Quedé alucinado

Tres hermosas y apatecibles mujeres, sólo para mí.

Me quedé alucinando

Todavía, en este momento, no he podido asimilar lo que sucedió tan sólo hace 15 días. Isabel es mi pareja, es de buena estatura y tiene un cuerpo delicioso… Unas tetas que te piden a gritos chuparlas y manosearlas a tu antojo; y ni que decir de su culito redondo y grueso, que está a cada momento parado y pendiente de ser consentido!!!

Días antes le había regalado a mi novia un conjunto de prendas para que las luciera el día de la fiesta de su mejor amiga "Clarita"… Se componía de una minifalda azul con pliegues y una blusita de lycra a rayas blancas y rosas. Le dije que no usara sostén esa noche y, para compensarla, le regalé el más sensual y erótico panty que encontré en el mercado: era negro, de encajes y muy pequeñito.

Cuando fui a recogerla me quedé con la boca abierta y, de inmediato, se me paro la verga furiosamente… Isabel subió a mi auto majestuosa y deliciosa!!! En el trayecto a la casa de Clarita ella iba muy callada, pero yo sabía que estaba muy caliente por la forma como cruzaba y movía sus piernas. No pude aguantar la tentación, y coloqué mi mano derecha sobre su apetecible muslo, ella no dijo nada. Isabel se acomodó de tal manera para que yo pudiera apreciar su delicioso cuerpecito y, a la vez, para ella poder bajar el cierre de mi pantalón y así poder masajear mi durísima verga

Isabel sólo pudo decir: Oh, que delicias las que me deparan esta noche fría. Ella me la comenzó a mamar deliciosamente y yo, mientras podía, le metía la mano por debajo de su faldita para sentir todo ése montecito que formaban sus labios y su delicioso clítoris. Isabel, desprendiéndose de mi verga, me confesó que estaba supremamente excitada y que, durante la fiesta, podría pasar cualquier cosa… Me lo dijo con cara de pícara y de verdadera perra… Yo no atiné a decirle nada, simplemente la tomé de su negra cabellera y la obligué a que me la siguiera mamando.

Al llegar, Isabel trató de componerse un poco, pero los disparos de mi verga la habían dejado marcada: tanto en su cara, pelo y su blusa. A ella no le importó. ¿Será, acaso, que tenía todo previsto?

Se abrió la puerta y junto al marco se encontraban Clarita y Liliana… Fue la visión más sublime, sensual y súper erótica de mucho tiempo… Estas dos mujeres deliciosas y golosas, estaban de infarto. Clarita llevaba un minivestido blanco con apliques negros en la parte de sus pechos, que los hacían resaltar de manera impresionante. Lili, que era más alborotada, lucía un traje en vinilo negro que se le ajustaba a todo su sabrosísimo cuerpo; este vestido, resaltaban sus magníficas curvas. Qué culazo el que ella se cargaba!!! Las dos se estaban acariciando sutilmente, pero sin que los demás se percatasen de ello. Simplemente atiné a decir: ¡!!Llegamos!!!!!!!!

Clarita, separándose sensualmente de Lili, nos recibió con un cálido beso a cada uno; mientras tanto, Lili me tomó por el brazo para presentarme a las personas que nutrían la fiesta. Esta HEMBRA no dejaba de hablarme y adularme diciendo: que estaba guapísimo, que mi atuendo me sentaba súper y que esa noche sería el más cotizado.

Isa y Clarita desaparecieron del planeta… Lili me dijo que las dejáramos hacer lo que ellas tenían que hacer y que nosotros, mientras tanto, disfrutáramos de la fiesta tan HOT… Lili, luciendo su diminuto y súper sensual traje negro de vinilo se me arrimó y me besó profundamente… Que delicia!!!!! Mi verga esta a mil por hora; ya ni siquiera pensaba en mi novia y/o la perra de Isabel. Lili me lamía por todas partes, mi pecho, mi nuca, mi vientre y mi VERGA!!!! Lili, sintiendo mi pasión y deseo, me suplicó la satisficiera ésa noche sin importar lo que dijera Isabel.

Tomé a Lili de manera brusca, lamí sus durísimos pezones y con una de mis manos inicié un rápido masaje sobre su rajita deliciosa, ella simplemente gemía y decía que siguiera así, que más, que le gustaba, que no parara, que lo quería más adentro, que la tenía a punto… Lili gritó……. ¡!!!!!!!!síííííííí, r ómpeme el culo rápido, yo la clavé duro y hasta lo más profundo…. Ella me gritaba… dame más duuuuuuuuuuuroooooooo¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡; clávame tu verga bien adentro de mi culoooooooooooooooo….

Lili me decía: Me excitas cuando sé y veo que me miras las tetas. También me calientas si me miras y me tocas el culito; esto me lo decía mientras estaba abriéndose la raja. Mientras tanto escuchábamos cómo Clarita le decía a la perra de Isabel:Puta, eres una pequeña puta, puta.Clarita susurraba estas groserías al oído de Isabel , sintiendo como la pequeña vagina de C larita atrapaba literalmente sus dedos, sintiendo las palpitaciones del pequeño culo de Isabel alrededor de su dedo pulgar. - Quieres una gran verga, ahora, ¿verdad, puta? Una PIJA grande, gorda, caliente y llena de leche, ¿no? No la vas a tener hasta que te vengas como una perra, ¿entiendes, puta? ¡Como una perra!Quiero a mi perra vulgar, quiero que te vengas como una puta vulgar, una puta corriente, vamos, quiero una puta vulgar! En un fuerte espasmo que la obligó a apretar todos los músculos de su vagina, Isabel se abrazó al cuello de Clarita mientras abría sus piernas colocándolas en los antebrazos de los sillones y permitía que los dedos de Clarita se introdujeran en su rajita con un rápido movimiento de vaivén y todo el asiento del sillón se empapaba con un gran chorro de orina que mojó a Clarita hasta la altura de su codo.

Clarita nos miraba con lujuria y erotismo, y nos pedía que hiciéramos de todo!!!! Al cabo de un momento, me encontré con la perra de Isabel diciéndome… ¡C uléame ! Así, Sííí, papito ! Me gusta como me cojes! Vamos, bebé , ¡C ulea mi raja! Dale a esta puta tu VERGA DURA. Cojéeme duro. ¡Cielos!. Como quiero MAMAR TU PIJA!. Vamos, ca riño , me gusta! Me gusta tu VERGA! Tienes que meter tu palo en mi culo! Culoooo, culooooooo Isabel decía estas y más groserías como una letanía, como un salmo, mientras mantenía sus ojos cerrados, toda ella fuertemente unida a Clarita , con su cadera girando violentamente alrededor de los dedos de Lili

La noche fue espectacular

¿Me quieren escribir? giraldof@tutopia.com