Quedate conmigo (1)
El amor interrumpido entre 2 amigas hace 7 años atras, es unido nuevamente por cosas del destino, primera parte de la historia.
Marcela es una chica de 27 años de edad, alta, morena, de cabello largo oscuro y ondulado, dueña de un cuerpo escultural y muy bien cuidado, de prominentes bustos redondos, piernas largas y contorneadas, un trasero hermoso, moldeado,como hecho a mano y una fina cintura. De rostro largo y fino, labios gruesos, ojos pardos y alargados, cejas delgadas y arqueadas, que ofrecen una mirada exquisitamente seductora.
Marcela llevaba algunos años trabajando como secretaria en una agencia de publicidad, a pesar de que su trabajo no llenaba sus expectativas, se sentía a gusto ahí, su jefe la trataba con amabilidad y se llevaba bien con el resto del personal, pero en todos esos años trabajando ahi, esas relaciones nunca pasaron de ser puramente profesional por el carácter tímido, distante y desconfíado de Marcela, que era una mujer de pocos amigos. Sólo pocas personas habían logrado derribar ese muro de hielo, una de ellas era Alejandra, quien con su carácter amable, comprensivo, paciente y alegre logró ganarse con rápidez la confianza y cariño de Marcela hace 7 años atrás, cuando se conocieron por internet en un foro lésbico, estableciendo una estrecha amistad y un amor en silencio.
Alejandra es una chica mexicana, donde a sus 19 años se vino a Chile a vivir con su padre al producirse la separación de ellos.
Es una chica de baja estatura, delgada, tez blanca con algunas simpáticas pecas en su nariz, cabello largo hasta los hombros, liso y castaño claro, ojos café oscuro, de una mirada dulcemente inocente y algo temerosa, labios rosados de grosor normal, un rostro angelical e infantil a su vez, que le daban una mágica sensualidad; Alejandra a pesar de ser bajita y delgada, era una mujer muy atractiva, de finos rasgos, una estrecha cintura, piernas muy bellas, una colita bien parada, senos redondos y medianos, y una sonrisa ancha, muy dulce y encantadora, daba una sensación de una profunda ternura provocadora-
M: Marquéz publicidad, buenas tardes!!
A: Hooolaaaa cusita, como está? mucho trabajo?
M: Ale? jeje, hola loquita, como estás?
A: Muy bien y tu?
M: Bien, gracias, aquí con mucho frio y cansada, por suerte ya estoy terminando este informe y podré irme a casa.
A: mmm, pobrecita, oiga la llamaba para preguntarle si tiene algo que hacer cuando salga del trabajo? quisiera ir a buscarla a su oficina y llevarla a tomar algo a Bokhara, puedes?
M: jajaja, me estás pidiendo una cita?
A: jajaja, más o menos, es que debo decirte algo importante desde hace un tiempo, y bueno, creo que ya es hora que lo sepas.
M: mmm, vaya, cuánto misterio, podrías darme un adelanto?
A: jaja, la curiosidad mató al gato sabes? ya, dime, puedes o no?
M: Sí, si puedo, salgo en 40 minutos más
A: ok, en 40 minutos estaré ahi
M: Ok, te espero entonces, nos vemos, 1 beso, bye
A: Un beso, ciao -
Marcela colgó el teléfono, se quedó pensativa, mirándolo y esbozó una leve sonrisa, se acerco a la ventana que daba a la calle y miró hacia afuera, sintió a su corazón dar brincos y una intensa curiosidad, -¿Qué era lo que Alejandra debía decirle con tanta urgencia?- Marcela sonrío y le brillaron los ojitos dulcemente, su rostro se iluminó como el de una niña pequeña.
Hace 7 años que callaba un amor dentro de su pecho, un amor casi platónico que fue creciendo con el tiempo y que Marcela decidió callar un día.
