¿Quién soy? (14)
Me fui sigilosamente para no molestarlas...
Me fui sigilosamente para no molestarlas y me senté en la terraza con una copa, al rato bajaron las dos en top y bragas, al verme.
BERTA: Hostia que susto Alex, ¿hace mucho rato que has llegado?
YO: El suficiente, y tú dale que te pego con lo de Alex.
Berta se puso colorada de la vergüenza, y agachó la cabeza.
GRETA: ¿Te llamas Alex, no?
YO: Tú cállate.
BERTA: Lo siento cariño, no sé como ha pasado yo…
YO: No me tienes que dar ninguna explicación.
BERTA: Perdóname Alex.
Me subió la mala leche.
YO: ¿Quieres conocer a Alex?, pues lo vas a conocer joder.
Me puse de pie y las señalé a las dos con el dedo.
YO: Venir aquí las dos, pedazos de zorras.
Berta abrió los ojos sorprendida porque nunca me había oído hablar así, Greta sonreía alegrándose de que saliera por fin quien era yo. Se acercaron las dos colocándose delante de mí.
YO: Ahora arrodillaros.
Lo hicieron las dos, Greta sonriendo sabiendo que es lo que vendría y Berta alucinada, me quité las bermudas y la ropa interior tirándolo a un lado, me quité la camiseta y las zapatillas quedándome en pelotas, le cogí del pelo a Greta metiéndole la polla en la boca todo lo que pude casi ahogándola, Berta abrió la boca de la sorpresa y le metí dos dedos dentro levantándole la cabeza para que me mirara.
YO: Vas a conocer a Alex de una puta vez, acércate y acaríciame los huevos y el culo.
Lo hizo mirándome a los ojos un poco asustada, después cambiaron las posiciones, cogí de la cabeza a Berta y le metí la polla toda entera hasta la garganta, se ponía roja de no poder respirar, yo le apretaba la cabeza contra mí follándole la boca hasta que le vinieron dos arcadas, en la segunda se la saqué dejándola mirando al suelo tosiendo sacando saliva, la metí de nuevo en la de Greta siguiendo con mi follada de bocas, cuando vi que se recuperaba un poco le cogí por la barbilla a Berta y se la volvía a meter en la boca hasta el fondo, apoyó sus manos en mis muslos para intentar apartarse, no le dejaba empujando con mi mano por detrás de su cabeza.
Les dije a las dos que se levantaran y las coloqué con las rodillas encima del sofá, apoyadas con las manos en el respaldo a cuatro patas una al lado de la otra, le arranqué las bragas a Greta y se la metí en el coño de golpe hasta el fondo, dio un gemido fuerte y aguantó la embestida, con la mano le aparté las bragas a Berta metiéndole dos dedos dentro del chocho con más cuidado, las follaba a las dos a la vez haciéndolas gemir, se la saqué a Greta y con las manos le destrocé las bragas a Berta apuntándole en la vagina con la polla, metiéndole la estocada hasta el fondo sacándole un grito, la follé con fuerza y mala leche por hacer que saliera esa parte de mí, Alex, a quién intentaba tener reprimido, pero lo que conseguía es que Berta se corriera una vez detrás de otra, a Greta le metí dos dedos pero pronto le acabé por meter un tercero en el coño follándola, cuando conseguí que Greta se corriera Berta ya no sé cuantos orgasmos llevaba, las volví a arrodillar delante metiendo y sacando la polla de una boca a la otra, haciéndome una paja hasta correrme y repartirles los lechazos entre las dos bocas y caras, entonces recordé que estábamos en la terraza y que desde la playa cualquiera que pasara paseando nos podía ver, vi a una pareja alejándose de espaldas que supuse que hacía un momento nos debían de pillar en pleno espectáculo, las dos chicas seguían arrodilladas mirándome con el semen cayéndole por la cara.
YO: Greta lárgate.
BERTA: Primero que se duche, ¿no?
YO: Greta, lárgate ahora mismo y tú cállate la boca.
