Quien iba a pensar 6

Gracias a todos  ustedes por seguir  mi   historia, he tratado de seguir sus recomendaciones. Espero que  esta entrega  les guste.

Me encuentro muy  feliz  ya que son  muchos mis lectores

Muchas gracias,   besos a  todas

María estaba   enloquecida,  Helena    no salía de sus pensamientos, cada día  aumentaba la impotencia que sentía.

Aumentaba  el deseo que  sentía  por  Helena  y  las  ganas de que  ella estuviera  bien. En  el fondo  sabia de que  esta  mujer  estaba triste.

María  ya  había decidido alejarse completamente de  estas chicas por esta razón pensaba seriamente  en  poner  sus  ojos  en alguien  mas.

Aun  así  no tenia   ni ida   de quien podría  ser, por  esa razón  se  prometió  así  misma  que tendría  mas  vida social.

Entre  trabajo  y universidad pasaban  los días y  María  compartía  con sus  compañeras  de clase. Ellas eran heterosexuales, no sabían  de las orientaciones de  María pero  siempre  salían  con ella  y  sus  novios.

Para María  era incomodo ver  como sus   amigas estaban siempre  con sus  novios y  ella  tenia  que  dar explicaciones absurdas de  el porque  siempre  andaba sola.

María  es reservada, no le gustan  los  espectáculos  públicos ni  le   gusta que todo el mundo se entere de sus intereses sexuales. Ella prefiere  guardar su  vida  privada para  las  personas que  ama.

Así  pasaran  los  días, María  tenia  muy  presente a  Helena no  había  una noche  que  no pensara en ella antes de cerrar los ojos.

Siempre su  primer  y  último pensamiento eran para  ella. Siempre trataba de pensar en que  Helena  era muy  feliz al  lado de  Carol.

De  esta manera evitaba inventarse una excusa para verla o saber de ella.

un  día  al salir  de  clase  de  teoría de  la  investigación María  se  sienta  en  la  cafetería de  la  universidad, pide  un  café  y   se   dispone  a  leer  un  libro  de   Walter Riso  que  titulaba Amores  Peligrosos.

Se encontraba  tan  entretenida,   pues  era  un  libro que siempre    había deseado leer; pero   sus  ocupaciones   no se  lo permitían.

Ya  iba  en  la  pagina  cien,  cuando  de repente siente   unas  cálidas  manos que  cubren  sus  ojos. Ella  desea saber quien  le  interrumpe su  lectura y  solo  pregunta. ¿Quien es?

En  ese  momento  responde la  voz   de   Carol diciendo:  quien  la  ve  tan concentrada; dirá que  es una  mujer  muy  juiciosa.

María,  solo sonríe.

Hola  Carol,  que  alegría  verte,   días  sin saber  de ti.

Creo  que desde  la  ultima  vez que   fuiste  a  mi  apartamento, ¿ como  has  estado?

Pues mira  María,  me  encuentro   muy  bien,   estoy  trabajando   mucho  y muy  dedicada  a mi casa.

Con  Helena  muy  bien  ya   cumplimos  hace  poco  siete meses  y  la verdad  estoy   muy contenta.

María,  hace días que  no salgo a  bailar, ¿te  parece  si  salimos  esta  noche?   Voy  aprovechar  que   Helena  esta estudiando  para  unos  parciales  este  fin de  semana.

Mmm    Carol  no se,  hace  muchos días  que  no salgo a un  sitio de ambiente.

Creo que   hoy  acepto.

Dice  Carol: paso    por tu  apartamento  a eso de  las 9 pm,   ¿te parece?

Si,  estaré  lista  a esa  hora. Por  favor  déjame  terminar  mi lectura.

Hasta  la noche  Carol.

Realmente  María  no deseaba terminar  la  lectura,  saco  una  excusa  mas  para  pensar en  aquellas  palabras de   su miga.

Ella   tenía  claro  su decisión  y   sabía  que  esa  era la   vida de   ellas  dos.

Por esta  razón  trato de  no pensar  mucho.

