Quién me lo iba a decir 4

A los cuatro días de nuestro último encuentro sexual, en el que había desvirgado a mi amante, éste me llamó para decirme que posiblemente teníamos a la persona con la que podíamos hacer un trío.

QUIÉN ME LO IBA A DECIR 4

A los cuatro días de nuestro último encuentro sexual, en el que había desvirgado a mi amante, éste me llamó para decirme que posiblemente teníamos a la persona con la que podíamos hacer un trío. Me comentó que era lo que buscábamos, una persona seria, con la que ya había tenido algún escarceo amoroso anterior pero sin llegar a la penetración, ya que el otro era activo, y a él, hasta nuestra última cita nunca se lo habían follado. Las citas con esta persona no pasaban de besos, pajas y mamadas. Con esta persona estaba seguro de que podríamos disfrutar los tres. Quedamos para el día siguiente por la tarde en su casa.

Al poco de llegar al domicilio de mi amigo sonó el timbre. Cuando abrió la puerta en el quicio de ésta se encontraba un hombre un poco mas alto que yo, también delgado, lo mismo que nosotros dos. Tras las presentaciones, mi amigo y el recién llegado que se llamaba Rafael comenzaron a besarse y meterse mano. Poco tardaron en comenzar a quitarse la ropa, al quedar ambos en ropa interior en la que se notaba la excitación de sus pollas me invitaron a que me uniera a ellos. Pronto me encontraba junto a ellos y notaba como los labios de mi amigo se juntaban con los míos, mientras las manos de Rafael comenzaban a quitarme mis bóxeres para inmediatamente coger mi polla con una mano y acariciarme el cuerpo con la otra, a la vez que se situaba a mi espalda y colocaba su polla entre mis piernas. Ésta era un poco más larga que las nuestras y sobre el mismo grosor.

No tardamos mucho en pasar al dormitorio y tumbados en la cama comenzar a comernos nuestras pollas, al igual que nuestros dedos también pellizcaban los pezones. Las pollas destilaban líquido pre seminal, las respiraciones iban bastante aceleradas y los gemidos y suspiros inundaban la habitación.

En un momento me encontré de rodillas, con las piernas saliendo por los pies de la cama, Rafael rozaba su glande por mi esfínter poniéndome super excitado, su mano izquierda pajeaba mi polla haciendo que mi ano se echase hacia atrás buscando su polla, que poco a poco me iba punteando, haciéndome desear con locura la penetración. Mi amante se puso de rodillas frente a mí, ofreciendo su polla a mis labios, los cuales, comenzaron a besar su glande.

Rafael abrió los cachetes de mi culo y noté como su glande se apoyaba en mi ano comenzando a empujar, no tardando tan apenas en entrar dentro, quedándose quieto para que me acostumbrase al cuerpo invasor. Fui yo quien comenzó a moverse para ir introduciendo más polla por el culo. Cuando menos lo esperaba Rafael empujó fuerte, haciendo que su polla entrase dentro de mí, a la vez que por el empujón recibido me tragase toda la herramienta de mi amante. Pronto comenzamos los tres un galope sin control, gimiendo y suspirando, pidiéndonos darnos con mas fuerza. Rafael me tenía cogido por las caderas, sacaba toda su polla de mí, para volver a meterla casi de golpe, haciéndome sentir un placer cercano a la locura. A la vez que chupaba con mas fuerza la polla de mi amante, el cual, gritaba que si seguía así se iba a correr muy pronto. Rafael resoplaba como un búfalo, mientras con voz entrecortada indicaba que tampoco podía aguantar mucho más si yo no paraba de apretar su polla con mi ano. Yo, por mi parte era tanto el placer que sentía que no hacía mas que gemir, a la vez que me pajeaba son frenesí.

No puedo decir cual de los tres explotamos antes. Fue todo al unísono, mi polla comenzó a expulsar leche sin parar y con una fuerza que hacía mucho tiempo que no tenía, a la vez que mi boca y mi recto se llenaban de lefa, haciendo que saliera por la comisura de mis labios y también escurriera por mis piernas, ya que Rafael continuaba bombeando dentro de mí.

Cuando me recuperé fui al baño, soltando cantidad de leche por mi culo, a pesar de la que había escurrido por mis piernas. Una vez lavado, cuando volví al dormitorio Rafael y mi amante Miguel estaban abrazados besándose y acariciado sus pollas que estaban morcillonas. Al verme llegar se separaron, invitándome a que me situara en medio de ellos, cuando lo hice Rafael se levantó para ir al baño, cosa que luego hizo Miguel. Una vez juntos los tres de nuevo en la cama, los dos me propusieron que fuera su puta, ya que mientras estaba en el baño habían comentado lo bien que habían estado. Lo bien que me movía con una polla en el culo y el placer que producía cuando la chupaba. No dudé en decidirme ya que a mi me encanta que me follen.

Para celebrarlo tardamos muy poco en volver a ponernos a tono, con caricias, besos y chupadas de polla y de pezones. Miguel fue el primero en empalmarse, y tal como estaba tumbado en la cama aproveché para sentarme sobre su polla ensartándome de golpe. Rafael al verme así se puso de pie metiéndome su polla en la boca a la vez que Miguel comenzaba a menearme la mía. Estuvimos cantidad de rato de esta guisa, ya que la corrida anterior hacía que tardásemos en corrernos nuevamente, aunque Miguel pronto comenzó a dar síntomas de que se iba a correr, ya que notaba como su polla se iba tensando en mi recto para terminar escupiendo la poca leche que le quedaba. Yo por mi parte, aceleré la mamada que le estaba haciendo a Rafael, hasta que noté como sus piernas temblaban y su polla comenzaba a moverse indicando que iba a descargar lo que le quedase dentro. Cuando llegaba, cogió mi cabeza, metiéndome toda la polla hasta dentro, escupiendo su lefa en mi garganta y haciendo que me saltasen lágrimas.

Miguel seguía pajeándome, pero yo no conseguía llegar, su polla ya se había salido de mi culo seguida por toda la lefa que me había soltado dentro. Rafael, me tumbó en la cama, y entre él y Miguel comenzaron a chupármela, entonces no pude aguantar mucho mas y escupí lo que me quedaba en los huevos.

Descansamos un poco para recuperarnos y tras lavarnos dimos por finalizada la tarde se sexo.

Continuará

Pd. Gracias una vez mas a todos los que me seguís escribiendo y a los que deseaís que nos juntemos para tener sexo. Ya me gustaría tenerlo con todos. Saludos.