Greta se levantó, recogió sus cosas vistiéndose rápidamente y se fue, Berta seguía de rodillas mirándome como si no me conociera, y era cierto, a esa persona cabrona y autoritaria no la había visto nunca.
YO: Ahora vas a empezar a chupármela otra vez que quiero volver a follarte, tú querías conocer a Alex y por mis cojones que lo vas a conocer.
Berta me cogió la polla medio flácida con la mano y se la metió en la boca chupándola, succionándola y jugando con ella haciéndola crecer otra vez, cuando la tuve dura le dije que se pusiera otra vez a cuatro patas en el sofá, me sonrió pero no encontró en mi cara nada de complicidad ni cariño, le abrí el culo y le metí la lengua en medio lamiéndole el ojete para dejárselo mojado.
BERTA: Con cuidado cariño.
Le puse la punta de la polla en el agujerito y se la fui metiendo, pegó un grito de dolor y apoyó sus manos en mis cadera para que no siguiera, se las aparté de un manotazo y se la metí hasta el fondo sin parar, Berta cerró los ojos y yo la fui entrando y sacando una pocas veces lentamente, para seguir con un buen ritmo dando golpes con mi pubis en su culo sujetándola con fuerza por sus caderas, como me había corrido hacía poco aguante mucho hasta correrme dejándole el culo lleno de semen y el agujerito muy dilatado, al relajarme con la corrida y verle el culo me arrepentí dejándola allí quieta y me fui a estirar en la cama, llegó ella estirándose a mi lado apoyando su cabecita en mi hombro, estuvimos un rato sin decir nada..
BERTA: Así qué ese es Alex.
YO: Sí, ese es Alex, ¿lo entiendes porque no quería que lo conocieras?
BERTA: Cariño, es parte de ti y te pongas como te pongas siempre lo llevarás dentro.
Se levantó metiéndose en la ducha y yo pensé que tenía toda la razón del mundo, intentar olvidar una parte de mí no era lo más inteligente, pero no sabía qué hacer con esa parte.
La mañana siguiente desayunando Berta estaba sería.
YO: ¿Qué querrás hacer esta mañana?
Ella estaba distraída.
BERTA: No sé, lo que tú quieras.
YO: ¿Estás bien Berta?
Me miró pensativa haciendo un silencio.
BERTA: Estoy sorprendida de lo que pasó ayer, me pillaste en la cama con Greta y no te noté que estuvieras enfadado o celoso, además aprovechaste para follarnos a las dos como si tal cosa, supongo que lo que me hiciste al final, que por cierto me has dejado el culito escocido de narices era para castigarme.
YO: No era un castigo Berta, me apetecía hacerlo y lo hice, siento haberte hecho daño en el culo pero te lo volveré a follar cuando me apetezca.
BERTA: ¿Entonces no te importa que me metiese en la cama con Greta?
YO: Si te metiste sería porque tenías ganas ¿no?, quien soy yo para decirte lo que tienes que hacer o no, ya eres grandecita para decidir lo que te conviene.
Pensó un momento y me dio un beso en los labios.
BERTA: Me gustaría quedarme en casa en la piscina.
Desayunamos y nos estiramos a tomar el sol, a media mañana estaba Berta en la piscina bañándose mirando el mar apoyada con los brazos en el borde, me metí en el agua abrazándola por detrás.
BERTA: Que bonitas vistas, cuanto más las miro más me gustan.
Bajé las manos por su cintura y le bajé las bragas del bikini.
BERTA: ¿Qué haces?
Me bajé el bañador y apoyé la punta de la poya en su culo.
YO: Te voy a volver a follar el culo bonito que tienes.
Berta empezó a moverse intentando escaparse y yo la apreté con mi cuerpo contra la pared de la piscina empujando con mi paquete sobre su culo.
BERTA: Por favor Alex, me escuece de ayer, me vas a hacer daño.
YO: Cuando dejaste que la zorra de Greta te comiera el coño no te quejaste tanto pedazo de puta.
Se quedó parada sorprendida.
BERTA: Perdona, ¿qué me has dicho?
YO: Que eres un pedazo de puta que te gusta que una zorra como Greta te coma el coño para correrte.