María  quería  mucho a  Carol,  ya  eran amigas  hace  bastante  tiempo  y   ella  sabia  que su amiga  cuando  se  sentía triste  o sola  buscaba a  alguien  mas.

Sabia que  su amiga  había  pasado  por diferentes   circunstancias  y  trataba  de analizar  poco  las   actitudes de  ella. Pues  María  siempre trataba de respetar  los espacios  y  las  vidas de las  personas.

En el fondo  no  quería  meterse ni en su  vida,  ni en su relación.

Lo  difícil  para  María  era pensar   hasta  cuando   conservaría  esa  decisión ya que  tenia  claro  que  lo que  sentía  por  Helena  era  algo  muy  fuerte. Pero  no sabe si  lo suficientemente  fuerte para  dañar   una amistad de  7 años y romper  esa  lealtad.

Se llega  la  hora acordada y  María  se encontraba  en   su apartamento  completamente  arreglada  esperando  a Carol.

Quien llega  con  diez  minutos de retraso pidiéndole  el  favor   a  su amiga que  la  acompañe a donde  Helena,  pues tenia que  llevarle   un  dinero.

La  noticia  dejo algo  fría a  María  pues  no contaba  con que  la  vería esa noche y en el fondo  era  lo que menos  deseaba. No quería seguir  alimentando  falsas ilusiones.

Antes  de llegar al  apartamento de  Helena,  María inventa  una  llamada  y  evita  verla. Tenia bien claro  que eso  arruinaría   su  noche.

Esa noche  María  y  Carol  iban  muy  arregladas.

María tenia  la  esperanza  de   encontrar  a  alguien  especial    y   así  tratar  de   sacar  de  sus  pensamientos a   aquella mujer  que  la desvelaba.

En  la  ciudad  habían  cuatro sitios de ambiente,  uno de ellos  era  el  que  mas   le  agradaba  a  María.

Era  un  sitio  amplio,  donde iban  chicas  muy  lindas  y la música  era muy  agradable.

Carol  y   María   se  encontraban  en  aquel  sitio.

Carol  se encontraba un  poco exaltada,  con  prisa.  María  no entendía   por que;  María  pidió  una  cerveza  y   Carol  un  ron.

María   bailas,    pregunta  Carol  mientras  sonríe.

Por supuesto  dice  María.

Mientras  bailan,  llega  al  sitio  una  mujer  muy  linda.

Por   ahí de  1.80 cm  de estatura,   blanca , cabello   castaño , con  una  blusa  algo transparente  con  un  lindo  escote  que dejaba    ver  sus  pechos.

María  queda  paralizada  cuando  esta  chica  se dirige  hacia  ella,  saludando  muy  cordialmente como si la  conociera.

Queda  mas paralizada  cuando saluda  a  Carol  con  un  fuerte  beso.

Carol  sonríe y  solo dice:   te  presento   a  una amiga  que   conocí    hace poco. María  sonríe   mientras piensa que  mujer tan  bonita.

Mientras  tanto  Carol  la  llama  a  parte   y le dice:  Cuando  has  visto  a una  mujer  así  de  linda. María   sonríe   y solo  sale de sus  labios  una  pregunta.  ¿Y  Helena?

Carol,  solo dice: ella   muy  bien  se encuentra estudiando  para   unos  parciales  en  su  apartamento.

María  escucha  esto y  sale  corriendo para la barra. Pide  un  whisky  doble mientras  salen  lágrimas de sus ojos.

Carol  corre  tras de ella,  la  ve  llorar   y le dice:

Se que  estas  enamorada  de  Helena,  de lo contrario  no llorarías,  lo siento  si quieres te   la dejo. Se  que   estaría  mejor contigo.

Se que  soy  una porquería por  hacer esto,  pero que  puedo  hacer  hay algo en  ella que  no me hace sentir  bien;  no se si es su forma de estar en  la cama o el inmenso  vacio que   siento  a su  lado. Siento  que   todo es importante  para ella menos  yo, afirma  Carol.

María  pide otro  whisky  doble.

