¿Quién soy? (8)
Esperanza me llevó a la empresa familiar...
Esperanza me llevó a la empresa familiar donde trabajaba ella y la dirigía su marido Max, cuando entramos en recepción me vino una imagen a la cabeza de haber estado allí de pequeño, pero el edificio por fuera era muy diferente, había crecido mucho y trabajaba mucha más gente de lo que yo recordaba, me presentó a su marido y me dio una vuelta para que lo viera todo, estuvimos hablando de la empresa en su despacho, supongo que por deformación profesional de gustarme la contabilidad le pregunté cuanto facturaban al año y como iban los balances, Esperanza que no sabía muy bien de que iba todo eso me dijo que otro día me dejaría ver la contabilidad para que lo supiera, comimos juntos y me fui para casa.
Por la tarde me pasó a recoger Greta para llevarme a una fiesta que hacían los amigos que me presentó el día anterior, cuando llegamos a la casa de la fiesta aquello parecía una discoteca, un montón de gente por todas partes, la música a reventar que no se podía ni hablar y la gente bebiendo y tomando sustancias por todos los rincones, le hablé a Greta al oído gritando.
YO: Qué pedazo de fiesta tía.
Me miró sonriendo.
GRETA: Las fiestas que se hacen ahora son una puta mierda comparadas con las que organizabas tú, aquello sí que eran fiestazas chaval.
YO: ¿Yo organizando fiestas, pero qué dices?
GRETA: En tus fiestas nunca faltaba de nada, se pidiera lo que se pidiera allí estaba.
Seguíamos caminando entre la gente y llegamos a una habitación que estaban los amigos y algunas chicas, me preguntaron que quería beber y una chica me lo puso en la mano, estábamos todos alrededor de una mesa baja sentados en un sofá, de pronto uno sacó una bolsita enseñándosela a los demás que empezaron a gritar de alegría, cogían una pastillita y se la tragaban con alcohol, la bolsa corría de mano en mano, faltaba poco para que me llegara el turno a mí y me estaba poniendo nervioso.
YO: Greta, ¿qué es eso de la bolsa?
GRETA: ¿No te acuerdas?, tú eras el rey de esas pastillitas tío, prueba una a ver si te viene a la memoria.
Me llegó el turno, abrí la bolsa y cogí una pasando la bolsa a Greta, la miré, no me hacía mucha gracia tomar drogas aquellas alturas, pero pensé que a lo mejor me servía para abrir mi cerebro, me la metí en la boca y con un trago de whisky me la tragué, esperé el efecto y no noté absolutamente nada, llegué a pensar que aquello era un placebo y me estaban tomando el pelo, seguimos hablando y riendo todos, al rato empecé a notar algo en la cabeza que medio se me nublaba la vista, a la vez podía verlo todo clarísimo, era una sensación extraña, algunas chicas de las que habían se empezaron a quitar la ropa tirándose encima de los tíos, bajándoles los pantalones chupándoles la polla, Greta me quitó la camiseta y me desabrochaba el pantalón, de golpe me empezaron a llegar imágenes una detrás de otra de fiestas parecidas aquella pero todos más jóvenes, todo el mundo me buscaba a mí para que les pasara todo tipo de drogas, noté como Greta se subía encima de mi metiéndose la polla en el coño moviéndose, alrededor se estaba montando una orgía de la hostia, una tía follándose a uno y chupándosela a otro, otra con dos pollas en la boca, me volvieron las imágenes antiguas.
Yo estaba con los pantalones bajados en medio de un montón de gente y varias chicas se movían a mi alrededor chupándomela, metiéndome mano por todos sitios, una de ellas era Greta, di otro repaso con la vista por la habitación y todo el mundo follaba pegando gritos, a una de las chicas se la estaban metiendo por delante y por detrás, en ese momento un grito de Greta corriéndose me llamó la atención, me sentía mareado, me levanté subiéndome los pantalones, cogiendo la camiseta del suelo y salí dando tumbos de la habitación, pasando por el medio del mogollón de gente que algunos ya estaban desnudos riendo y muchas chicas enseñando las tetas, salí al jardín pasando la puerta a la calle, me apoyé contra la pared respirando fuerte intentando aclarar el cerebro pero no podía, salió Greta corriendo y al verme paró de golpe.
GRETA: ¿Estás bien Alex?
YO: No sé, me noto raro, ¿me puedes llevar a casa por favor?
