Que tetas tenía mi madrina IV

La familia logra una ayudante para Pilar, pero todo queda en casa

La vida sexual de los cuatro en los primeros momentos del embarazo de Pilar siguió igual, incluso mejoró, a Pilar el embarazo le sentaba de maravilla, se estaba poniendo incluso más guapas y sus tetas aumentaron su volumen para poder amamantar al ser que tenía dentro, eso hacía que su familia se volviese loca por chupar esas tetas, ella estaba encantada, un día si y otro también, si no era uno era el otro quien le hacía correrse de gusto.

En este aspecto el más salido era Jesús, su hijo, estaba encantando con los nuevos pechos de su madre, estaba deseando que diese a luz había ideado algo que solo de pensarlo le hacía correrse de gusto, le iba a pedir a su madre que a la vez que amamantara al bebé lo hiciera con él también, quería beber la leche de su madre como cuando era niño, pero esta vez si que lo iba a gozar. Se sentó en el sofá y se sacó la polla, estaba su madre delante pero no le importó.

  • ¿Que haces Jesús, veo que estás cachondo?
  • Si, mamá, tu me pones así
  • Yo, pero si no he hecho nada
  • Pero no te das cuenta de las tetas que tienes, son tremendas
  • Es verdad. Jesús, el embarazo está haciendo que me crezcan y se me pongan muy sensibles, dijo sopesándolas.
  • Enséñamelas, por favor
  • Si, mi amor. Se desabrochó la camisa y allí estaban ese par de pechos dentro de un sujetador color carne.
  • ¿Me las saco?
  • Si, por favor.

Se sacó una lentamente y se empezó a acariciar, se estaba empezando a poner ella también cachonda al ver a su hijo masturbarse.

  • La otra también
  • Si mi hijo.

Se la sacó y ya no pudo más, se las empezó a sobar, mientras su otra mano iba debajo de su falda a masturbarse.

  • Mira hijo como me has puestos
  • Y tú a mí, mamá. Cuando tengas el bebé quiero chupar y beber de esa leche tan rica
  • Si, querido, eso está hecho, me has hecho correrme al decirme eso, solo de pensar en tu boca sacándome la leche de mis tetas.¡¡¡¡AH, QUE GUSTO!!!
  • Ven aquí, mamá.

Pilar se levantó y se acercó donde estaba Jesús que estaba a punto de correrse, le toco una teta mientras con la otra mano seguía con su paja. Se corrió enseguida y su esperma fue a parar a las tetas de su madre.

  • No te preocupes, mamá, yo te limpio.

Cogió el pecho manchado y se lo limpió con su lengua.

Pero estaba claro que la cosa no podía seguir así, había que buscar a alguien, Pilar estaba ya de cuatro meses y temían dañar al feto si no se la dejaban de follar.

Al final la solución a su problema vino del modo más inesperado como suelen suceder estas cosas.

Una tía de Javi vino a pasar una temporada con él, su madre, abuela de Javi había fallecido y pensó que pasar una temporada en la ciudad la distraería un poco, Eugenia se llamaba.

Una tarde Jesús pasó a recoger a casa a su amigo, subió y entró en el salón, allí estaba Eugenia, vestía una camisa negra, abotonada hasta el cuello y una falda del mismo color un poco por debajo de la rodilla, Jesús hizo lo que hacía siempre que veía a una nueva mujer, dirigió su vista hacia sus pechos y lo que vio no le desagradó, no eran como los de su madre, pero se le acercaban bastante, hubiera deseado echarlos un vistazo, pero era imposible.

  • Hola, soy Jesús un amigo de Javi
  • Yo soy su tía Eugenia, dijo ella levantándose y acercándose.

Jesús intentó darle los besos en la presentación para así poder acercarse y ver si podía notar sus pechos contra el suyo, pero ella se apartó y le tendió la mano.

  • Encantada de conocerte.
  • Lo mismo digo.

En eso apareció Javi.

  • ¿Conoces ya a mi tía?
  • Si, ya nos hemos presentado.

Javi se acercó a ella y la agarró por la cintura.

  • Aquí donde la ves es como una madre para mi, fue ella quien me crió en el pueblo cuando mis padres fallecieron.
  • Vaya, pues lo dicho, encantado de conocerte.

Javi y Jesús salieron a la calle.

