¿Quién soy? (15)

Llegó el día, las dos se vistieron lo más sexi...

Llegó el día, las dos se vistieron lo más sexi que pudieron, con unos vestiditos que creo que las engañaron al comprarlos porque para mí que les faltaba ropa para acabarlos, eso sí, que guapas estaban con ellos, fueron llegando los invitados, la puerta de la casa estaba abierta de par en par, la gente entraba y nos venía a saludar en la terraza, donde nos habíamos reservado un sofá grande para nosotros, aquello era como pagar la entrada, se presentaban dándonos unos besos y ya podían deambular por la planta baja y la terraza, en las escaleras habíamos puesto una cinta para que nadie subiera a las habitaciones, si querían follar que se fueran a la playa coño que era muy grande, en el sofá de al lado nuestro se pusieron mis amigos más directos con los que hablábamos y bailábamos, Berta estaba muy atenta a todo, las copas empezaron a hacer su efecto y un poco más tarde aparecieron las bolsitas con las pastillas del desenfreno.

No dejé que Berta se tomara ninguna ni lo hice yo, Greta si lo hizo y al poco rato desapareció en medio de la gente que empezaba a besarse y magrearse unos con los otros, Berta se enganchó más a mi cuerpo pasándome el brazo por detrás, la gente se desnudaba y se empezaban a ver las parejas y tríos que se juntaban empezando a magrearse, Berta miraba con los ojos muy abiertos, les dije a dos amigos que estaban en el sofá de al lado, amigos que antes había hablado con ellos para que estuvieran allí en ese momento, que se desnudaran, se pusieron de pie y se fueron quitando la ropa hasta quedar totalmente en pelotas, a Berta se le fueron los ojos al momento, aquellos dos tíos tenían unas pollas enormes, por eso los escogí.

YO: ¿Te gusta Berta?, eso sí que son pollas grandes y no la mía.

Me miró a los ojos.

YO: Están ahí para ti, solo tienes que acercarte a ellos y hacer lo que quieras.

Berta me volvió a mirar con ganas de comerse aquellas pollas y yo le di un pequeño empujoncito para que se levantara, se puso en medio de los chicos y cogió una con cada mano midiendo lo grandes que eran, las empezó a pajear, después se arrodilló y se metió una, o lo que pudo de una en la boca chupándola mientras seguía dándole con la mano a la otra, cambió varias veces de una a la otra, se levantó y se quitó el vestido dejándolo a mi lado, se bajó las bragas y me las tiró encima, yo las cogí y me las puse en la nariz oliéndolas notando la humedad que había dejado su coño, uno de los chicos se estiró en el sofá, ella se sentó encima metiéndose la polla moviendo las caderas de lado a lado para dilatarse, se la fue metiendo poco a poco soltando el aire de sus pulmones a la vez que gemía fuerte, el otro se le puso delante y siguió chupándole el cipote mientras no dejaba de gemir por el pollón que la estaba taladrando, se corrió pegando unos gritos enormes, se la sacó de la boca apoyando las manos en el sofá, el chico de debajo le comía las tetas y el otro se puso por detrás pasándole la mano mojada de saliva por el culo, Berta levantó la cabeza abriendo los ojos mirándome, sabiendo lo que le iban a hacer, le apuntó la polla y se la fue metiendo lentamente en el culo, hasta tener el capullo dentro, volvió a gritar quedándose quieta, el tío se la fue metiendo hasta tenerla casi entera dentro follándola, cuando se le lubricó el culo se empezó a mover ella follándose aquellos dos pollones, se excitaba muy rápido y sabía que en cualquier momento se volvería a correr, me levanté y me saqué la polla metiéndosela en la boca.

YO: Si quieres tener la experiencia tendrás que tenerla completa, que te follen por todos los agujeros.

Al poco tiempo de estar dándole por delante, por detrás y por la boca se empezaba a correr de nuevo, los chicos también se corrieron llenándole el culo y el coño de leche, yo la saqué para hacerme una paja rápida, aprovechando que ella tenía la boca abierta del orgasmo para correrme y tirarle los lechazos dentro de la boca y la cara, los chicos se levantaron y se fueron, Berta se quedó seria en el sofá hecha un ovillo con los ojos cerrados, la cogí en brazos y la subí a nuestra habitación, la dejé encima de la cama para abrir el agua de la bañera y esperar que se llenase, la volví a coger en mis brazos y la puse dentro suavemente, no decía nada y estaba con la mirada perdida, cogí una esponja con jabón y se la fui pasando por el cuerpo para limpiarla, me miró a los ojos y le empezaron a caer unas lágrimas por las mejillas, le di un beso en la frente.

