Que rico es el amor entre las mujeres

Una bella joven cuenta su primera vez con otra mujer.

Hola me llamo Celica me considero muy linda, a mí me encantan los pies de otra mujer, descubrí esto y mis verdaderas inclinaciones sexuales de una forma inesperada, les contare, como lo descubrí.

Esto me sucedió hace aproximadamente dos años, trabajaba en una importante empresa, como recepcionista, todo marchaba muy bien, me gustaba mi trabajo, considero que me desempeñaba muy bien, recibía muchas atenciones y halagos principalmente de los hombres, hasta que un día, unos de los jefes me invito a ir a su apartamento cuestión a la que me negué, y me cambio de cargo, me puso como secretaria de la Arquitecto Sánchez que era una mujer muy hermosa, pero muy exigente y le gustaba humillar gritarle al personal, en tres meses que tenia trabajando había visto defilar por ese cargo a 5 mujeres.

Acepte trabajar con la Arquitecto para no darle el gusto de renunciar a ese señor, el primer día de trabajo como se dice me puso en los palitos, me hizo una lista muy larga de mis deberes y me recalco que bajo ningún concepto podría llegar después de ella.

El primer día me gane los primeros gritos, me llamo y no fui al momento por que estaba en el baño, y se lo dije , a lo que respondió en forma grosera

-Iras al baño solamente cuando yo te dé permiso.

Así lo hice, una vez casi me orino, le pedí permiso para ir al baño y me dijo que después y pasaron casi 45 minutos para que me diera permiso de orinar.

A pesar de lo mal que me trataba yo la admiraba muchisimo es muy bella, se viste muy bien y es muy inteligente, también me extrañaba que una mujer tan bella e inteligente permaneciera sola.

A veces cuando me veía notaba cierto brillo en sus ojos, con sí me deseara. En una ocasión yo lleve una minifalda y tenia unas tangitas blancas, me mando a bajarle del archivo unos planos que en la parte más alta, me extraño mucho, que me sostuvo la escalera mientras buscaba los planos, en lo que volteo hacia abajo, la veo extasiada viéndome, ya que las tangitas no dejaban nada a la imaginación, yo por mi parte me moje pero no le di mayor importancia.

Toda esa tarde me pareció que me veía con ojos lleno de lujuria, entro al baño se tardo mas de lo que de costumbre, y me pareció oírla gemir de placer. A partir de ese momento siempre que podía me rozaba y me tocaba, en una ocasión en que tenia puesta una mini me agarro las piernas y me dijo esa mini falda si es pequeña y que piernas más suaves tienes, al terminar de oír es comentario, me moje y la vagina empezó a palpitarme.

El miércoles de la semana siguiente llego después de media tarde, había ido a inspeccionar una obra, y los botines negros que tenia puesto se le mancharon de pantano me llamo y me dijo que se los quitara y los limpiara en lo que se los estoy quitando me quede paralizada y extasiada, debido al olor que resulto de la combinación de sus lindos pies y el cuero de los botines, por la belleza de los pies de mi jefa, sus piernas y las pantaletas finas que llevaba puesta, me moje y corazón se me acelero, esta se dio cuenta y me empujo caí con las piernas abiertas se fijo que estaba mojada, me puso un pies en el pecho y se percato que mi corazón latía muy aprisa y me dijo:

-Te descubrí perra eres lesbiana y te fascinan mis pies.

Dicho esto se me monto encima y me empezó a acariciar el cabello y la cara.

Mientras me decías

-Tu si eres bella, me gustas mucho.

. Yo me quedé inmóvil. No sabía qué hacer, porque la verdad, presentía que algo iba a pasar. Luego me miró fijo a los ojos, se acercó a mí, y me dio un beso en mi boca, un beso muy tierno y hermoso. Cuando terminó, yo estaba en otro mundo, su beso me había dejado, en coma. Me agarró de la mano, y me monto en el escritorio, y nuevamente empezó a besarme, yo también les respondí a sus besos con muchisima pasión. Pero esta vez, con su mano, lentamente me acariciaba mi cuquita, por arriba de mi tangita. Yo ardía de deseos.

Ella me quita la mini y la blusa. Me hizo defilar ante sus ojos mientras se masturbaba, yo cada vez ardía mas de deseos. Me abalance sobre ella y la besaba, me sentía en las nubes, su lengua es muy hábil, me dijo que me iba a disfrutar todita, que era suya, y me sacó el sostén. Con su lengua empezó a juguetear con mis pezones, los lamía muy suavemente, y le daba pequeños mordiscos. Yo estaba realmente excitada, y el primer gemido salió de mi boca. Con su lengua fue bajando por mi abdomen, hasta llegar a mi Cuquita. Corrió mi tangita un poco, y empezó a lamer mi cuca, muy suave, lentamente. Luego, metió un dedo de su mano en la boca, lo humedeció, y empezó a acariciar mi cuca. Y con sus dientes, tomó mi tangita, y me la sacó por completo.