Me acompañó al coche y me dejó en la puerta de mi casa, le pedí que me dejara solo, ella no estaba muy convencida pero le insistí en que se fuera, abrí la puerta y fue como entrar a otra casa con un fiestón del quince, había gente por todas partes tomando alcohol y drogas, todo el mundo me saludaba y me abrazaba, cerré los ojos con fuerza y se apagó la música, los abrí y estaba solo en medio del salón, caminé hasta la terraza para tomar el aire, al ver la piscina el cerebro me pegó otro flash, viéndola llena de gente bañándose en pelotas, algunos follando dentro del agua, en un rincón de la terraza estaba yo sentado con Greta al lado junto con algunos de los amigos que me habían presentado fumando alguna cosa rara, colocado de cojones, me tambaleé y me senté en una hamaca estirándome quedándome dormido, me desperté con la claridad del sol en los ojos, con un dolor de cabeza de puta madre, me levanté y llegué a la habitación volviéndome a estirar quedándome dormido al instante, sentí un sonido, levanté la cabeza para escucharlo bien y era el timbre de la casa, era Greta, se me quedó mirando.
GRETA: Por favor Alex, que mala pinta haces tío, estás hecho polvo.
YO: No lo sabes bien nena.
GRETA: Anda date una ducha que yo preparo café para cuando bajes.
Nos tomamos el café en la terraza, me puse unas gafas de sol porque la cabeza me estallaba con la claridad del día.
YO: Greta, ¿el que vi ayer sentado en ese rincón en unos sillones llenos de cojines contigo al lado y los demás alrededor fumando no sé qué mierda que nos tenía a todos colocados, era yo realmente?
GRETA (contenta): De verdad te acordaste de eso, ya te dije que eras el más divertido de las fiestas, al que todo el mundo buscaba para conseguir chicas o drogas.
YO: O sea, que era un camello.
Se encogió de hombros.
GRETA: Una casa así y los coches que conducías no son fáciles de mantener con veinte años Alex.
No dije nada, pero no me estaba gustando lo que estaba descubriendo de mi vida pasada, ni entendía la conexión con mi otra vida con Ana, mi mujer, después de tomar el café me despeloté y me tiré a la piscina, al contactar con el agua volví a ver al niño con un chaleco salvavidas flotando en el mar mientras un barco se alejaba, salí a la superficie y miré a Greta.
YO: Oye Greta, ¿tú crees que podríamos dar una fiesta en esta casa con unos cuantos?, no sé, diez o doce personas, algo íntimo pero a full.
Pego un salto y se puso de pie.
GRETA: Este es mi Alex coño, que ganas tenía de que volvieras a ser tú joder, dime cuando quieres hacerla y esta misma tarde empiezo a llamar a gente, ¡ja!, igual que antes, volvemos a estar arriba del todo.
YO: ¿El viernes noche va bien?
GRETA: Cuando tú quieras, la gente vendrá el día y la hora que tú les digas.
YO: Dime una cosa Greta, ¿Dónde viven mis padres?
GRETA: Donde van a vivir, donde siempre, en la casa más grande de la playa.
YO: Gracias bonita.
GRETA: Eso también me lo decías siempre.
Salí del agua cogiéndola por la mano llevándola a mi habitación, dejando todo el rastro del agua de no haberme secado, entramos y la empujé contra la pared besándola a lo bestia, le quité la camisa y ella se desabrochó los pantalones, la cogí por la cintura tirándola encima de la cama, le agarré los pantalones por los pies y estiré quitándoselos, la puse a cuatro patas con la cara mirando a mi polla y cogiéndola por el pelo se la metí en la boca follándomela, lo estaba haciendo por qué me salía de dentro pero no me reconocía, se la metía hasta el fondo, aguantando apretándole la cabeza contra mi polla, hasta que no veía que se ahogaba no se la sacaba, ella me miraba disfrutando de aquello, aunque le caían algunas lagrimas de las arcadas que le entraban cuando se la movía dentro de su garganta, cuando tenía la polla chorreando de su saliva le di la vuelta poniéndola a cuatro patas, le arranqué las bragas metiéndosela de golpe hasta el fondo haciéndole dar un grito terrible, me la follaba como un animal, solo pensando en mí, a ella parecía que le gustaba, se fue excitando y en un ratito se empezó a correr, yo noté como me subía la leche, antes de correrme dentro de su coño me mojé la palma de la mano con saliva pasándosela por el agujero del culo, se la saqué del coño y se la metí sin miramientos en el culo hasta el fondo empezando a correrme dentro, cuando acabé me estiré cansado a su lado, me miró sonriendo.
