Querida hermana (4)

Mí hermana es una persona genial maravillosa con la que me siento orgullosa de disfrutar.

Me quedaba dormida entre Roberto y Eva, no sé cuanto tiempo pude estar dormida. Al despertar estaba sola sobre la cama, escuchaba sus voces que venían del salón, antes de ir a dar con ellos me iba al baño.

Al salir fui directa al salón, allí encontraba a mí hermana Eva arrodillada a gatas chupando la polla de Nacho que estaba sentado en el sillón, mientras Roberto la penetraba, la follaba por detrás.

Hola amor –dijo mí marido- Hola preciosa –dijo Roberto- Hola cariño me decía Eva.

Aturdida me acercaba a ellos, al pasar al lado de Roberto él acariciaba mis pechos, le dejaba que lamiera mis pezones. Roberto metía sus dedos en mí entre pierna sin parar de follar a Eva.

Continué mí camino acariciando la espalda de Eva hasta quedar sentada al lado de Nacho.

Mí hermana devoraba en la boca su hermosa polla, Nacho acarició mi cabello mí cara su boca se fundía a la mía en un beso apasionado. Sus manos y las de Eva se metían por mí húmeda concha. Pegada a Nacho deslizaba mis erectos pezones por su torso –al acabar de besarme- se puso a chupar a lamer mis pechos.

¿Estás bien? –me preguntaba- si muy bien le dije; entonces Nacho me dijo, ven súbete señalando con la mirada su polla. La sujetaba firme tiesa en la mano, brillante gorda deliciosa, irresistible.

Eva tenía los huevos metidos en la boca, con cuidado conseguía tener la polla de Nacho entre las piernas. Apoyaba los brazos al sillón, dejaba mis pechos en la boca de Nacho, la cabeza de su polla recorría los labios de mí coño hasta llegar a la entrada.

Si, sí, fóllame le pedí, jadeaba excitada quería la deliciosa penetración – fóllame- Grité fuerte cuando entró su dura polla dentro de mí.

Mí hermana Eva tuvo que dejar de chupar sus huevos para hacer sitio a mis nalgas para que entrara toda la polla de Nacho en mí.

Con toda la polla metida hasta los huevos empezaba a frotarla dentro de mí apretándola a las paredes del coño. La lengua de Eva lamía mí ano, me follaba con sus dedos cuando empezaba a cabalgar sobre la polla de Nacho.

Roberto vino a mí lado, me daba a mamar su gorda polla. Era una maravilla quería más, Nacho y Eva me follaban, mamaba la polla de Roberto en la que ahogaba los gritos de cada orgasmos que tenía.

Así, chúpala bien preciosa -me pedía Roberto- la relamía toda desde la punta bajaba por el tronco hasta los huevos chupándola toda como me gusta.

Aceleraba el ritmo de las penetraciones con Nacho mientras mí hermana Eva me azotaba me abría las nalgas y metía sus dedos por el culo.

Saqué la polla de Roberto de la boca, estaba ardiente, sujetaba su polla en mí mano, pasaba la lengua por la punta de su polla –que rica que puta estás me gustaría follarte- Roberto me decía.

Era lo que deseaba –fóllame te deseo- respondí, Roberto enseguida se puso detrás de mí, Eva le dejaba sitio se levantaba venía a mí lado, a besarme, metía sus tetas entre las mías para que Nacho las mordiera las pudiera chupar juntas.

Pegada a mí espalda Roberto me dilataba el ano con sus dedos, sentía su calida polla sobre la espalda, la agarraba en la mano bajándola hasta la entrada de mi culo.

Roberto presionaba un poco y su glande ocupaba la entrada de mí ano. Le susurraba a mí marido que no se moviera.

A medida que Roberto me clavaba la polla en el culo, dejaba salir la de Nacho de mí coño. Besaba a Eva y a Nacho, mordían mis pechos, metía mis dedos en el coño de Eva.

¡Que rico, sigan así¡ les decía. Los dos entendieron –cuando uno la metía el otro la sacaba- así bien no paren jadeaba.