Luego me tocó el turno a mí. Mientras besaba su boca, fui desatando sus sostenes. Se lo saqué y lo arrojé al piso. Luego, metí mi mano por sus finas pantaletas, y noté que estaba mojadas. Mis manos se fueron sobre sus pechos, junto con mi lengua. Eran unos pechos hermosos. Luego, lentamente, fui bajando, y le quité sus pantaletas, dejándola desnuda, al igual que ella me lo había hecho a mí. Con mi lengua, lamía sus labios, mientras que con uno de mis dedos, acariciaba su clítoris.

Luego ella introdujo uno de sus dedos en mi vagina y llegó a un punto que me hizo arquear de placer. Empecé a moverme sin cesar, incluso un poco bruscamente. Me encantaba sentir ese dedo saliendo y entrando de mi cuerpo. No podía más, mis suspiros inundaban la oficina, ella incrementó el ritmo a la vez que me besaba y acariciaba uno de mis pechos esta vez con un poco más de dureza. Luego metió el dedo más grande de su mano derecha en mi boca y me dijo que lo empapara en saliva. Lo hice, pero no imaginé siquiera el propósito de aquella extraña petición y cuando el dedo salió de mi boca, chorreante de saliva, no adiviné su trayectoria hasta segundos después, cuando sentí que algo romo y húmedo punzaba en mi ano tratando de introducirse en él. Debido a la lubricación, y a mi excitación el dedo entró completo con poca dificultad en mi recto lo que me produjo un delicioso dolor. Ella mojó los dedos de una de sus manos con su saliva y con ellos jugó con mi clítoris por largo rato. Otro dedo había irrumpido en mi ano de nuevo. El placer se me subía al cerebro en oleadas cada vez más frecuentes y continuas. Ella se dio cuenta de esto y volvió a chuparme el sexo para que yo alcanzara el orgasmo en su boca y su lengua. Hasta que un escalofrío sorprendente recorrió como relámpago mi espalda, me estiré al máximo con una sacudida violenta y lancé un gemido largo y deleitable. Sentí cómo sus dedos abrían mis labios latentes, y su lengua lamía delicadamente, desde los labios, mi clítoris, mi hoyito, mis nalgas, y sorprendentemente me alzó de ellas y lamió mi culo, era la primera vez que me electrizaba de esa manera esa caricia. No se detenía, metía su lengua en mi culo una y otra vez, mientras tres de sus dedos frotaban mis jugos en mi explotando clítoris. Luego ella tomó cada pezón entre sus labios estirándolo, succionándolo, mordiéndolo, haciéndome sentir esa extraña mezcla de placer y dolor infinito que no termina.. Y me dio vuelta, me lamió el culo sin descanso, sentía que estaba llena de mi propio flujo por todos lados, la oficina estaba inundada de olor a sexo y ella seguía, metiéndome un dedo en el agujero caliente del culo mientras que la otra mano no dejaba de arrastrarse a lo largo de mi cuca.- -No doy más... no puedo más... méteme los dedos en la cuca, métemelos - le pedí ansiosa de poder llegar al orgasmo con sus dedos dentro de mí. Entre gemidos y jadeos tuve un delicioso y gran orgasmo.

Ahora me tocó el turno a mí. Sin previo aviso, me lancé sobre su entrepierna, y la comencé a besar con pasión, luego fui usando mi lengua sobre su vello púbico, hasta llegar a su clítoris. Ella gemía con cada uno de mis movimientos, pero yo no me detenía, haciendo una labor como nunca habría imaginado que fuera posible. Yo seguí lamiendo, chupando y mordiendo cada uno de los sectores de su cuca, mientras agarraba su culo con mis manos, y metía uno de mis dedos en su ano, que también ardía de deseo. "Qué deliciosa eres" le dije sin dejar mi labor, "mmmmm, y qué rico juguito te sale..." Lamí todo su cuerpo, desde sus bellísimos pies a su cuello, sus piernas perfectas, y su cuchara me hacía estremecer. Mordí con pasión sus vellos actuando ya con instinto casi animal. Mi amante se corrió y sus líquidos mojaron mi boca.

