Querida Famosa
Carta a una actriz famosa, que conocí cuando no lo era.
Querida famosa.
Llevo meses buscando fotos tuyas en la red. Tu carrera como actriz, ha adquirido por fin, cierta difusión. Mucho ha pasado desde que nos conocieramos, fortuitamente, sin saber el uno del otro. Ahora, lejos de mí, te siento; me electrizo, a cada minimo nuevo dato de tu persona. Busco fotos, sí, para masturbarme con tu imagen, o quizá, en frente tuyo, otra vez. Pronto serás de nadie, y pronto serás de todos a la par. He encontrado fotos tuyas. Una obra de teatro. Indago, en busca de tu rostro detrás del maquillaje. Luces distinta, pero eres tú, no hay duda. La ropa marca minimamente tu pequeño coñito, ¡bien! El minimo necesario para desfogarme con tu imagen. Las dobleces del pantalón entran en tu rajita, ¿o es la forma del tanga? Tanto da, llegó la hora de la imaginación.
Hay volumen en la foto, junto a los contornos bien definidos de tu generosa cadera. Puedo abrirte de piernas en mi mente, y penetrar esa rajita tan sugerente, que intuyo también depilada, o poco frondosa. Ese coñito... Tan oculto... Tan prieto... Que agarra con fuerza, inteligente, tus labios menores... A sabiendas de una mayor fricción en la entrada... Procurando protección a tu débil y timido clitoris. Ese pequeño coñito de famosa...
Tus pechos destacan redondos y protuberantes, tal y como los recuerdo, en un escote que hace fácil mi trabajo de ubicación: y mi polla puede entrar entre ellos, y me follo tus tetas, y el semen golpea tu cara sonriente. Mis ojos perfilan el volumen de tus labios, experimentando en mi imaginación, la sensibilidad de mi pene contorneándolos, entrando entre ellos, sutilmente, para finalmente ser absorbida en la humeda practica. Saboreas mi sexo; no te molesta el sabor de mi semen, ni el de otros...
Pero son tus piernas, robustas... El abrirlas a placer... Abrirtelas, mucho; darlas de sí; mi efusivo desembarco entre tí. Abrir las piernas de una ahora famosa... Cada embestida, cada vez que juego a excavar en tu cuerpo, cada vez que lleno de gozo tus oquedades, tu necesidad de ser llenada; cada vez que te lleno... Y ahora observo tu pequeño coñito en el escenario, vestido... Intento verlo desnudo...
Debieras estar follando en ese escenario. Debiera yo, poder experimentar mi anhelo en toda su magnitud. ¿Cuando vas a follar en pantalla? ¿Cuando aceptaras que perpetuen tu joven cuerpo jodiendo? Me negaste que pudieras aceptar ser follada para el público. Te desafío, a que te dejes follar, como antes tantas otras actrices, delante de una cámara. Déjate follar, bien follada: explicitamente follada... Y córrete en la pantalla para nosotros... Quedarías estupenda, y mi anhelo sería, cuanto menos, mas llevadero.
Pequeño coñito avido de polla. Lástima que ahora, aparentes mas mujer, solo por tu fama. En la cama te abres de piernas como todas.