Quién me mandaría a estudiar de nuevo 7
Después de mucho, la continuación.
Ana
Una conversación en clases , y después de eso me ayuda con el coche cuando se me rompe, no me quito de la cabeza que en otro momento me dirá que le pasa conmigo, así que propicio ese momento aceptando su ayuda con el coche, ella no tiene porqué saber que mi seguro cubre todos los trayectos que quiera en grúa. Otra duda que me asalta es que me lleva a mi casa y la conoce por mi animal favorito. Siempre me han perdido las intrigas.
Me desperté temprano. El día estaba perfecto para salir al jardín y desayunar. Las ventajas de estar soltera y sin niños es que los unicos que te podían arruinar la mañana, era la pila de exámenes que tenía por corregir en un montón sobre mi mesa del despacho. Después del desayuno, y dado que no tenía a Gordo en casa para limpiarlo, me puse ha hacer algo de ejercicio, unos estiramientos nunca van mal para comenzar el día.
Mientras estaba sudada tirada encima de una toalla bajo el sol, el recuerdo de un sueño que había tenido el día anterior vino como un flash inesperado. Había soñado con el instituto, y con el motorista, no se llegó a quitar el casco en ningún momento pero su mirada se ve que no la había podído llegar a olvidar.
Una ducha, me puse ropa algo mas cómoda para el tiempo que hacía y escuché el motor de un coche viejo de gasolina fuera. Seguramente sería Cris.
Salí a la calle y me encontré mirando su cuerpo de espaldas. Noté tensión en los músculos bajo su ropa, lo más probable que fuera debido a que estaba sacando una foto en una barandilla. Ciertamente la luz de hoy era especialmente bonita para sacar fotografías. Me acerque para ver en la pantalla que había capturado : un ave, un pequeño pajarillo posado sobre unas ramas que contrastaban contra el fondo del océano. Cada vez me sorprendía mas esta chica, era como dijo Shrek, una cebolla, una capa sobre otra, y otra más.
Creo que la puse nerviosa, aunque no entiendo porque, no puede ser que tenga miedo a las figuras autoritarias ya que me ha encarado en mas de una ocasión… me encantaría saber que le pasa conmigo.
Llegamos al instituto sin hablar, no quería incomodarla y disfrutaba de ser la pasajera en ese viejo coche, que olía a chocolatinas.
Cris aparcó su coche a unos 5 metros del mío, se bajo con mi llave y me dijeron que se tardarían un rato, estaba empezando a dudar de la seriedad del gruista cuando el movil de Cris sonó. Le hice unas cuantas señas y le entendí que le cogiese el teléfono yo, vi que era Sebas así que no había ningún problema:
Sebastián: Tu, penca, que el partido está a punto de terminar. Y ayer no es que terminaramos muy tarde, así que la unica excusa que me puedes poner es que te hayas ligado a una macizorra y si es así…
Ana: Ehhh, hola, Cristina ahora mismo no se puede poner. Si esperas un momento le paso el movil. (estos chicos que manía tienen de bromear con las mujeres).
Sebastián: vaya, lo siento, que corte. Le puedes decir a Cris que tenia un partido hoy, umm ¿tu voz me suena?¿nos conocemos?
Ana: Hola Sebastián, soy Ana. No te preocupes, le digo que te llame desde que termine.
Sebastián: Eh, bueno, como quieras, si estais ocupadas en algo interesante no, claro, eh, nada que, pues eso, que…ya la llamodespuesadios.
Vaya, parecía nervioso jejeje que le habrá pasado. Umm ahora que lo pienso, puede que no fuese una forma de bromear y Cris es lesbiana. En fin nunca, he tenido problemas con eso, conozco a…a…. pues ahora que lo pienso, no conozco a ninguna lesbiana, da igual eso no cambia las cosas.
Fui a meter el movil en la guantera por inercia, siempre lo hago en mi coche asi que lo hice: una fotografía de dos motoristas sonrientes con el sello de un club motero.
…un momento..
…yo esa moto la conozco…
… la motera es ella?
Fui hasta donde se encontraba Sergio para recoger los papeles:
Sergio: Bueno, esta me gusta para ti (me decía mientras se limpiaba las manos en un trapo), madura interesante, inteligente del tipo que te gusta a ti, ahora te debe un favor…¿cuándo te lo vas a cobrar en carne golfilla?
Yo: pero serás ganso! (fue un grito entre diente, de esos en los que quieres utilizar efusividad pero que no te escuche alguien que ande cerca) Esta tiene pinta de super hetero, y si ya me pone enferma en clases sin hacer nada, con un rechazo sería un suplicio verla todos los días.
Sergio: mira, torres mas altas han caído y tu las cataste, y sabes que el primer paso para un no, es el miedo al si.
Yo: Sabes, eres el mecánico que más psicología, frases hechas y del refranero español que tiene en su repertorio de herramientas, y por eso te quiero tanto.
