Quiero que sepan como mi tío me hizo mujer

Perder la virginidad con mi tío es lo más rico que me ha pasado, que hombre más rico, recio, brusco, violento, hace lo que quiere, posee, humilla, cosa que me complace, lo que quiera y como quiera, yo me dejo, con tal de tenerlo adentro

Ya conté como tuve mi despertar sexual, fue con mi tío, él es grande, alto, moreno, fuerte, hace mucho ejercicio, es muy sexy y caliente.

Yo soy baja, complexión mediana, tengo caderas amplias, nalgas grandes, cintura chica, soy bonita, sencilla, normal, tetas normales, soy blanca y mis pezones son rosados y chicos, para ese entonces, como solo me había manoseo él, algunas veces, porque vivimos en ciudades distintas, los tenía planitos y de vez en cuando se ponían duritos, pero no mucho y chiquitos.

Luego de una vez que no quise que me manoseara, se fue a coger con la empleada, que estaba bien buena, me quedé caliente, pero tuve que regresar a mi casa, desde entonces me masturbaba diario y muchas veces al día. Por cierto, el fue el primer macho de la chica.

Mi madre viajó al pueblo, me preparé para ir al colegio, mami salió para el bus, estaba pensando que esa noche iba a pasarlo muy bien, me iba a tocar y gemir fuerte una y otra vez.

Me disponía a salir a estudiar, cuando oí el timbre, así que fui a abrir y era él, mi tío, que ya sabía que mami llegaría el viernes y volvería el lunes.

Me dijo que vio salir a mi madre, que tenía algo que hacer en la capital, se quedaría el fin de semana y aprovechando, quería jugar un rato conmigo, me extrañaba, cada vez que cogía se acordaba de mí, se le ponía bien dura y se pasaba a las putas, pensando en que me metía la verga.

Respondí que debía ir a estudiar, pero dijo que no, que nadie se daría cuenta, así que salimos de paseo, lo acompañé a donde debía ir, fuimos a comer y tomó unas chelas, me obligó a tomar dos pastillas, regresamos abrazados, me fui a bañar, el se quedó en la sala, habló por teléfono, salió y se fue al baño.

Yo tenía puesto un shorcito de pijama y una camiseta, él salió del baño con la toalla en la cintura. Le dije que no quería jugar, era por miedo, no por ganas, pero me respondió que no me estaba preguntando. Yo si quería, me chillaba la cuca de ganas, se me contraía y la tenía mojada, me palpitaba, pero estaba asustada.

Me agarró de la mano y me llevó al cuarto de mi mamá, era de día, como las 4 de la tarde, se pegó a mi y me empezó a besar suavecito y luego más fuerte, me acariciaba encima de la ropa, la espalda las nalgas, apretaba mis caderas, me besaba el cuello, me dijo que quería hacerme mujer, que igual iba a pasar, así que era mejor que lo dejara cogerme.

Me siguió besando y lo abracé, por el cuello, pasaba mis manos en sus brazos, en la espalda, sentía su lengua en mi boca y me dije: Bueno pues igual si no le aflojo me va a violar, mejor lo gozo.

Me susurró al oído, mientras me manoseaba las nalgas por debajo del short, voy a dejarte bien cogida, se que quieres, siempre has sido bien puta y morís porque te la meta.

Me besó de nuevo y me preguntó: ¿Aún sos virgencita o ya te la metieron? Le dije suave si y me preguntó: ¿Si qué?, jalándome del pelo para atrás, apretándome una teta.  Le dije soy virgen. Me besó fuerte y me nalgueó.

Metió sus dedos por mi short y me hizo cosquillas en el clítoris, le dije que no me penetrara, quería que lo primero que me entrara fuera su verga, no sus dedos.

Me quitó la ropa y me tiró a la cama, se puso encima de mi y me besó, fue bajando por el cuello y me dijo que iba a hacerme pezón, me lo iba a dejar bien mamadito, me lamió las chiches, me las besó, me succionó y ya quería, yo los subía para que me los chupara más, se sentía bien rico, bajo por mi cuerpo, me mordió la cadera y me abrió la panocha, la vio y me la olió, me pasó la lengua bien rápido y me lastimaba, intenté quitar la cabeza, luego se puso el gallito entre sus labios y empezó a jalármelo hacía arriba y no pude más que gemir, abrirme bien y levantarle las caderas para entregárselas, se puso encima de mi y se empezó a moverse, con la verga encima, lo apreté con mis piernas, me estaba masturbando mi cuquita caliente con su pedazo de carne, se levantó y me puso la lengua en la cuca, me la metió ratito y que terminé en su boca, gemí bien duro, porque por allí no había sentido, le dije que rico, le hundí la cabeza, hasta que se me calmó la palpitación.