YO: Ya está cariño, ya ha pasado todo, ahora te secaré y nos meteremos en la cama para dormir juntos como siempre.

Berta me sonrió levemente, dejé que se relajara un rato dentro del agua, la levanté secándola con una toalla con mimo, la cogí pasándole las manos por la espalda y por debajo de las rodillas llevándola a la cama con sus brazos alrededor de mi cuello, me desnudé y nos abrazamos quedándonos dormidos.

Al día siguiente la parte de abajo de la casa y la terraza estaban hechas una mierda, con varias bragas tiradas, una de ellas las de Berta, recogimos un poco lo más gordo y llamé a una empresa de limpieza para que vinieran a dejarlo todo en condiciones, cuando llegaron cogimos las toallas y nos fuimos a la playa, estábamos tomando el sol.

YO: No me has dicho si lo de anoche te gustó o no.

Berta se puso roja de vergüenza y giró la cara para no mirarme.

BERTA: Me da mucha vergüenza, yo no pensé jamás verme en una situación así.

YO: ¿Pero te gustó o no?

BERTA: Claro que me gustó, pero lo encuentro muy fuerte y más contigo delante, es una sensación extraña de culpabilidad por no serte fiel y placer por la situación.

YO: Es sexo Berta, nada más que sexo, tener la libertad de cumplir cualquier fantasía.

BERTA: Pero a veces las fantasías son mejores si no las cumples, así siguen siendo fantasías.

YO: O cumplirlas y disfrutarlas al cien por cien.

Me acarició la cara y me besó en los labios.

BERTA: ¿Tú las has cumplido todas o te queda alguna por hacer?

YO: De lo que recuerdo de hace años me parece que no me queda nada por hacer, ahora fantaseo contigo, a mi me gustó lo de anoche y me puso muy cachondo.

BERTA: No sé si yo podría ver cómo te follan varias tías.

YO: Ya me viste con Greta en el trío que hicimos.

BERTA: Pero es diferente, antes ella me había hecho a mí…, bueno ya lo sabes, había un poco de confianza, pero con tías que no conozca de nada no sé.

YO: Es sexo Berta, nada más.

Tomamos el sol, nos bañamos en el mar, comimos en él chiringuito y volvimos por la tarde a casa con todo organizado y limpio.

Se acababan las vacaciones, Berta me sacó de nuevo el tema de quedarnos a vivir allí, esta vez le cogí la palabra rápidamente estando de acuerdo, me había metido de lleno en la vida de Alex y me gustaba.

Berta se preocupó de llamar a todos los clientes que teníamos para despedirse de ellos, yo hablé con Roberto para llegar a un acuerdo con la empresa, quedamos en que trabajaría desde allí y que un par de veces al año pasaría varios días en su empresa para solucionar algunas cosas si hacía falta, hablar con mi hermana fue fácil porque estaba deseando que lo hiciera y me propuso llevar el negocio a medias, Berta se tenía que pensar que hacer, si quería trabajar o no, la dejé que tomara la decisión tranquilamente, económicamente no nos hacía falta y era cuestión de estar ocupada en algo que otra cosa. No cambió nada, lo único que por las mañanas me iba a trabajar y a partir de la hora de comer teníamos toda la tarde para nosotros, de Greta no sabíamos nada desde el día de la fiesta, así era ella, aparecía y desaparecía como el Guadiana

Una vez instalado en mi despacho nuevo le dije a Berta que se pusiera un vestido para que lo viera, era bastante grande con una zona de sofás para descansar o tomar algo en algunas reuniones informales, cerré la puerta y se lo enseñé, la mesa, la biblioteca, el cuarto de baño, las vistas que tenía, el sofá, que le pedí que se sentara y abriera las piernas para enseñarme las bragas, me miró sonriendo y las abrió mucho dejándome una panorámica que me ponía caliente de cojones, me acerqué sacándome la polla para que se la metiera en la boca sentada como estaba, me pasó la lengua por la punta y despacio se la fue metiendo más adentro hasta llegar a la campanilla sacándola succionando, me aparté y le metí la mano en el coño por encima de las bragas levantándola, le hice apoyar las tetas encima de la mesa y sacar el culo, le levanté la faldita del vestido bajándole las bragas hasta las rodillas, me puse detrás y le metí la polla en el coño hasta el fondo, ahogó un grito y le di una marcha a mis caderas todo lo rápido que podía penetrándola, mirando como Berta se tapaba la boca con la mano para no hacer demasiado ruido, aguante hasta que se empezó a correr dejándole ir los disparos de leche dentro de su chocho.

