecha, que hacía una mujer tan bonita sola en un lugar como ese, y ella me contesto es que estaba buscando compañía, a lo que le propuse que como yo era turista la podía acompañar lo que restaba de la noche y hasta invitarla a un lugar mejor del que en donde nos encontrábamos y me respondió sin mas que bueno porque se sentía extremadamente sola, bueno vamos le replique, y nos fuimos luego de terminar nuestros tragos.
Cuando salimos observé que su andar no era muy femenino, pero no le hice caso; al llegar al hotel donde estaba parando y al entrar a la habitación, la hice pasar y cerré la puerta detrás de mi y me dirigí a encender la luz y ella me hizo un comentario que primero me erizó la piel, pero al instante sentí que mi sangre comenzaba a subir de temperatura y mi pene a crecer, el comentario fue que ella no era ella sino que era él, va que era travesti, pero que haría todo lo que le pidiera, entonces pensé que si ella o él o como sea aceptaba a ser penetrada y penetrarme estaría matando dos pájaros de un tiro.
Prendí la luz y como si no me hubiese importado lo que me había comentado me acerqué la tome de la cintura y la bese metiéndole mi lengua casi hasta el abismo de su garganta y comencé a acariciarla y meterle mano por todas partes incluso en su bulto que crecía al igual que el mío y ella me hacía lo mismo, luego de un corto franeleo, la hice sentar en la cama y le explique a que había ido a esa ciudad y ella me contesto que si andaba buscando ese tipo de experiencia de ida y vuelta (penetrar y ser penetrado) que ella me complacería, pero que no le gustaba el sado y que le gustaría que la hiciera sentirse mujer.
Y así comenzó todo, nos desvestimos y pude apreciar que sus tetas eran, como se diría, reales, que no eran relleno de brasier y que su pene era tan grande como el mío, de unos 17 centímetros por un poco mas de una pulgada de diámetro. Nos abrazamos y comenzamos a besarnos y luego fue bajando con sus besos y caricias por mi pecho, mi abdomen y hasta llegar enseguida a mi pija que estaba totalmente desplegada en su esplendor y casi de un bocado se la metió en la boca y comenzó a darme la mamada mas suave y tierna que nadie me había dado, saboreaba y degustaba cada instante de mi líquidos preseminales, hasta que no pude mas de sentir su lengua sus labios y hasta cuando pasaba sus dientes suavemente por mi glande y lancé mil disparos de semen que al sentirlos se metió toda mi pija en su boca para que pudiera acabarle casi en la garganta, mientras yo le acariciaba la espalda y el culo y tocaba su orificio anal metiéndole mi dedo medio casi hasta la mitad, cuando terminó de limpiármelo con su lengua me pidió que la penetrara, y no me hice esperar, ella se puso en cuatro patas, mientras me arrodillaba por detrás y apoyé el extremo de mi pija en la entrada de su ano y fui metiéndolo muy despacio, a recomendación de ella, hasta llegar al fondo y comencé con suavidad sacar y meter y hasta que comencé a acelerar el ritmo y ella irguió su cuerpo para que yo pudiera presionarle los pezones y poder hacerle correr una buena paja que controlé para que pudiéramos acabar juntos. Cuando acabamos, caímos los dos sobre la cama, yo todavía dentro de ese culo majestuoso, en un susurro me pregunta si quería experimentar lo que ella había sentido, pero lo único que no me dejaría era mamarsela, yo no pregunté porque, solo le dije que si era su deseo estaba bien. Me puse en cuatro patas como lo había hecho ella y ella se arrodilló detrás de mi pero no me penetró sino que comenzó a pasarme su lengua por mi culo y comenzó a meterme un dedo, la verdad que eso me impresionó un poco pero después me fui acostumbrando y luego me metió otro, y escuche que lo hacía para que me vaya acostumbrando a sentir lo que iba a sentir; luego de un rato vi que de su pequeño bolso saco dos sobrecito, uno era un preservativo y otro un gel para que la penetración no me doliera tanto, se puso el preservativo y me untó un poco del gel y lo demás lo desparramó por toda su pija, me entreabrió mis glúteos, sentí como apoyaba su pija y comenzaba e metermela muy suavemente, la verdad sentí un poco de dolor, pero con la suavidad que le iba metiendo casi se hizo imperceptible, hasta que sentí su pelvis contra mis glúteos y comencé a sentir el saque y mete que se iba haciendo mas rápido, y en el fragor de ese frenesí de sexo le pedí si podía sacarla para sacarse el condón y metermela de nuevo para sentir su semen dentro de mi; y de un tirón sacó la pija, se sacó rápidamente el preservativo y me lo volvió a meter, tan rápido que sentí un dolor como si m partiera por la mitad, me queje y ella me pidió perdón y me dijo que si no lo hacía así no iba a poder metérmelo de nuevo y entonces siguió suave con su saque y mete hasta que me erguí para que ella me apretara mis pezones y me corriera una buena paja también y hasta pudimos acabar los dos a la vez de nuevo, y sentí como ese líquido hirviente bañaba mis entrañas, nos acostamos de tal forma que ella me seguía penetrando, para darme otra buena cogida y fue enseguida, casi sin fuerza, que sentí que su semen llenaba las cavidades de mi culo. Luego de acabarme se quedo un rato hasta que se le salió la pija de mi culo y nos dormimos exhaustos de tanto sexo.
Al día siguiente, después de bañarnos juntos, caricias y besos por medio, fuimos a la cama para vestirnos y me pidió si la penetraba de nuevo porque quería llevarse algo mío adentro, bueno le dije pero que me dé un sobre de gel para poder penetrarla mas suave como ella me lo había hecho sentir, buscó en su bolso sacó un sobrecito lo abrió me vació la mayor parte sobre mi pija que aprovechó el mismo tiempo para masturbarme y hacérmela poner para dura y me dio el sobrecito y me dijo que lo otro se lo untara en el culo y así lo hice mientras me metí dos dedos y luego me acerque, le apoyé la punta de la pija y donde hice un poco de presión entró de un saque con mucha facilidad hasta que mis testículos casi tocaron los suyos y de ahí empecé a moverme hasta nos corrimos, los dos, una buena acabada.
Desde ese día no he vuelto a experimentar ese tipo de sexo y no creo volver a hacerlo, no me pareció tan malo, pero si lo hago creo que va a ser mucho mas adelante. La verdad nunca había sentido placer igual.