El se rio bien morboso y me dijo, tranquila puta, hay tiempo de chimarte, me quedé quieta y dejé que jugara con su pene en mi vulva, acariciaba por encima mi hoyo, luego subía por los lados y acariciaba mi clítoris y volvía a bajar, me la meneaba bien rico, estaba volviendo a sentir cosquillitas, me abrí y subí las caderas, supo que estaba lista y al bajar con la punta a acariciar mi hoyo, apretó poquito, no sentí dolor, ni nada, sentí rico, se acomodó con la pija bien parada en la mano, estaba sacudiendo suave la cabeza en la entrada de mi hoyo, de un lado a otro, estaba bien, podía sentirlo, de repente, metió otro poco y zas, sentí como si fuera una aguja, sentí como si se desgarrara un pedazo de tela.

Le dije, ay, no, no, duele, se rio y no la movió, la tenía en la mano con un poquito adentro, le dije que me dolía y el no respondía nada, me metió otro poco y yo intenté quitarlo, empujarlo pero era grandote, estaba llorando, me corrían las lágrimas, el me miraba apretando el labio, me dolía de verdad, me moví para empujarlo, pero me entró otro poco, chillé, le supliqué que me la sacara, le pedí por favor, que se la iba a mamar y tragarme su leche, se rió y me dijo, tranquila, no te la comas de una, yo decía auuu no por favor, sácala y le pegué en el pecho fuerte, empujándolo, se enojó y la cara cambió, sus ojos estaban mas vidrioso, serio, desencajado y me la dejó caer de un solo golpe, me entró toda y grité, chillé, lo intenté quitar, le grite, hijo de puta, maldito, sácamela, desgraciado, mierda, duele, el estaba encima de mi y yo no movía las piernas porque me dolía más.

Me dijo, de hoy en adelante eres mía, estás para mi y aunque te cases, tengas hijos, vas a tener que seguir dándome el cutorris, es más, si quieres yo te hago los hijos, te lo meto y te dejo preñada, perra. Su pelvis estaba apretando la mía, tenía su peso sobre mi cuca.

Le dije hijo de puta, déjame, me estas lastimando, lo estaba golpeando y podía sentir el garrote dentro, lastimándome. Cuando me calmé que dolía menos, la fue sacando poco a poco, jadeando, gimiendo, con los ojos cerrados, como derritiéndose y pues ¿Qué creen? Me gustó mucho, me dolía, pero me empezó a palpitar, lo sentía, su calor, su dureza, el ardor mientras salía, su cuerpo duro dentro de mi cuerpo, me estaba poseyendo, haciéndome su mujer, disfrutaba haciéndome llorar, lastimándome.

Salió su verga y me dolió mucho, me ardía, sentí un infierno mientras la sacaba, se vio la verga y tenía como fluidos con manchitas de sangre, no era sangre, me vio la cuca y la abrió, se rio burlonamente y me dijo, ya te la dejé reventada, me fui al baño y dolía chingo, lo dejé limpiándosela.

Salí con una toalla y busqué mi ropa, estaba enojada, no sabía ni como sentirme, tenía vergüenza, estaba cogiendo en la cama de mi mamá con mi tío, me había violado, me había penetrado, me había hecho su mujer, ya no era virgen, él había tomado mi virginidad, me había entregado a un macho y estaba destrozada por dentro.

Me jaló y me dijo, ya te dije que yo soy tu dueño y haces lo que te diga, le dije no, el me agarro del pelo y me quitó la toalla y me dijo, mamámela perra, que la tengo dura.

Me asustó verlo tan violento y pues, tiré una almohada y me puse de rodillas, ante él, me la fue metiendo por pocos y no podía respirar, aguanté como la mitad y me daba nauseas, me dejaba respirar, volvía a meterla, me levantó del pelo y me besó, me gritó en la cama en 4 perra, te voy a dar verga y me tiró, me puse en cuatro frente a él, me abrió las piernas y me jaló mas a la orilla, dejé las rodillas en la orilla y me quedaron los chamorros fuera, me abrió las piernas y me ordenó que abriera las “patas”, no las piernas, las patas y las abrí, con su mano desde la raya hacia la espalda me acarició con fuerza, me hizo agacharme toda, me hundió la cabeza en la cama y me quedé allí mientras me pasaba las uñas por la columna y empezó a besarme las nalgas, me abrió bien y empezó a jugar en mi panocha con la verga, me puse caliente otra vez, quería pero había dolido mucho, empezó a mamarme el culo, con una mano me lo tenía abierto y con la otra me estaba dediando el gallito de la cuca, jugaba con él y poco a poco empezó a lamerme el culo y el hoyo de la cuca, iba de un lado a otro, yo no podía más, jadeaba fuerte, creí que casi iba a terminar y cuando empecé a sentir bien rico, se levantó y me la dejó ir bien duro, no le entró mas que un poco, pero siguió metiendo, embistiendo, hasta que se acomodó.