Entregada al ritmo que ambos marcaban, gozaba excitada del empuje de sus pollas.

Excitada gritaba ¡si ah así fóllame! Toma puta toma me decían los dos, Eva me daba a morder sus pezones. Quería sentir las dos pollas metidas dentro de mí, apreté la polla de Nacho a las paredes de mí coño y toda la polla de Roberto se clavó hasta los huevos dentro de mí ano.

Los dos se quedaron quietos –que buena que rica- dijo Roberto pegado a mí espalda lamiéndome el cuello, giré la cabeza para darle un beso ardiente en la boca.

Eva unía su boca a la mía y a la de Roberto a besarnos muy ardiente, Nacho la follaba con sus dedos mientras mordía mis pezones.

Roberto y Nacho apenas podían mover sus pollas clavadas dentro de mí, y la verdad es que tampoco deseaba que se movieran.

Pero esa deliciosa doble penetración tenía que continuar, sobre todo porque Nacho mí esposo que le tenía debajo, notaba que se sentía escachado, sudaba necesitaba moverse.

Sus pollas fueron moviéndolas despacio, el roce de una polla sobre la otra provocaba que Roberto me llenara el ano con su calida leche, su polla latía, Roberto gritaba de placer y sacaba despacio su polla de mí culo.

Nacho liberado de la presión de Roberto me follaba con fuerza ¡toma disfruta puta! Sin descanso deprisa continuó follándome hasta que se corría dentro de mí coño.

La corrida intensa de Roberto en mí culo me daba un buen orgasmo pero la corrida de Nacho sobre todo sus palabras y las ganas con las que me follaba, el orgasmo que tenía era más bueno.

Me hice a un lado excitada sin parar de jadear, mi hermana lamía chupaba metía en su boca las pollas de los dos, Eva saboreaba ardiente como una posesa sus pollas.

La miraba, me excitaba ver a Eva como mamaba sus pollas, sentía como la leche de Roberto salía de mí culo al mismo tiempo que perdía la dilatación.

Estrujé mis pechos en mis brazos hasta conseguir lamer, chupar y morder mis pezones con mí boca. Estaban duros muy sensibles, sentía una deliciosa excitación en cada lamida en cada mordisco que me daba. Delante de ellos tres me masturbaba, me sentía muy puta disfrutaba mis orgasmos, miraba como Eva les comía las pollas.

Seguí con mis orgasmos con mí masturbación hasta que por fin me sentí satisfecha.

Mí hermana Eva continuaba chupando las pollas de Nacho y Roberto a pesar de que ya las tenían fofas. Los dos disfrutaban del rico juego que mí hermana les hacía, manado las cabezas de sus pollas dentro de la boca con su lengua, ella disfrutaba sonreía maliciosa de todas las cosas que les hacía.

Hasta que Nacho orinaba abundante sobre el rostro de Eva no me daba cuenta cual era el premio por el que mí hermana esperaba.

Nacho regaba el rostro de Eva empapaba sus pechos, ella jadeaba abría la boca para tragar parte de la meada que soltaba Nacho.

Era la primera ves que veía hacer eso, sorprendida no dije nada me quedé callada sentada observando.

Había estado en orgías con Nacho, había tragado la leche de muchas pollas pero nunca había tragado eso.

Roberto no tardó en mear también toda la cara de mí hermana, ella disfrutaba mojando su cuerpo disfrutaba tragando parte de su meada.

Me di cuenta que ella lo tenía todo calculado, en sus rodillas tenía una toalla para evitar manchar o dejar escapar nada.

Nacho vino cariñoso a mí lado, abrí las piernas para dejarle descansar, se abrazaba a mí.

Me besaba los pechos en la boca –estoy cansada- le dije.

Me voy a la ducha, a la cama a dormir ¿te vienes?

Si amor estoy agotado.

Roberto y Eva abrazados en el suelo nos desearon buen descanso.

Nos fuimos a dormir, a la mañana siguiente no estaba ni Roberto ni mí hermana Eva en casa.

Lo que ha pasado después en estas semanas en otro relato quisiera contarles.