Que puta soy (5)
Tanto acercamiento con mi amiga Paty solo podia terminar de una manera... lo unico que me faltaba.
Con el inicio de las clases muchas cosas cambiaron. La principal, nuestras orgifiestas ya no fueron lo mismo, de hecho dejamos de frecuentar al poco tiempo la casa de Efrén y la de Rodrigo, esto debido a que gracias a ellos, Lety nos había retirado su amistad a Paty y a mi al enterarla de que nos habíamos acostado con Julio.
Con Miguel seguí saliendo un corto tiempo, pero dejé de hacerlo, pues el al parecer se enamoró de mi y yo preferí dar por terminada esa relación cuando sus celos se hicieron insoportables. Cabe decir que después de aquella primera vez anal, Miguel fue el único que tuvo el privilegio de hacérmelo por ahí en unas tres ocasiones.
En la primera mitad del ciclo, me había acostado con dos compañeros de mi salón y un chico de otro grupo, Paty mas o menos andaba por las mismas que yo.
Mis caricias con Paty habían desaparecido prácticamente al ya no asistir a aquellas reuniones de sexo. Ahora nos limitábamos a darnos algún beso en compañía de otros compañeros e incitadas por estos últimos.
Eso era a grandes rasgos lo que había pasado en ese tiempo, hasta que llegó el mes de febrero, donde pasó otro nuevo suceso que me dispongo a narrar en esta última entrega de esta serie.
Una maestra nos había dejado un proyecto desde hacía unas semanas atrás y el tiempo se nos iba acabando y era muy poco lo que habíamos hecho. Mi equipo estaba conformado por mi amiga inseparable Paty y otros dos chicos. Solo dos veces nos habíamos reunido según para trabajar, pero ambas ocasiones terminaron en sexo en casa de uno de ellos. Solo por calentura y relajo lo habíamos hecho, pues algo les faltaba de lo que tenían los chicos con los cuales anteriormente nos reuníamos, por lo cual fue algo limitado a estar en pareja y hacer un intercambio al final, pero sin aquellos tríos o sexo en grupo que habíamos practicado. Y tampoco les dimos el gusto de vernos acariciar, solo el darnos algún beso.
El trabajo lo teníamos que entregar un día lunes, por lo cual el viernes anterior a esto, nos pusimos de acuerdo, y llegando a la conclusión por parte de nosotras de que juntos no haríamos nada, nos dividimos el trabajo, quedando Paty y yo como pareja y ellos otra pareja. Solamente quedamos de reunirnos el domingo para complementar lo hecho por cada pareja y quedar de acuerdo para hacer la exposición y entregar el trabajo.
Terminando las clases, los cuatro nos dirigimos a la biblioteca y sacamos los libros que necesitaríamos. Saliendo de ahí, Paty y yo nos dirigimos a su casa primero para que ella avisara y después fuimos a la mía, donde comimos y nos dispusimos a hacer nuestra tarea.
Fue una tarde agradable, donde combinábamos el trabajo con la plática y relajo, y muy a menudo nos recordábamos lo putas que éramos haciéndonos cuentas la una a la otra de los chicos con los que nos habíamos acostado.
De igual forma, nos hacíamos alguna burla de nuestra forma de besar o nuestras partes del cuerpo, era algo habitual entre nosotras.
besas muy feo, me decía Paty
ja, si tu ni me quieres soltar
jajajajaja
pinche vieja guanga, ya quisieras, me contestaba
jajajajaja, si como no, ya quisieras tener este trasero, le decía luciéndoselo
jajajaja, todo aguado y repasado, me contestaba mientras me daba una nalgada
Así pasábamos el tiempo y después de reírnos nos dedicábamos nuevamente a nuestras tareas.
