Quien juega con fuego, acaba quemándose
Quiero contarles algo que me pasó, la introducción es un poco larga tengan paciencia, pero quiero que sepan todo lo que aconteció antes de pasara lo que pasó, no sé si fue culpa mía o simplemente fue lo que tenía que pasar.
Hola a todos, espero les guste mi relato
Quiero contarles algo que me pasó, la introducción es un poco larga tengan paciencia, pero quiero que sepan todo lo que aconteció antes de pasara lo que pasó, no sé si fue culpa mía o simplemente fue lo que tenía que pasar.
Mi nombre es Mariana, soy de la CDMX y a mis 25 años soy una mujer felizmente casada, vengo de una familia de clase media, no teníamos para lujos pero núnca nos faltó de comer, mis padres siempre nos trataron de dar la mejor educación a mi y a mis hermanas, crecimos en el seno de una familia católica, por lo que nuestra formación fue muy estricta en algunos temas, crecimos muy sobreprotegidas, en fin, teníamos muchísimas restricciones en muchas cosas, cero fiestas, nada de novios, nada de alcohol, nada de cigarro ni qué decir de las drogas, nada de malas amistades, ni salidas al parque solas, en fin, muy limitadas.
Cuando tenía 21 años estaba a mitad de la universidad conocí a Andrés, mi esposo, en un retiro que organizó la iglesia a la que asistimos todos los domingos, él es ocho años mayor que yo, su trato siempre ha sido muy amable y respetuoso conmigo y con todas las personas, él es muy educado, desde ese momento me llamó mucho la atención, no sé si fue porque me cautivo su forma de ser o por ser mi primer acercamiento a un hombre, bueno, después de algún tiempo, logramos entendernos y tuvo el valor para pedir permiso a mis papás para que pudiera salir con él, al poco tiempo ya éramos novios y comenzamos a salir más seguido, luego de casi un año y medio, nos casamos, yo estuve casi a punto de dejar la escuela pero logré terminarla, soy contadora, las ideas de nuestros padres es que los esposos siempre deben estar juntos y apoyarse mutuamente, eso hizo efecto en nosotros y así lo hicimos, nos fuimos a vivir juntos como los nuevos esposos recién casados, Andrés trabajaba en un despacho y yo iba a la escuela. Desde siempre me ha tratado como la dama que soy, nunca dice groserías, siempre se dirige y habla con mucha educación hacia todas las personas y en especial hacia mi. Trata en lo mayor de lo posible de darme todo lo que puede y está dentro de sus posibilidades, ayuda a todo el que lo necesita, es un amor de persona mi esposo.
Pues bien, luego de terminar la carrera empecé a trabajar en un despacho competencia de Andrés, pensamos que eso causaría problema pero no, las cosas funcionan muy profesionalmente. Decidimos no tener familia y dedicarle más a ahorrar para tener un patrimonio antes de una familia. Gracias a Dios nos va muy bien, tanto que en tan poco tiempo pudimos comprar una pequeña casita con terreno a las orillas de la ciudad, no es muy grande ni lujosa pero es nuestra casa. Todo está muy bien salvo eso, esta a las afueras de las ciudad y se tarda uno mucho en transportarse, el trasporte es muy escaso y pasa muy lleno en las mañanas o bien no pasa. Estábamos a punto de venderla, pero no tenemos los papeles en regla, dicen que lo barato sale caro y así nos pasó, por agarrarla al mejor precio tiene sus detalles en las escrituras y no se puede vender. En fin, tuvimos que acostumbrarnos a ese suplicio. Todas las mañanas salíamos Andrés y yo hacía el trabajo y regresamos juntos por la tarde a dormir y descansar. Los fines de semana salimos a correr o a nadar pasear, salíamos al cine o cenar, como una pareja de adolecentes nos gusta mantenernos en buena forma, él es delgado y tiene buen porte, claro es mi esposo, qué no puedo decir de él, yo soy de complexión delgada, mido 168, peso 53 kg, soy de tez blanca, mi ojos café obscuro al igual que mi cabello que me llega a los hombros, me gusta mucho mi cuerpo, digamos que tengo lo mío. Hablando de cosas íntimas suponía que todo iba bien, Andrés había sido mi único hombre en la vida, él me quito la virginidad el día que nos casamos, nuestras sesiones de sexo duraban de 10 a 15 minutos cada semana o bien dos veces por semana, siempre usaba condón para cuidar de no embarazarme. Hasta ese momento yo siempre vi esa parte del sexo e intimidad como cosa normal.