  • ¿Te has fijado en tu tía?, dijo Jesús
  • No sé lo que quieres decir, le contestó Javi.
  • Pues que si has pensado en ella como mujer.
  • Ya te he dicho que para mí es como una madre.
  • No, si eso ya lo sé, Pilar no es para mí como una madre, es una madre y me la follo cada vez que puedo.
  • En eso tienes razón, contestó Javi que empezó a pensar en su tía. Tenía razón Jesús, era la típica campesina española, con unas tetas rotundas y unas piernas recias.
  • Tienes razón, Jesús, es del tipo de mujer que nos pone.
  • Ya te lo decía yo, había pensado en ella como sustituta de mi madre.
  • Uff, difícil lo veo, no conozco mujer más puritana que ella.
  • ¿No me dirás que es virgen?
  • No, seguro que eso no, cuando era pequeño oí contar una historia de un novio que tenía y que la dejó embarazada, al poco de enterarse el chorvo desapareció y del disgusto mi tía perdió al niño, desde entonces no he sabido que haya salido con nadie.
  • Pues mejor, dijo Jesús.
  • ¿Y eso?
  • Porque si ha tenido un rabo dentro seguro que lo añora y en cuanto tenga otro no va a querer que se lo saquen nunca.
  • No se, puedo intentarlo, pero lo veo difícil
  • Tu inténtalo, sería la solución a nuestra historia, lo más parecido a mi madre que vamos a encontrar.

Estuvieron tomando unas copas y Javi le iba dando vueltas a su cabeza para conseguir que su tía accediese a follar con ellos.

Cuando volvió a casa su tía estaba viendo la televisión, era una película española, Javi se sentó a su lado, en un momento dado la protagonista, una mujer algo mayor de buen ver se llevó a un muchacho más joven a la cama, no se veía nada, solo las tetas de la mujer y los movimientos del chico al follarla, pero Eugenia se puso colorada e incómoda.

  • ¿Qué te pasa tía?
  • Nada, que esto es una guarrada.
  • Pero, si no es nada.
  • ¿No?, pues a mí sí me lo parece.

Su tía se levantó y se fue hacia la habitación, Javi se quedó unos momentos extrañado, la reacción de su tía no le pareció normal, al cabo de un rato se levantó y se dirigió hacia su dormitorio, pasó por delante del de su tía, vio la luz encendida por debajo de la puerta y oyó ruidos como de muelles, entreabrió la puerta y vio a su tía tumbada en la cama, se había abierto los botones de la blusa y se había sacado las tetas del sujetador magreándoselas con una mano, la falda la tenía levantada y las bragas a la altura de la rodilla y la otra mano estaba en su coño frotándolo desesperadamente, la primera idea de Javi fue sacarse la polla y meneársela allí mismo, pero lo pensó mejor.

Era la oportunidad que estaban esperando, fue a por su móvil, abrió un poco más la puerta y empezó a grabar la escena, primero la cara, luego las tetas y por último un primer plano de su coño, poco más de un minuto, lo suficiente.

Cuando acabó cerró la puerta y se fue a su habitación para ver lo que había grabado.

Ahora si que se la cascó viendo el video de su tía, tuvo una buena corrida, se sintió culpable pensando en todo lo que su tía había hecho por él y como se lo iba a pagar, pero pensó que si su tía había disfrutado tanto masturbándose, cuando tuviese una polla dentro se iba a morir de gusto. ERA POR SU BIEN. Así se quedó dormido.

Cuando se despertó lo primero que hizo Javi fue mandarle el vídeo a Jesús, con un texto: “Lo conseguí, hoy me la follo”.

Se levantó y se dirigió a la cocina, donde estaba su tía, éste le había preparado un gran desayuno: tostadas, café, mermelada, mantequilla, había de todo, esto le hizo sentirse todavía más culpable, se volvió a repetir que era por su bien y que al final se lo agradecería, no estaba tan seguro de que fuera a ser así.

