Quien juega con fuego, acaba quemándose II
Uno nunca sabe cómo pasa lo que sucede
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Don Carlos bajó mis piernas y estaba algo cansado, se recostó un rato sobre mí, poco a poco su miembro se fue poniendo menos erecto pero seguía dentro de mí, me acomodó y se levantó cargándome hacía el baño, una vez ahí sacó su pene de mí y tal cual un tapón comencé a escurrir grandes cantidades de semen, salían grandes chorros de líquido de mi vaginita que empapaban mis piernas, era una mezcla de sus líquidos y los míos, me ayudó a bañarme, me enjabonó y luego luego me enjuago completamente, yo la verdad estaba muy cansada como para estarme agachando, pero Don Carlos aprovechó en todo momento para recorrer y tocar cada parte de mi cuerpo:
- En verdad que estas riquísima, tiene unas nalgas bien duritas amor, no tienes idea de cómo se me antojaban cada que íbamos a correr, y estos senos mi Marianita, son perfectos, ni muy grandes, ni muy chicos y sobre todo bien formados y duros que ahh, se antojan chuparlos.
Y sí, lo que dijo lo hizo, me mordisqueo los pezones y se quería comer mis senos
- Ya Don Carlos, por favor que tengo que llegar al trabajo!! Por favor.
- Solo porque lo pides de favor Marianita, me voy a apurar y te llevo nena, pero mira como ya me tienes de nuevo hermosa.
Su miembro estaba de nuevo apuntando directamente a mi cara como si nada hubiera pasado, pero acepto mi súplica y terminamos de enjuagarnos, claro que cada que podía me empujaba su enorme miembro entre mis pompis. Me secó y luego me ayudó a vestirme, cada que podía me besaba alguna parte de mi cuerpo, al ponerme los cacheteros no perdió la oportunidad de besarme las piernas, me giró y me besó las pompis, ya luego me acomodó bien mis braguitas. Al ponerme el brasier, lo mismo, primero besó mis pechitos y ya luego me lo puso, recorrió todo mi cuerpo al ponerme la ropa.
- En verdad eres una Diosa, y con esta ropita, te ves aún mejor, ve bajando amor y ahorita te veo en la moto.
Bajé con cuidado, tenía las piernas bien adoloridas por tanta acción, pero bajé como pude, Don Carlos todavía pasó a su habitación por una chamarra y ya estaba listo para llevarme.
- Ahora si hermosa, voy a ayudarte a subir con más confianza, ya nos conocemos mejor jejeje
Me tomó de las piernas y me cargó, para él no pesó nada, me carga con tal facilidad que me sorprende, me montó en la moto y nuevamente me quedó mirando mis braguitas, me tocó con toda la palma de su mano mi entrepierna, me metió la mano lo más que pudo sobandome firmemente mi vagina y me plantó un beso en la boca, un beso como nunca me habían dado, apasionado, con fuerza, con amor, con dulzura, ternura, tosco, todo combinado. Me puso el casco y nos salimos a toda prisa. Yo simplemente lo abracé fuertemente, no piensen mal, era para no caerme.
En el trayecto, aunque ahora sí íbamos a toda velocidad me preguntó.
- En verdad Marianita, núnca te habían chupado ahí? creo que lo disfrutaste muchísimo o al menos esa fue mi impresión.
- No, nunca.
Aunque él no pudo verme me puse muy roja y nuevamente mi cuerpo reacciono al recordar esa acción, estaba de nuevo excitada, pero en verdad nadie nunca me había hecho eso.
- Bueno, te creo pero... y entonces lo disfrutaste?
Me hice la que no oí y no le respondí, llegamos a mi trabajo y nuevamente Don Carlos se bajó primero y tuvo de nuevo la vista que quería, mis piernas abiertas, con la falda arriba y enseñando mi ropa interior, esta vez ya no hice el esfuerzo por cubrirme o algo parecido, él sólo miró un poco más, me dio un pequeño toque en mi vagina y me abrazó, me levanto tal cual una muñeca o un títere, me quitó el casco y me dio un beso en la boca, sacó de su chamarra unas pastillas y me dijo:
- La vez pasada te dije que siempre te iba a cuidar, me vine completamente dentro de tí corazón te dejé bien llena de mi semen, por favor hermosa te la tomas es una pastilla del día siguiente, no quiero que vayas a quedar embarazada, soy un semental es ese aspecto, tengo que cuidarte mucho hermosa.