En una de tantas de esas salidas fuímos a una de las plazas al sur de la CDMX al cine a ver una película, esa vez fue muy raro, la película toda extraña, la sala vacía, muy poca gente en general y Andrés tuvo que salir al baño en varias ocasiones y me dejó sola en la sala, en una de esas se tardó muchísimo y todo porque había bebido mucho refresco, luego de ver la película, me invitó a cenar en un restaurante de ahí mismo, estábamos cenando felices y contentos cuando en eso un muy amigo de Andrés lo reconoció y se acercó a saludarnos, Carlos se llama, él es mucho más grande que Andrés, se me hizo raro que fueran amigos, de hecho pensé que era un amigo de su papá pero no fue así. Se saludaron y abrazaron con tanto gusto y cariño que si me sorprendió no saber nada de él antes. Andrés lo invitó a sentarse con nosotros y me presentó.
Mi gran amigo Carlos, me da mucho gusto encontrarte por aquí, déjame presentarte a mi esposa Mariana, de la que tanto te he hablado, verás que es encantadora y es toda un amor.
Yo estaba aún sentada viendo como los dos grandes amigos de años Andrés y Carlos se daban un cálido abrazo de amistad, de esos que realmente se sienten, de mucha confianza y amistad, de palmada en la espalda y todo eso.
Carlos me miró, se veía muy feliz por el encuentro con Andrés y me estiró la mano para saludarle, no me dio tiempo ni siquiera de levantarme bien, cuando prácticamente me jaló hacia él para darme un beso en la mejilla y un abrazo similar al de Andrés, aunque me jaló y apretó muy fuerte, en ningún momento me lastimo, es como si fuera un trato rudo y firme pero con cuidado, espero me entiendan. Y me dijo cuando me estaba abrazando:
En verdad es todo un gusto y un gran placer poder conocerla en persona Marianita, Carlos me ha contado tantas cosas de usted que bueno, ya casi la sueño a diario, pero es mucho más guapa y encantadora de lo que me dijo mi amiguito. En verdad es toda un amor.
Nos sentamos a cenar, pedimos lo mismo para todos pero Carlos pidió unas cervezas de más, estuvimos muy a gusto platicando de todo un poco, hasta que les pregunté de dónde se conocían, Andrés tartamudeo un poco y me dijo que de la secundaria, que Carlos le ayudaba a hacer sus tareas de matemáticas y por eso siempre sacaba 10, para Carlos esos temas eran muy fáciles ya que él se encontraba en la universidad, desde ahí se conocieron y Carlos invitó una que otra vez a Andrés a fiestas, a las cuales Andrés no podía asistir por ser menor de edad, luego se dejaron de ver pero de vez en cuando se escribían y hasta ahora se volvían a ver.
Carlos tiene 56 años, es un hombre canoso, con barba y bigote. Todo su cabello desaliñado o mal peinado, musculoso, fortachón pero muy panzón y de gran tamaño, mide cómo 185 cm y ha de pesar como 110 kg. Al conocerlo ese día me saludó con mucho gusto y me abrazó como si fuéramos muy amigos, platicamos un largo rato y nos contó un poco de su vida, estudió una ingeniería pero quedó trunco empezó a trabajar desde la licenciatura y anduvo en varios estado de la república pero por no tener título y cédula lo despidieron y ahora se encontraba sin empleo y rentando de casa en casa o departamento, ahora se dedicaba a la plomería y jardinería, esperando la oportunidad de recuperar un empleo fijo, en verdad estaba sufriendo el hombre.
Yo estaba segura que Andrés le ofrecería un lugar en la casa, digo no somos ricos pero tenemos un espacio y si son tan amigos eso sería lo indicado, pero en toda la plática Andrés jamás mencionó nada. Entonces me atreví a decir.
Pues mire Don Carlos, en nuestra casa tenemos un cuartito para la servidumbre, si usted gusta y salvo la opinión de Andrés, podría quedarse ahí hasta conseguir un empleo fijo, sirve que nos ayuda con las pequeñas imperfecciones de la casa y a darle mantenimiento al jardín o no amor.
Pude notar notar que a Andrés se le votaban los ojos como de buena idea o de enojo o de furia, pero no dijo nada, se atraganto con el café que bebía así que Don Carlos tomó la palabra
Que buena es usted Mariana, ya me lo decía mi amigo Andrés, mi esposa está… es muy buena. Te va a caer muy bien, en verdad que sí me ha caido muy bien Marianita y si por usted no hay problema, supongo que por mi amigo Andrés menos, verdad mi Andrecillo.