Cuando ambas se conocieron, Marcela mantenía hace 2 años una relación con una atractiva chica de otra ciudad, sólo se veían un fin de semana al mes, en aquel entonces estaba muy enamorada de Andrea, su pareja, pero discutían mucho, Andrea era muy celosa, seria e intolerante, su relación fue muy tormentosa, de aquellas de un romper y volver constante.
Alejandra se volvió la confidente y consejera de Marcela, la escuchaba, aconsejaba y le subía el ánimo con facilidad, salían muy a menudo y fue cosa de pocos meses para que ambas comenzaran a sentir atracción por la otra, donde sólo las miradas hablaban.
Alejandra no se atrevía a decirle nada a su amiga, por que consideraba que era un rechazo seguro, pensaba que si llevaba 2 años de relación con aquella chica era por algo, además no quería perder la amistad de Marcela.
Marcela por tu lado se sentía confundida, a pesar de tener muchos problemas con Andrea, la amaba demasiado para dejarla, pero por otra parte, Alejandra se le colaba en sus sueños y pensamientos, le agradaba estar con ella, donde disfrutaban de las simplezas de la vida, caminar por un parque, ver tv, conversar mientras escuchaban música o simplemente jugar cartas, nunca faltaban los chistes y bromas que se hacían una a la otra, cosa que con Andrea dificilmente podría hacer por el carácter serio e intolerante que tenía.
Así transcurrieron los meses, en estrecha amistad, de vez en cuando se lanzaban coqueteos muy leves o bromas de doble sentido, pero no pasaba de eso.
Andrea por su parte, cada vez se sentía más celosa de la cercanía que mantenían estas 2 chicas, hasta que un día le pidió a Marcela que dejara de ver a Alejandra, pero lo único que logró fue que Marcela mantuviera su amistad oculta, mintiendo las veces que se ausentaba para ver a Alejandra.
Todo cambió un día, en una fiesta en casa de unos amigos, donde un chico sacó a bailar a Alejandra e intentó besarla, ante la furiosa bofetada que le brindó al chico, el intentaba disculparse afanosamente, y terminó por declararse a ella delante de todos, invitandola a charlar al patio, Alejandra accedió, pero Marcela la tomó fuertemente del brazo y le dijo -Tu no vas a ningún lado- dejando a Alejandra totalmente sorprendida, apenas reaccionó a decirle un ''ya vuelvo, no tardo'' y le sonrío antes de salir por la puerta. Marcela estaba enojadisima y tomaba su trago con ganas, como si se desquitara en el alcohol. Al poco rato volvió el chico que se le declaró a Alejandra, pero ella seguía en el patio, por lo que Marcela fue a ver por que no entraba, al salir vio a su amiga de lo más relajada, apoyada en la pared, fumándose un cigarrillo.
Alejandra al verla, le sonrió y le dijo -sólo necesito relajarme un poco antes de volver a la fiesta- Marcela la miró y le dijo - Que pasó?,supongo que lo rechazaste y le dijiste que eres lesbiana- Alejandra se rió mientras botaba el humo del cigarrillo, se acercó a su amiga y le dijo que si, que efectivamente lo rechazó, que ella no tenia interes en los chicos, y que además ella estaba interesada en otra persona, Marcela ante estas palabras sintió un escalofrío, quería saber quien era esa persona, quien podía ser la chica que le estuviera arrebatando el amor de su querida amiga, sin poder más con la duda, le preguntó -Quién es esa persona?- Alejandra rió y no le contestó, apagó el cigarrillo, hizo un ademán de entrar a la casa, pero Marcela la miraba fijamente y con el rostro compungido.
A: Por que me miras asi?
M: Ya, no seas malita y dime quien es, creí que eramos amigas
A: pues asi es, pero no quiero decirte quien es
M: dime, la conozco?
