Querida hermana (2)
Después de tener con mí querida hermana una deliciosa experiencia, ninguna de lsa dos podía dejar las cosas así.
Después de follar por primera vez con mí querida hermana compartiendo a dos buenos amantes. La inolvidable experiencia nos dejaba a las dos felices, pero también inquietas al descubrir el nuevo mundo que destapamos juntas aquella noche.
Eva mí hermana mayor, tiene cinco años más, pocas cosas compartía con ella respecto al sexo hasta esa noche.
Cuando se fueron los amantes quedamos abrazadas desnudas sobre la cama disfrutando con amor con cariño del calor que desprendían nuestros cuerpos.
Nos pasamos varias horas abrazadas, hablando follando solas, juntas tranquilas por primera vez. Su sexo desprendía un calor maravilloso y deliciosas fragancias, todas sus caricias sus besos me volvían loca de placer. Nunca había sentido nada igual con otra mujer.
A la mañana siguiente despertaba con las tiernas caricias y besos que me daba mí querida hermana. Entrelazaba mis piernas sobre su cuerpo, estremecida de gusto de placer disfrutaba de cada roce de nuestros cuerpos.
Eva me ponía la almohada debajo de las nalgas y empezaba a lamer a comer toda mí concha. Pasaba su lengua divinamente entre los labios del coño sobre el clítoris la entrada de mí cueva y hurgaba con su lengua mí ano. Metía los pechos y sobaba sus pezones entre mis piernas mientras me corría, la dejaba empapada en mis flujos.
Tenía varios orgasmos divinos, incluso uno maravilloso cuando ella se incorporaba y ponía sus pechos empapados sobre los míos. El roce de los pezones nos daba a las dos un rico orgasmo. Pegadas las calientes conchas frotándolas juntas sin parar, nos devorábamos a besos hasta caer agotadas sudorosas sobre la cama.
Después de ese polvo cualquier duda que las dos tuviéramos quedaba contestada, aparte de ser hermanas nos encantaba el sexo entre las dos.
Se nos hizo la hora en la que tenía que ir al aeropuerto a recoger a Nacho mí marido, era incapaz de dejar sola a mí hermana, quería estar con ella. Abrazada a Eva la convencía para que fuera conmigo, ninguna de las dos quería terminar lo nuestro.
Quería que viniera conmigo y con Nacho a pasar el resto de la tarde y la noche en casa.
Entre las cosas que habíamos hablado las dos sabíamos que a Nacho le gustaba Eva y que a mí hermana también le gustaba él.
Nos fuimos en mí coche al aeropuerto, al llegar salimos del coche cogidas de la mano no pude evitar besarla y acariciarla. Mientras esperábamos a Nacho mí hermana me preguntaba que excusa iba a inventar para que ella estuviera allí conmigo.
Y como podíamos acabar las dos en la cama con Nacho. ¡ Hola cariño, mí hermana y yo follamos juntas muy ricas¡. ¿ Follas con nosotras?.
Le dije que estuviera tranquila que sería más fácil de lo que pensaba.
Cuando Nacho llegó se alegró al ver a la dos, nos besaba, fuimos a buscar el coche. Antes de subir al coche, delante de Nacho para que nos viera, besaba a Eva en la boca, con delicadeza tierna con mucha sensualidad para que observara.
Al sentarme dentro del coche, Nacho sorprendido buscaba mí mirada, le guiñaba un ojo. Enseguida entendía el aviso que daba, su rostro se llenaba de alegría, agradecido. Sabía que mí hermana le gustaba Discreto se mantenía un rato en silencio para no decir nada inoportuno.
Como eran las cuatro de la tarde y no habíamos almorzado, no podíamos ir a un restaurante. Nacho me pedía que llamara para que nos sirvieran algo a domicilio.
Bien me dije a mí misma, ha captado nuestras intenciones.
Antes de llegar a casa Nacho hacía la pregunta que esperaba.
¿Qué había hecho anoche?. Mí respuesta interesada fue la de que pasaba la noche en la cama con mí querida hermana Eva, follando las dos solas y que ahora íbamos a casa a almorzar y a seguir follando juntas con él.
Mí hermana sentada detrás estaba avergonzada por mis palabras pero enseguida perdía su timidez cuando Nacho respondía que nosotras mandábamos y decidíamos.
Al llegar a casa Nacho se fue a la ducha, llegó la comida pedida preparamos la mesa. Eva más tranquila se daba cuenta que podía confiar en Nacho que podíamos estar las dos bien con él.