Andrés seguía ahogándose con el café y solo alcanzó a decir entre tos y tos
No creo que se pueda, le quedaría muy lejos de la zona de su trabajo, él trabaja por la zona norte. Yo creo que debemos pensarlo bien.
Ese no es ningún problema Andrés, si es por eso yo me puedo mudar y cambiar de zona, y si es por estar con buenos amigos y ayudarlos en su casa me acomodo como puedo. Mañana mismo me mudo.
Yo creo que esta bien amor, así cambia de aires y puede ser que por este lado tenga más trabajo que por allá, yo digo que es buena idea y si no consigue trabajo por la comida no se preocupe, puedo hacer de comer para los tres y a todos nos alcanza.
Muchas gracias Marianita, mañana mismo me mudo y llevo mis cosas, ya Andrés me había dicho por dónde vivía así que yo llego por allá. Me dió mucho gusto verlos pero me va a dar más gusto vivir con ustedes. Buena noche.
Se despidió de nosotros muy agradecido y nuevamente nos dió un fuerte abrazo a cada uno y se fue. Creo que para todos era buena idea, pero a Andrés no lo veía tan convencido, creo que estaba molesto, o enojado, nos despedimos, se supone que Carlos llegaría al día siguiente, domingo por la tarde con todas o la mayoría de sus cosas. Nosotros nos fuimos para la casa, Andrés iba pensativo y me dijo
Yo creo que no es buena idea meter a alguien a nuestra casa, me da no sé, desconfianza
Pero es tu amigo amor, apoco lo vas a dejar solo?
No es eso, lo conozco desde hace mucho y no sé ya ha cambiado, qué tal si tiene malas mañas? o alguna adicción
Pero se supone que tú has platicado con él últimamente y hasta le has contado cosas de mi, apoco no sabes nada de él?
No es eso amor, si lo conozco pero no tanto, bueno sí pero no como debe ser para meterlo a la casa.
Pues esta bien, entonces tu dile que no se mude, yo no tengo ningún problema porque es tu amigo, pero si tu dices que no, por mi no hay problema, le hablas y le dices y ya.
Bien pues, sí lo haré
Llegamos a la casa, teníamos que viajar en transporte público ya que todos nuestros ahorros se fueron en la compra de la casa pero estábamos viendo en comprar un coche, yo quería uno nuevo pero Andrés quería uno ya usado de hace 20 años, teníamos esa pequeña problemática pero así andábamos. Cuando llegamos a la casa Andrés seguía callado y pensativo, lo dejé dormir y descansamos. A la mañan siguiente se levantó temprano y se fue sin despedirse, yo hice mis cosas normales, me bañé, me vestí, fui a misa y me desayuné en la calle, cuando llegué había un coche viejo en la casa, me extrañó muchísimo pero cuando fuí entrando me di cuenta que era de Andrés, lo había comprado, se le veía muy contento y feliz, me pidió que me subiera y salimos a dar una vuelta, no estaba tan mal pero yo hubiera preferido uno nuevo, de hecho eso habíamos platicado pero él se adelantó, estaba medio molesta, pero decidí no hacer mayor problema. y le dije:
Ya me había espantado pensé que era Carlos y que había llegado hasta en carro jejeje
No amor, cómo crees eso, pero bien podría ser, ya ni tiempo de hablar con él, se me olvido por comprar el coche, esperemos que lo haya tomado como una broma y se le olvide.
Pues yo lo vi muy en serio y convencido ehh, en una de esas ya hasta debe estar de estar en la casa.
Y así fue, regresamos a la casa, y ya había una motocicleta estacionada ahí, nos bajamos del auto todos extrañados y en eso va saliendo Carlos de la casa.
Buenas tardes mis amigos, ya me pase pa´ dentro, antes de que llegaran ustedes para darles una sorpresa, ya estuve viendo la casa y si me gusta, la zona es muy tranquila.
Buenas tardes Don Carlos, me decía Andrés que no iba a venir, yo lo tomé muy en serio.
ah que mi buen amigo, siempre son sus bromas, claro que vendría, sabes bien en el fondo que realmente así lo querías.
Sentía a Andrés muy frío e intranquilo por su amigo, pero Don Carlos ya estaba instalado en el cuarto que le correspondía.
Fue un periodo extraño de adaptación y confusión, nuestras vidas perdieron privacidad y ahora era llegar a casa y convivir en todo momento con Don Carlos, estábamos limitados en el quehacer diario y la parte íntima como pareja pues ni se diga, no era que sufriera por eso pero tampoco me sentía cómoda.
