Que puta soy (2)

Sigo disfrutando del sexo, con mi grupo de amigos.

Al otro día de haber estado con Julio y Tavo, vi a Paty y le conté de mi aventura, haciéndole jurar que no le diría nada a Lety. Me dijo que claro que no diría nada y después de platicarle con lujo de detalles, me externó que a ella también le gustaría sentir lo mismo.

Pasaron varios días en los que no fuimos a casa de Efrén, pero mi actividad no se vió interrumpida, pues en estos días pude ver a Miguel y en una ocasión a Julio. A Tavo no lo pude ver por diversas razones.

Fue poco más de una semana la que pasó, hasta que recibí una llamada de Paty donde me decía de ir a casa de Efrén, acepté con gusto y después de hacer mis labores domésticas me dirigí hacia allá. Miguel esa mañana se había ido con su familia a visitar a otros familiares y estaría unos días fuera. Como me quedaba de camino, pasé a casa de Julio para invitarlo, pero me dijo que no podía ir, pues tenía que ver a Lety, me acompañó a ver a Tavo, y este si aceptó la invitación gustoso.

Íbamos llegando a casa de Efrén y nos encontramos con Raúl y Rodrigo, ese que tan pedante se me había hecho. Entramos los 4 juntos y adentro se encontraban el anfitrión, Armando y Paty. Nos acomodamos todos en la sala y como a los 15 minutos llegó Sergio con su prima Lupita.

Efrén había puesto música y mientras unos platicaban, yo me paré inmediatamente a bailar, jalando a Tavo para que me acompañaran, entre risas y comentarios, se me repegaba mucho, a lo cual no decía nada, en primera, sabía a lo que se iba a esa casa, y en segunda, estaba deseando con toda mi entre pierna lo que seguramente iba a pasar después, además de recordar aquel encuentro entre Tavo, Julio y yo.

Cuando nos sentamos nuevamente, lo hicimos a un lado de Sergio, al cual incluí en nuestra conversación. Miré a mi alrededor, y Lupita ya se encontraba dándose besos con Rodrigo y Armando tenía a Paty sentada en sus piernas, con las tetas al aire y el comiéndoselas. Raúl y Efrén estaban en un rincón platicando.

Durante nuestra plática, salió algo referente al trío que habíamos tenido días antes, inmediatamente Sergio con la cara llena de sorpresa, nos miraba a Tavo y a mi repetidamente, preguntándonos una y otra vez si en serio habíamos hecho eso, los dos le decíamos que si y le dábamos alguno que otro detalle, ante lo cual solo habría mas sus ojos y nos decía lo bien que nos la debíamos de haber pasado.

así es mi querido checo, le dije mientras con mi mano le acariciaba la pierna y volteaba a darle un beso a Tavo que me lo correspondió

Mi instinto ya estaba despierto, mi entre pierna ya sentía cosquillas, y más cuando ante esto último, Sergio posó también su mano sobre mi muslo y comenzó a frotármelo por la parte interior. Le respondí simplemente abriendo mis piernas para que pudiera acariciarme con más libertad. Así lo hizo y Tavo puso su mano encima de uno de mis pechos, mientras terminaba nuestro beso y en seguida me volteaba a hacer lo mismo con Sergio, quien solo abrió su boca y con su mano ya en mi ingle, me comenzó a besar.

Después de terminar de besar a Sergio, me levanté y tomando la iniciativa, los agarré de las manos a los dos y les dije que fuéramos a uno de los cuartos, mas tardé en decirles esto, cuando ya estábamos entrando a la recámara de Efrén. Apenas entramos y ellos dos se comenzaron a desnudar, a lo cual yo hice lo mismo, cuando estuvimos sin ropa, Sergio me comenzó a besar y Tavo se repegó a mi por detrás. Moví mis caderas hacia atrás y hacia delante, sintiendo las vergas de ambos, las cuales ya se habían levantado. Sergio me fue atrayendo hacia la cama y se sentó ahí, haciendo que yo me sentara encima de el. Con una mano comenzó a buscar su verga, me iba a penetrar ya, pero se lo impedí, estaba cachonda, pero aun me faltaba un poco de juego, me separé un poco de el e hice que se recostara, yo me bajé de donde estaba y me quedé hincada frente a el, sintiendo el roce del cuerpo de Tavo detrás de mi en cada uno de mis movimientos.

