Quiero que mi esposa sea puta (3-por fin en person

Pongo un anuncio en una web de contactos y me contesta una pareja que desea que convierta en puta a su mujer.

Esta es la tercera parte de la historia. Por favor leanse antes “Quiero que mi esposa sea puta (Anuncio y decisión)” y “Quiero que mi esposa sea puta (2-preparación)”  para poder seguir la historia. Los capítulos son cortos por lo que la lectura es rápida y merece la pena

Por la mañana me levante con una erección terrible presintiendo que hoy sería una gran día.

Lo primero que hice fui a mirar el video que me envió el cornudo al whatsapp.

Sinceramente este video fue mejor que el anterior. En él se veía a la mujer atada a la cama, boca arriba con las piernas abiertas y con una mordaza en forma de “O” en la boca, que la forzaba a tener la boca abierta, dejándola lista para ser usada sin problemas.

El cornudo apenas tenía delicadeza, cogió un dildo de unos 20cm de doble cabeza, lo mojó en lubricante y se lo fue metiendo entero por el culo, hasta que desapareció completamente en él. Se veía a Sara con lágrimas en los ojos y que había estado intentando gritar, pero a él le dio igual. Después de eso encendió un pequeño vibrador en forma de bala, lo unto el lubricante y lo deslizó por su vagina. Parecía que también le había dolido a Sara, pero a los pocos segundos cambió su cara, se puso roja y empezó a respirar pesadamente. Parecía que le había empezado a gustar.

Mientras su mujer se calentaba cada vez más empezó a acariciar su cuerpo, a acariciarlo suavemente y a morder sus pezones.

Sara intentaba juntar sus piernas, pero las cuerdas no se lo permitían.  Cerró los ojos y sacó la lengua por la abertura de la mordaza, haciendo ruidos obscenos de placer. Empezó a retorcerse y se veía como de su culo empezó a asomarse el consolador que había puesto el cornudo anteriormente. En este momento el cornudo agarró dicho consolador y empezó a follarla el culo con él sin la menor delicadeza. En ese momento ella empezó a gemir cada vez más alto y cuando parecía a punto de correrse, le sacó el consolador entero y empezó a follarla la boca con él. La pobre parecía contrariada, no la habían dejado correrse y en cambio ahora estaba medio ahogada siendo follada su garganta por lo que antes había estado en su culo.

Al principio se retorció como queja pues la habían cortado el orgasmo y después se retorció con más fuerza pues al follarla su garganta, pero unos minutos después dejo que se lo hicieran sin apenas quejarse aceptando más de medio dildo sin problema.

Aquí se terminó el video y no pude evitar escribirles al whatsapp.

-Me ha encantado el video, esta vez lo ha bordado el cornudo. Ahora solo quedan los últimos detalles para esta tarde.

Quiero que hoy el cornudo elija un vibrador y un plug, los cuales insertará en su mujer para que los lleve hasta que nos veamos.

-Pero… si son las 8 de la mañana y no nos veremos hasta las 8 de la noche…. No aguantaré sin correrme. Hoy hasta el simple roce de la tela de la ropa me excita…

-Tendrás que hacerlo, pues tu esposo te ha cedido a mí y yo decido cuando te vas a correr. Pero voy a ser generoso pues aún estas aprendiendo…

Cuando no aguantes más y quieras correrte escríbeme y yo decidiré si te dejo.

-Muchas gracias maestro

-Y tú, cornudo, no me das las gracias por ser generoso con tu mujer

-Muchas gracias maestro por ayudar a mi esposa a estar cada día más salida

-Esta noche nos vemos en el Pub de Leganés que hablamos.

Empecé a arreglar mis asuntos, pero al medio día según comía con mi hermana me llegó el siguiente mensaje de whatsapp de Sara

-Maestro, no aguanto más, estoy a punto de correrme. ¿Por favor, permítame hacerlo?

-¿Dónde estás?

-Estoy en el baño de un restaurante. Había quedado con unas amigas hace una semanas y no pude cancelarlo.

-¿Que ropa llevas?

