Queriendo ser nalgueada
Mi fantasia de ser dominada termina en un delicioso orgasmo.
No podía aguantar mas. Mi grado de excitación había llegado a un nivel importante y necesitaba descargarme de alguna forma. Luego de hablar con ellas de nalgadas y dominaciones, mi calentura tenía que culminar con una buena masturbación. Me relajo, dejo de lado mi ordenador y cierro mis ojos.
Sin darme cuenta comienzo a sentir unas manos que empiezan a manosear mi cuerpo. Pasan por mi cuello, mis pechos, mi pancita, mi cadera, mi pelo. Una de ellas me desprende el sosten y lo deja caer sin mas. Alli siento que cuatro manos juguetean con mi pechos desnudos. Se notan por su suavidad que son de mujer y porque lo hacen mejor que los hombres.
Mis pezones se ponen bien duritos y es cuando siento un mordisco en uno de ellos. Sin meditarlo pego un grito de dolor aunque tambien de placer y escucho una voz que me sacude de mi estado de relajo. Aquí no hay que gritar perra,, quieres que te castigue con unas nalgadas? . Alli fue cuandro abri los ojos y estaban ellas. Diana, la mas experimentada y la chiquilla de Caro manoseandome todo mi cuerpo y advirtiendome lo que me iba a pasar
Estaba todo en mi cabeza y en mi sueño erotico, pero mi cuerpo había dado cuenta de ello y estaba transpirado y humedo. Mis pechos a punto de salirse del sosten y el cosquilleo típico en mi entrepierna. Voy hacia mi cama y me desnudo rapidamente. Con una mano me sostengo las tetas y con la derecha voy hacia mi coñito empapado y desde hace unos dias, bien depiladito.
Empiezo con la faena y mi imaginación vuelve hacia ellas. Ahora una esta chupandome freneticamente mi vagina y la otra sin dejarme respirar con su culote en mi cara señalándome todos sus riquísimos jugos, los cuales tomo como si fuera un precioso nectar. La lengua y los dedos de Diana me estan haciendo gozar como loca, lanzo un pequeño gemido seguido de un leve grito. Su lengua dejo de chupar dejando un vacio en el cuerpo. ya te lo he dicho , nada de gemidos.. ahora vas a saber como hay que tratar a las putas.
En verdad me sorprendió esas palabras, pero a la vez me hacen sentirme mas sucia y por consiguiente mas cachonda. Fue entonces cuando me pusieron en cuatro patas y dejaron mi colita bien paradita. Tambien me pusieron una venda en los ojos. Comienzo a sentir sus manos rodeandome toda el culo y mi vagina. Lo hacian muy suave y despacio hasta que de pronto siento el impacto de un cinturon en mi culito.
Una y otra vez sin ningun descanso, se escuchaba el ruido de mis nalgas con los golpes certeros y placenteros que me proporcionaban las chicas. Yo me mordia los labios para no gritar. Solo escuchaba los golpes y los cuchilleos de ellas que decian algo como "viste como disfruta la putita esta" .
Eso me hizo poner mas caliente, tanto que explote en un exquisito orgasmo cuando senti unos deditos en mi clitoris. Mis pensamientos volvieron a la realidad y los dedos que sentia en mi conchita eran los mios. Estaban todos enchastrados de mis jugos. Por fin había saciado mi calentura.