Los días pasaban y poco a poco íbamos conociendo más a Don Carlos, como que nos estábamos acostumbrando a vivir con él, nos ayudaba en todo lo que podía, cocinaba para los tres, si salía nos invitaba, compraba boletos para el cine para los tres, ayudaba a Andrés con su coche, a mi con la ropa, con el super, etc. Era ya más de la familia en todo momento. Por otro lado Andrés, andaba más preocupado, tenso, olvidadizo, lo sentía como más alejado, pero como tenía a un buen mozo pues no le daba mucha importancia.
En una ocasión, yo tenía que llegar más temprano de lo normal al trabajo porque tenía una junta importante, entonces le pedí a Andrés unos días antes que nos saliéramos antes para estar a tiempo en la oficina, había estado preparando mi ponencia casi una semana y ese día me bañe y arregle lo mejor que pude, un traje de color azul con falda corta, chaleco y saco, una blusa blanca, unas medias transparentes y un taconcito medio para apantallar a los de la junta, me sentía y veía impecable. Pues resulta que Andrés no tenía listo el coche, porque lo había llevado al taller, me enojé muchísimo y salí corriendo para tratar de tomar un taxi pero no había, los camiones iban llenos y los que pasaban por la calle me gritaban cada cosa que mejor olvidar. Estaba muy molesta y frustrada, en eso se acercó un motociclista y se detuvo frente a mí, pensé que me diría una leperada pero mi sorpresa fue que era Don Carlos, me ofreció ayuda, él podía llevarme rápidamente, me prestó un casco y traté de subirme pero me era imposible por la falda, Don Carlos tuvo que bajarse para poder ayudarme a subir, nunca me había subido a una motocicleta, me subí como pude pero la falda que llevaba se me subió de más, Don Carlos solo dijo.
Ahora si me toco ver hasta dentro pero no se preocupe bonita solo yo veré, me pongo enfrente y la cubro completamente.
Muchas gracias Don Carlos.
Agárrese fuerte!!!
Estaba completamente ruborizada, al montarme en la moto se me subió más de lo debido la falda y Don Carlos me vio, no sabía hasta dónde me había visto y eso me ponía aún más intranquila y nerviosa. Durante el viaje, no le dirigí la palabra ya que hacía muchísimo frío y varias veces bajo la mano y me toco la pierna, diciendo.
Perdone Mariana, pero no la siento, como no pesa nada, pues no siento si aun viene conmigo jejeje mejor platiqueme y así ya sé que viene ahí.
Como no le dije mucho que digamos por tanto aire frío, él seguía bajando su mano y tocándome la pierna de vez en cuando. Llegamos super rápido y muy temprano, mi trabajo tiene un estacionamiento subterráneo al cual nos metimos para que yo pudiera tomar el ascensor y subir al piso que me corresponde, cuando llegamos Don Carlos se bajó primero y nuevamente tuvo la vista que quería, mis piernas abiertas, con la falda arriba y enseñando mi ropa interior, trate de moverme y cubrirme pero en verdad no podía, estaba completamente entumecida por el frío, él sólo miró un poco más y me abrazó, me levanto tal cual una muñeca o un títere, creo que en verdad no le pesaba nada, me quitó el casco y me dio un beso en la mejilla.
si gusta, al rato paso por usted
No, no, no Don Carlos, muchas gracias, gracias por traerme, no se preocupe, yo regreso al sola al rato.
no te preocupes, ni te cobro nada, y por dejarme ver pues tiene otro viaje gratis jejeje
Y se fue haciendo mucho ruido con su motocicleta, me sentí super extraña, subí tuve una excelente junta, todo salió muy bien, me felicitaron por mi trabajo y dedicación. Estaba muy feliz, me sentía realmente especial, pero en verdad no dejaba de pensar y sentir en el trato que me había dado Don Carlos, todo un caballero salvando a su princesa, gracias a él pude llegar a tiempo y salvar mi trabajo, estaba muy agradecida con él, tanto que no me importaba ahora su atrevimiento de haberme visto la ropa interior o tocarme las piernas con esas manos, grandes, rasposas y fuertes, mucho menos por haberme abrazado, cargado en el aire y atreverse a darme un beso en la mejilla. Estaba impactada por su fuerza me tomo en el aire como una jovencita y colocó en el suelo como una dulce y suave pluma y me salvó de una buena regañiza en el trabajo y todo había salido muy bien gracias a su ayuda. Todo el día anduve felizmente encantada con todos.
