Querida hermana Silvia

Ricardo me animò a tenern sexo con mi hermana,ella era mi fantasìa y la tenìa cerca, fuìmos amantes un buen tiempo.

DISFRAZADA DE NOVIA PUTA

Pensaba relatar mis encuentros con dos negros, uno de ellos mi ex pareja, pero aún estoy tan excitada de lo que me sucedió éste 31 de octubre, en una fiesta de disfraces.

Como algunos saben, Oscar mi el esposo de mi cuñada, me ha llevado con amigos para tener sexo. Hace casi un año en una despedida de soltero fui el atractivo y la comida, me hicieron de todo. Ahora la fiesta de halloween, se realizó en una casa de fiestas que usan los ejecutivos de la empresa dónde él trabaja, y ahí estaban algunos de los que participaron en la despedida de soltero que menciono.

Oscar me advirtió que sería una fiesta atrevida, y que si quería no me disfrazara, ya que con un vestido transparente era suficiente. Pero yo deseaba hacer algo diferente, me disfracé de novia. Como hacía un poco de frío, usé un abrigo que ocultaba mi disfraz, sólo Oscar sabía lo que traía. Podían adivinar por el velo y ramo de novia que traía, pero no imaginaban lo demás.

El organizador de la fiesta estaba con Oscar, me miraban y pensé que tramaban algo. No pasó mucho tiempo para saber su plan. Ésta persona se Paró en el centro, presentó a cada uno de los asistentes, mostrando sus disfraces. Había un hombre que iba de señora ama de casa; traía una bata de dormir, mandil, peluca con roles, y algo en la cara que parecía mascarilla de aguacate, todos aplaudían, pero se alborotaron más cuando se levantó el mandil y apareció una verga enorme de hule, parecía que se llevaría la noche. A mí me dejaron al final, algunos gritaban "mucha ropa", otros abucheaban, pero cuando en el momento que dejé caer el abrigo, di vueltas para que admiraran mi disfraz; iba de novia apunto de ser estrenada en la luna de miel, traía un baby doll blanco bordeado de encaje y liguero integrado que sostenía medias blancas, una pantaleta de seda pequeña sobre el liguero, como me gusta, pues así puedo coger con el liguero puesto, eso me excita, esa ocasión no quise usar tanga de hilo dental, modelé para los invitados que aplaudían y pedían que me quitara todo, me agaché para que admiraran en todo su esplendor mis nalgas, mis muslos resaltaban con el liguero blanco, sin soltar mi ramo y el velo cubriendo mi rostro pasé en círculo para que los presentes me admiraran de cerca, luego de una rato Oscar pasó, y me abrazó al mismo tiempo que me besaba cachondamente, y les dijo en tono de broma, se dijo mi representante, y que si alguien quería algo conmigo, se entendieran con él. Al pasar entre la gente para ir a nuestros lugares, sentía apretones y pasadas de mano en mis nalgas, yo no hacía nada por evitarlas.

En un rincón, estaba una mesa de billar, y unos muchachos me invitaron a jugar, los acompañé y me dieron lecciones, colocándose detrás de mí, al momento de dar el tiro, uno por uno me enseñaba su técnica de juego.

Cuando estaban detrás de mí, movía mis nalgas para calentarlos, noté que la mayoría estaba atento a lo que hacía. Los muchachos me sacaban a bailar, en varias ocasiones estaba entre dos bailando salsa, aunque no bailo muy bien, era lo de menos, hacía mis movimientos favoritos; como si me cogieran, mis nalgas se restregaban en el vientre del de atrás, y mi vagina en el de adelante, más que baile era un rito sexual. Estaba feliz, cachonda por estar así, algunas mujeres me miraban y murmuraban, no me importaba, sé que tengo buen cuerpo y soy bonita, muchas de ellas envidiaban mi lugar, por experiencia sé que muy en el fondo todas las mujeres somos unas putas, algunas lo sacamos a flote, y otras se quedan frustradas. Yo no disfrutaba ser envidiada, me excita mostrar mi cachondez, que miren como gozo ser deseada, enseñar mi desnudez.

Con las bebidas me dieron ganas de ir al baño, apenas iba y me detenían para fajarme. Al fin logré llegar al sanitario y apresurada me senté en la taza. El baño era amplio, constaba de tina, un bidé, taza y grande espejo con dos lavamanos. En uno de ellos estaba una chica, luego entró otra disfrazada de gatúbela; Patricia, ésta última se paró casi frente a mí mientras orinaba, lucía un traje de látex negro, con short muy cortito en el que se asomaban sus nalgas, una máscara que le cubría el rostro superior, su pelo salía por la parte de atrás, su boca sensual, labios gruesos y rojos, sus ojos parecían verdes, su presencia imponía.