Sergio: Anda, corre con tu profe y recuerda que la vida son dos días, y desde Desiré hace mucho que no echas un polvo en condiciones, tal vez la madurita quiera fiesta después de todo jejeje.
Me acerco de nuevo al coche con los papeles en la mano.
Yo: Aquí tienes el comprobante de la compra, es la garantía de la pieza, si tienes algún problema me lo dices.
Ana: De acuerdo, muchas gracias.
Yo: Salimos y te acompaño a tu casa para comprobar el coche.
Ella arrancó sin problemas y yo me monté en el mio. Hicimos el mismo trayecto que unos días atrás habíamos echo como el gato y el ratón con la moto: ella delante y yo acechándola como el correcaminos, con hambre y con todos mis trucos de marca ACME.
Llegamos a su casa y nos bajamos de los coches.
Yo: en fin, ya puedes lavar el coche que falta le hace.
Ana: la verdad es que si. ¿Qué vas ha hacer ahora?
Yo: …espera., los chicos me están esperando, lo acabo de recordar .Y ahora que me acuerdo,( mejor pregunto a bocajarro) ¿ quién llamó antes y que te dijeron?
Ana: Fue Sebastián, se quedó sorprendido cuando le dije que era yo, pensaba que era alguna conquista tuya.
Yo: Que tontería – no se si estoy roja, blanca, solo que después de un escalofrío que invade todo el cuerpo me este entrando calor- no soy de ese tipo, por lo general- eso último me lo podría haber ahorrado.
Ana: Tranquila, eso no es tampoco de mi incumbencia.
Yo: ( Se ha puesto a la defensiva o es cosa mía?) En fin, - miro el reloj- Creo que ni voy a ir con los chicos, hoy necesito perderme con la cámara. Supongo que compraré unos dulces y algo de chocolate caliente.
Ana: Suena muy bien. Hay un lugar cerca, esta en…tienen unos chocolates muy buenos. De echo, ya que da la impresión que no eres de las que dejan que le agradezcan los favores, di que vas de mi parte, que lo apunten en mi cuenta. El sitio es de mi hermana y no tendrás problema.
Yo: Intentaré pasarme – ni en broma-.
Ana: Si no te pasas me ofenderé, de hecho insisto en acompañarte para que no huyas.
Di un paso hacia delante y la miré con una sonrisa picara en la cara, y todo lo sería que pude en ese momento le solte mas seca que un esparto “Yo nunca huyo de nada.” Me quedó épico el momento, de sobrada total, y ella lo arruinó respondiendo.
Ana: Ya te he visto hacerlo – justo cuando le iba a responder- entro, me cambio y bajo.
Yo: Vale.
Tengo un problema grave. A parte de que ya sabe que soy les, que eso dentro de lo que cabe resulta un alivio, el que su hermana sea Saray es una complicación. Muchas veces he ido con algunas chicas, en grupo o para ligar tanto con el coche como con la moto. El problema reside en que más de una vez he entablado alguna conversación y algo de flirteo con su hermana, al punto de cerrar el local y acercarla en moto a su casa.
Quedar como ligona por el desliz de Sebas vale, pero dos en un día era mucho, así que me dispuse a usar la táctica de la llamada falsa.
Ana: Ya estoy lista.
Yo: Oye, cambio de planes, que me llamó una amiga-que cara- para que la ayude a ella y su novio – a esta le pasa algo conmigo- con unas cajas de la mudanza. Si no te importa podemos quedar otro día.
Ana: Yo llamo y te dejo apuntados unos chocolates y algunas tartas, así vas con quien quieras y lo disfrutas.
Yo: Gracias.
Ana: Le doy un beso, la mano o qué.
Yo: Suelo ser bastante antisocial y no tengo problema en decirlo, así que tu como te despides de la gente.
Ana: Pues con dos besos, lo normal
Yo: Nada, entonces hare el sacrificio, pero no te acostumbres.
Iba a replicar pero ya me estaba acercando, le puse la mano un palmo por encima del culo. Mi meñique rozaba el cinturón. El contraste de mi mano hirviendo con su piel fría me resultó agradable. Ella puso su manaza en mi brazo y nos acercamos para darnos esos dos besos. Ninguna de las dos parecía tener prisa. No nos despegabamos los ojos la una de la otra. Me arriesgue. El primero se lo di en el cachete, durante un poco mas de lo normal. El otro, no me separe mucho, casi rozando la nariz, y se lo pensaba dar cerca de la comisura de los labios pero ella tambien movio algo mas la cabeza, aunque fuese un poco de la comisura, pero ahí estaba y… ¿se le había escapado un suspiro?
Siento el tiempo que ha pasado, espero que disfruten el retomar de la serie y prometo subir los siguientes pronto. Saludos a todos los que me habéis leído, que sois un ontón y a los que se han tomado la molestia de escribir, un beso.