-llevo puesta una blusa, una falda corta y unas medias

-Entonces si tienes bragas y sostén, quítatelos. Sólo te permito que te corras cuando estés en la mesa comiendo delante de tus amigas. Si quieres evitarlo, sácate ahora las tetas de la blusa y retuércete los pezones para que ese poco de dolor te corten las ganas de correrte, pero tienes prohibido correrte si no es en la mesa, delante de tu amiga.

-Pero… si son mis amigas, me conocen de siempre y no puedo correrme delante de ellas

-Entonces no lo hagas, yo quiero que aguantes hasta que me veas sin correrte, pero me da morbo saber que tus amigas sepan lo zorra que eres, por eso te permito que te corras delante de ellas y me da igual que lo disimules como quieras. Asique tú decides si quieres aguantarte o mostrarle a tus amigas como eres en realidad.

Vete a comer con ellas y cuando termines escríbeme.

Disfruta de la comida.

-Gracias maestro

Yo continué comiendo con mi hermana sin que ella supiese nada. Cuando estaba a punto de montarme en mi coche para ir a casa me llegó el siguiente mensaje de Sara

-No sabes cómo estoy a duras penas he evitado correrme, pero estoy completamente salida, no paro de imaginarme a todo hombre que veo follándome y haciendo que me corra… Me muero de ganas de conocerte

-No temas, pronto me ocuparé de te corras hasta que te desmayes del placer.

-Ufff, me muero de ganas

El resto de la tarde se me pasó volando y me dio tiempo a terminar de preparar las sorpresas para este fin de semana.

A las 8 llegue al pub y les vi nada más pasar. Estaban tomándose una copa en la barra mientras miraban a todos lados buscándome, asiqué decidí hacerlos esperar un poco más, fui a la barra justo al lado de ellos y me pedí un wiski con coca cola.

Los pobres se veía decepcionado cuando vieron que fui a la barra y no a ellos, pero en cuanto me pusieron el cubata, me giré, me presenté, saludé a Luis y bese a Sara, aprovechando para tocarla el culo y notar que llevaba el plug de esta mañana.

No se resistió, es más se la notaba excitadísima, y el beso fue húmedo y profundo. Estuvimos un rato hablando y yo trataba a Sara como si fuese mi pareja. Hasta que nos terminamos la primera copa. Entonces le dije a Luis que se encargase de pedir la siguiente ronda y me lleve a Sara al baño.

Era un baño estrecho pero nos adaptamos. La pedí que se desnudase y dejase su ropa colgada en el pomo de la puerta. Lo hizo al instante, mostrándome su precioso cuerpo, tenía los pezones  duros, listos para que jugase con ellos y al pasar mi mano por su pierna, note que estaba tan mojada que su flujo se estaba escurriendo por sus piernas.

La estuve besando y metiendo mano durante un buen rato, hasta que decidí bajarme el pantalón,  e hice que me la chupase hasta correrme en su boca. Aproveche para hacerla varias fotos mientras me la chupaba, pero la que más me gustó fue la última en la que aparecía ella con la boca abierta y con mi semen llenándola. No la deje que se la tragase, pues tenía algo más en mente, se vistió y salimos del baño.

Le pedí a Luis que me dijese que le habían parecido las fotos, para que mientras hablase Luis, Sara pudiese seguir disfrutando del sabor de mi semen. Cuando terminó de hablar, le pedí que le acercase su copa a Sara.

Ella entendió que quería y dejo salir de su boca mi semen en su copa, lo removió con la pajita y mirando a su marido se la fue tomando, poco a poco.

Continuamos hablando mientras la metía mano hasta que nos terminamos nuestras copas.

Durante todo este tiempo un crio de unos 20 años estuvo mirando fijamente a Sara, asique antes de salir del garito me acerque al chico y le dije que nos siguiese.

Nos fuimos al coche, pero en el aparcamiento le dije a Sara, delante del crio chúpasela, pero no te lo tragues hasta llegar a casa.

Mi puta, ni siquiera contesto, se agachó, le sacó la polla al chico y se la empezó a chupar haciéndole una buena mamada hasta que se vació. Le salió tanta leche que la aún inexperta Sara no pudo evitar tragase un poco.

Nos despedimos del chico y el cornudo condució el coche hasta su casa, mientras yo seguía jugando atrás, comiendo sus ricos pechos y acariciando su entrepierna, escuchando como gemía mientras luchaba por mantener el semen en su boca.