Eva me abordaba me besaba apasionada en la cocina, respondía a sus caricias a sus besos de igual manera, excitada tocaba su húmeda concha con mis dedos y ella hacía igual en la mía. Entregadas a la pasión al deseo, no pensaba en Nacho hasta que sentía el calor de su polla pegada a mis nalgas y su cuerpo detrás mía.
Los dedos de Eva y la polla de Nacho frotaban mí coño, obligada a inclinarme lamía las tetas de mí hermana, cuando sentí la polla de Nacho entrar con gusto por mí lubricada cueva, empezaba a bombear su polla dentro de mí. Eva se agachaba entre mis piernas lamía con la lengua mí ombligo mí vientre, metía la lengua ente los labios de mí coño sobre mí clítoris y mamaba los huevos la polla de Nacho.
Me quitaban la ropa me desnudaban, Nacho estaba desnudo pero me ayudaba a dejar también desnuda a mí hermana.
Aprovechaba que la polla de Nacho salía de mí para escapar, pedir cambiar de sitio, de píe en la cocina no era la situación más cómoda.
Ardiente lasciva pegada a ellos no podía abandonar sus besos sus caricias. Nacho y Eva pasaron de mí idea, envuelta en sus caricias me entrega al placer que me daban.
Nacho acercaba una silla se sentaba sobre ella, mostraba su verga erecta. La masturbaba toda de arriba abajo con la mano, sus huevos colgaban deliciosos mientras su cabeza brillaba.
Las dos arrodilladas empezamos a mamar a chupar a lamer juntas cada centímetro de su polla, entrelazando nuestras lenguas sobre la rica polla compartiéndola apasionadas hambrientas desesperadas.
Excitadas al compartir al intercambiar al estar juntas mamando la polla, Eva me follaba con sus dedos y yo la follaba a ella.
Nacho tuvo una fuga leve que deliciosamente era compartida por las dos, llenaba nuestras bocas con su calido elixir, conseguía calentarnos mucho más.
Caliente me incorporaba, de espaldas a Nacho, metía entre la piernas dentro de mí clavaba toda la polla de Nacho. Sentada sobre su verga empezaba a mover las caderas a restregar su polla dentro de mí.
Mientras cabalgaba sobre su polla, mí hermana lamía me devoraba el coño desde el clítoris hasta el ano, lamía los huevos y el tronco de la polla de Nacho.
Al sentir sus dedos entrar en mí ano, me daba cuenta que ya era la ocasión de dejar follar tranquila a mí hermana con mí marido.
Sacaba de mí la polla de Nacho y dejaba mí sitio a Eva, la ayudaba a meter dentro de ella la verga de Nacho.
Sus jadeos al empezar a follar con él fueron muy excitante para mí. Me ponía a mirar un rato como entraba y salía la polla de Nacho, como follaban.
Cuando se fundieron en un apasionado beso, aprovechaba para frotar mí coño al de mí hermana, pegada a la penetración que ambos disfrutaban.
Nacho estrujaba sus pechos mientras la besaba, me ponía a lamer a chupar los pezones de mí hermana, sin parar de acariciar los huevos de mí marido y el ano de Eva.
Para mamar mejor los huevos de Nacho y el ano de mí hermana ponía las piernas de Eva apoyadas sobre las de Nacho. Jugaba con la lengua en el ano de Eva. Liada a lo mío conseguía sacar la polla de Nacho del coño de Eva y la presentaba en la entrada del culo de mí hermana. Ante mis ojos ayudaba a clavar dentro de su ano la polla.
Al poco tiempo de empezar a follarla, con toda la polla en el interior de su agujero brotaba el semen la corrida de Nacho entre las paredes del ano de Eva.
Eva jadeaba gritaba de gusto de placer mientras yo saboreaba la leche que emanaba de su ano.
Habíamos terminado de momento, tenía ganas de comer de recuperar fuerzas. Salimos de la cocina, directas al salón donde teníamos el almuerzo y algo fresco que beber.
La comida nos servía de paréntesis para valorar positivamente la buena relación que nos unía.
Eva se iba a la ducha, quedaba sola con Nacho, él estaba encantado. Me confesaba lo que ya sabía, le gustaba mucho mí hermana.
Antes de que Eva saliera de la ducha ya estábamos esperándola en nuestra cama. Ella al salir envuelta en la toalla vino a nuestro lado. La abrazaba con cariño, compartía besos y caricias con nosotros muy lindas.
Necesitaba una ducha, dejaba a Nacho y a mí hermana en la cama, antes de irme besaba apasionada a mí hermana y a Nacho. Quería que follaran solos y por otra parte quería que esperaran a follar conmigo.