Sus palabras causaron un efecto excitante en mi ser, no le dije nada pero mi cuerpo respondió a sus palabras, me dio nuevamente un beso y se fue con su moto.
Subí a la oficina, afortunadamente todo se había retrasado, no les puedo decir exactamente lo que dije en la reunión pero todo salió bien, tenía la cabeza en otro lado, no me podía sacar de la mente lo ocurrido en la mañana, no me lo creía, pero tampoco estaba confundida, mis principios decían una cosa y mi cuerpo otra, hice lo que tenía que hacer en trabajo pero seguía pensando en cada una de las cosas que Don Carlos me hizo en la mañana. Eran como medio día, tenía que ir al sanitario, me sentía muy húmeda, al revisarme era obvio que al estar recordando en todo momento lo ocurrido me había vuelto a excitar, estaba completamente empapada de mis líquido y de los de Don Carlos, me sequé lo mejor que pude pero seguía escurriendo semen de mi vagina. Recordé lo de la pastilla y con vaso de agua me tomé la píldora. Continué trabajando y pensando en muchas cosas, el tiempo se me pasó volando, se me hizo tardísimo sin darme cuenta, ya hasta había realizado trabajo del día siguiente, eran cerca de las 21:00 hrs, por lo general salgo a las 18:00 hrs, cuando recibí una llamada de Andrés, estaba preocupado por mi, no había llegado a la casa y no me había reportado, estaba tan concentrada que no no supe.
- Dónde andas Mariana, estoy muy preocupado, siempre me escribes o llamas
- Lo siento Andrés, se me fue el tiempo aquí en la oficina, estaba terminando trabajo de mañana pero ya salgo para la casa, voy, voy, lo siento.
Cuando llegue a la casa ya estaban todos dormidos, Andrés vio que ya había llegado y se volvió a dormir, puse mi alarma y me acosté a dormir, a la mañana siguiente Andrés se levantó, se bañó, me pasó a dar un beso en la frente y se apresuró para salir al trabajo, yo estaba esperando a que sonara la alarma, pero no pasaron ni 5 minutos cuando medio que escuché que entraron en mi habitación y se sentó en la cama, era Don Carlos, me desperté sobresaltada.
- Pero… qué pasa??
- Shhhh, shhh, tranquila hermosa, soy yo, estaba preocupado porque no llegabas a noche, estaba a punto de salir a buscarte pero mejor le pedí a Andrés que te localizara.
- Lo siento por no avisar, solo que estaba avanzando con trabajo de hoy. Salga de mi cuarto por favor.
- Si me voy pero no me respondiste mi pregunta de ayer, me salgo dependiendo de lo que me respondas, ¿Te gustó lo que hicimos ayer? ¿Lo disfrutaste? ¿Cómo te sentiste durante el día?
Me quedé callada, no sabía qué decirle o cómo explicarle
- Por lo visto no le dijiste a Andrés sobre lo que pasó, digo si no me hubiera echado bronca, pero decidiste callar por una razón, anda hermosa, dime ¿Te gustó?. Anda por favor dime algo, respóndeme dime si te agrada mi amiguito.
Diciendo esas palabras se levantó de la cama y sacó su miembro del pantalón de la pijama, estaba completamente erecto, apuntando al cielo, grande, grueso, con la punta brillosa, y lo empezó a mover haciendo círculos en el aire.
- Dime por favor hermosa, si te gustó o no
Se acercó lentamente a mi y me quitó el cobertor, yo solo tenía solamente la pijama, un blusón con un pequeño short.