Cuando regresé a casa Andrés se disculpó por lo ocurrido y prometió que estaría más al pendiente de no volver a fallar en cosas elementales, yo lo disculpé porque ahí estaba Don Carlos frente a nosotros pero la verdad seguía enfadada con él, yo le conté lo maravilloso de mi día, lo de mi héroe Don Carlos y mi aventura de subirme a una moto, claro que no le dije lo de mi ropa interior al descubierto y eso claramente lo notó Don Carlos. Al día siguiente ya teníamos ya teníamos auto y salimos de nuevo muy temprano para poder llegar a tiempo a nuestros respectivos trabajos, así estuvimos una semana hasta que pasó lo del terremoto del 2017, gracias a Dios no nos pasó nada a nosotros ni a nuestra casa pero desafortunadamente nuestras vías de acceso a la ciudad se vieron fuertemente afectadas y el auto se tuvo que quedar parado y teníamos que viajar constantemente en transporte público y caminar varias cuadras para llegar a tiempo a nuestros trabajos.
En una ocasión salimos Andrés y yo muy temprano hacia nuestros trabajos pero el tránsito estaba completamente detenido, se me ocurrió regresar a la casa para pedirle ayuda a Don Carlos, llamé a su puerta pero no respondió, así que me atreví a entrar, al fin que es mi casa, entre y no había nadie, oí ruido en el baño, me dirigí y acerqué muy cautelosa, la puesta puerta estaba entreabierta, Don Carlos se estaba bañando, en ese momento pude ver todo lo que Don Carlos tenía escondido, ya sabía que estaba muy fuerte porque se notaba en su apariencia, sus brazos, su pecho y su espalda, ya sabía que era muy fuerte porque me pudo cargar muy fácilmente, pero ahora podía verlo completamente desnudo, sus pompas firmes sus fuertes piernas como de futbolista, era un hombre que realmente hizo mucho deporte en su juventud, me quedé mirándolo un rato y cuando se giró también lo pude verlo de frente, tenía un miembro enorme, y aunque estaba flácido se notaba enorme, no sé cómo decirlo, grande, largo y grueso, en ese momento me sentí extraña, algo dentro de mí quería seguir viendo, otr parte quería salir corriendo de ahí y otra más atrevida quería ir a tocar eso, Don Carlos salió del baño y comenzó a secarse, la parte más fuerte de mi ganó y yo regresé a la sala y le grité a Don Carlos para que me escuchara, salió del baño solo con la toalla y acudió a mi llamado.
Don Carlos disculpe que lo moleste pero necesito llegar al trabajo y el tránsito está completamente parado, me puede usted hacer el favor de llevarme.
Mire bonita, estaba a punto de salir a ver a un cliente, me va a dar trabajo y así podré dejarlos en su casa.
No se preocupe de eso, no es ningún problema su compañía, ande por favor lléveme, le pago lo que me pida.
Pues solo con que se ponga una faldita la llevo gratis jejeje, no es cierto Marianita, también con pantaloncitos ajustados se ve linda, deme permiso de cambiarme y la llevo.
Atrevido!!! pero está bien aquí lo espero.
Se cambió a toda prisa y salimos directo al trabajo, aún así llegamos temprano, yo me hice la que estaba entumecida por el frío, él sólo miró, sonrió y me abrazó, me levanto tal cual una muñeca o un títere, me quitó el casco y me dio un beso en la mejilla y se fue en su motocicleta. Todo pasó normal ese día pero teníamos que encontrar una solución al problema del transporte, ya en casa platicabamos de eso y como todo un caballero, Don Carlos se ofreció a llevarnos, pero como solo podía llevar a una persona más en la moto, pues el ofrecimiento era prácticamente para mí, quedamos de acuerdo en que Don carlos me iría a dejar y luego iría por mi al trabajo para evitar todo el problema del tráfico y si Andrés algún día necesitara llegar temprano pues le cedería mi lugar. Al principio nos tomó tiempo calcular el tiempo exacto para llegar a la hora, era obvio que Ándrés tendría que salir más temprano para poder llegar a la hora y nosotros podríamos salir un poco después.
