Que siente un Dominante

No se como explicar las sensaciones que produce la Dominación en mi, he aquí solo un vano intento, me pregunto si una esclava puede ver esto con tan solo cerrar los ojos?

Miraba perdidamente, como sin querer ver el cielo gris de la tarde, el cristal reflejaba mi rostro, al otro lado gotas de agua dibujaban caminos inexistentes, el calor de la estancia la hacía confortable, inspire  profundamente y el aroma a incienso de sándalo golpeo mis sentidos, aun me encontraba lleno de sensaciones, sensaciones que ahora lentamente estaba disfrutando, lo hacia de manera pausada como queriendo alargarlas, busque dentro de mí y me sentí lleno.

Solté la cortina y esta lentamente cubrió la ventana, despacio volví mi rostro hacia el interior de la habitación, mis pupilas tuvieron que hacer un esfuerzo para adaptarse a la escasa luz que solo producían las velas distribuidas por los muebles y el suelo, dejando al azar  juegos de  sombras, baje mi mirada hasta la alfombra, desnuda, sudorosa, el cabello revuelto, allí estaba ella, parecía un animal salvaje, dormitaba como una fiera vencida, domada, observo como su espalda y costados se mueven tornando una respiración agitada en un movimiento lento y pausado, acompasado y rítmico, como queriendo engullir de nuevo toda la vitalidad que acababa de soltar.

Despacio me acerco hacia ella y me siento lentamente en el amplio sillón justo al borde de la alfombra, ella sintió mis pasos y reptando con una sensualidad que solo ella sabe exhibir sin levantar siquiera la cara del suelo se acerco hacia mí, hacia su Dueño y apoyó su mejilla encima  de mis pies, me incline hacia ella y le acaricie lentamente su negro pelo, siguiendo de manera natural las formas del mismo, y así estuve un buen rato disfrutándola, no sé porque observarla es un placer indescriptible para mi, quizás porque solo yo soy capaz de ver su autentica belleza, solo yo veo autentica mujer que es, sin tapujos, sin dudas, sin miedos, simplemente es ella.

A veces pienso que la mujer que he forjado es una obra de arte. Poseo y soy Dueño de un precioso cuadro que solo yo puedo contemplar, y que a la vez he pintado.

Es justo en ese instante donde pierdo la noción de tiempo y espacio, me he dicho a mi mismo muchas veces que en esos momentos me siento solo en el mundo, Amo del mundo, Dueño de su mundo, de su cuerpo…pero sobre todo de su alma, es ahí donde radica la magia de la entrega mas absoluta de la Dominación más exquisita, la miraba...era su Dueño, su Señor y el sentimiento de esa posesión me hacía sentir pleno, único, poderoso…complacido.

Tras un largo rato me levante, ella me siguió con su mirada y sonrió de una manera tímida, como si fuera un regalo, quizás el mejor regalo que yo pueda tener para luego volver a apoyar su lentamente en sus manos, observo cómo me alejaba y salía de la habitación, volviendo a quedarse sumida en el dulce y tibio sopor que sentía tras haberse entregado por completo a mí.

Cuando volvió a abrir los ojos me vio de pie frente a ella, le tendía mi mano que ella rápidamente asió con una suavidad deliciosa igual que una cálida caricia, notar el contacto de su piel me hizo cerrar los ojos y sentir su misticismo, todos los recuerdos y las sensaciones iban y venían en mi  mente, los sentí todos de golpe.

Se puso en pie despacio, estirando cada músculo de su dolorido y sensual cuerpo, La abracé  por los hombros y bese su frente alargando ese acto todo lo que pude, juntos y con mi brazo rodeando su cintura y su cabeza apoyada en mi salimos de la habitación.

Le había preparado un baño tibio, noté como ella miraba las nubecillas de vapor que se elevaban desde el  agua, unos pétalos de flores que previamente había esparcido flotaban y se movían como si tuviesen vida propia y que ahora desprendían todo su aroma, confundía los olores pero no dejaban de ser exóticos, la luz de nuevo prestada por las velas abrazaban su cuerpo acariciando y acentuando cada curva de su cuerpo y el perfil de su rostro.

La introduje lentamente en agua y sentí que le era muy agradable, era como si una segunda piel se adaptase perfectamente  a ella. Me situé  tras la bañera y me senté mientras cruzaba las piernas y encendía un cigarrillo. Ella empezó a acariciar su cuerpo con el agua tibia y perfumada, cerrando los ojos inspiro profundamente y se concentro en sus sensaciones, recorriendo con las yemas de sus dedos cada trocito de piel releyó la historia que yo antes había escrito en su cuerpo, en sus senos, en su sexo.

Así estuve otra vez disfrutándola de nuevo, esos momentos me pueden.  Apague el cigarrillo y  me incline hacia la bañera, con mis manos empecé a jugar con su cabello, hacía de cuenco con mis manos vertiendo agua en ellos, cuando estuvo mojado, aplique jabón frotando muy despacio la cabeza de mi esclava mis dedos se enredaban en el pelo lleno de crema, noté que flotaba… que extraña sensación que sentimientos tan encontrados, como puedo gozar mimando, cuidándola, deshacerme en mil caricias en su cuerpo, ese cuerpo que antes he sido usado, castigado, poseído. ¿Será ese el secreto de porque este mundo del BDSm se te clava en el alma?.

La  situación era mágica,  y ella decidió que era el momento justo de dejar de luchar por mantenerse despierta y se abandono a si misma… Seguí así un largo rato, ¿cuanto?, no lo sé, y sobre todo ¿para que necesito saberlo?.

Volví a aclarar el pelo de la misma forma que lo moje, tendí de nuevo mi mano y la saque de la bañera, la abrace con una toalla y sequé despacio todo su cuerpo, masajee con aceite de romero su espalda, sus nalgas, sus pechos, sus piernas… la cogí como si quisiera acunarla, así la lleve hasta la habitación y la pose suavemente sobre la cama recién hecha, ella volvió a mirarme y me regalo otra hermosa sonrisa, esta vez su rostro reflejaba paz.

Sintió el frío del acero en su tobillo y el crick del grillete cerrándose, me acerque a ella  acaricie su rostro y le besé tímidamente los labios, mientras le decía al oído como en un susurro: “ te has portado bien pequeña..eres Mía” .

Ella cerró los ojos y besó al aire, aún sonreía tímidamente.