Quien la chupa mejor ?
Y allí estaba con las piernas abiertas y su polla negra apoyada en su muslo. Apoyo una mano en cada pierna, para abrírselas más y acerco su lengua a sus nalgas.
Y allí estábamos los cinco, desnudos, tomando un refresco, viendo la tele y charlando……………………….., pero rebobinemos.
Era domingo y en la calle hacia un frio de muerte, y la verdad no apetecía salir con lo calentita que estaba la casa, así que decidimos llamar a Lucas para que se viniera a comer y pasar el día.
Nos dijo que había quedado con Jose y Sam, una pareja que conocimos aquel fin de semana en el cortijo de Lucas, donde montamos una orgia por todo lo alto. Bea le dijo que se vinieran los tres a comer y de paso podíamos hablar y conocernos mas ya que en su día no hubo mucha conversación, jajaja.
A los cinco minutos Lucas llamaba diciendo que se apuntaban los tres.
Sonó el timbre y fui abrir la puerta, unos saludos, unos abrazos y pasamos al salón. Bea estaba en la cocina, terminando de preparar la comida, Lucas fue a saludarla y los dos vinieron al salón. La verdad que había pasado tiempo desde aquella orgia pero tanto Jose como Sam, y más concretamente Sam al ver a mi mujer, rápidamente se acordó de ella, de su hermoso culo y sus maravillosas tetas, y eso que es gay. Bea aun de estar de¨ andar por casa¨, con unos leggins que hacían de una segunda piel, una camiseta y su melena que le llegaba casi a la cintura, lucía un cuerpo espectacular. Se dieron unos besos y mi mujer les ofreció una cerveza, para abrir apetito.
La comida fue fantástica, y súper buena, ¡Bea es toda una chef, ¡ si por pocas acabamos no parábamos de hablar, lo curioso era que no salía ningún tema sexual, y mira que hablamos de cosas. A Lucas ya lo conocíamos, pero a nuestros dos invitados nuevos la verdad que no mucho y resultaron ser unos tíos majísimos.
Pasamos al salón para reposar y tomarnos un cafelito, y ay la cosa cambio. Estábamos viendo la tele y en uno de esos canales donde salen programas americanos empezaron hablar de sexo y como no nosotros también. Tanto que el ambiente se empezó a calentar demasiado.
Y el debate no era otro que el sexo oral. Sam y Jose decían que un hombre chupaba mejor la polla que una mujer, porque al tener polla sabían donde darle placer, sin embargo Lucas y yo opinábamos todo lo contrario. Donde se ponga los labios, la lengua de una mujer y su mirada de deseo chupándotela …………………ufffffffffffff, en fin para gustos colores no?.
Entre todo este debate estaba Bea que se limitaba a escuchar y calentarse poco a poco, hasta que no pudo más y de un salto se levanto y aparto la mesa que había en el centro.
Los sofás estaban en forma de ¨L¨. Lucas se quedo solo en uno, ya que estaba sentado al lado de Bea, y en el otro estábamos Jose, Sam y yo.
Sin decir nada, me miro, sonrió y se acerco a Sam, se arrodillo, le quito los zapatos y los pantalones, completamente. Nadie decía nada excepto Bea que dijo:
Ya sabes cómo te la chupa Jose , ahora saldrás de dudas.
Y allí estaba con las piernas abiertas y su polla negra apoyada en su muslo. Apoyo una mano en cada pierna, para abrírselas más y acerco su lengua a sus nalgas. Cada lengüetazo que le daba arrimándose cada vez más a los huevos, estos se endurecían más y su polla negra iba tomando forma elevándose a las alturas, pero fue cuando de un chupetón se metió sus huevos dentro de la boca.
Los demás estábamos empezando a tener sudores ya que los pantalones empezaban a molestar. Mi mujer seguía con su cometido y a ella también le dieron sudores, se incorporo y se deshizo de la camiseta y el sujetador dejando ver sus enormes tetas y esos pezones marrones que empezaban a ponerse duros de la calentura que tenia. Seguía a cuatro patas chupando esa polla que brillaba de las gotas que le salían y Bea se las restregaba, con la mano por toda la polla, mientras sus tetas se balanceaban. Su lengua recorría desde los huevos hasta la punta, succionaba una y otra vez y se la meneaba con la mano, todo esto con su cara de viciosa que sabe poner. Sam no podía más se agarro al sofá y mi mujer al ver el gesto se introdujo la polla en la boca, la cual no tardo en empezar a derramar un rio de semen. Le leche que le caía por los huevos, parecía nieve al resbalar por esa polla negra. Bea no paraba de tragar y eso me hizo estallar, mi polla me iba a reventar y me baje los pantalones. Lucas y Jose hicieron lo mismo. Le dejo la polla limpia, tragándose hasta la última gota que derramo, y su polla cayo flácida otra vez al mismo muslo del que se levanto.
Nos quedamos sin habla con las pollas en la mano y chorreando de liquido.
Sam quedo destrozado, tirado en el sofá, postura que aprovecho Lucas para meterle la polla en la boca, y le limpiara todo el liquido que le salía.
Mientras le chupaba la polla, Bea se levanto y comenzó a quitarse los leggins y el tanga el cual Jose y yo pudimos ver que estaba totalmente empapado. Pero más empapado tenía el coño, se sentó en el sofá, y al abrir las piernas, los labios de su coño rosado estaban totalmente abiertos y chorreando de la cantidad de flujo que de él salía. Se le veía excitadísima, y dijo:
¡Chuparlo hasta que me corra ¡
Así fue, José por un lado y yo por otro, nos bebíamos todo el flujo que aun le salía del coño. Nuestras lenguas se juntaban, sintiendo aun mas placer en el clítoris, mientras ella se tocaba sus tetas y pellizcaba los pezones, gesto que hizo despertar de nuevo a Sam y unirse a lamer y comerse ese manjar de concha. Bea tenía la cabeza echada para atrás, solo sentía la lengua de Sam entrar y lamerle el coño, estaba a punto de darle todo su néctar.
Mientras yo le chupaba la polla a Lucas y este le meneaba la polla a Sam poniéndosela otra vez en marcha. Jose se acerco por detrás de mi mujer y le metía la polla en la boca, hasta que no pudo mas, le metió los huevos en la boca y al chupárselos, soltó un chorro de semen bañándola desde la garganta hasta llegar al pubis, en ese momento Bea soltó los huevos de Jose y exploto en un orgasmo bestial. Tenía todas las tetas bañadas en leche, cogí mi polla y empecé a follarla, y restregarle toda la leche en las tetas, Sam se las chupaba y Lucas se disponía a follarme el culo a mí. Mi polla no pudo más y descargue mi leche dentro de mi mujer. Sam se encargo se limpiarme mi polla. Ya solo quedaba Lucas por dar su preciado licor y no fue otro que a Jose, lo puso a cuatro patas y le follo el culo hasta que le lleno de leche.
Y así quedamos Bea cogiéndome la polla y chupándola, Sam por detrás, tocándole las tetas y Jose y Lucas tocándoselas, mutuamente, mientras tomábamos un refresco, viendo la tele y charlando