Querido Amante

Una carta erótica para un amante que despierta sensaciones carnales

No puedo dormir porque invades mis pensamientos al recordar tus besos, tus caricias, tus gemidos y palabras sucias. Sigo acordándome de nuestra última vez en donde la cama era nuestra única testigo de dos amantes pasionales, tan solo pensar en cómo tus labios buscaban los míos de una manera tan sensual me hacen posar mi mano en mis partes íntimas. Aún siento tus caricias por todo mi cuerpo en donde dejas marcas rojas por presionar mis muslos, mis senos o mi cintura que tanto te gusta agarrar con ambas manos porque mi cuerpo es delgado y eso te vuelve loco, me haces gemir cuando siento tu aliento caliente en mi cuello mientras me susurras cositas ricas, incluso con solo esas palabras me llevas al placer, eres tan bueno en el juego previo a través del pensamiento elevas mi libido mientras te apodera de mi alama, de mi cuerpo, de mi mente y mis instintos lujuriosos de tal forma que luego me haces rogar por sentirte dentro, haces que me vuelva salvaje en donde me siento la mujer más sexy del mundo en donde solo tu eres mi espectador, me encanta cuando jalas mi cabello para decirme que vas a entrar en mi capullo hasta dejarla abierta como una linda flor, con solo eso mi humedad crece al igual que mi fuego interno por sentirme dominada por ti, no paro de gemir alto para ti, haciendo que me aferre a las sábanas mientras pido más y más. Tus manos no dejan de jugar con mi botón de placer mientras que con la otra mano te gusta apretar mi cuello, nuestro sudor se mezcla, lo puedo sentir en mi espalda, puedo sentir los sonidos de nuestras pieles al chocar y puedo sentir el olor a sexo que queda en las sabanas que pronto estás se mojaran por mi cascada de placer a la que me haces llegar.

Me calienta tanto cuando tengo que estar arrodillada para darte placer, en donde doy lo mejor de mi para conseguir tu leche caliente sin importarme si mi maquillaje queda arruinado yo siempre quiero más de ti.Me llenas de pasión y de caricias eróticas, me vuelvo una gata en celo entre tus brazos y después te encanta abrir mis piernas para volverte goloso y regalarme un oral en donde tu lengua se mueve junto con mis caderas mientras no paro de gemir, sin darme cuanta por dejarme llevar por los recuerdos, mis dedos se mueven en círculos sobre mi clitoris y cierro los ojos para imaginar tu boca succionando mi intimidad hasta que siento esa electricidad recorrer por mi cuerpo hasta que exploto de placer sin poder retener mi gemido, me encanta cuanto me haces callar con tu mano tapando mi boquita y me susurras un shhh. Nuestra sesión de placer termina cuando mi cabeza se encuentra apoyada en tu pecho y tus brazos me rodean sintiendo todo tu calor en donde una mano tuya acaricia mi sensible espalda hasta quedarme dormida.

En este momento me tienes tan caliente que ire a buscarte sin importar si tu estas con tu esposa porque el placer es más rico cuando es prohibido.