Alejandra soltó una carcajada, volteó para entrar a la casa, pero Marcela la tomo del hombro y le insistió, Alejandra le decía que no, que no le gustaba nadie, que era una broma, molestándo asi aun más a Marcela que ya perdía la paciencia, subió el tono de voz y comenzaron a discutir, que Alejandra nunca le contaba sus cosas, que primero le dice algo y despues se arrepiente, que dejara de ocultar lo que sentía, y sin darse cuenta, decía todo esto con lágrimas en los ojos. Alejandra la miraba muy sorprendida sin saber responder.
Se miraron un momento en silencio, y fue Alejandra quien finalmente la comprendió y dijo - estabas celosa hace un instante? y ahora me insistes en que te diga lo que siento, a que te refieres? no será que yo te gusto, verdad?- Marcela bajó la mirada, se volteó y dijo que quería volver a casa, que ya era tarde y estaba cansada, pero Alejandra la tomó por el hombro y la volteó, la abrazó muy fuerte, y estuvieron asi un rato, suspirando, sin decirse nada, al soltarse del abrazo, quedaron frente a frente, Alejandra vió que Marcela tenía los ojos cerrados y con una caricia le secó las lágrimas a su amiga, Marcela apoyó su frente en la de Alejandra, estaban a escasos centrímetros de sus labios, dudó un instante si besarla o no, desde que la conocía que quería hacerlo, pero no se atrevía por que no sabía si Marcela sentía lo mismo, además ella tenía pareja, no era una buena idea, pero ahora, luego de esta discución, era la primera vez que discutían y la actitud de Marcela decía claramente que sus sentimientos eran correspondidos, asi sin más, mientras estaban abrazadas y apoyando sus frentes, Alejandra sentía a su amiga suspirar, abrió los ojos, miro su boca y la beso timida y fugazmente, como si esperara un rechazo, pero Marcela la tomó de la nuca y le devolvió el beso, se besaron profundamente, por largo rato, como si quisieran que ese momento fuera eterno. Se mordieron los labios, enredaron sus lenguas, y leves gemidos se escapan de la boca de Marcela, Alejandra le acariciaba el cuello mientras se besaban, se besaban con ganas, con pasión, estaban liberando por vez primera aquel amor que nació entre ellas.
Aquella noche todo cambió, desde entonces se convirtieron en amantes, se veían a escondidas de Andrea, por MSN mantenían románticas conversaciones, hablaban a diario por telefono y tenían fogosos encuentros cuando se daba la ocasión pero nunca llegaron a hacer el amor, siempre las interrumpían, ya fuera por una llamada de Andrea a Marcela o por que su madre sospechaba que la relacion que tenían ambas no era una simple amistad y vigilaba cuando Alejandra iba a casa de Marcela, ambas no conversaban sobre un futuro, habían acordado que sólo vivirían el momento. Cada vez que Marcela se iba a visitar a Andrea a su ciudad, Alejandra ardía en celos, pero los callaba, sin reclamarle nada a Marcela, sufría en silencio.
Marcela por su parte se sentía demasiado confundida como para tomar una decisión, sabía que tenía que elegir, los sentimientos de culpa que sentía cuando estaba con Andrea la consumían por dentro, no podía creer que estuviera enamorada de 2 personas al mismo tiempo, sufría por no poder entregar el 100% a ninguna de las 2, pero separarse de una de ellas le provocaría un dolor inmenso.