- Estas buenísima corazón, no voy a obligarte a hacer nada que tu no quieras pero si quieres que te enseñe lo que es bueno aquí me tienes. Bueno hermosa, yo digo que el que calla otorga, así que aquí voy de nuevo, tu tranquila hermosa…
Y comenzó con mucha delicadeza a recorrer mi cuerpo, yo solo llevé mis manos al pecho y gire mi cabeza viendo hacia otro al lado opuesto a Don Carlos, subió un poco mi bluson y me besó mi estomaguito, me besaba con cuidado y respiraba sobre mi piel, subió un poco más mi bluson y bajó un poco mi short para besar mi ombligo.
- Vamos a ver qué tenemos por aquí, huele exquisito, vamos a seguir buscando, trata de respirar normal corazón, quiero que ahora te dejes llevar por lo que sientes.
Y continuó con su labor, siguió bajando lentamente mi short hasta quitármelo por completo, me quedé solamente con mis braguitas, yo seguía volteada para no verlo, pero cada que me tocaba me hacía explotar, me hacía sentir electricidad y me ponía más nerviosa.
- Si no me miras, siento feo, debes mirarme y ver todo lo que te hago, sé que te gusta y por pena no quieres mirar, pero no es justo, yo si te veo desnuda y tu no me quieres ver, anda hermosa mira todo lo que te hago.
tuve que girar la cabeza y ver cómo se desnudaba completamente, se desvistió super rápido, en menos de un segundo ya lo tenía al lado de la cama intentando quitarme mis braguitas.
- Levántate un poco amor, tiene unas nalgotas mi vida que impiden quitartelos y no quiero romperlos, oh!!! por dios santo!! se te ve increíble, así depilada y ya estás empapada corazón!! es increíble que solo por esas caricias que te dí te hayas puesto así tan rápido, pero eso es bueno nos va ayudar con lo que vamos hacer.
Me tuve que alzar un poco para que no rompiera mis braguita y me las quitó, se estuvo deleitando con la vista que tenía de mi pubis, rápidamente se acomodó frente a mi, me abrio las piernas piernas, las colocó bajo brazos y comenzó con su labor de penetrarme.
- Ya quería sentir de nuevo tu estreches amor, no tienes idea de lo rico que se siente hacer esto, espero que tu tambien lo estes disfrutando amor.
- Sip, esta bien.
Yo seguía viendo de frente a Don Carlos, su rostro, sus fuertes músculos, su gran pecho y sobre todo viendo como esa enorme cosa de carne que tiene se quería meter en lo más profundo de mi ser, estaba sintiendo riquísimo, era placer pleno, con dolor pero rico, trataba de abrir las piernas lo más que podía para facilitarle las cosas a Don Carlos pero ni aún así entraba fácilmente. Así estuvimos un buen rato hasta que lo logró, ya estaba aún más mojada, fuerte y lentamente me iba penetrando, poco a poco me iba llenando, su cara de felicidad y placer la podía ver al acercar su cara a la mía, tenía mi mano en la boca y la mordía para no gritar, Don Carlos detuvo su avance y me dijo.
- Mira hermosa, estas bien estrechita corazón, se siente riquísimo y quiero que disfrutes igual que yo lo hago, conmigo puedes gritar si quieres, aquí nadie nos oye, eres libre para quejarte, gritar, hablar y decir lo que sientes, lo que te gusta y lo que no. Debes disfrutar y dejarte llevar, si no, no sigo.
quité la mano de la mano de mi boca y dije:
- SIp, esta bien Don Carlos, así lo haré.
- Perfecto bonita, ¿entonces continuó?
- ahhh!!! sip, ahh!!! por favor!!!
