Quién me mandaría a estudiar de nuevo 8

Se descubre el casco

Ana

Subí a cambiarme para tomar algo en la cafetería de mi hermana. Tengo mil cosas que hacer este fin de semana y me voy a ir con una alumna a tomar algo, creo que algo no encaja. Digo que si casi sin pensarlo, no se que me está pasando. Y recriminarle que ya la he visto huir, a sido divertido quitarle la cara de autosuficiencia de la cara, tiene carácter y algo mas.

Yo: Ya estoy lista.

Cris: Oye, cambio de planes, que me llamó una amiga-será alguna que se ha liado- para que la ayude a ella y su novio – pero que me pasa, porqué habré pensado eso, y me…¿a molestado?- con unas cajas de la mudanza. Si no te importa podemos quedar otro día.

Ana: Yo llamo y te dejo apuntados unos chocolates y algunas tartas, así vas con quien quieras y lo disfrutáis – preferiría que fuese conmigo, eres un puzle que quiero desentrañar, quiero ayudarte.

Cris: Gracias.

Cris: Le doy un beso, la mano o qué. Suelo ser bastante antisocial y no tengo problema en decirlo, así que tu como te despides de la gente.

Yo: Pues con dos besos, lo normal

Cris: Nada, entonces haré el sacrificio, pero no te acostumbres.

Volvía a ver esa mirada, la del motorista que me gustó. Posó su mano sobre mi espalda y sentí una corriente eléctrica caliente dispersarse por todas mis terminaciones nerviosas. Noté su respiración en mi mejilla y sus labios gruesos posarse sobre mi piel. Los segundos se hicieron eternos hasta que osciló su cara para darme el otro beso. Justo cuando me lo iba a dar me di cuenta que tenía un olor a un chocolate que me encanta en su boca, sin darme cuenta moví ligeramente mi cabeza para olerlo mejor y propicie que nos diésemos un beso mas que no recomendado. Me salió un suspiro al exhalar el aroma que había aspirado al olerla. Que momento tan incómodo, el corazón me latía tan fuerte que se tenía que escuchar a la fuerza a esa distancia por ella. Podría pensar algo equivocado, pero que estoy haciendo. Me separé como si no hubiese pasado nada. Pero ella seguía manteniendo la mano en la cintura.

Cris: La mudanza no es hasta dentro de un rato, y tendré que comer algo para coger fuerzas. Me parece mal aceptar tu oferta y no compartirla contigo, asi que ya que estas vestida te propongo pedir para llevar e irnos a sacar algunas fotos por ahí.

Yo: Solo si me cuentas que te pasa en clases conmigo.

Cris: ¿porqué tienes que preguntar tanto? Tranquila que dentro de no mucho lo averiguaras tu sola.

Yo: De acuerdo, ¿me contarás al menos porqué lo del delfín?

Cris: eso puedo contártelo a medias – que sonrisa mas encantadora tiene, esta tiene que ligar con la que quiera.

Yo: ok, voy llamando a la cafetería, vamos en mi coche o en el tuyo?

Cris: mejor en el tuyo así lo probamos bien y nadie que no quiera me reconoce -de quien se está escondiendo?-…cosas mías.

Cris

Si que suspiró si, y desde entonces a sido una detrás de otra. No se si le gusto o está simplemente intrigada. Tengo mucha experiencia en esto del flirteo y me da que si tiro bien la caña va a morder el anzuelo. Aun no puedo decirle que me gusta, pero si se lo puedo insinuar, total, es mi profesora, si lo intento ya tengo el no. Vamos a ir en su coche así que, con suerte Saray no me reconocerá.

Cogí mis cosas del coche mientras ella llamaba.

Tardamos escasos 5 minutos en llegar a la cafetería. Ana quería que bajara con ella para ayudarla con las cosas así que no tuve mas remedio que bajar.

Ana: Llamé hace un momento haciendo un pedido para llevar, por cierto está Saray?

Camarera: ok, está listo en unos cinco minutos, que oy tenemos lío aquí. Tu hermana salió ha hacer unos recados. Le digo algo cuando vuelva?

Ana: no tranquila, ya me pasaré mas tarde para saludarla que ahora estoy acompañada.

Camarera: Cris?

Cris: hola Sandra, cuanto tiempo.

Sandra: eso es porque no me has llamado, aunque con decirme que salias con alguien en serio me habría bastado –Tierra trágame-

Cris: Cosas que pasan. Bueno, un placer volverte a ver, no te robo mas tiempo que veo que el sitio esta lleno.

Sandra:. Jum – y se dio la media vuelta.

Ana: veo que conoces el lugar, ¿el servicio te ha tratado bien?

Cris: en algunos momentos mejor que en otro, y este es uno de esos otros.

Esperamos en silencio hasta que  nos sirvieron. No se hizo muy pesada la espera, entre el bullicio y las miradas de odio de Sandra fue todo bastante ameno.

Pagamos y nos fuimos de allí.

Yo: oye, siento la escena de antes, Sandra es un poco posesiva, no hay nada entre nosotras pero se  piensa que le tengo que dar explicaciones aun después de todo el tiempo que ha pasado desde la última vez que nos vimos.

Ana: A la que no tienes que darle explicaciones es a mi. He escuchado las quejas de Sandra sobre un tal Cris, que ahora comprendo que era sobre ti, me llevo bien con las empleadas de mi hermana. Y también me da que he escuchado cosas sobre ti, de mi hermana.

Yo: sobre eso, no tenía ni idea de que era tu hermana.

Ana: no tenías porque saberlo, además que cambiaría las cosas si lo hubieses sabido? Que crees que se?

Yo: pues nada la verdad, me llevo muy bien con ella y es muy buena persona, aunque quizás no ubiese jugado tanto.

Ana: jugado?

Yo: si, flirteado.

Ana: pero si mi hermana es hetero.

Yo: si me diesen un euro por cada una que me ha dicho eso…en fin, tampoco es cuestión de hablar de esas cosas.

El móvil de Ana le empieza a sonar.

Ana: Hola Julia…si, tengo lo trimestrales listos…no, los exámenes aun no los he corregido porque son para el miércoles…como que para el lunes…los de administración tienen un lío de calendario…pues nada, me pondré a ello, un beso.

Me temo que la vuelta va a tener que cancelarse, tengo que corregir unos exámenes para el lunes.

Yo: pero ya tenemos todo comprado. Te propongo echarte una mano.

Ana: entonces perdería la cuenta de las veces que me has ayudado.

Yo: aun te tengo que contar lo del delfín.

Ana: me estás haciendo chantaje.

Yo: nunca he dicho que fuese buena persona.

Ana: ya sabes, nunca te fíes de una motorista.

Yo: como dices?

Ana: Se quien eres.