Quieres venir a dejar la maleta a casa?(1)
Marga es un poco más bajita que yo, unos pechos impresionantes que destacan por su forma erguida, un culito respingón fruto del duro trabajo aunque no en el Gym pero es que Marga no para quieta.
La tarde era muy calurosa, no es un buen comienzo pero que le vamos a hacer…. Es como yo lo sentía, había llegado hacia una hora a la estación de Sans en Barcelona, estaba cansado y con ganas de dejar la maleta, llame a un colega para quedarme en su casa.
- hola Aritz, que tal, entonces, tu hermana te comento lo de que me quedaba a dormir en tu casa? Si, sí, todo bien, tenía otros planes y me han fallado a última hora, ha vale, pues perfecto te veo en una horita.
Mientras caminaba hacia la plaza Cataluña, recibí un mensaje.
- Quieres venir a dejar la maleta a casa?-
Era Marga, una chavalita preciosa que habitualmente me acogía entre sus sabanas y sus senos… pero esta vez me había dado un toque, está saliendo con un chaval y quiere ser buena.
- No, hemos quedado que solo una cerveza no? Qué hay del ser buena y todo eso que me contabas?
- Hay no te pongas así, puedes quedarte en mi casa pero no sé si va a estar este o que podremos hacer, además ya te dije que no me sentía segura de todo esto, no quiero cagarla con David, es un buen chaval…
- Si es un buen chaval para que me llamas? Yo ya tengo otra casa…
- Venga, no seas así. Nos podemos ver y tomar algo en mi casa no?
- Bueno vale, te digo algo en media hora.
Lo estoy flipando, pensé. Lógicamente llamé a Aritz, que se rio con mis desventuras.. jajajjaaj, te pasa siempre igual. Tío, que las das? Jajajjaaj,
Aritz era el hermano de una de mis mejores amigas y confidentes por lo que tenía información de primera mano.
Me dirigí hacia la estació del Nord por donde vivía Marga, despacio, sin prisas. Viendo las tiendas, viendo los cambios y sorprendiéndome por algunas obras ya terminadas.
Al llegar a la casa, pensé anda que como vuelva a cambiar de opinión.. no vuelvo a contestarla… así, sin más preámbulos comencé a subir las escaleras pensando en Marga y yo..
Aún no he dicho como somos. A ver, yo la verdad es que soy del montón, 1,70, 5 o 6 kilos de más, ni guapo ni feo, listo como un conejo y con un arma de 17 cm que no es mucho pero tampoco poco, y me da el juego suficiente para luego demostrar mi valía, nadie se ha quejado a la cara al menos.
Marga es un poco más bajita que yo, unos pechos impresionantes que destacan por su forma erguida, un culito respingón fruto del duro trabajo aunque no en el Gym, pero Marga no para quieta.
Según iba subiendo las escaleras le mandé un mensaje, con ella ya me había tenido que esconder una vez en el armario para esconderme de un noviete con sobre altura (le calculo unos 17 cm extras en altura solo por mi parte y sé que Marga es de las que tiene caña para mí y para varios más así que no se… ) y no quería repetir…
- Hola, puedes ahora? Estoy en tu escalera.
- ….
- …..
- si, un momentito que tengo a una compi de piso hablando y no quiero que te vean entrar..
- okis
Esperé unos minutos y subí, volviendo a mandarle un mensaje.
Me abrió la puerta y me hizo pasar corriendo a su habitación.
- Espera un poco que termino con ella y ahora vengo.
Me dio un piquito en los labios. Y se retiró mientras le acariciaba el culo y ella emitía un tenue ronroneo..
Dejé las cosas encima de la cama y me dirigí a su escritorio, retiré algunas de las cosas para hacer sitio, cogí la vaselina y un gel de sabores, las esposas q siempre llevo conmigo cuando hay una mínima posibilidad de ver a Marga.
- Hola guapo, a ver, mira, quiero tomar una cerveza y que me cuentes como va tu vida, pero no nos pasemos.
Marga pasó delante mío mientras yo me levantaba de una silla y cuando me dio la espalda la abracé. La besé en el cuello mientras apoyaba mi polla que estaba durita aunque no al 100% en ese culito impresionante.
Los gemiditos se mezclaban con sus protestas, aunque no intentaba irse, solo tenía una especie de discusión consigo misma.
Se estaba poniendo cachonda, cuando le di un breve mordisco en el cuello, se terminó la conversación, ahora ya buscaba mis labios pero estaba en muy mala postura, comencé a acariciarla en culo, el abdomen, hasta llegar a los pecho que liberé en un rápido movimiento mientras la iba acercando a la mesa, todo lo del culo, el cuello e incluso el mordisco pertenecía a su propia fantasía que más de una vez me había contado y he de decir que no tenía perdida… : mordisco en el cuello=>cachonda perdida. Terminé de acercarla a la mesa mientras le quitaba la camiseta y le abría el pantalón.
Introduje la mano en sus bragas, empecé a recorrer sus labios ya húmedos y abiertos mientras marga con los ojos cerrados se dejaba masturbar. su respiracion se aceleraba y yo termine de acercarla a la mesa.
-Continuará….