y continuó con su labor, con mucho cuidado y despacio iba entrando en mí, su miembro es realmente enorme, empecé a quejarme poquito, poco a poco me iba soltado en ese sentido de quejarme de placer y él también disfrutaba eso de mí. Cuando me llenó completamente y llegó al fondo, estaba ya encima de mí, su pecho estaban aplastando mis senos y estaba recargado en sus codos, tenía todo su miembro dentro de mí podía sentir sus enormes testículos rozar mis pompis, estuvo así un rato, mientras mi vagina se amoldaba a su miembro, sentía que no respiraba pero trataba de aguantar, se sentía riquísimo, tenerlo sobre mí, cubriéndome con su ser y teniendo me bien insertada, tenía todo su peso sobre mi, nos quedamos mirando, me dió un beso en la frente y luego me empezó a bombear, lento pero firmemente, podía sentir la cabeza de su miembro recorrer todo mi conducto vaginal, llegaba al principio y sin salirse volvía a entrar completamente en mí, en cada movimiento, en cada ida y vuelta, sentía que explotaba algo dentro de mi ser, choques de electricidad recorrían todo mi cuerpo, tenía un orgasmo cada que me volvía a penetrar, no dejaba de gritar, de sentir placer en cada momento. Poco a poco Don Carlos empezó a aumentar la velocidad de sus embestida y todo se empezó a calentar muchísimo, sentía que en la habitación hacía bastante calor, Don Carlos comenzó a sudar y yo a recibir su sudor en todo mi cuerpo, me caían gotas y gotas de sudor en mi cara, el sudor recorría su cuello, pasaba por su pecho, bajaba hasta llegar a mi ombligo y se perdía entre nuestros cuerpos, se podía escuchar rechinar del roce de nuestros cuerpos como con agua, era un sonido que estaba en armonía con los movimientos que tenía Don Carlos sobre mí. Yo estaba completamente excitada, eufórica, gritaba y gemía de placer, me dejaba llevar por la situación, traté de abrazar a Don Carlos pero no podía por su tamaño, no alcanzaba a cubrirlo con mis brazos, pero le estaba casi enterrando las uñas en la espalda a la altura de los omoplatos, me sentía explotar!!!
- Ahhh!!! , ahhh!!! Don Carlos!!! Ah!!!!! más, más!!! ahh!!!
- Voy mamita, voy, ah!! estas bien sabrosa, ah!! te voy a llenar de semen completamente corazón!!
- Ahhh!! si, si, por favor!! ahh!!! ahhh!!! Don Caaarlos!!!
Siguió bombeándome por más tiempo, ya no era yo, me sentía en otra dimensión, sentía que se me iban las fuerzas en cada embestida, Don Carlos comenzó a aumentar la velocidad de sus movimientos, se abrazó a mí y en una de las muchas embestidas unas la hizo mucho más fuerte, se vino completamente dentro de mí y comenzó a gritar!!
- ah! ah! me vengo, me vengo mamita!! estas bien buena!! te adoro chiquita!! ah!!
- Ahhh!! Don Carlos!!! si!! si!! ahhh!!! Dios mío!!! más!!! más!!!
Llenó mi vaginita completamente de semen, se quedó unos segundo recostado sobre mi, con su miembro aun dentro de mí, casi no podía respirar y me dijo:
- Con qué quieres más verdad hermosa, pues sigamos, aún tengo más para tí corazón.
Don Carlos sacó su enorme cosa de mí aun seguía escurriendo ese líquido blanco y espeso y aún estaba completamente erecto, duro; me quitó el camisón y se lanzó como un lobo feroz sobre mis senos, me los mordisqueaba mis pezones, me los apretaba y al mismo tiempo los chupaba parecía un niño jugando con mis pechitos.
- Son perfectos, como me encantan, bien redonditos y duros amor!! son perfectos, así es como me gustan!!
- ahh!! Don Carlos, se siente bien, ahh!!! nunca había sentido esto así, ahhh!!! pensé que eran muy pequeños mis pechitos y ahh!!! no les gustaban a los hombres pero ahhhh!!! a usted si le gustan y siento muy rico cuando me hace eso!! ahh!!! por favor!!! ahh!!! Don Carlos!!!
- Son perfectos mamacita, son de tamaño ideal, ni muy grandes ni muy chicos!! perfectos para amamantar al alguien de mi edad.