GRETA: Ahora sí que veo que estás volviendo a ser tú.
Pensé que menudo hijo de puta estaba hecho yo.
Me llamó Esperanza para invitarme a cenar en su casa con su marido, vivía por la misma zona en una casa espectacular, después de los saludos de rigor nos sentamos en la mesa.
MAX: Ya me ha explicado tú hermana los problemas que tienes de memoria, ¿cómo fue?
No quería dar demasiadas explicaciones.
YO: Un accidente, me di un golpe en la cabeza muy fuerte.
MAX: ¿Y en qué trabajas?
YO: En el departamento administrativo de la empresa de un amigo, estoy contento, vida tranquila.
MAX: Ya, si alguna vez piensas en venirte a vivir por aquí nosotros te podríamos dar trabajo, ¿verdad cariño?
ESPERANZA: Sí claro, pero no sé si tendrá ganas de vivir por aquí otra vez. ¿Cómo va Alex?, ¿con Greta has conseguido recordar algunas cosas?
La cabrona se iba riendo.
YO: Sí que voy recordando, pero no sé si me gusta lo que estoy descubriendo, no me esperaba que fuera así.
ESPERANZA: Pues es lo que hacías en aquellos momentos, ibas a la tuya y no escuchabas a nadie.
MAX: Eso a veces no es tan malo, uno tiene que saber que quiere y trabajar para conseguirlo.
ESPERANZA: Era el mafias de la isla Max, solo vivía para la fiesta con sus amigotes y hacer sus trapicheos.
Max me dio un golpe en el hombro riendo.
MAX: Viéndolo ahora no lo habría dicho nunca, con la cara de buena persona que hace.
YO: Esperanza, ¿crees que me voy a sorprender todavía más de lo que estoy cuando vaya recordando más cosas?
ESPERANZA: No te preocupes, deja que las cosas vayan pasando y ya me dirás, por eso te envié a Greta, sabía que con ella te volverían algunas cosas a la cabeza, ¿cómo va con ella?
YO: Bien, parece buena chica.
ESPERANZA: Tuviste una relación con ella bastante larga.
YO: Ya me acuerdo de eso, estábamos todo el día juntos.
ESPERANZA: Y creo que todavía siente algo por ti, cuando se lo dije el otro día que volvías se alegró mucho.
MAX: Mira que si vuelves con una antigua novia, igual si que necesitarás el trabajo.
Se puso a reír.
Acabamos de cenar y me fui para casa, cuando entré vi que había alguien en la terraza, era Greta.
YO: ¿Qué haces aquí tú sola?
GRETA: Te esperaba a ti.
YO: ¿Pero es que no tienes nada mejor que hacer que estar conmigo?
Se levanto del sillón que estaba sentada y se acercó a mí, me cogió la cara con las manos y me besó los labios.
GRETA: No tengo nada mejor que hacer porque quiero estar contigo.
Me volvió a besar.
YO: ¿Quieres tomar algo?
GRETA: Ya lo preparo yo.
Fue caminando hasta el mueble bar y me vino otra imagen suya en el mismo lugar, en otros tiempos éramos inseparable y ella estaba siempre pendiente de todo lo que necesitaba, recordé que yo con ella no era precisamente muy atento, pensé en la última vez que follamos como la traté y que ella parecía estar acostumbrada, llegó con dos copas y nos sentamos.
YO: Dime Greta, cuando estábamos juntos, ¿tú eras feliz conmigo?, o te hubiera gustado que fuera de otra manera.
Le dio un trago a la copa pensando.
GRETA: Ya te lo dije, eras el mejor tío que había en la isla.
YO: Sí, ¿pero tú eras feliz?
Me miró sería y se le humedecieron los ojos.
GRETA: Estaba tan enamorada de ti, tanto, que no me importaba nada de lo que hacías, te veía follar con otras delante de mí, me daba igual porque pensaba que dormirías conmigo y que ellas solo serían un pasatiempos, eras tan libre que no te comprometías a nada ni con nadie, cuando podía disfrutar de ti era por la noche cuando te dormías, te tenía entre mis brazos como a un niño, en ese momento eras solo mío, de nadie más.