Cuando ya era un poco tarde, aún nos faltaba una parte por terminar, por lo cual decidimos continuar al otro día en su casa. Se despidió de mi familia y la acompañé a tomar el camión.
ya quedamos mañana a las 3 mugrosa
si Paty, por enésima vez ya te dije que si
es que eres bien impuntual, a menos que te vayan a coger ahí si llegas temprano cabrona
jajajajaja, pero tu no vendes piñas
jajajajaja
no seas celosa que sabes que tu eres mi consentida, le dije mientras la agarraba por la cabeza y le plantaba un beso en los labios jajajaja
lo se jajajaja, me amas, y ahora ella me besó a mi
jajajajajaja
Llegamos a la calle donde pasaba su camión y por lo transitado que estaba paramos nuestros juegos. No tardó ni cinco minutos en irse y yo me dirigí a mi casa.
En un principio no tomé importancia a lo ocurrido, pues era algo que hacíamos a menudo, pero al estar recostada vinieron a mi mente los recuerdas de aquellos momentos en que estando con otro chico habíamos interactuado. Repasé esas imágenes, pero solo me limité a sonreír pensando en que eran locuras a las que habíamos llegado por la calentura del momento. Tomé mi posición y me dispuse a dormir.
Al otro día, después de hacer mis labores, avisé a mi mamá que ya me iba, la cual solo me dijo que si se me hacía tarde la llamara.
Llegué a casa de Paty y después de comer, seguimos trabajando con nuestro proyecto. Todo transcurrió normal, con el trabajo y nuestras pláticas, las cuales conteníamos un poco debido a la cercanía de su madre.
Cuando por fin terminamos, eran cerca de las ocho de la noche, su padre ya estaba en casa y había llegado de visita su hermana mayor con su esposo. Yo me iba a despedir, cuando el papá de Paty nos invitó a salir a cenar, en un principio les dije de la hora y me dijeron que no había problema, que llamara a mi mamá y que el mismo le avisaba que iríamos a cenar y que después me llevaba, o mejor, por que no me quedaba a dormir ahí y ya temprano me iba a mi casa. Llamé a mi madre y no tuvo ningún problema en dejarme, algo raro, era la primera vez que dormía fuera de casa con alguien que no fueran parientes.
En fin, al salir y subirnos a la camioneta del cuñado de Paty, siempre fuimos juntas ella y yo, platicando de cosas como la escuela o cualquier tontería. Al llegar al restaurante para cenar, nos sentamos juntas y comenzamos a hacernos maldades por debajo de la mesa, como darnos algún pisotón o pellizcarnos. Solo nos reíamos y su mamá intentaba reprendernos, pero igual con mas alegría que enojo.
Al estar cenando, estábamos un poco mas calmadas, hasta que yo comencé a acariciar su pierna con la mía, Paty solo me volteó a ver y siguió comiendo dejándose hacer. Pasaron unos segundos, cuando ella bajó su brazo y por debajo de la mesa muy tranquila, pasó su mano por mi muslo acariciándolo, me impresioné, pues no me esperaba algo así. La caricia que yo le había dado con mi pierna era mas con afán de molestar y ella me respondía de esta forma. Igual que ella, solo me dejé hacer y traté de seguir como si nada con mi cena, hasta después de unos momentos que volteé a verla y solo me sonrió, respondiéndole yo de la misma forma. Todos en la mesa vieron nuestras sonrisas, pero solo se limitaron a decir algo como: "estas muchachas tan locas", provocando nuestras risas.
La cena siguió, ya sin caricias y entrando en la plática con todos, la cual iba desde temas de la escuela, hasta los temas de los parientes y preguntas sobre si no teníamos novio alguna de las dos. Fue más de una hora, agradable debo decir, hasta que se pidió la cuenta y salimos del lugar.
Al llegar a casa de Paty, eran poco más de las 10 de la noche, su hermana y su esposo se despidieron. Los papás de mi amiga me dijeron que me sintiera como en mi casa y nos dieron las buenas noches. Paty y yo nos metimos a su cuarto y ella me prestó ropa para dormir. Sin pena alguna nos cambiamos la una delante de la otra, aprovechando para seguir con nuestras bromas. Antes de meternos a la cama, ella apagó la luz y encendió una pequeña lámpara, nos acomodamos y continuamos platicando, llevando el tema a todas nuestras aventuras.