En ese momento tuve nuevamente un orgasmo que me dejó exhausta, me pidió que me girara y que me incara, así lo hice y se colocó detrás de mí, puso una de sus manos en mi vientre bajo, me jaló un poco hacía él y con la otra mano me empujó de la nuca hacia abajo, me tuve que sostenerme con mis manos para no caerme, quede bien empinada para él y su miembro, que ya rondaba y bien que lo sentía por mi vaginita, se quedó contemplándome en esa posición y me dijo mientras me tocaba:
- Que ricas y sabrosas nalgas tiene Marianita, están bien formaditas, redonditas y bien duritas por el ejercicio que hace, hasta parece que estaban esperándome solo a mi para que las usara, porque esto hay que saber cómo tratarlo - me dio un fuerte apretón en mi pompi - no sabe cuántas me hice en su honor, al verla correr, al verla bañarse o cambiarse, con verla solamente, se me antojaba muchísimo, mínimo tocarla pero ahora es mucho mejor, tenerla en esa posición y a mi completa disposición es increíble.
- ¿Qué pasa Don Carlos? ¿Qué me va usted a hacer? ¿Me quito?
- Tranquila mamita, así estás muy bien, lo que te voy hacer lo vas a disfrutar aún más corazón.
Estaba un poco nerviosa, no sabía lo que me iba a pasar, pero confiando en Don Carlos me tranquilice, se acomodó detrás de mí y comenzó a tratar de penetrarme, aunque le costó trabajo esta vez entró un poco más fácil, debido a toda la acción que ya habíamos tenido y a la posición en la que me encontraba, pero aún así me causaba algo de dolor, pero se contrarrestaba por el placer que sentía. Me metió todo su enorme miembro, despacio para no lastimarme y cuando ya había entrado todo.
Ahhh!!! Don Carlos, es muy grande, me va lastimar!! ahh!!
No corazón, yo te cuido no te preocupes ya te entro todo y eres bien aguantadora corazón, ya te tengo como siempre te imaginé, bien ensartada hermosa!! ahora viene lo mero bueno, te voy a dar lo que te gusta!!
Y empezó nuevamente con su trabajo de penetrarme, al principio solo sacaba y metía completamente su miembro en mí, luego comenzó a recargarse en mis pompis cada de me lo metía y sentía como me golpeaban sus testículos con cada embestida, me tomó de las caderas y comenzó a embestirme más fuerte, mis pechos se agitaban con cada movimiento y con cada embestida me iba inclinado más, su peso es mucho mayor al mío, siguió y siguió hasta que me puso boca abajo completamente y él sobre mi, me cubría con todo su cuerpo y aunque no lo aguantaba del todo y casi no podía respirar, estaba aguantando todo por la sensación y placer que me causaba, yo no dejaba de jadear y Don Carlos de empujar.
- ah! ah! ah! que rico mamacita, se sienten bien ricas tus nalgas, me hacen rebotar bien rico
- Ahhh!!! ahhh!!! Don Carlos, ahhhh!!!! siga por favor, ahhhh!!! se siente bien rico, por favor ahhh!!!!
- Te encanta verdad ah!! pues yo siento mucho más rico corazón.
Estaba completamente sobre mí, yo comencé a gritar y gritar de placer, se sentía increíble, es estaba sobre mí recargado con sus codos para no aplastarme pero seguía dándome con todas sus fuerzas y a gran velocidad, su rostro quedaba justo sobre mi oído y escuchaba su respiración, agitada, su sudor caía nuevamente sobre mí, estábamos empapados de sudor me tomó de las manos y yo lo apreté, con más fuerza cada que entraba en mí, por mucho tiempo estuvimos así, yo había tenido ya varios orgasmos, estaba como desvanecida, ya no tenía fuerzas para moverme pero Don Carlos hacía todo sobre mí. De repente aumentó más su velocidad de embestida, yo lo apreté más fuerte de las manos y con toda su fuerza me enterró lo más que pudo si miembro, o bueno hasta donde mis pompis se lo permitieron y se vino completamente dentro de mí, en verdad pude sentir como me llenaba aún más, ese líquido estaba aún más caliente y me llenaba todo mi interior.
- ahhhh!!! hermosa, te voy a llenar completamente!!! toma!!!
- ahh!!! Don Carlos!!! ahhhh!!!!