--TE FELICITO, ERES MUY VALIENTE PARA USAR ESE ATUENDO.— Iba a contestar cuando la otra dijo molesta;

--VALIENTE NO, ES UNA PIRUJA CALIENTE, UNA PUTA.—La otra chica y yo nos miramos sorprendidas, y Patricia me dijo;

--NO HAGAS CASO, ES UNA FRUSTRADA MOGIGATA.—

--PUES EN ALGO TIENE RAZÓN.—respondí, -- PARA HACER LO QUE HAGO, MAS QUE VALOR SE NECESITA SER UNA PERVERTIDA Y CACHONDA, SIN ESO NADA DE ESTO PASA.—

--PUES OTRA VEZ, TE FELICITO, HACES LO QUE MUCHAS DE NOSOTRAS QUISIERAMOS, PERO QUE NO NOS ATREVEMOS.—

--NO SÉ SI ESO SEA BUENO, PERO ME EXCITA QUE ME VEAN DESNUDA, Y SI ES POSIBLE TENIENDO SEXO.—Dije mientras me colocaba en el bidé para enjuagarme, iba a tomar una toalla cuando ella me mostró una diciendo;

--¿PUEDO SECARTE?.—No esperaba eso, pero me agradó la petición.

--¡CLARO!.—Respondí mientras levantaba mi pierna izquierda y abría mi raja, ella se agachó y con delicadeza secaba mi panocha, dejó la toalla a un lado para frotarla y estirarla, encontró mi clítoris y lo besó, succionó suave mientras su mano sostenía mis nalgas y la otra entraba en mi vagina. Movía mi pelvis en su cara, necesitaba al menos una mamada, y que mejor una mujer con experiencia que sabe tocar y explorar una vagina, mejor que un hombre. Se quitó y me volteó empinándome en el sanitario, abría, golpeaba mis nalgas antes de lamerlas y besarlas, cuando lo hizo su cara cambió, parecía transformada, una lujuriosa y pervertida, como yo, yo giraba mis nalgas para disfrutarla. Patricia concentraba su lengua en mi culo mientras sus dedos invadían mis paredes vaginales llevándome a la locura y a punto de venirme.

--¡MMMM, SE NOTA QUE HAS RECIBIDO KILOMETROS DE VERGA POR TU CULO!.—

--¿PORQUÉ LO DICES?.—

--¡SE VE DELICIOSO, TAN AMPLIO QUE ME DICE QUE LE ENCANTA TENER ALGO DENTRO!, ¿ME EQUIVOCO?.—

--¡NO, ME ENCANTA TENER ALGO EN MI CULO!.— Entonces metió sus dedos en mi ano, a pesar de sus uñas largas no lastimó mi recto, la excitación fue tanta que no soporté y tuve un largo orgasmo mientras con su cara pegada en mi raja tragaba mis jugos, desocupó sus manos para controlar mi trasero. Terminé de venirme, me quitaba apenas cuando ella me pidió que me quedara así, se retiró un poco, se recargó en la pared y empezó a masturbarse, le excitaba verme llena de jugos y empinada, no tardó en venirse, sus piernas temblaban, sus manos apretaban su raja, sus ojos en blanco y entre sus dedos colocados en su vagina, sus jugos, cuando con sus dedos amplió su vagina, un chorro como si orinara, brotaba mientras ella se dejaba caer lentamente recargada en la pared al llegar al suelo, me senté con ella, y nos besamos intensamente, me pidió discreción, le dije que no se preocupara y me dio las gracias.

Cuando salí del baño, busqué a Oscar, le pedí que nos fuéramos, pero él tenía otra idea. Me llevó al rincón de la mesa de billar, bromeaba con los que me rodeaban, dejaba que me abrazaran y fajaran mientras bailábamos, cuando el calzón se metía entre mis nalgas, algunos se molestaban en acomodarlo, y de paso tocar mi culo y raja, y yo sin ganas los quitaba. En eso el señor que fue disfrazado de señora, se acercó y me enseñó la verga de hule, yo juguetona la acaricié, le di la espalda y froté mis nalgas en ella, y el portador de la verga, me tomaba de la cintura simulando que me cogía. Los que veían me decían que no me atrevía a metérmela y les respondí que prefería una de verdad, como las de Oscar. Lo miré y sin más, se acercó mientras sacaba su verga enorme, algunos se sorprendieron, y más las mujeres que miraban tremendo palo, orgullosa me hinqué, desabroché su pantalón y se los bajé a las rodillas, su verga rebotaba en mi cara, la tomé y la mostré como un trofeo, me gustó ver la cara de las mujeres que seguro me envidiaban en esos momentos. Empecé a mamar y a chupar huevos como me gusta, casi me la tragaba toda, puse las manos de Oscar en mi cabeza, ya que me gusta sentirme sometida, él levantaba mi cabello para que los demás miraran bien. Luego Oscar me levantó y me acostó en la mesa de billar, puso mis piernas en sus hombros, su verga en mi raja y de un golpe me penetró llenando mis entrañas de él. Sacó mis tetas del baby doll, que rebotaban estando sueltas, luego me levantó sin sacar su verga, me sostuve de su fuerte cuello para rebotar mi vientre en él, me bajó y me agaché para mamarle su palo, empinada como estaba esperaba que alguien se atreviera a cogerme, quizá acomplejados por la verga de Oscar, no se animaban, solo me agarraban las nalgas. Me desesperaba por que alguien me cogiera, dejé de mamar y dije,