Me aparté guardándome la polla por miedo que alguien pudiera entrar pillándonos, ella fue al cuarto de baño con la mano tapándose el coño y las bragas en las rodillas, salió con una sonrisa de niña mala y nos besamos en los labios, en aquel momento entró mi hermana, nos fue de un pelo que no nos pillara follando como locos, abrazó a Berta dándole dos besos, me dijo que había seleccionado a varias chicas para que las entrevistara y seleccionara una secretaría al día siguiente, pasamos la mañana con Berta y nos fuimos a comer antes de ir a casa, durante la comida.

BERTA: ¿Y tú, vas a escoger a la secretaría?

YO: Si quieres venir mañana y escogerla conmigo no tengo ningún problema.

BERTA: Es que si la escoges tú, me puedo imaginar cómo será.

YO: Ah sí, ya te lo imaginas, ¿y cómo será?

BERTA: ¿Qué cómo será?, la más putona que encuentres que te conozco.

YO: Pues ven conmigo y me ayudas a escoger la más puta que te guste.

BERTA: ¿Yo te tengo que escoger a la secretaría para que te la folles?, un poco fuerte ¿no?

YO: Para que me la folle y para que le comas tú el coño también.

BERTA (sorprendida): ¿Cómo?

YO: Que nos sirva a los dos, que nos guste a los dos para tirárnosla, ¿lo entiendes?

Me miró con una sonrisilla pensando en lo que le estaba diciendo.

BERTA: De acuerdo me apunto.

Al día siguiente estábamos puntuales atendiendo a la primera candidata, a todas Berta les hacía algunas preguntas de su experiencia en la empresa, otras personales hablando con ellas distendidamente para sacarles si tenían novio o estaban casadas, entre los dos valorábamos el físico cuando se iban, pasaron varias, una muy sería, otra de carácter parecía bien pero físicamente no nos convenció, pasaban una detrás de otra y por una cosa u otra no nos cuadraban, cuando llevábamos un par de horas entró mi hermana entre una entrevista y otra.

ESPE: ¿Qué pasa, no encontráis lo que buscáis?

Berta la miró sonriendo.

BERTA: Pues ya ves Esperanza, de momento ninguna está a la altura.

Espe nos miró riendo.

YO: Hermanita, yo necesito una secretaria para que me archive cuatro papeles, me pase las llamadas y me llame a quien yo quiera, no me hace falta una eminencia.

ESPE (riendo): Esperar que creo que tengo la candidata que buscáis, se llama Isabel, voy a hablar con ella y os la envío, cuando salió se deshizo de las que estaban en el pasillo para la entrevista.

Estuvimos esperando un rato y llamaron a la puerta, Berta levantó la voz para que pasara y se nos presentó una “tiarrona” rubia con unas tetas impresionantes, llevaba una mini falda marcando un tipazo acojonante, nos miramos con Berta dándole el visto bueno por el físico, le dije que se sentara y al hacerlo nos enseñó las bragas cruzando las piernas.

CHICA: Hola, me llamo Isabel pero todo el mundo me conoce como Isa, soy administrativa y la directora me ha dicho que podría tener una buena oportunidad de ascender siendo su secretaría personal.

Berta la miraba a los ojos sonriéndole, me parece que le gustó más a ella que a mí.

BERTA: Muy bien, ¿y hasta donde puedes ser de personal?

Isa le devolvió la mirada a los ojos pillando perfectamente por donde iba Berta.

ISA: Todo lo personal que ustedes quieran, vivo sola y sin ningún compromiso.

BERTA: Muy bien, ¿quieres cerrar la puerta por favor con el pestillo?

Isa sonrió de forma picarona y cerró la puerta, Berta le hizo una señal con el dedo para que se situara delante de donde estaba ella sentada a mi lado, le miró a los ojos sonriendo y le levantó la mini falda hasta la cintura dejándola en bragas, le metió la mano en medio de los muslos y fue subiéndola despacio sin dejar de mirarla, Isa no le apartaba la mirada dejándose hacer, le metió la mano en medio del coño por encima de las bragas acariciándola, Isa levantó la cabeza mirando al techo dando un suspiro, Berta siguió moviendo sus deditos haciéndola gemir.

