¡Qué vacaciones!
Mi mujer se prestó a hacer aquello que le ordenara y, como no, aquello hizo que se cumpliera una de nuestras fantasias.
Después de algún tiempo en el que durante nuestras relaciones sexuales fantaseabamos con que intervinieran otras personas, ya creí que era el momento de que dejaran de ser fantasias y comenzaran a hacerse realidad.
Mientras echabamos un polvo de campeonato, mi mujer, Mari, me imploraba que no parase, que le hiciera todo tipo de guarradas, obedeciendole servilmente, aunque siempre me hacía un poco de rogar pues esto la excitaba aun más, si ello era posible. En una de las ocasiones me imploraba que la follase más fuerte, y yo se lo hacía todo lo contrario, por lo que, suplicandome, dijo que haría todo aquello que yo le ordenase a cambio, de hacerlo como ella deseaba. Yo le pisé la palabra, cumpliendo con mi parte y añadiendo que no olvidaría la que a ella le tocaba.
Todo parecía haber pasado al olvido tras cierto tiempo, nada más lejos de la realidad por mi parte. Durante unos dias de vacaciones en las que fuimos a un hotel de playa acompañados por otra pareja de muy buenos amigos nuestros, Andres y Laura. Andres, era muy amigo mio desde hacia bastante tiempo y tenía la suficiente cofianza para hablar con él de todo tipo de cuestiones.
En una ocasión en la que las chicas habian ido a por algunas bebidas y nos encontrabamos solos, encauce la conversación de manera que el sexo fue el tema central, y por los comentarios que este hacía deduje que ellos tambien tenían ciertas fantasias que les gustaría cumplir y que no se atrevian.
Una vez que regresaron las chicas, nuestros amigos fueron a la piscina a quitarse el calor quedando Mari y yo solos:
Recuerdas aquella vez que me prometiste hacer todo aquello que te ordenase.
Si
Pues ha llegado el dia de que me cobre la deuda.
Pero...
No hay peros que valgan, me lo prometiste.
Bueno, en qué consiste, aunque ya me imagino de que tipo de peticion se trata, así que no te pases que estamos en un lugar publico con mucha gente.
No te preocupes, solo quiero que cuando ahora se venga Laura para aca y se quede solo Andres en el agua te acerques a él, le digas al oido que tienes ganas de que te folle a la vez que toques su polla por debajo del agua.
Pero ¿cómo voy a hacer eso, qué va a pensar de mi?
No te preocupes que el terreno está preparado para ello, le mentí a Mari, aunque ciertamente supongo que ningun hombre con uso de razón rechazaría a una mujer como mi esposa.
Poco despues Laura salió del agua, luciendo su esplendido cuerpo, y como ya esperaba Andrés se quedó en la piscina pues le encantaba el agua. Mari me miró, le hice un gesto diciendole que ahora era el momento y, tras dudar unos instantes se levantó y se dirigió al lugar donde Andres se encontraba apoyado, recibiendo los ultimos rayos de sol de la tarde.
Se metió en el agua, zambullendose por entero, lo que hizo que sintiera el frescor del agua sobre su piel caliente, provocando la erección de sus pezones, perfectamente visibles. Me miró y se acercó de frente al oido de Andrés. Pude apreciar como le decía algo mientras una de sus manos tomo la dirección de su entrepierna no que se hizo patente pues nuestro amigo, inconscientemente bajo la cabeza para ver que era aquello que no se esperaba.
Este a su vez le contestó algo a ella ¿qué le habría dicho? La impaciencia podía conmigo.
Continuara... si veo que la tematica os gusta