Una vez llegamos a su casa le dije a Sara

  • No te olvides de darle las gracias a tu marido por entregarte a mí para que te convierta en mi puta. Traga y bésale en agradecimiento.

Mi puta no dijo nada, simplemente salto encima de Luis para besarlo con toda su pasión.

El beso fue más largo y profundo de lo que creía que sería, les tuve que separar pues Sara no le soltaba y les dije lo siguiente.

-Quiero que me enseñéis vuestro cuarto y mientras espero que mi Puta se lave los dientes, quiero que el cornudo se traiga una silla para él, pues hoy tu cama y tu mujer son míos.

Parecía que al cornudo le había encantado esa frase, pues se fue corriendo a por la silla y Sara al contrario parecía ahora algo más dubitativa, pero cumplió, saliendo además desnuda del baño. Se acercó despacio a mí, moviendo sugerentemente sus caderas, hasta sentarse encima mía y me susurró al oído… llevo todo el día esperándote.

Entonces empecé a acariciar lentamente su cuerpo, pero evitando sus puntos más sensibles. Ella no paraba de gemir y de suplicar que la follase que no aguantaba más, pero la hice esperar, seguí recorriendo su cuerpo hasta que decidí empezar a comerla los pezones, a veces suavemente como su fuesen delicados y otras de una forma más agresiva llegando a mordérselos. Ella gemía cada vez más alto suplicando y exigiéndome que la follase ya, que no aguantaba más.

Mientras estaba así baje mi mano a su vagina y empecé a acariciarla, notando la cuerda del vibrador. Tire de ella, hasta sacárselo.

Ella se retorció y gruño como queja, pero no pudo evitar correrse cuando por fin la penetré. Me quede quieto unos minutos hasta que termino de correrse y empecé a follármela. A veces se lo hacía lento, como si fuésemos novios, otras se lo hacía duro, rápido y profundo, hasta que terminamos los dos en un gran orgasmo, corriéndome dentro de ella.

Nos quedamos los 2 adormecidos en la cama, pero no pude evitar volver a tener una erección al poco tiempo, pues ese olor, el olor de Sara y el calor de su cuerpo me estaban excitando.

Me levante de la cama y vi a luis con cara de placer y un charco de leche justo frente a él. Se nota que lo había disfrutado, pero yo aún quería más. Puse a mi puta en la posición del perrito y le pedí, al cornudo que me ayudase a follarme ese culito. Él se acercó, retiró el plug de su novia y puso con delicadeza lubricante en su culo, apartó los cachetes y dijo

-Por favor fóllate el culo de mi novia, ella es muy puta y la encanta sentir un buen rabo en él

-No puedo negarme a tal invitación, asique manténselo mientras guio mi polla a él

Empecé a penetrarla despacio, hasta que la entro entera y ahí me quede un poco mientras ella se acostumbraba, pero una vez noté que se sentía cómoda y empecé follármela cada vez más duro haciendo que cada vez gima y grite más fuerte.

A su vez el marido pasó de susurrar a gritar

-Puta, como se nota que te gustan las pollas

Estoy seguro que te da igual quien te follen

Mira que al principio tenías dudas, pero no paro de oírte tener orgasmos

Zorra, ¿seguro que no recuerdas cuantos hombres han pasado por ti?

Hasta que me corrí en su culo, quedándome esta vez completamente seco y al sacar mi polla de su culo la escuche gritar por última vez esa noche. Pero esta vez se quedó tumbada con los ojos cerrados, teniendo espasmos y soltando algún suave gemido de vez en cuando. Al parecer estaba teniendo un orgasmo muy largo o muchos muy pequeños pero seguidos… sinceramente no lo sé y dudo que ella realmente lo sepa más allá, de que estaba disfrutando como nunca.

Ella y yo nos quedamos dormidos en la cama y al parecer el cornudo se fue al sofá del salón para no estorbarnos

Todo lo escrito está basado en mis experiencias, pero es mi imaginación la que escribe, por lo que sólo tiene parte de verdad y los nombres reales están cambiados.

Si deseáis contactarme podéis enviarme un mail a hastaelfinal1987@gmail.com