Y terminamos, quedamos los dos bien exhaustos, pero él aún sobre mí y dentro de mí, siempre cuidando de no aplastarme, aunque era rico sentir a ese hombre sobre mí y hasta adentro. Poco a poco fue reaccionando e intentó levantarse:
- Si te tomaste la pastilla que te dí verdad amor??
- Sip, si me la tome Don Carlos, de eso no se preocupe.
- Que bien porque si no de aquí bien que sale una bendición para Andresito jejejeje
Se separó de mí y pude sentir como escurría semen de mi vaginita, me tape con mi mano y fui corriendo al baño donde nuevamente volví a escurrir grandes cantidades de líquido, parecía como si me hubiera hecho pipi o algo así. Nos bañamos los dos, bueno mejor dicho me bañó Don Carlos, me recorrió de nuevo completamente toda; cuando fue mi turno, recorrí su espalda, su pecho, sus brazos, sus piernas, sus pompis y por primera vez pude tocarle su pene a Don Carlos y fue algo increíble, tocar ese enorme miembro con mis manitas que no lo lograban abarcar.
- ¿Te encanta verdad? ¿Qué nunca habías visto uno así?
- Nop, claro que no, yo nunca había visto uno así.
- Pero por qué no hermosa, dime con cuántos tuviste relaciones antes que Andrés.
- No Don Carlos, con ninguno, yo llegue virgen al matrimonio y Andrés es el primero que me lo hizo.
- Es en serio??
- Sip, es verdad
- ah pues con razón, por eso estas así bien cerradita amor, pero no te preocupes hay solución para eso. jejeje
- Entonces eso que me dijiste que nadie te había chupado tu vagina es verdad? ni Andrés?
- Sip, es verdad, nadie me había chupado ahí, bueno ni tocado.
- Pues entonces qué es lo que haces con Andrés
- Andrés solo me coloca boca arriba, se monta en mí y trata de penetrarme, a veces lo logra y otras no, su miembro es mucho más chico que el de usted, hace sus movimientos y se viene siempre fuera de mí y ya, así casi una o dos veces por mes.
- Y entonces tú hermosa no tenías orgasmos o sentido lo que te hago sentir
- nop, nunca había sentido esas cosas bonitas.
- No pues entonces no sabe cómo tratar a una hembra como tu, pero no te preocupes aquí ya tienes a tu macho hermosa para hacerte sentir esas cosas bonitas que dices jejejeje.
- Te gusta mi verga amor?
- Si se refiere a su miembro, si, se siente bonito tocarlo, es como suavecito y luego se pone bien duro, es raro jijiji
- Es solo tuyo amor, es para ti, tócalo todo lo que quieras y mis huevotes tienen mucho semen para tí corazón, te voy a estar llenando diario mamacita!!. Pero entonces eso quiere decir que si nunca habías tocado uno así tampoco has mamado verga verdad.
- Claro que no!! yo nunca he hecho eso!!! que asco!!
- jejeje pero bien que me lo estás acariciando, ya luego te voy a enseñar a lavarte los dientes con mi amigo jajajaja. Vamos hermosa, nos vestimos y te llevo al trabajo al fin que ya tenías trabajo adelantado no importa que llegues tarde hoy.
Nos vestimos y me arregle, Don Carlos no dejaba de tocarme o darme unos repegones en todo momento o de meterme mano por donde no, ya era tardísimo pero estaba tranquila porque ya había avanzado con mi trabajo así que no tendría problemas. Nos subimos en la moto y salimos de la casa durante el trayecto Don Carlos me preguntó:
- Oye Marianita, puedo preguntarte algo íntimo?
- Hummm…. sip, claro
- Entonces, hummm… también eres virgen de atrás?
- ¿Cómo?
- Si, tu me entiendes, nadie te lo ha metido en esas nalgotas?
- ¿En dónde?
- En tu ano pues, tu colita hermosa, ¿nadie te ha metido su pene por ahí?
- Nop, claro que no, por ahí no se puede Don Carlos!!!
- Ja, cómo de que no, ya verás que si amor, vas a sentir la gloria, to voy a partir tur ricas nalgas amor, ya quiero tenerte de nuevo corazón!!