Le acaricié la cara, ella giró la cabeza para atrapar mi mano entre su hombro y la cara.
YO: Siento haberte hecho daño Greta, no te lo merecías.
GRETA: Sabes que creo, que en el fondo que me trataras así me hacía estar más enamorada de ti, no tenerte segura me hacía estar a la expectativa.
YO: ¿Te quedarás a pasar la noche conmigo, por favor?
Me miró a los ojos sonriendo.
GRETA: Pensaba que no me lo pedirías nunca.
Apoyé mi cabeza en su hombro estirando las piernas mirando el mar, ella me pasó el brazo por detrás acariciándome el pecho.
GRETA: Habíamos estado tantas noches aquí como estamos ahora, ese era mi momento y lo disfrutaba como lo estoy disfrutando ahora.
Giré la cabeza besándonos en los labios, acabamos las copas y nos fuimos a dormir abrazados, sentía como si tuviera una deuda con ella.
Al día siguiente desayunando hablamos de la fiesta.
GRETA: Ayer estuve haciendo llamadas, al final seremos unas veinte personas, tendremos que pedir que nos traigan bebidas y algunas cosas para comer, si quieres me cuido yo.
YO: Mejor que lo hagas tú, dime lo que vale todo eso y lo arreglaremos, lo que me interesa es que venga gente que ya venía entonces.
GRETA: Cuando nos lo traigan lo puedes pagar con una tarjeta de crédito, y no te preocupes que todos los invitados son treintañeros, gente que ya venían en aquellos tiempos.
YO: Perfecto, eso es lo que buscaba.
GRETA: ¿Qué tienes pensado hacer?
YO: Quedarme contigo al lado sentado cómodamente en la terraza y ver como se mueve la gente, que hace, como se divierte, creo que podré recordar más cosas.
GRETA (sorprendida): ¿Te quedarás conmigo?, ¿sin pedirme que haga nada?, ¿solo mirando a los demás?
No quise ni pensar que le debía pedir que hiciera.
YO: Si tú quieres estar conmigo lo único que haré será estar por ti y mirar a los demás.
Se levantó y me dio un beso en los labios.
GRETA: Si hubieras sido así seguramente todo sería diferente ahora.
Ella se cuidó de todo, solo tuve que poner la tarjeta de crédito el día que nos trajeron todas las bebidas y algo de picar, instalaron una maquina de tirar cerveza en la terraza y llenaron las neveras de refrescos, para hacer combinados con un montón de botellas que dejaron donde pudieron.
La gente fue llegando el viernes noche con Greta presentándome a todos, se notaba que tenían tablas en el asunto porque funcionaban totalmente autónomos, ellos se servían las copas, ponían la música y se buscaban el sitio para estar, empezaron hablando y riendo todos con todos, parecía una fiesta “normal”, hasta que el alcohol empezó a notarse, nosotros estábamos sentados en la terraza en un sofá cómodo tomando cerveza, uno apoyado en el otro acariciándonos mirando a los demás, ya puestos con un puntillo la gente empezó a emparejarse, se veían algunos besándose y abrazándose o bailando juntos muy enganchados sobándose.
De pronto aparecieron las bolsitas con las pastillas, se las iban repartiendo como si fueran chuches y al poco rato una pareja se quedó en pelotas tirándose a la piscina, la siguieron algunos más, cerca de donde estábamos nosotros habían dos chicos y una chica sentados en otro sofá, ella se levantó y los chicos se bajaron los pantalones dejando la polla al aire, se arrodilló delante de ellos y se las empezó a mamar, primero a uno pajeando al otro, cambiaba de polla cada poco tiempo, los tíos se iban quitando la ropa hasta que se quedaron en bolas, la levantaron entre los dos, uno la sujetaba por los sobacos y el otro por las piernas que le metió la mano debajo de la mini falda, le arrancó las bragas tirándolas a la arena de la playa, le abrió las piernas y metió la cabeza en medio comiéndole el coño, mientras ella besaba al otro, cambiaron de posición y el tío le metió la polla en la boca, ella chupaba y le chupaban, los de la piscina ya estaban follando pegando gritos, los demás se espabilaban todos como podían, el trío volvió a cambiar de posición, con ella comiéndose la polla de uno y el otro se la metió follándola despacio.