BERTA: Alex, Isa es una buena candidata, ya tiene las bragas mojadas la guarra.

Isa la miró con cara de vicio y Berta le metió la mano por dentro de las bragas, haciéndole una paja que se podía oír el rozamiento de sus dedos con el chocho.

BERTA: Cariño sácate la polla a ver si pasa la siguiente prueba.

Me eché para atrás en las silla desabrochándome el pantalón, me metí la mano dentro y me saqué el ciruelo, ya lo tenía medio empalmado de tanto “sobeteo” que Berta le estaba dando en el coño a Isa.

BERTA: Muy bien Isa, como buena secretaría qué harías en un caso así.

Isa agachó la cabeza y se metió la polla en la boca pegándole un par de succiones que me levantaron de la silla poniéndomela tiesa a más no poder, al agacharse sacó el culo y Berta le cambio la mano de delante a atrás metiéndole un dedo en el chocho.

BERTA: Que puta es, está tan mojada que no se ha ni enterado de que le he metido un dedo en el coño.

Hizo que se levantara, la giró para tenerla delante de ella y le cogió las bragas por los lados bajándoselas hasta las rodillas.

BERTA: Va siéntate encima de esa polla y métela hasta el fondo, quiero ver cómo te corres como una zorra.

Isa me cogió la picha con la mano, se la apuntó en el agujero del coño mientras se sentaba dándome la espalda clavándosela hasta el final gimiendo, se empezó a mover arriba, abajo y adelante atrás, yo le pasé las manos por delante abriéndole la camisa, sacándole una teta de debajo del sujetador apretándosela, Isa se movía cada vez más rápido corriéndose intentando no gritar demasiado, Berta le estiró de un brazo para sacarla de encima de mí y la arrodilló a su lado, se arrodilló también cogiéndome la polla con la mano empezando a chuparla y succionarla fuerte, con la excitación que llevaba de la follada con Isa me corrí bastante rápido dentro de su boca, se giró y le dio un morreo a Isa pasándole el semen de su boca a la de la otra cayéndoles por los labios chorritos al suelo. Se levantaron las dos mirándose, Berta le metió mano en el culo agarrándoselo bien comprobando su dureza y le dio un buen cachete, le subió las bragas y le bajó la falda, se besaron.

BERTA: Ven conmigo a lavarnos la boca que te has ganado el puesto de trabajo, mañana por la tarde no hagas planes que vendrás a nuestra casa para seguir trabajando.

Berta me miró con una sonrisa y yo se lo confirmé con la cabeza, cuando salieron Isa de despidió con una sonrisilla maliciosa.

ISA: Muchas gracias, hasta mañana jefes.

BERTA: Hasta mañana cacho guarra.

Cuando Isa cerró la puerta detrás de ella.

YO: Nena te has pasado un poco insultándola ¿no?

BERTA: Calla que es tan puta y guarra que me pone cachonda, tengo unas ganas de comerle el conejo que no te lo puedes imaginar.

YO: Tú eras muy modosita cuando te conocí y cada día estás más suelta.

BERTA: Es lo que me apetece, y a ti te gusta por lo que veo.

Reímos un rato, ella no sé de qué, yo lo hacía por el cambio que le veía a Berta, de una chica “normal” estaba pasando a una degenerada sexual que me sorprendía hasta a mí.

Berta al día siguiente se vino también al trabajo, estuvo casi toda la mañana ayudando a instalarse en su mesa a Isa, hablando con ella cogiendo confianza, al medio día salimos los tres de la oficina para comer en casa y seguir “trabajando”, cuando acabamos de comer nos sentamos en el sofá.

BERTA: Isa, ya sabes que has venido a trabajar esta tarde ¿verdad?

ISA: Sí, claro.

BERTA: Pues ven aquí que me vas a comer el coño, a ver como lo haces.

Isa se levantó sonriendo y se arrodilló delante de Berta, yo me puse de lado para verlo todo, le metió las manos por debajo de la falda y le bajó las bragas, yo extendí la mano para que me las diera y me las puse en la nariz oliéndolas, Isa metía la cabeza entre las piernas de Berta y le chupaba el chocho con las manos de Berta cogiéndole la cabeza, rápidamente empezó a gemir con Isa muy enfrascada en su labor, al estar arrodillada levantaba el culo, yo me puse al lado estirando el brazo metiéndole mano en el culo y el coño por encima de las bragas, me desabroché el pantalón y me saqué la polla haciéndome una paja.