El pobre de Andrés se levantaba muy temprano para bañarse y salía corriendo para el trabajo, mientras yo me daba tiempo de levantarme con calma, bañarme tranquilamente y arreglarme para salir en la moto con Don Carlos y aun así llegar a tiempo al trabajo y repetir todos los días esa misma dinámica del beso de despedida con Don Carlos, que cada día se afeitaba para estar elegante. Me acompañaba todos los días de regreso a casa y ahí íbamos platicando, platicaba más con él que con Andrés, el pobre siempre llegaba muy cansado y ya solo quería dormir, de vez en cuando Don Carlos me acompañaba a correr al deportivo, unas veces corrió conmigo, y aunque es algo mayor aún tiene buena condición, iba a mi ritmo y platicando cada cosa, me decía:
Que guapa se ve Marianita, en un placer verla hacer ejercicio, que bueno que la vengo a cuidar, sino, imagínese, me la roban jejeje, mire cuento patan la queda viendo, la fortuna que tengo de tenerla tan cerca jejeje.
jejeje Ya Don Carlos, ni diga eso, le agradezco en verdad que me acompañe, me lleve y me traiga y sobre todo me cuide.
Yo siempre te voy a cuidar, no te preocupes.
otras veces él se quedaba solo en la moto y me veía hacer ejercicio, era como mi papá que me cuidaba mucho. Yo no notaba malas intenciones en sus comentarios, era como amistoso.
Como es normal, en un día de esos tantos tenía nuevamente que llegar puntual al trabajo pues tenía una junta con los jefes, así que tenía que vestirme super formal, recuerdo bien que un día antes me preparé muy bien, me pinté las uñas, me compré unos zapatos de tacón un poco más altos, unos aretes nuevos, y un trajecito nuevo para verme encantadora, al día siguiente Andrés se levantó temprano, se bañó y se fue, una vez que salió inmediatamente me metí a bañar, me depilé completamente toda y me apresure a arreglarme, me peine, me maquille un poco, me puse unos pequeños cacheteros de encaje negro y un bra del mismo juego para sentirme más segura, me puse mi traje nuevo, unas medias del mismo color, mi blusa blanca, mi saco y mis tacones, y si realmente me veía espectacular al espejo. Estaba lista para salir aun con mucho tiempo de sobra, llegue a la moto y ya me esperaba Don Carlos, me puso mi casco evitando despeinarme y me dijo:
Adelante Marianita, muéstreme lo que tiene para mí.
Me quede quieta pero no supe qué decir
Vamos linda, quiero ver que tienes guardado para mi, ahora que traes falda y tienes que subirte a la moto, me toca cobrar por todos los viajes que hemos dado jejeje
ah!!! Don Carlos deje de jugar y ya vamonos
Me subí a la moto y si efectivamente, se me subió la falda, mis piernas se abrieron y dejaron al descubierto nuevamente mi ropa interior. Trataba de cubrirme con mi bolsa y mis manos pero aun así se notaba. Don Carlos seguía de pie viéndome
Ya Don Carlos, vamonos!!
Perdóneme Marianita pero, esos son nuevos, esas braguitas que trae son nuevas, no se las había visto y se ve que le quedan espectaculares!! déjame verlas.
Ya Don Carlos, si son nuevas pero ya vámonos!!
Marianita, me va usted a disculpar por lo que voy a decir pero, es usted realmente bella, desde el primer momento que la vi me dejó impactado su belleza, su linda cara, su hermoso cuerpo y su magnífica forma de ser me dejan sin palabras y me impacta a cada momento.
Muchas gracias Don Carlos, no sabía que eso lo impactara jejejeje
No se ría Marianita, es en serio lo que le digo y más aún lo que pido, déjeme ver sus braguitas nuevas!!! por favor!!!
Pero Don Carlos, cómo cree usted eso? no le voy a permitir eso, soy una mujer casada, soy la esposa de su mejor amigo!! Por qué me pide eso?
Por favor, bonita, déjeme verla, yo no le dije nada por verme desnudo la otra vez que regreso usted por mí, sé que me vio todo desnudo. Verdad!!
Me quedé paralizada por su comentario ¿Me había visto?, ¿cómo sabía eso?
No se de que me habla Don Carlos
Ande, ande, no se haga Marianita, si bien que le gustó ver eso, dígame qué opina de mi amigo, ¿le gustó? ¿qué sintió al verlo? ¿Había visto uno así?. Sé que le llama la atención pues cuando corremos no deja usted mirar mi entrepierna.
Me quedé aún más paralizada, cómo era posible que me haya visto.
Mire pues, yo solo quiero que me muestre sus braguitas nuevas y ya, solo eso hermosa o ya veremos que más jejeje.