María  solo  responde   ya se  lo dijiste.  Carol dice  si   pero  no  lo ha entendido.

María  con lágrimas en  los  ojos  dice:

Ella  nunca  me  miraría  a los  ojos  con el  brillo  que te  mira.

Pide  otro whisky. Daria  lo que  fuera porque   me  quisiera   así.

Daria   mi  vida,  para que ella   fuera   feliz.

Pide  otro  whisky.

María,   no tomes  más por favor.

Carol,  prométeme  que  no le  vas hacer  daño,  prométeme, no lo soportaría

Siento que ella es  la  mujer que  he estado  esperando  toda mi vida. No  lo soportaría. María  llora

María  pide otro  whisky,   de repente   se acerca  la  otra  mujer  y  susurra en el oído de  Carol.

Carol dice:

María,   Paulina  nos invita  a  su apartamento, piensa que  tu estas  muy tomada.

Si  no aceptas,  te llevamos hasta el  tuyo.

María  pide  otro whisky.

Todos los tragos  que  ha pedido han sido  dobles.

Paulina  le  pregunta   a  María la  razón  por  la cual  llora.

Carol  responde  que es   por   una  novia  que  la  ha dejado.

María, sonríe  y solo dice muchachas  porque  no van a  bailar  no deseo arruinarles  la  noche con  mis  estúpidos  despechos.

Pide  otro trago mientras ellas  bailan.

María   no puede  creer lo que esta pasando.

Quiere llorar, gritar, huir.

Sabe que es algo que  no  puede soportar, sabe  que  Helena  nunca   le creería.

María se siente   destruida,  solo se  imagina  a Helena  estudiando.

María pide  otro trago,  otro  y  otro.

María  no sabe  cuantos  tragos pidió.

De repente despierta se  encuentra  acostada en  un sofá cama,  escucha  unos  ruidos, una  cama  traquear,  unos quejidos.

Vamos,  vamos  quiero  mas, Ulm así.

María  mira el sitio  y  no  le es   familiar,  maría  cae  en  la cuenta  de que esta   en  el apartamento de aquella mujer.

María llora, sabe  que   las chicas que están    haciendo     semejante escándalo  son  Paulina  y  Carol.

Ella  no puede  dormir  mas,  María solo   llora  al escuchar eso. Se siente  morir.

María  reza, le  pide a  Dios  que  proteja  a aquella  niña  que  la cuide  mucho  y que  le ayude a estudiar  para sus parciales.

Mientras  Helena trasnochaba para  estudiar…  Carol  lo hacia  para  hacerle el amor a alguien  mas.

Esa  noche son tres las que  no duermen una  por tristeza, otra por estudio  y la ultima  por  pasión.

A  la madrugada Carol  despierta a  María  y le dice:

¿Te quieres  ir?

María se  incorpora  y  dice  si por favor.

Me duele  la cabeza, tengo ganas de   ducharme   y   de un  buen desayuno.

Carol  dice: si  lo se,  nunca    te había  visto  tomar   así.

María gracias por ser  mi amiga,  por soportarme  tantas  cosas.

María sonríe.

Carol  solo dice: le  dije  a  Helena  que   me recogiera en tu apartamento, se  supone  que amanecería ahí.

Carol,   no  he  olvidado  todo  lo que te   dije   ayer,   se  muy  bien  porque   me embriague.

Por  eso te pido  que  alejes  a  Helena de mi,  de  mi  apartamento, evita llevarla, por  favor.

María, ¿tu serias  capaz   de contarle todo a Helena?

Carol,  por ahora te digo que no,  porque eres  mi amiga,  pero  la verdad   tengo  inseguridad de eso.

Solo aléjala si.

Me encanta  verla,  me pongo nerviosa  cuando esta cerca  y  lo peor  es tu  novia.

Por  favor aléjala te  lo voy a decir   una   y otra  vez,  al  igual que te dije  que  no  le  hicieras   daño. No sabría que  hacer.

Vamos  Carol  no deseo que Helena no encuentre  a nadie en el apartamento.