¿Queremos este futuro?

Si alguna vez ha pensado que no les estamos dando a nuestros hijos el futuro que se merecen, quizas le guste leer este texto, pues opinamos igual.

El hombre. ¿Qué es el hombre? Hay quien dice que es un animal dotado de intelecto y capacidad de razonar...

Nos diferenciamos de los animales corrientes en lo que a conducta se refiere en que nosotros, teóricamente, razonamos, y no como los animales que se mueven por instinto. En principio podemos diferenciar lo que esta bien de lo que esta mal. No es este ni el momento ni el lugar para razonar qué es moralmente correcto, ni lo que es ético o no hacer, pues donde uno es un terrorista para muchos, puede ser un libertador para otros, pero ahí entra en juego precisamente lo que teóricamente nos distingue de los animales, el instinto, ya que por instinto deberíamos, aunque sea tímidamente y casi efímeramente, ser capaces de distinguir mismamente lo que esta bien de lo que esta mal.

¿Por qué hay que educar a los niños y decirles que no hagan esto o que hagan lo otro? Sencillamente porque no saben. Ahí esta el problema, que podemos correr el riesgo de enseñarles ideologías y no conocimientos verdaderos y "neutros". Los niños aprenden lo que ven, son una esponja que absorbe conocimientos, y los guardan en esta temprana y corta edad en lo mas profundo de sus mentes, y ya nada ni nadie los saca de ahí. Por eso es muy peligroso que un niño vea maldad y racismo, por ejemplo, ya que inevitablemente se volverá racista. Como dice el dicho, los que duermen en el mismo colchón se vuelven de la misma opinión.

Es aquí donde quisiera llamar su atención.

¿Qué está siendo de nosotros? Guerras por todos lados, destrozos a la madre naturaleza, contaminación intencionada, malos tratos, descontrol...

Los niños son el futuro de este planeta. Son nuestro futuro. No piensen en qué van a hacer mañana ustedes, sino en qué les dejan a sus hijos para el día de mañana.

Quizás esta no sea la web mas indicada para lanzar al aire un pensamiento así, ya que la mayoría de ustedes o no tienen hijos, o hacen verdaderas burradas con ellos... pero ya sean padres reales o potenciales son habitantes de este "coche" que llamamos Tierra, y es de todos y cada uno de nosotros.

Al igual que los lugares y sitios patrimonio de la humanidad es obligación de todos cuidar y conservar, si no conservamos el planeta, el esfuerzo de miles de generaciones de personas se habrá perdido para siempre...

No seamos egoístas. Todos sabemos que no viviremos para ver ese futuro, pero esa no es excusa suficiente para no preocuparnos. Quizás la inmensa mayoría de nosotros no lo veamos nunca, pero den por sentado que si no nuestros hijos, serán sus descendientes los que alguna vez verán como el planeta que les dejamos ha agotado los recursos de que disponía, los bosques se han desforestado, los mares se han contaminado. Las guerras han matado directamente a millones de personas y otros millones han muerto de hambre y miseria. Y lo peor no es que eso ocurra, es que ocurra y ni nos hayamos preocupado por ello.

No pretendo que se afilien a ONGs y que abandonen sus vidas para partir como misioneros, pero si pueden ayudar de alguna manera, háganlo. No quiero que sea forzosamente en dinero, Dios me libre, pero basta con apagar bien los cigarrillos y las hogueras en los montes, tirar a la papelera las latas en vez de dejarlas en el suelo al lado de estas. Si su país padece problemas medioambientales como mi España que esta escasa de agua, ayuden en la medida de lo posible... No lo hagan por mi, no tan siquiera por ustedes mismos. Háganlo por aquellos que traerán al mundo, o por los que seguro vendrán.

Hagamos juntos que los libros de historia no nos tachen como los responsables de haber encendido la cuenta atrás en la destrucción del mundo... Y evitemos en todo lo posible que así sea. A Albert Einstein le preguntaron una vez cómo seria la Tercera Guerra Mundial, y él dijo que no lo sabría, pero que la Cuarta seria con palos y piedras, porque en la Tercera destruiríamos el mundo. No permitamos que eso pase...

Ahora critíquenme tanto como deseen. Esta es la opinión de un ciudadano del mundo preocupado por darle a su hijo un futuro, y con haber conseguido que alguien se pare a pensar solo un instante, el tiempo que le he dedicado a narrar esto habrá merecido la pena.

Gracias por leerlo.