Me tomó de las manos quitó mi bolsa y la colgó de los manubrios de la moto, yo ya no me movía, se inclinó y miró mis braguitas con mis piernas abiertas.
aquí hace falta más luz, vamos para acá.
Yo estaba paralizada, él sólo miró, sonrió y me abrazó, me levanto tal cual una muñeca o un títere, me quitó el casco y me dio un beso en la mejilla. Me cargó tal cual novia recién casada, entramos a la casa y me llevó hasta mi habitación. Me bajó con mucho cuidado, el se sentó en mi cama y yo quedé frente a él de pie con mis tacones completamente inmóvil, comenzó a acariciarme por encima de la ropa, tocaba cada parte de mi, mis pantorrillas, mis piernas, mis pompis, mi espalda, poco a poco me atrajo hacia él, yo estaba como hipnotizada, me estaba dejando llevar por sus caricias, por sus tratos, comenzó a desabotonarme la falda, bajó con mucha delicadeza el cierre y comenzó a bajarme la falda, se atoraba por mis pompis, así que hizo un mayor esfuerzo pero lo logró, mi falda estaba en el suelo cubriendo mis tacones, se levantó y me quito el saco, luego con mucho cuidado la blusa dejándome solo con mi bra, mis cacheteros, las medias y mis tacones frente a mi cama.
Por Dios Santo Marianita, si que es completamente una Diosa, ya la había espiado cuando se bañaba o se cambiaba de ropa, pero verla así es mucho mejor, así sin tener que esconderme, me parece que es mejor. Déjeme contemplarla mejor.
Se acercó a mí, me olía por todas partes, podía sentir su respiración en mi piel, podía sentir sus pequeños roces y eso hacía sentir electricidad en todo mi cuerpo.
Creo que solo quería ver mis braguitas, ¿en eso quedamos no?
Tienes razón Marianita, veamos cómo te quedan. Sé que usas todo tipo de ropa interior, porque te la he visto puesta y la he visto cuando lavas, sé que usas tanguitas cuando vamos a hacer ejercicio y me agrada verte correr así, sé que otras veces usas braguitas de algodón y también te quedan muy bien, pero estos cacheteros de encaje te quedan espectaculares, son perfectos para tí.
Mientras decía eso, metía sus dedos entre mi piel y el contorno de mis cacheteros recorriendo con sus dedos toda mi cintura y luego pasó a mis pompis llevándolos lentamente hasta mi entrepierna.
No lo puedo creer, te quedan perfectos Marianita, y no puedo creer que estes muy mojada, ya me mojaste los dedos. mira
Sus caricias había provocado en mí una humedad extrema, hacía tiempo que no había tenido relaciones con Andrés y eso era parte del efecto que me causaba.
Don Carlos me quitó el brasier y yo por instinto solo me cubrí con mis manos, él como todo un caballero me cargó y con mucho cuidado me recostó en la cama, se comenzó a desvestir rápidamente y solo se quedó con su boxer y calcetines, yo tenía las manos tratando de cubrir mis senos, y comenzó a bajar con mucho cuidado mis cacheteros, se maravilló de ver mi entrepierna bien depilada, se inclinó tanto que pude sentir su respiración en mi pubis, me quito el cachetero, tomó el brasier y los puso en un buró junto a mi cama. Yo seguía con los brazos cubriéndome con cuidado me los quito y las puso a mis costados.
Ahora sí Marianita, te voy a enseñar lo que es un verdadero hombre, lo que tanto ha deseado.
Se quitó el boxer completamente y me mostró su miembro completamente erecto y apuntando hacía mí. Yo seguía recostada en la cama contemplando ese enorme y poderoso miembro de Don Carlos. mientras él me decía.
No sabe Marianita, cuantas veces la he imaginado tener así, pero esta vez la realidad supera a la imaginación voy a probar un manjar de dioses.
Y diciendo eso me separó las piernas con mucho cuidado y comenzó a chupar mi vagina, al cual ya se encontraba completamente mojada y con su saliva se mojaba aún más, me hacía sentir unos espasmos increíbles, me contorsionaba, me encantaba me fascinaba sentir eso, con su lengua buscaba encontrar mi clítoris y cuando lo alcanzaba me mordisqueaba con sus labios, era una sensación única e indescriptible. Yo solo lo agarré de la nuca haciendo con más fuerza hacia a mí, no quería que terminara nunca eso.
Déjame respirar amor, te agrada verdad muñeca, que nunca te lo habían hecho? si eres un manjar!!
No, en verdad nunca me habían hecho eso.