Comentamos desde la primera vez de cada una, pasando por aquel que lo hacía rico, el que era muy malo, el que la tenía mejor, nuestros tríos, algo que a ambas nos había encantado. Y por lógica, se tocó el tema de las veces que interactuamos, de lo caliente que nos habíamos encontrado en ese momento para hacer lo que habíamos hecho.
cuantas cosas hemos vivido, le dije acostada boca arriba y con una mano sobre mi frente y recargada sobre la otra. Te imaginas que tus padres o los míos supieran todo eso?
No manches, ni lo digas
Que se enteraran de lo putas que somos
Jajajaja, tu me ganas, es mas, tu fuiste la primera que se cogió con dos
Jajajaja, pero si ya me rebasaste tu
Jajajaja, si que somos bien putas, me dijo
Es que el que inventó esto lo hizo tan rico
Si, pero no piensas a veces que nos hemos pasado?
Trato de no pensar en eso jajajaja, le contesté
Jajajaja cabrona
Jajajaja siempre que pienso: QUE PUTA SOY, jajajaja, me digo, pero es que es bien rico
Jajajajaja, yo igual
Y te creo, ya hasta a mi me quisiste coger
Jajajajaja, yo??? Si tu empezaste
Jajajajaja, no es cierto, fuiste tu
Entre risas y un gran cinismo y descaro seguimos recordando y platicando, y gracias a esto, sentía como mi excitación llegaba
y sabes? No me arrepiento de nada, le dije
de nada?
No, y tu?
Tampoco, me dijo, ni de esas veces entre nosotras
Ni yo
Nos volteamos a ver y no hubo nada que decir, estábamos muy cerca y simplemente nos dejamos llevar, abriendo nuestras bocas y entregándonos una a la otra, permitiendo que nuestras lenguas comenzaran a jugar, mientras ella me abrazaba por la cintura y yo comenzaba a acariciar su rostro.
Estábamos de lado, frente a frente, hasta que Paty tomó la iniciativa y con sus movimientos me hizo acostar boca arriba y ella encima de mi, tenia una de sus piernas en medio de las mías. Tomamos una pausa en nuestro beso y solo me dijo que deseaba estar conmigo, para en seguida volver a besarme. Su pierna la empezó a frotar, rozando su muslo con mi vagina y yo hice lo mismo, levantando mi pierna que quedaba en medio de las suyas. Mis manos que ya la tomaban por la cintura bajaron a sus nalgas y las metí por dentro de su short, ella correspondió apretando su cuerpo al mío y comenzando a acariciar uno de mis pechos.
Estuvimos unos momentos así, hasta que ella se apartó de mi y se incorporó solo para empezar a desnudarse de rodillas frente a mi, yo hice lo mismo.
Quedamos hincadas en la cama, frente a frente completamente desnudas, nos vimos y sonreímos, para enseguida acercarnos y fundirnos nuevamente en un beso, juntando nuestros cuerpos. Sentía su respiración agitada confundirse con la mía, nuestros pechos se levantaban, se rozaban y apretaban mutuamente, sentí sus manos en mis nalgas apretarlas, yo la abrazaba por la cintura, nuestro vello púbico también se rozaba.
Nos fuimos recostando, esta vez quedando yo encima de ella, cada una tenía una pierna en medio de las de la otra, nuestros muslos los rozábamos en la vagina de la otra, sentía sus manos recorrer mi espalda hasta mis nalgas, mientras comenzaba a besar mi cuello. Yo solo levantaba mi cabeza para que me pudiera besar bien, llegó hasta mis senos, acariciándomelos con su lengua, con sus manos, mis pezones completamente duros los comenzó a mover. Yo disfrutaba esas caricias y movía mi muslo sobre su vagina, sintiendo también esa misma caricia de su parte.
Sentía como chupaba mis tetas con fuerza, no dejábamos de mover nuestras caderas, nuestras piernas, prodigándonos unas caricias deliciosas, era algo increíble, algo nuevo en su totalidad, solo Paty y yo, la una de la otra.