Algunos fueron tirando cojines en medio de la terraza estirándose en ellos, en nada habían unos cuantos haciendo una orgia besándose y manoseándose todos con todos, la chica se sentó de espaldas encima de uno de los chicos y se comía la polla del otro, la orgía avanzaba con todos desnudos y los de la piscina ya se habían corrido, hablaban dentro del agua sujetándose en el borde, al chico que se la estaban comiendo la sacó de la boca y la giró para que siguiera cabalgando agachándole el cuerpo para juntarla con él que tenía debajo, así levantó el culo y le pudo apuntar la punta de la polla en el ojete metiéndosela poco a poco, la chica pegó un buen grito moviendo las caderas más rápido follándoselos a los dos, cada vez gemían más fuerte llegando casi al mismo tiempo a correrse los tres, cuando ella se levantó le salía leche por los dos agujeros, se sentaron los tres y levantaron sus copas para brindar.
Pensé que como lo estaban dejando todo al día siguiente tendría que llamar una brigada para que lo desinfectaran, la orgía seguía su camino, unos ya follaban, otros estaban chupando un coño o una polla, parecían coordinados y cada poco tiempo se intercambiaban unos con los otros, los de la piscina se habían vuelto a colocar follando, parecía que el tío que estaba detrás de ella se la estaba metiendo por el culo mirando los dos el mar, se movía muy lentamente y ella hacía cara de dolor y placer al mismo tiempo, de la orgía había gente que se corría y salía del grupo entrando otro u otra diferente, parecía que iban haciendo cambios como en el futbol para mantenerla siempre en acción, una chica estaba sentada con un tío a cada lado haciéndoles una paja a los dos consiguiendo que se corrieran al mismo tiempo, estos se apartaron y llegó otro que la puso a cuatro patas metiéndosela de golpe, ella pegó un grito, al abrir la boca alguien que pasaba por allí le metió la polla dentro, chupándosela con unas ganas que al tío le temblaban las piernas, a mi me iban y venían imágenes a la cabeza de diferentes sitios y los mismos resultados, sexo, drogas y desenfreno.
Pasaba la noche y todo el mundo se fue tranquilizando, poco a poco se fue vaciando la casa, los últimos fueron una pareja que vino corriendo de la playa en pelotas que se acababan de bañar en el mar, se despidieron parando la música y todo quedó en silencio.
GRETA: ¿Qué te ha parecido?
YO: ¿Así era como vivíamos?
GRETA: Y algunas de las fiestas eran más salvaje, una vez una pareja se pusieron a follar con ella sentada en esa barandilla, se cayeron los dos a la playa, todo el mundo se asomó pensando que se habían matado y ellos seguían dale que te pego en la arena.
Se descojonaba de risa tapándose la boca, le agarré la mano y nos levantamos, cerramos la puerta de la terraza y la de la calle que se la habían dejado abierta, subimos a la habitación, la besé con cariño pasándole la lengua por los labios a la vez que le quitaba la camiseta y la mini falda, ella me quitó la mía y me bajó los pantalones con la ropa interior, besándola la fui acompañando con el cuerpo estirándonos en la cama, me arrodillé en medio de sus piernas quitándole las bragas, le metí la mano en el chumino mientras me estiraba encima volviendo a besarla, me rodeaba la espalda con sus brazos, cuando el chocho estuvo lo suficiente mojado fui orientando mi polla para metérsela poco a poco, bajó sus manos de mi espalda al culo apretándomelo cada vez que se la metía, marcando el ritmo sin dejar de besarnos, lo fuimos aumentando jadeando y gimiendo, empezó a mover sus caderas para acoger mejor mi polla en su coño y en poco tiempo parecía que estaba a punto de correrse, se mojó un dedo metiéndoselo en la boca y lo bajó hasta mi culo poniéndolo en la entrada del agujerito, se empezó a correr moviendo los dos las caderas, me metió el dedo follándome el culo haciendo que me corriera y le llenara el chocho a lechazos, me sacó el dedo y nos quedamos quietos respirando acelerados recuperándonos, tenía la cabeza al lado de la suya, me la levantó y me besó mirándome a los ojos, me puse a su lado, me abrazó y nos quedamos dormidos.
Me desperté solo en la cama, bajé al salón y entré en la cocina, se había ido, desayunando le envié un mensaje que no me contestó, la llamé y no me cogió el teléfono, la que si me llamó fue mi hermana para saber si quería ver la contabilidad de la empresa y que le diera mi opinión, quedamos en su casa.