Quién me mandaría a estudiar de nuevo 3º

En la tutoría no podría haber estado mas nerviósa...

Viernes

Cris

Por fin viernes. Qué ganas tengo de salir con los chicos y quitarme esta semana de encima. Después de la pillada del otro día con la moto, hoy no me iba a arriesgar a que Ana descubriera que la moto es mía. Aun tengo la suerte de mi parte, ya que cuando me pongo la chaqueta, entre lo ajustada que me queda y todas las protecciones, me cambia completamente la forma de mi cuerpo, me hace parecer un tío jejeje. Como íbamos a salir tarde del instituto habían posibilidades de que nos cruzáramos, así que cogí a Samu para ir al instituto (el Suzuki Samurai del año de la rasca pero que nunca me falla y al que le tengo tanto cariño, es que es tan mono). Los chicos no se sorprendieron al ver a Samu, como salíamos por la noche, dieron por supuesto que lo llevaba por comodidad.

A la hora del recreo, en un cruce en el pasillo, Ana me recordó la cita a última hora. El otro día me quedé en blanco en el examen, pero tampoco significaba que hubiese perdido la memoria completamente, ya le vale.

Les dije a los chicos que quedábamos directamente el los billares, que no hacía falta que me esperasen ya que no sabía cuanto rato duraría esto.

-Yo: Nock.

  • Ana: Adelante.

  • Yo: Bueno, ya estoy aquí, tu dirás (calmada, indiferente, y sobre todo no le mires el escote).

  • Ana: Y tengo corregidos los exámenes del otro día, por si quieres saber la nota.

  • Yo: Bien (el escote).

  • Ana: Tienes un 9.15.

  • Yo: Bien (es la puntuación que te doy yo a ti).

  • Ana; Si, para haberte quedado en blanco es una muy buena nota.

  • Yo: Supongo (en blanco si que me voy a quedar como no salga de aquí pronto).

  • Ana: Puedes sentarte.

  • Yo: Me gusta estar de pie (es mas fácil salir corriendo).

  • Ana: Como quieras pero no se cuanto va a durar la conversación.

  • Yo: Pues me siento entonces (ay madre).

  • Ana: Voy a ir directa al grano: no se que te pasa en mis clases, no se si es la asignatura, si soy yo, o que es, pero después de las reuniones de departamento, me he dado cuenta de que como te describen los otros profesores a como te comportas en mis clases hay bastante diferencia. Como es algo que se sale de la norma quiero aclararlo contigo. Dejaría pasar tu actitud si no afectase a la dinámica de grupo. Así que, me puedes decir exactamente que te pasa.

  • Yo: (Silencio, Cris, piensa, se seca, concisa y rápida para salir pitando de aquí) Si la única razón por la que estoy aquí es porque mi comportamiento interfiere en la clase, no se preocupe que estaré mas pasiva mientras está usted en el aula. Siento mucho las molestias (ahora me levanto, la pregunta final por educación y me voy), ¿alguna otra cosa mas?

  • Ana: Aun no he terminado, te puedes sentar. Quiero saber que te pasa, si es por como doy las clases, por mi, o porque tienes algún problema.

  • Yo: La parte de la profesora psicóloga se la puede ahorrar que ya estamos mayorcitas las dos. Su metodología en el aula me parece adecuada a la circunstancia, por esa parte no tengo nada que objetar. Y usted como persona, no me malinterprete, pero ni me va ni me viene.

  • Ana: Hay algo que no me cuadra de ti, usas términos que no son de este nivel académico.

  • Yo: Leo mucho (me remuevo incomoda, tengo que cambiar el rumbo de la conversación), estoy segura de que tiene a alguien esperándola en su casa y yo, por muy agradable que resulte el momento tengo cosas que hacer. Intentaré modificar mi comportamiento, morderme la lengua y no corregirla delante de la clase, espero que le valga.

  • Ana: Hay momentos en los que te pierdes en la clase, estas como ausente. Solo me estoy preocupando como profesora.

  • Yo: No quisiera quitarle el sueño… no al menos por eso (total, de perdidos al río, no lo va a entender) como ve mi nota no es mala, así que la cosa va bien. Si me disculpa, realmente tengo prisa. Nos vemos el lunes, que pase buen fin de semana.

  • Ana: Igualmente.

Salí rápido del despacho. No habría durado mas de 5 minutos la conversación pero se me hizo eterna. No esperaba que me hablase de mi comportamiento. Tendré que dejar de ser menos obvia, aunque casi no podía contenerme dentro con esa camisa que tenía puesta. Habría resultado simpático decirle la verdad “ ciertamente tengo un problema con usted, no dejo de tener ensoñaciones con su cuerpo, en todo tipo de situaciones. Cada vez me resulta mas difícil concentrarme y me comporto como una arpía para que me coja manía y así al ponerse antipática tenga alguna posibilidad de que me deje de gustar”. Quizá con 5 vodkas..cada una…le dijese que tengo un problema o algo así.

Me fui directa al coche. Me metí y encendí el equipo de música. Estaba agotada. La semana había sido imposible, la noche anterior apenas había dormido y la conversación me había dejado exhausta. Tenía tiempo para descansar un poco la vista ya que estaba vestida y tenía algunas botellas y vasos ya comprados. Puse la alarma del movil para 20 minutos y baje la música del equipo.

A los diez minutos escuche un ruído bastante feo. Un coche iba dando trompicones y se quedo parado un poco mas delante de donde me encontraba yo. Ana había conseguido aparcar delante. Intentó varias veces arrancar el coche pero no había manera. Algo me decía que el cable del embrague le estaba dando problemas. La ayudo o no la ayudo, esa es la cuestión.