Pasaba cinco minutos o más en la ducha, no podía pretender que esperaran por mí. Cuando cortaba el agua, escuchaba los jadeos de Eva follando con Nacho. Deprisa me secaba salía desnuda y entraba en la habitación.
Encontraba a Eva a gatas mientras Nacho la follaba por detrás, al acercarme podía apreciar que la tenía penetrada por el ano. Ahora entendía porque gritaba tanto mí hermana, disfrutaba con Nacho como nunca había follado con otros hombres.
Eva jadeaba no dejaba de pedir que siguiera follándola así. Contemplar a los dos como follaban y lo bien que lo pasaban me excitaba.
Mordía la oreja de Nacho, le metía la lengua en su oído y le animaba a que continuara follándola así.
Me subí a la cama, Eva al sentir mí llegada dejaba de follar con Nacho se abrazaba a mí, me besaba en la boca apasionada. Me tumbaba sobre la cama, metía en medio de nuestras bocas sus duros pezones que lamimos juntas.
Pegaba su ardiente y mojada concha a la mía a frotarla ricamente, al mismo tiempo empapaba nuestras tetas en aceite lubricante. Los pechos brillantes resbalaban unos con otros, erizaba mis pezones que junto al roce de los de ella nos volvía loca de gusto.
Nacho metió la polla en medio de nuestras tetas, la verga lucía toda brillante muy sexy, como posesas la chupamos. Tenía la concha empapada entre los flujos de mí hermana los míos y el lubricante.
Eva lamía mí coño frotaba sus pechos entre mis piernas, metía sus dedos a follar mis agujeros mientras una mamaba la verga de Nacho por todas partes, la metía entre las tetas lamía sus huevos y su ano.
Mí hermana subía se daba la vuelta dejaba su coño sobre mí rostro, en un delicioso sesenta y nueve, Eva metía su lengua y sus pezones en medio de los labios de mí coño.
Con mí lengua lamía el coño y el culo de Eva, intercambiaba la polla de Nacho. Que enseguida entraba toda hasta el fondo del coño de mí hermana. Devoraba los huevos de Nacho con mí boca mientras él la follaba, cuando su polla salía la comía en mí boca caliente empapada llena de flujos.
Eva no paraba de follarme con sus dedos de frotarme el clítoris con su lengua, tenía varios orgasmos me corría en su cara. Disfrutaba gozaba deseaba que continuara.
Excitada ayudaba a clavar en el ano de mí hermana la polla de Nacho, entraba fácilmente ante mis ojos, mí esposo empezaba a follarla y yo a comerle sus huevos a lamer el coño de Eva y a meter unos dedos en su cueva.
Nacho se corría dentro del culo de Eva, sentía en mí boca varias gotas del calido semen que poco a poco fue saliendo más abundante hasta llenar mí boca con bastante calido flujo.
Tragaba encantada todo el semen que salía, me daba cuenta que follar con mí hermana me hacía muy feliz. Aquella tarde conseguía estrechar los lazos entre mí hermana y mí marido.
Nos quedamos agotadas descansando en la cama. Creo que nos pudimos quedar dormidas, cuando volvíamos a hablar ya era de noche.
Teníamos ganas de comer, Nacho se ofreció a preparar algo de cenar. Eva se quedaba en la cama abrazada a mí lado. Eva me decía que con Nacho había disfrutado mucho pero me proponía continuar con otro hombre más. Su idea me gustaba, conformes nos besamos.
¿Sabes a quién vas a llamar? Me preguntaba Eva, ni idea le dije, primero hay que hablar con Nacho.
Nos levantamos de la cama y fuimos a la cocina envueltas en toallas para hablar de nuestra idea a Nacho.
Al vernos allí sus ojos recorrieron nuestras figuras, estáis preciosas dijo. Primero besaba a mí hermana y luego a mí, nos quedamos pegadas a él.
Por nuestras caras no tardó en preguntar ¿Qué es lo que quieren mis chicas?
Eva se adelantaba a decirle. A las dos, a tú mujercita y a tú cuñada nos gustaría continuar la noche en compañía tuya y de otro hombre, un buen amante como tú.
Mira que sois putas, dijo Nacho, gracias por ser tan ardientes, la idea también me gusta.
Nacho me preguntaba a quién podía avisar. Le dije que me gustaría llamar a Roberto porque tiene una polla que mí hermana debería conocer.
A Nacho le pareció buena mí elección, se lleva muy bien con Roberto y sabía que era una buena manera de sorprender a mí hermana. Roberto tiene una verga gorda que es muy viciosa de chupar y a Nacho le gusta verme follar con él.
Lo que pasó después en el siguiente relato lo sabrán.