  • Hola Javi, Buenos días.
  • Hola, tía, se acercó y le dio un beso en la mejilla, vaya desayuno que me has preparado.
  • Quiero que mientras que esté aquí te alimentes bien, cuando estás solo seguro que solo comes porquerías, estás muy flaco.
  • Tu, sin embargo, estás bien prieta. Dijo Javi, apretándole un brazo.
  • Ya sabes como somos la de pueblo, el trabajo nos mantiene fuertes, por cierto, dentro de tres días me vuelvo para el pueblo, tengo aquello muy abandonado.
  • Vaya tía, pensaba que te ibas a quedar más tiempo.
  • No puedo, tengo a los animales abandonados, puedes ir tu al pueblo a visitarme cuando quieras.
  • Claro, tía, iré.

Se sentó y empezó a desayunar, tenía que estar fuerte para lo que se proponía hacer a continuación. Terminó de desayunar, en fin, pensó, vamos a allá.

Se levantó, se dirigió hacía su tía que estaba en la cocina preparando la comida, le puso una mano en el culo, encima de su falda y le dio un beso en la mejilla, al lado de sus labios.

  • ¿Se puede saber que haces?, dijo dándose la vuelta enfadada.
  • No se, tía, creía que te iba a gustar.
  • ¿Y que te hace pensar eso, sinvergüenza?
  • Esto que tengo aquí, dijo Javi y le puso a su tía delante de los ojos el video que había grabado la noche anterior. No era una gran grabación, pero su tía se reconoció,

Su tía palideció.

  • Borra eso inmediatamente, degenerado.
  • No, eso va a estar aquí, me gusta ver a mi tía gozando, me he hecho una buena paja viendo el video, seguros que los del pueblo están deseando verte así.
  • Por favor, Javi, bórralo.
  • No, lo tendré grabado y como no hagas lo que yo te diga se lo enviaré a todo el pueblo para que vean lo guarra que eres.
  • Que vergüenza, que desgraciado eres, dijo sollozando.
  • Vamos, tía, no te pongas así, te va a gustar, seguro.
  • Por cierto, no solo quiero que hagas lo que yo te diga, quiero que hagas también lo que te diga Jesús y su familia.
  • ¿Y ellos que tienen que ver en esto?
  • Estamos muy unidos, ya lo verás.

Javi se sentó en una silla de la cocina, se bajó el pijama y el calzoncillo, apareció su rabo tieso, Eugenia le miró horrorizada, no era posible que su sobrino se la quisiera follar, pero si era como su madre, le había criado, ¡¡¡Qué vergüenza, Dios mío!!!, pensó.

  • Ven aquí, Eugenia.
  • No Javi, no, por favor, no me hagas esto, eres mi hijo.
  • No, no lo soy, soy un hombre y tu eres una mujer, además estás muy buena, tienes unas tetas que me encantan, me han gustado desde que era niño y ahora por fin me las voy a comer.

Eugenia se acercó y se puso enfrente de Javo, éste le acarició las piernas, desde las rodillas hasta los muslos, le pasó las manos por debajo de la falda y llegó hasta sus bragas, se las bajó hasta los tobillos.

Pasó luego a su camisa, la desabotonó y se la quitó, su tía se quedó con un sujetador negro, de encaje, le encantó, le apretó un poco las tetas, se las iba a comer.

  • Quítate el sujetador.

Su tía lo hizo temblorosa, aparecieron dos buenas tetas, Javi las cogió con sus manos y las acercó a su boca, empezó a besarlas, primero una y luego otra, se le pusieron tiesos los pezones, le estaba gustando, pensó y se alegró, las dejó, quería follarse a su tía y era lo que iba a hacer.

  • Venga, súbete la falda y mantenla en tu cintura.

Ella obedeció temblando.

Javi acercó su miembro al coño de su tía y le metió la punta

´

  • Tía, siéntate encima y empieza a moverte, como hacías con tu antiguo novio.
  • Ya casi ni me acuerdo de eso, le contestó.
  • Seguro que si, venga muévete.

Mientras su tía empezaba a moverse Javi le agarró las tetas y se las sobó todo lo que pudo, sintió en su polla el flujo de su tía y se volvió a alegrar por ella.

  • Follas muy bien, tía, no se te ha olvidado para nada, sigue así, sigue que me voy a correr, de pronto se acordó de lo que había pasado con Pilar, no quería dejar embarazada también a su tía, sacó la polla y se corrió en sus muslos.

Su tía se levantó muy digna, se subió las bragas y se fue al servicio, a pesar de su gesto le había gustado, había recordado tiempos antiguos con su novio y decidió que iba a recuperar el tiempo perdido.