Asi pasaron 5 meses, Marcela y Andrea peleaban cada vez más, terminaban y volvían, y cada vez que terminaban Alejandra se ilusionaba con tener una relación con su amada, pero siempre era lo mismo, terminaba por volver con Andrea y ella quedando como plato de segunda mesa, aquella situación la llevo a obligar a Marcela a tomar una decisión, ke eligiera por que esto la estaba matando, que no queria presionarla, pero ya no podía mas con esto. Marcela en ese entonces habia terminado hace 2 semanas con Andrea y se sentía cada día más enamorada de Alejandra, pero sentía un gran vacío al no tener a Andrea, le dijo que lo pensaría...pero finalmente se decidió por Andrea, volvieron, lo que terminó por colmar la paciencia de Alejandra, y ella también tomó una decisión, hablo con Marcela y le dijo calmadamente que ella la amaba demasiado pero que este amor la estaba volviendo loca, que ya no podía soportar el dolor que sentía cada vez que Marcela se iba con Andrea, que nunca la eligió a ella, que le entregaba felicidad y estabilidad, le dijo que lo mejor sería que se distanciaran un tiempo por que quería olvidarla y volver cuando el dolor haya pasado y recuperar la amistad que perdieron. Marcela solo le respondió que era algo que ella esperaba, que no sabía como tuvo tanta paciencia con ella, le agradeció los 5 meses que estuvieron juntas, que fueron maravillosos y que nunca la olvidaría y esperaría el día en que ambas se volvieran a hablar.
Alejandra por su parte le dijo que ella se iría tranquila, por que sabía que llegaría el día, en que ambas estuvieran sin compromiso alguno y que ese día, ambas estarían juntas nuevamente, pero esta vez sería para siempre. Ambas lloraron y se abrazaron y se dieron un beso de despedida, de esos sentidos, profundos y prolongados. Alejandra se dió la vuelta y se fue.
No se vieron en casi un año, de vez en cuando hablaban por teléfono, se trataban con profunda dulzura, con amabilidad, cualquiera que las viera, pensaría que eran pareja por la forma tan tierna en que se trataban. Después de ese tiempo retomaron su amistad como siempre y Marcela seguía con Andrea, y ahora Alejandra tenía pareja, con la que duró 5 años, pero en su corazón dormía un amor sin consumar, aquel que volvió a despertar ahora, cuando Alejandra rompió su relación con su pareja hace meses atrás y Marcela habia terminado con Andrea hace 2 años.-
Marcela suspiró, se apresuró en terminar aquel informe que le había pedido su jefe, quería que le sobrara algo de tiempo para arreglarse un poco antes de que Alejandra pasara a buscarla.
Por fin ya era la hora y Marcela retocaba su maquillaje y perfume antes de salir de la oficina, se miraba una y otra vez al espejo, pero se sentía algo extraña, ¿por que estaba tan nerviosa por salir con alguien a quien conocía hace 7 años ya y con la que había salido tantas veces? se preguntaba, ''quizás es por que esta vez todo será como siempre debió ser'' una voz le decía en su mente, Marcela sonrió al pensar en esto y salió de su oficina.
Al salir del edificio, Marcela ve el jeep blanco de su amiga y a ella apoyada en el, estaba cruzada de brazos sonriéndole, se veía muy bella, con una mini falda negra, blusa blanca, corbata negra y una chaqueta negra encima, sus piernas relucían despampanantes, y entre la blusa y la corbata mal atada se asomaba su sostén blanco con encaje que provocó una mirada atrevida de Marcela, quien iba vestida con una falda negra rayada con lineas blancas, una blusa roja y una chaqueta roja encima.
Marcela se acercó y la saludó con un beso en la mejilla.
M: Hola
A: Hola, como estas?
M: bien, pero que guapas te vez hoy,pero por que andas de corbata?
A: Tenía una reunión formal con el grupo de arquitectos con los que trabajo y no tuve tiempo de cambiarme, pero si te molesta la corbata me la quito, jeje.
M: jaja, no...dejala asi como esta, se te ve bien
A: gracias, no pierdes el tiempo en halagarme bandida
M: jajaja, desde chiquita siempre me enseñaron a decir la verdad, jajaja
A: jajaja, asi veo, bueno, vamos?
M: vamos
Alejandra le abrió la puerta del jeep a Marcela, se subieron y fueron a aquel pub gay.
Espero que les haya gustado la primera parte de esta historia, lean la segunda parte para ver el final de este relato.