BERTA: Tú, pedazo de puta, vas a dejar que tú jefe se haga una paja, cógele la polla y se la haces tú coño.

Isa sacó una mano de no sé dónde, me agarró el cipote siguiendo con mi paja sin dejar de darle lametones al coño de Berta, que ya estaba a punto de correrse mirando como la mano de Isa movía mi polla, pegó un grito y se corrió apretándose la cabeza de Isa contra el chumino, la cogió por los brazos colocando a Isa en el sofá, se puso Berta delante estirándole de las bragas quitándoselas, le metió la mano en el coño introduciéndole dos dedos en el agujero.

BERTA: Que mojada está la guarra, ¿tienes ganas de correrte?, pues yo te voy a hacer correr como una perra.

Empezó a meter y sacar los dedos dentro de su coño frotándoselo a la vez con la palma de la mano, sacándole unos gritos tremendos a Isa, yo metí la cabeza debajo del culo de Berta que estaba arrodillada en el alfombra, al verme lo bajó para ponerme el coño encima de la boca, chupándoselo por todos lados, Isa gritaba como una loca y yo le lamía el clítoris a Berta para que gritara con ella.

ISA: No, por ahí no por favor.

Berta le estaba metiendo un dedo en el culo sin parar de follarla con los otros dos.

BERTA: Tú te callas pedazo de guarra, que nadie te ha dado vela en este entierro.

Se lo acabó de meter de golpe hasta el fondo pegando Isa un gritito de dolor y placer, yo me seguía esmerando en comerle el chichi para hacer que se corriera de nuevo, ella tenía a Isa pegando unos gritos tremendos acabando corriéndose, intentando cerrar las piernas que Berta le sujetaba para que no lo hiciera, Berta la cabrona seguía dándole a la mano teniendo a Isa pasada de gusto hasta que esta se incorporó, besó a Berta metiéndole la lengua en la boca en el momento que también se corría por mis lametazos, se sentaron una al lado de la otra.

ISA: Yo seré muy puta, pero tú eres una guarra y más bruta que un “arao”.

Se pusieron a reír las dos, cuando se recuperaron Berta me cogió con una mano a mí y con la otra a Isa subiéndonos a la habitación, se acabaron de desnudar las dos haciendo lo mismo conmigo dejándome estirado en la cama, se puso una a cada lado de mí cogiéndome la polla, chupándola y succionándola por turnos, Berta la tenía agarrada por la base chupando fuerte, Isa tenía una mano debajo de mis huevos amasándolos, tocándome con un dedo el agujero de mi culo, Berta se la sacaba de la boca y se la ofrecía a Isa para que siguiera ella, se la iban cambiando de boca teniéndome la polla tiesa a punto de reventar, Berta acercó su boca a mi oído.

BERTA: ¿Quieres correrte así cariño, o nos follas como tú quieras?

YO: Así está bien, pero repartiros bien la leche para las dos.

Me sonrió y siguieron chupando, succionando, metiéndosela hasta el fondo de la garganta dejándomela cada vez más mojada, el sonido de sus bocas con mi polla me volvía loco, junto con sus manos que se iban turnando acariciándome los huevos, y un dedito que notaba que me estaban metiendo en el culo, me acabaron haciendo una paja a lo bestia mientras esperaban que me corriera con la boca abierta encima de mi polla, empecé a tirarles lechazos que ellas se repartían entre una boca y otra, una cara y la otra, hasta dejarme seco, entonces se arrodillaron en la cama comiéndose la boca y lamiéndose el semen que tenían en la cara una a la otra, se acabaron tumbando haciendo un sesenta y nueve lamiéndose el chocho con fiereza, sin parar hasta correrse las dos casi al mismo instante, se levantaron de la cama y se fueron a duchar.

BERTA: Cariño, nosotras nos duchamos y vamos abajo a preparar unas copas mientras lo haces tú tranquilamente.

Esperé que se fueran agarradas de la mano pensando lo bien se llevaban aquellas dos y me metí en la ducha, acabamos la tarde tomando unas copitas y nos despedimos de Isa hasta la mañana siguiente.

Nos fuimos viendo con Isa durante un tiempo, Berta la invitaba cuando quería por las tardes a casa y yo miraba como se lo montaban entre ellas o me metía en medio cuando tenía ganas.