Quedé aturdido todo el fin de semana

Quedé con un hombre maduro (57 años), muy amable por correo, en mantener un encuentro "light"

Como has estado ?

He continuado "experimentando".

Quede con un hombre maduro (57 años), muy amable por correo, en mantener un encuentro "light".

El viernes pasado fui hasta su apartamento, un pequeño  lugar en el corazón de la Villa. Para mi gran sorpresa me recibió un hombre derruido. Me hizo pasar a su pequeña habitación. Para mi sorpresa e incomodidad, se escuchaban voces en el cuarto contiguo.

Me dijo "no te preocupes, se trata de un matrimonio gay que no desea ser molestado".

Apenas en la diminuta habitación, me comenzó a desvestir. Le pedí que apagara la luz, atento me daba mucho calor la posibilidad de ser vistos a través del vidrio esmerilado de su puerta.

Colocó una toalla sobre la cama y dijo "por el aceite".

En su caso vestía una camisa y un short, pero nunca se desvistió. Eso si, se lo notaba extremadamente excitado porque jadeaba de su lado.

Una vez desnudo, comenzó a manosearme todo el cuerpo, y rápidamente a provocarme una fabulosa mamada. Me pidió que no me corriera enseguida, y que le avisara si estaba cerca de hacerlo, así se detendría y extendería  el placer mas tiempo

Me pasó aceite por los genitales, la polla dura, el perineo y el ano. Notando mi excitación, me ordenó que me diera la vuelta y comenzó a lamerme el culo en forma profunda. El placer era indescriptible, luego comenzó a insertarme su lengua tan profundo como pudo y a masturbarme. Abre aguantado unos minutos, pero cerca de acabar me di la vuelta y le pedí que tan solo continuara follando mi culo con sus dedos, y dejara en paz mi pobre polla.

Así estaba yo, las piernas levantadas, rodeando su cabeza, su boca en mi pene, dos dedos dilatandome el ano. Pensaba en el lugar pequeño, algo desprolijo, las voces en el cuarto contiguo, el lugar de mala muerte en la Villa, y todo ello mas y mas excitante. Me di cuenta que ya estaba listo para ser follado, pero sabia que el viejo no lo haría.

Me corrí profusamente en su boca, pero luego de tragar toda mi lefa, continuo mamandome, como para limpiarme hasta la ultima gota. Me pidió que no me fuera enseguida, que respirara profundo y me relajara al máximo, que quería realizarme un masaje.

Asi fue. Me pidió que volviera cuando lo deseara.

Sali de lugar apresuradamente, intentando poner orden a mis ideas. Quede aturdido todo el fin de semana.