--¿NADIE ME VA A COGER?.—Entonces el señor de la verga de hule, se puso detrás de mí, colocó el consolador en mi vagina y me cogía como loco, pasé mi mano para sentir su verga real, estaba dura, muy gruesa y cabezona, saqué la de hule y puse la de verdad, el cabrón se quitó y a gritos pidió un condón, alguien se lo dio, se lo puso y me cogió como loco mientras la de hule rebotaba en mi espalda, intentó meter esa en mi culo, pero como no dejaba de cogerme no pudo. El señor no tardó en venirse, a pesar del condón lo sentí, simuló durar más pero ya su verga se había bajado, yo misma me quité y abracé a Oscar, él me volteó y puso su verga en mi ano, me empiné un poco, abrí mis nalgas para permitirle la entrada a esa verga que prácticamente vive en mi culo. Sin consideración la metió hasta el fondo, me levanté un poco para que me cogiera de pié, tomé su cabeza y lo besaba mientras movía mis nalgas ensartadas para atrás y adelante. Había un sofá y me colocó en la orilla, me tomó de la cintura para que los demás observaran a detalle, bajaba y aumentaba la velocidad metiendo y sacando su verga totalmente, yo cerré los ojos sin hacer nada para disfrutar la rica cogida anal, en ocasiones la sacaba toda para mostrarles el hoyo grande que dejaba su palo. Luego se detuvo, se quitó y dejó mi culo abierto a la vista de todos, el que me había cogido tocó mi ano como si midiera la anchura.

Oscar se sentó en el sillón, me acercó a él, me sentó frente a él, mamaba mis tetas y abría mis nalgas cogiéndome todavía por el ano, puse mis pies en el sillón y me sentaba violentamente al mismo tiempo que giraba mis nalgas como si quisiera triturar y castigar su rico palo, por darme tanto placer. Sin sacar su verga, me volteó, y dijo a su alrededor;

--¡AHORA VERAN COMO UNA REINA DISFRUTA DE SU TRONO, ESTE ES EL TRONO DE MARLEN, "LA REINA DE LAS PUTAS". —Yo estaba encantada, siendo cogida como me gusta, y observada por desconocidos, me masturbaba abriendo mi panocha, cuando un rico orgasmo se acercaba, aceleré mis movimientos tratando de ahorcar el palo de mi macho, era imposible, a pesar de su grosor y longitud, mi culo es tan amplio de tanta metida de verga, casi me desmayo en mi venida, Oscar tensó sus piernas y me quitó, nos conocemos tan bien, que sabía lo que quería, así que me agaché y mamé con fervor su verga, metí la mitad a mi boca, y mi mano masturbaba la otra mitad, la otra mano arañando sus huevos duros, explotó en mi boca, el primer chorro lo disfruté y tragué, porque sacó la verga de mi boca para que sus chorros cayeran en mi cara y tetas, yo estaba perdida recibiendo leche, me había olvidado de que éramos observados, cuando su verga dejó de eyacular, mi lengua se encargó de limpiarla, la sentía palpitante y sabrosa, con mis dedos recogí semen de mi cara y senos, para comérmelos, y es que soy una adicta al semen, y más si son de un verdadero macho como Oscar, que ha sabido llevarme a los límites de la locura. La sesión terminó y Patricia se acercó, ya no traía la máscara de gatúbela, y no me había equivocado, es hermosa y con mucha personalidad, me dio mis calzones que no supe cuando me los habían quitado. Le pidió el pañuelo a su pareja, se acercó y me limpió la cara, y me dio su tarjeta de presentación, le pedí a Oscar que me sacara de ahí, y entre aplausos y gritos salimos no sin antes manosearme los que podían. Antes de subir al coche, un hombre que estaba en la reunión, me dio una tarjeta, es dueño de un "table dance" y le gustó mi actuación, ofreciéndome buen sueldo, trabajo que acepté y en el que empecé tres días después.

Me sentía satisfecha y cansada, llegué casi dormida a la casa, me dejó y se marchó a la suya.

Patricia se contactó conmigo, estaré en su casa, y nos acompañará la pareja que estaba con ella en la fiesta, es su esposo, ya que ella desea hacer un trío con su marido, y él me escogió a mí por mi actuación en la fiesta. Lo disfrutaré mucho, pues Patricia es una mujer elegante y hermosa, su esposo parece de mundo, aunque es lo de menos, conque sepa coger bien si no, me desquito con Patricia.

MARLEN YADO URBINA