Se colocó encima de mí de tal forma que quedamos abrazadas, como dos cuerpos fundidos, yo debajo y ella sobre mí, nos besamos, cada una probo sus propios jugos, esta vez nuestras lenguas jugaban, nuestros labios se mordían mutuamente. Al mismo tiempo nuestros pechos se juntaban y nos acariciábamos todo el cuerpo, yo rozaba su lindo trasero y ella abarcaba con sus manos desde mi cintura a mis caderas para luego subir hasta mis tetas. Mi jefa era una experta y sabía proporcionar muchísimo placer. Ella bajó un poco más mordiéndome en el cuello para luego chupar mis tetas y mordisquear mis pezones, mis gemidos iban en aumento y estaba llegando a otro orgasmo.

Se puso de costado y con su mano fue bajando hasta tocar mi depilada Cuquita con sus dedos, metió uno de ellos en mi rajita y comenzó a subir y a bajar hasta que me volví a correr entre gemidos y un jadeo prolongado. Permanecimos abrazadas durante un par de minutos para después seguir besándonos, rozándonos, acariciándonos. Esta vez fue mi boca la que fue recorriendo su cuerpo: mis labios se desplazaban por su cuello, luego sus hombros, sus tetas, su cintura, hasta que quedó boca arriba. Metí mi cabeza entre sus piernas y empecé a lamerle las ingles al tiempo que ella se agarraba fuertemente a mi cabeza, sus piernas estaban totalmente abiertas recibiendo mis caricias, mis besos. Le quise recompensar los dos orgasmos que había tenido gracias a ella y empecé a comérselo de verdad, mis uñas se clavaban en sus muslos, mis manos intentaban alcanzar sus tetas y mi lengua y mis labios jugaban con su clítoris, hasta que llegó al orgasmo, su cuerpo se tensaba por momentos y luego se relajaba con un profundo suspiro, para luego pasar a un grito más y más fuerte.

Luego de un rato de descanso, comenzó de nuevo. Bajó su cara hasta mi cuca y comenzó a lamerla poco a poco, primero los labios con la lengua a medio salir, luego me la introdujo expertamente, a fondo, de repente llegó al clítoris, lamiéndolo levemente al principio, luego con toda su boca. Ella se masturbaba al mismo tiempo que me mamaba la raja, yo escuchaba el sonido que hacían sus dedos en su vagina, lo que hacia que me excitara más. Luego tengo otro orgasmo más.

Después, ella me tomó por mis piernas y las abrió, ya cuando las tenía abiertas ella se fue acostando sobre de mí lentamente primero besándome el ombligo, después chupándome los senos, entonces llegó hasta mi boca y jugamos largo rato con nuestras lenguas, en ese momento yo estaba súper húmeda, y entonces ella se bajó entre mis piernas y de manera muy delicada la cual nunca he olvidado con sus dedos separó lentamente mis labios vaginales, poniéndome toda al descubierto, ella con su otra mano ensalivó sus dedos y con ellos tomó mi clítoris entre las yemas de sus dedos frotándomelo muy lentamente, después de un momento ella acercó su boca y de repente se puso a chuparme toda, al hacer esto yo le abrí las piernas lo más que pude para así dejarla llegar más profundamente, pasaba su lengua desde mi clítoris pasando por la vagina y terminando en mi ano, después de hacerlo varias veces yo tuve un orgasmo tremendo, ella recibió ese orgasmo en su boca lo cual le fascinó, entonces se acercó hacia a mí y nos besamos, al sentir su lengua volví a sentir mi sabor, en sus labios y en parte de sus mejillas, lo cual de nuevo me excitó mucho, y empecé a chaparle los senos, me gustó su piel era suave y sus senos eran duros era rara la sensación pero la disfrutaba mucho, entonces decidí besarle la vagina otra vez, me agaché y sin más ni más puse mi boca en su vagina, ella se movía mucho y yo no quitaba mi boca de su clítoris y le pasaba duro mi lengua hasta que ella tuvo un gran orgasmo y muchísimos gemidos afortunadamente estabamos solas.

Siempre que podíamos teníamos grandes jornadas de sexo y lujuria, tanto en la oficina, como en su apartamento y una vez en un cine, prácticamente me convertí en su esclava sexual, cuestión que les contare en otra oportunidad.

Que rico es el amor entre mujeres.

Lamentablemente recibió una magnifica oferta de trabajo del exterior y se fue del país y yo me quede con un gran vacío.

Espero que este relato les guste si quieren hacer un comentario o enviarme sus relatos esta es mi dirección.