No se movió, me dedió un poco y me decía, te la hubiera metido antes, putita, te gusta que te den riata, bien perra, me la aguantas dentro, te voy a coger hasta que te desmayes.

Me puse muy caliente con esto y como ya casi terminaba, pues me vine y me espantó el orgasmo, chillé, él se quedó allí, con el chile bien inflado, pegado a mi, penetrándome la cuca, estaba llorando y le pedía que me la sacara, que dolía, muy bajito, pero en vez de eso, empezó a empujar sin sacarla, me tenía bien agarrada de las caderas, y me jalaba hacía él con el palo dentro, solo empujaba sus caderas y yo intentaba irme para adelante, pero el jalaba, me dolía muchísimo, quería que ya terminara la tortura, pero empecé a sentir, dentro de aquel dolor, cosquillas en mi cuca, dentro y fuera, en la panza, ese dolor era delicioso, empecé a moverme contra él.

Me paró las caderas, la sacó y grité del dolor, la puso en mi hoyo y lo acarició con ella, empecé a gemir y me reventó, fuerte, grite, le dije chillando me duele, respondió perra te gusta la verga, te gusta estar montada y yo te voy a dar toda la verga, me la pones bien dura, sucia, me provocas, haces que me den ganas de cogerte más fuerte, ¿Querés más puta, cerda, sucia? no sé porque pero le respondí si, dame más y pues la empezó a sacar hasta la cabeza y metarla fuerte, hasta el tope, me dolía y me estaba haciendo mierda por dentro, pero necesitaba más de él, más verga, más dolor. Se quedaba, la sacaba despacio y me la dejaba entrar de un solo trancazo, se acostaba sobre mi y gritaba.

Quiero más, más rápido, más duro y pues el siguió en lo mismo, la sacaba hasta la punta y la dejaba ir de un golpe y yo chillaba y le decía quiero más y se restregaba, la sacaba y me reventaba de nuevo, me dolía todo por dentro, empezó a hacerlo más rápido y que terminé, sentí como se me contraía la cuca, pero terminar con la verga dentro, fue muy doloroso.

Chillaba y se la apretaba, él jadeaba, se quedó quieto, se reía, mi cuca se abría y se cerraba muy rápido, estaba llorando literalmente, jadeando, sentía como se le movía adentro, como estaba estirando las paredes de mi concha, se quedó allí hasta que dejé de llorar y entonces empezó a meter suave, despacio y yo chillaba, ya no era divertido, me dolía, le dije que ya no quería, q me la sacara, ni gestos, solo decía que rica estas, como aprietas mamita, uy que cerradita, como me la aprietas, me la destripas, la mejor puta que me he cogido, ay putita, mamita, ay mi amor, que rica estas, como estoy gozando metertela, como disfruto esta cuquita virgencita, quiero dejártela toda abierta, para que sepan que ya me la aproveché yo, uy putita, como me has hecho gozar mamita, yo chillaba y le pedía que no más y él seguía jadeando, gozando, sufre mamita, sufre, soy tu amo putita, chilla más, me pone mas caliente, cerda, entre más pides que te la saqué, quiero meterte hasta los huevos, ay así, me gusta más, que te duela, que llores, que supliques, quiero violarte mucho, se quedó quieto empezó a gemir y gritar, sentí como su leche empezó a salir, caliente, me ardía, estaba quieto, pero me jalaba hacía él, solo las perras se dejan preñar, me dijo entre jadeos fuertes y se desplomó encima de mi y caímos, su verga salió y se quedó encima de mi un rato, hasta que se le aguadó.

Se levanto, me dijo que me acostara de espaldas a él, me abrazo y me acarició un pezón y se quedó bien dormido, me soltó se volteó y fui al baño.

Esa madre dolía y ardía, disparé por poquitos y gemía del ardor, me dolían las piernas, la vulva, la vagina, las chiches, me tomé dos pastilla para el dolor, regresé a la cama toda abierta, como si hubiera montado a caballo, estaba bien adolorida, no podía cerrar las piernas.

Me acosté y desperté de madrugada, pero ya está muy largo, otra vez les cuento si me dejó en paz. Sssss me pone muy caliente recordar mi primera vez, me voy a ir a masturbar muy fuerte.