- Nop, ya no diga eso y ya vamos que tengo que ir al trabajo.
Me llevó y como de costumbre me abrazó y me beso con más confianza y seguridad, me dio un apretón de pompi y subí al trabajo. En la oficina, aún no podía creer lo que me había pasado, la fiel esposa, recatada, bonita, estaba siendo utilizada por el mejor amigo de su esposo, ¿Qué va a pensar Andrés de mí? ¿Cómo le voy a explicar esto? lo mejor es no decir nada, pero, ¿es correcto hacer esto? Como mujer creo que también debo disfrutar al tener relaciones sexuales ¿y si mi esposo no me satisface puedo buscar otro hombre que sí lo haga? ¿es correcto hacer esto, pensar así? ¿Esto es infidelidad? ¿Se puede disfrutar aún más haciendo cosas? ¿qué sigue? ¿hacerlo por atrás?¿Y si quedo embarazada?¿y si contraigo una enfermedad?. Tenía tantas en la cabeza, tantas que no me dejaban trabajar, recibí un mensaje de Andrés que decía:
- “Te amo corazón”
- “Yo también te amo”
Me sentí muy mal en ese momento, estaba a punto de llorar pero en ese momento llegó el portero a mi oficina, con un ramo de rosas rojas, estaba confundida, no sabía de quién eran, las recibí y traían una pequeña tarjeta que decía.
- Ya eres mi mujer!!
Era obvio que era de Don Carlos, nadie había mandado rosas a mi oficina y él se había atrevido, ahora estaba emocionada, asustada, enojada y los de la oficina lo notaban pero por dentro estaba completamente feliz!!! Don Carlos me había hecho sentirme mujer, plena, deseada, feliz, era su hembra así como lo dijo y estaba contenta con eso.
Puedo decirles que durante más de dos meses así fue nuestra rutina, todos los días, después de que Andrés salía, yo estaba como becerrita en el matadero esperando a que mi hombre me tomara e hiciera conmigo lo que quisiera, bueno todos los días y algunas tardes cuando salíamos a correr Don Carlos y yo teníamos nuestros encuentros (luego les cuento de esos), dónde cada día me hacía y me enseñaba algo nuevo y me hacía sentir viva, deseada. También quiero decirles que aun después de este tiempo haciendo el amor con Don Carlos, dice que sigo estando muy estrecha, eso le gusta y le encanta a él y si así puedo seguir pues esta bien.
Una tarde salí temprano del trabajo y llegué a la casa, dormí un rato y me despertaron unos gritos, eran Don Carlos y Andrés, discutiendo, me acerqué lo más que pude a la puerta y sigilosamente me puse a escuchar.
- Habíamos quedado en que me contaría todo a detalle de lo que pasara entre usted y ella.
- Pues ya te dije eso Andresillo, creo que cuando vamos a correr me deja ver su tanga a propósito y se pone esos mallones para lucir sus nalgotas ante mí, eso es todo, en verdad no ha pasado nada más.
- Pero me interesa saber cómo y dónde pasa eso, cómo hace ella y usted qué hace cuando pasa eso, se ha cambiado frente a usted o algo así?
- Pues la vez pasada se quitó las mallas y se puso un short frente a mi pero como soy un caballero me volteé y no vi nada, lo juro Andresillo nada!!
- Así no sirve esto, tiene que contarme detalles específicos y aprovechar esos momentos para ver algo de ella.
- Prometo que te contaré las cosas a detalle si pasan y voy a aprovechar que Marianita me tiene más confianza para verla cuando se cambia de ropa y ya veremos que pasa.
Dejaron sus cosas y volvieron a salir de la casa, me quedé sorprendida con lo que había escuchado, estaba confundida, enojada, desepcionada no sabía qué hacer. Pero entendí todo, Don Carlos estaba en mi casa para seducirme y contarle eso a Andrés pero Don Carlos como todo un caballero no había dicho nada, llevábamos tiempo haciendo lo que Andrés quería que pasara y él ni sabía. por eso les digo que “Quien juega con fuego, acaba quemándose”
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Bonita noche