Se quedó callada sin decir nada cayéndole unas lágrimas.
YO: No te preocupes que no te voy a follar el culo como lo tienes, pero llama a Greta para que venga esta tarde que me follaré el suyo.
Salí de la piscina estirándome en la hamaca, ella se quedó dentro un rato y cuando salió cogió el móvil para hablar con Greta confirmando la visita de la tarde, se estiró a mi lado en otra hamaca mirándome confirmándolo, nos cogimos de la mano y seguimos tomando el sol, después de comer no tardó mucho en llegar la cabrona de Greta, nos saludó a los dos.
GRETA: ¿Pasa algo para que me hagáis venir con prisas?
YO: Que Berta tiene ganas de que le vuelvas a comer el coño.
Greta me miró sonriendo sabiendo lo que pasaría, ella conocía mejor a Alex que nadie.
YO: Berta cariño quítate las bragas y estírate en el sofá.
Lo hizo sin decir nada y Greta se acercó a ella besándole los muslos para lentamente ir subiendo su lengua hasta empezar a comerle el chumino, Berta cerró los ojos del gusto, cuando los abrió tenía mi polla delante de su boca para que la chupara, se la metió en la boca chupando la punta y poco a poco se la fue introduciendo hasta el final, volviendo a sacarla ahogando a la vez los gemidos, esperé que se corriera y le pedí a Greta que se pusiera a cuatro patas, a Berta que le hiciera una paja, a la vez que se la hacía me la chupaba dejándome la polla llena de saliva, cuando Greta empezó a gemir por el movimiento de los dedos de Berta en su coño, me puse por detrás bajándole las bragas hasta las rodillas, apoyando la punta de la picha en el ojete del culo, se la metí como un cabrón casi de golpe haciéndole dar un alarido, Berta del susto le sacó la mano del coño.
GRETA: Eres un hijo de puta Alex.
YO: Esto por comerle el coño a Berta ayer sin mi permiso.
Berta me miraba entre sorprendida y asustada.
YO: Y tú Berta como no consigas que se corra con la paja te la volveré a meter en el culo destrozándotelo.
Se la fui metiendo y sacando a buen ritmo haciéndola gritar de dolor y placer, Berta se espabilaba para seguir haciéndole la paja y después de un rato Greta se empezó a correr, le abrí las nalgas con las manos y le di unos cuantos empujones con mis caderas todo lo rápido y fuerte que pude para correrme, dejándole todo el semen dentro, le saqué la polla del culo y se lo mantuve abierto para que Berta viera como lo tenía de dilatado.
YO: Así es como lo tenías tú ayer cariño, y lo volverás a tener un día de estos.
Le di un beso en los labios a Berta y un azote en el culo a Greta que sonó por toda la casa.
YO: Vamos a la ducha los tres.
Después nos estiramos en la cama, yo en medio con ellas a los lados pasándoles el brazo por los hombros y ellas apoyando su cabeza en mi pecho.
YO: Empezar a pensar en la fiesta que queréis dar en casa.
GRETA: Ya era hora que volviera Alex joder.
Berta no dijo nada y nos miraba a los dos preocupada. Cenamos los tres y cuando Greta se fue nos quedamos con Berta tomando una copa.
BERTA: ¿Estás seguro ahora de hacer la fiesta?
YO: Tú has querido conocer este sitio y conocer a Alex, pues creo que es justo que lo sepas todo, quedarte a medias no tiene sentido.
BERTA: Vale, pero tú me quieres, ¿verdad?
YO: Claro que sí, como siempre cariño.
Pasaron unos días y las chicas me comentaron el día que habían previsto hacer la gran fiesta, en eso llevaba la voz cantante Greta que era quien tenía que tirar de agenda y convocar a la gente que le convenía, ellas se preocuparon de todo, aquella semana Greta se quedó en casa casi todos los días durmiendo los tres juntos desnudos, a Berta se le veía más suelta y echada para adelante sexualmente, supongo que estar tanto tiempo al lado de Greta se le enganchaba la ligereza de cascos.