Queria ser cornudo hasta que lo consegui
De tanto insistir me cornearon en mi propia casa
Mi esposa Sandra había invitado a cenar a su amigo, yo sabía que entré ellos había algo y así se lo hice saber a mi esposa cosa que ella no desmintió, sólo me dijo que confiará en ella.
Cuando llego Sergio, nos presento y pasamos a la terraza a tomar un pica-pica y charlar, empezamos hablando de cosas intranscendente, trabajo, familia, deportes y la cosa empezó a derivar hacia el tema de parejas, la convivencia y tal, después de dos cervezas mi mujer se deshibinio y empezó a preguntarme que me parecía Sergio y que no tuviera pareja con lo bien que estaba y en momento determinado Sergio empezó a decirme la suerte que tenía con mi esposa, lo bien que se veía y que seguro que había más de uno babeando por ella, a lo que lo le dije "seguro que más de uno y de dos, y si ese era su caso", el me contesto " no puedo negar que tu mujer me atrae mucho pero yo respeto vuestro matrimonio" poniéndole una mano descaradamente en el muslo y frotándolo suavemente, mientras Sandra daba un leve suspiro.
Seguimo charlando de temas intranscendentes mientras entré ellos se echaban miraditas, en un momentos determinado Sergio pregunto por el baño, en ese instante mi mujer me dice "cariño podrías ir preparando la cena, mientras le enseño a Sergio donde está el baño" no le di mayor importancia y me puse a lo mío.
Como a los diez minutos de que no dieran señales de vida, me dirigí por el pasillo al baño y no vi nada, cuando de golpe oigo un quejido de mi mujer procedente de nuestra habitación, me acerque y por la puerta entreabierta vi por primera vez a mi esposa ensartada por otro, la tenía a cuatro patas y le daba desde atrás, una mezcla de rabia y morbo se apoderó de mi pero mi pene reacciono de manera diferente, tuve una potente erección y no pude hacer más que masturbarme y acabar en menos de un minuto, la excitación pudo más que la cordura, me limpie y regrese a seguir preparando la cena.
No pasaron ni 15 minutos cuando regresaron a la terraza, mi mujer se acercó a la cocina y me dijo al oído "lo has visto cornudo mío?", mi pené volvió a reaccionar y metiéndome mano afirmo" no hace falta que contestes es evidente que sí y lo has disfrutado" se dio media vuelta y regreso a la terraza con Sergio.
Cuando salí con el primer plato se debió de notar la cara mezcla de humillación y vergüenza porque se miraron con complicidad y se echaron una risita.
Durante la cena nos bebimos dos botellas de vino y cuando me dispuse a recoger y sacar el postre Sandra dijo " cariño yo quiero otro tipo de postre" y se dirigió a Sergio y sentándose sobre sus piernas le dio un profundo morreo y allí mismo en la terraza empezaron a meterse mano y yo a tocarme por encima del pantalón no pude más y me acerque por detrás a mi esposa e intente sobarlo pero se giró y me dijo " esta noche soy entera para Sergio cornudo, así que espera a que termine con el, puedes quedarte y ver sí te apetece".
Se arrodilló delante de el y pude ver un miembro de unos 18 cms pero muy grueso y como mi esposa lo succionaba, me calenté tanto que no pude parar de masturbarme, después Segio penetro a mi esposa en todas las posiciones, se corrió entre ss tetas una vez y otra en la boca y cuando parecía que habían acabado mi esposa le dio su culo, cosa que nunca me ha permitido a mi, el no lo dudó y la penetro salvajemente llegando a su tercera corrida y cuarto orgasmo de mi esposa.
Ella quedo rendida en la cama el se duchó se despidió y lo acompañe a la puerta, se giró y sonriendo pregunto " te ha gustado el espectáculo?" Y cerró la puerta.
Me dirigí a la habitación y me abraze a mi esposa y empece a tocar su culo, coño, tetas, yo aún estaba excitado, mirándome me dijo " te falta un detalle cornudo, deberías de limpiar mi ojete", me levanté para dirigirme al baño y soltó " sin papel, quiero tu lengua" dude un instante pero me pudo la excitación, empece a lamer su ojete y ella empezó a soltar el semen que tenía depositado, aunque denigrante tuve la mayor corrida que nunca he soltado caí rendido a su lado y nos dormimos.