Intercambiamos posiciones y ahora yo besaba sus pechos estando debajo de ella, le acariciaba las nalgas, me deleitaba con sus grandes tetas, nunca me había imaginado disfrutando de esa forma. Sentía mi entrepierna completamente empapada, y así mismo sentía mi muslo como estaba mojado por completo gracias a esas caricias con su vagina. Mordía sus pezones, los besaba, los acariciaba, recordaba aquello que a mi me encantaba que me hicieran y lo hacía con ella. Ambas gemíamos y jadeábamos, sin intercambiar alguna palabra, no hacía falta, con esos sonidos de placer y los movimientos de nuestros cuerpos bastaba.
Apartó sus pechos de mi rostro y me dio un largo y exquisito beso, para después comenzar a besar mi pecho, cada uno de mis senos lo acarició con la punta de su lengua y después siguió bajando por mi estómago. Toda me recorrió con su lengua, hasta llegar a mi vello, saltó hacia mis rodillas y fue subiendo acariciando con sus labios y su lengua la parte interior de mis muslos, haciendo que al paso de su cabeza yo fuera abriendo cada vez más mis piernas.
No podía mas con mi excitación, y vino el momento culminante cuando sentí su lengua recorrer los labios de mi vagina para después situarse en mi clítoris, mi cuerpo se arqueó por completo cuando recibí los primeros latigazos de su lengua, ella entendió que no faltaba mucho y se separó un poco de mi, solo para voltear su cuerpo y quedar encima de mi. Estábamos en ese rico 69 y no me lo pensé dos veces al tener su vagina a mi alcance y empecé a jugar con mi lengua también. Que rico sabor tenía, era algo nuevo y delicioso, pasaba mi lengua por su panochita y sentía al mismo tiempo la suya en la mía.
No tardé en empezar a sentir esa descarga de placer, haciendo que todo mi cuerpo se arqueara y contrajera. Para no gritar, simplemente me aferré a su vulva, clavando mi cara en medio de sus piernas y metiéndole mi lengua, mientras con mi boca cubría su clítoris y sus labios, chupándolos. Ella hacía lo mismo conmigo.
En seguida vino su descarga, se incorporó y quedó sentada sobre mí, moviendo sus caderas, notaba por sus fuertes gemidos que también hacía un gran esfuerzo por no gritar, notaba como no podía dejar de moverse, mientras yo apenas iba recuperando un poco la calma.
Cuando por fin se tranquilizó, se dejó caer a un lado mío y se recostó. Nos abrazamos y aun con nuestras respiraciones agitadas nos dimos otro beso.
que rico fue, le dije
si, lo disfruté mucho
yo también
hacía mucho que lo deseaba, me dijo mientras me besaba nuevamente y nos acariciábamos la una a la otra
creo que solo esto nos faltaba
creo que si, me dijo y nos sonreímos
Y vinieron mis pensamientos
solo esto me faltaba, cierto QUE PUTA SOY, ya hasta con mujeres
Me reí yo sola y al parecer ella entendió lo que pasaba por mi mente
- si, yo también lo pienso, QUE PUTAS SOMOS, me dijo
Nuevamente nos sonreímos y nos volvimos a besar.
Esa noche lo hicimos una vez mas, jugando con nuestras lenguas, nuestros dedos, usando toda nuestra imaginación, hasta que quedamos exhaustas, y el mismo cansancio nos venció y nos quedamos dormidas abrazadas la una a la otra.
Al otro día, ella me despertó con un beso en la boca. Nos levantamos y nos metimos a bañar. Primero yo y después ella. Desayunamos con sus papás y después fuimos a mi casa a avisar a mi mamá que aun teníamos que ir con los otros chicos.
Platicamos de lo que había pasado, de que nada debería de cambiar, nuestros gustos igual eran los hombres, y nosotras seguiríamos siendo amigas, pero que podríamos volver a repetir lo sucedido, y así fue en varias ocasiones más.
Con los chicos, no pasó nada, solo terminamos el trabajo y nos fuimos. Al otro día lo entregamos y nos fue muy bien.
Nosotras no pudimos seguir como si nada, pero al menos para la gente que nos rodeaba, no era raro vernos tan juntas. Fue algo muy padre también, lástima que fue muy poco el tiempo que duró, al menos lo supimos disfrutar.
Espero les haya gustado esta entrega, última de esta serie, pero no último relato mío.
Espero sus comentarios y gracias por leerme.
Hasta la próxima.