Ese Andrecillo, hay que darle unas clases de cómo tratar a una mujer como tu hermosa.
jejeje se siente rico
Y no sabes lo que te espera amor!!
Se incorporó me jaló hacía él, abrió las piernas y quedaron arriba de sus hombros.
Mira hermosa, se ve qe tienes una vagina muy chiquita y ya viste el tamaño de mi pene, va esta dificil que te entre pero como ya estas bien mojada veremos que pasa. Te lo voy a hacer con mucho cuidado, por favor si te duele me dices y paro, y si no pues seguimos.
Su pene estaba ya bien firme y listo para penetrarme, la cabeza era mucho más grande que el tronco pero tenía como un líquido en la punta que lo hacía brillar. Me acomodó y con mucho cuidado comenzó su labor, en verdad le costaba trabajo entrar, no se podía.
Si que estas bien estrechita Marianita, hasta pareces nuevecita, ya me imagino el tamaño de Andrés ni cosquillas te ha de hacer jejeje
Seguía intentando meterme su pene, pero se resbalaba hacia arriba o hacía abajo, no sé si le dolía pero de repente a mí sí, pero también se sentía increíble, me causaba espasmos de placer.
Bien bonita, prepárate que ahí vamos
Tomo con una de sus manos su miembro y lo dirigió a mi vagina, esta vez no podía librarme, comenzó a penetrarme despacio, si le costaba trabajo entrar y si me dolía pero a la vez era un gran placer sentir eso, podía sentir como la cabeza de su miembro me atravesaba poco a poco.
Tu me dices hermosa, si me detengo, para mi es muy placentero hacer esto, estrenarte amor, estás bien estrechita corazón, se siente increíble.
Nop, ahhh!!! está bien, siga ahh!!!
Perfecto corazón, primero voy meterlo todo, luego hay que dejar que tu vaginita se acostumbre a mi pene y y luego te doy para hacerte gozar.
ahh!! sip, sip, esta bien Don Carlos
Don Carlos siguió con su labor y después de un rato se quedó quieto completamente sobre mí, ya había logrado meter todo su miembro en mi, me llenaba comppletamente.
Ve Marianita, lo logramos hermosa, si le entró todo, ahora vamos a darle poco a poco y luego ya rápido.
ahhh!!! Okis, esta bien ahh!!!
Comenzó a sacar lentamente su pene y luego a volver a introducirlo, poco a poco fue aumentando más la velocidad, me penetraba firmemente, su pene es tan grande, largo y grueso, la cabeza es aún más ancha que el tronco, así que costaba más trabajo al atravesarme, pero una vez dentro, me llenaba completamente con su miembro, hacía que las paredes interiores de mi ser se estiraran a cada embestida, me hacía sentir completamente viva, no me quedaba más que abrir un poco las piernas para dejar que Don Carlos se moviera con toda libertad y llegará a lo más profundo de mí podía sentir sus testículos que chocaban contra mis pompis en cada momento, me sentía plena casi lloraba de placer. Don Carlos lo notó en mi rostro y estaba a punto de parar pero le dije.
Esta bien Marianita?, me detengo?
ahhh!!! No, no, siga por favor, solo que es mucho placer para mi
Y lo que falta mujer
Siguió embistiendome con más fuerza por un buen rato, yo ya había tenido unos tres orgasmos, estaba exhausta y él seguía como si nada, cuando empezó a acelerar más su embestida contra mí, me apretó las piernas contra él y me empujó con todas sus fuerzas, soltando un grito de placer y cansancio.
Todo esto es para ti hermosa, ya te llené completamente ahora sí ahh!!!
Justo en ese momento con sus movimientos y palabras había logrado alcanzar otro orgasmo.
ahhh!! ahhh!! ahhh!!! Don Carlos, ahhh!!! es increíble!!
Tu eres realmente hermosa e increíble corazón.
Bajó mis piernas y se recostó un rato sobre mí, poco a poco su miembro se fue poniendo menos erecto pero seguía dentro de mí, me acomodó y se levantó cargándome hacía el baño, una vez ahí sacó su pene de mí y tal cual un tapón comencé a escurrir grandes cantidades de semen, salia de mi vaginita y me recorrían las piernas, me ayudó a bañarme y luego a vestirme para salir a toda velocidad para mi trabajo.
Les puedo decir que llegue muy tarde pero afortunadamente también se habían retrasado por el tráfico de la ciudad. Así es como comienza mi historia con Don Carlos espero les guste. Por favor cualquier duda, queja, sugerencia o comentario les agradeceria me manden correo. Buen año.