Así hincada en el suelo, me metí la verga de Sergio en la boca y comencé a mamársela, mientras Tavo hizo lo mismo detrás de mi y me empezó a pasar su lengua por mi vagina, la cual inmediatamente comenzó a corresponder cambiando la ligera humedad que tenía por jugos que la mojaban.

Eso era algo nuevo para mí también, el estar mamando una verga y que alguien más me estuviera comiendo la panochita. Venían esos pensamientos de lo puta que era y solo se incrementaba mi calentura. Me aferraba a la verga de Sergio y le seguía dando caricias con mi lengua, mientras mis caderas las movía al compás de las caricias que Tavo me daba. Cuando este comenzó a meterme sus dedos, me sacaba la verga de Sergio de vez en vez para disfrutar esas caricias en mi vagina, las asimilaba, gemía y en seguida me volvía a meter la verga de Sergio en la boca.

Ya no aguantaba mas y me levanté, me di la vuelta y me acomodé en medio de las piernas de Sergio, busqué su miembro erecto con mis manos y lo dirigí a mi vagina, sentía sus manos en mis nalgas, cuando por fin pude encaminar su verga hacia mi cueva, sin aviso alguno, me dejé caer sobre esa verga y me la comí toda por completo, cerré los ojos y grité un poco al sentirla todo dentro de mi. Estaba sentada, clavada en la verga de Sergio, dándole la espalda, abrí mis ojos y enfrente de mi tenía a Tavo, me incliné un poco hacia el frente y el se acercó a mi dejando su verga al alcance de mi boca, la cual empecé a mamar en seguida. Estaba por completo sentada en la verga de Sergio, moviéndome de atrás hacia delante, el se movía conmigo, hacia mi, y de atrás hacia delante también, provocándome unas fricciones deliciosas. La verga de Tavo no paraba de chuparla, el también se movía, cogiéndome la boca, alguna vez me sacaba su verga sin dejar de acariciarla con mi mano y lo volteaba a ver a los ojos y en seguida se la volvía a chupar, la recorría con mi lengua y la metía en mi boca, le acariciaba las bolas.

Sentía riquísimo, esa posición, la verga de Sergio por completo dentro de mi, la de Tavo en mi boca, saboreando su delicioso sabor, y nuevamente esos pensamientos: QUE PUTA SOY… todo ese morbo me ponía a mil.

Después de unos minutos en esa posición, me levanté.

te toca Tavo, como me quieres coger, le dije con un tono de voz muy cachondo

híncate en la cama

así? Le dije tomando esa postura, de lado hacia el

si chiquita

ven Sergio, ponte frente a mi para chupártela

Podía ver sus caras, el morbo de la situación se sentía, todo eso me incitaba a hablar así.

Sergio tomó primero su posición hincado frente a mí y se la comencé a chupar en seguida. Cuando sentí a Tavo detrás, buscando entre mis nalgas, me detuve un poco y levanté un poco el culo, apenas sentí la punta de su verga en mi panocha, dejé ir mi cuerpo hacia atrás clavándome en ella, sentí sus manos en mis caderas y su vello rozando mis nalgas, se comenzó a mover y yo reanudé la mamada que le daba a Sergio.

Tavo me embestía con fuerza, mientras Sergio me tomaba por la cabeza, haciendo mucha presión sobre mi cabello, sin dejar que soltara su verga, la cual acallaba los gritos que salían de mi boca. Estaba loca de placer sintiendo esa verga que casi llegaba a mi garganta, poco faltaba para ahogarme, y por detrás, el miembro duro de Tavo penetrándome una y otra vez con mucha fuerza.

voy a terminar!!!!!!!!!!! Voy a terminar!!!!!!!!!!! Me empezó a decir Tavo entre jadeos

ahhhhhhhh!!!!!!!!! Hazlo afuera ahhhhh!!!!!!!!! Le dije sacándome la verga de Sergio de la boca

Se salió Tavo de mí e hizo que me volteara, me acosté boca arriba. Tavo se sentó en mi abdomen y puso su verga en medio de mis tetas, las presioné hacia su miembro y comenzó a moverse como si estuviera cogiendo mis pechos. Apenas unos centímetros detrás de él, Sergio había subido mis piernas a sus hombros y me cogía nuevamente.

Tenía mi cabeza hacia atrás, sintiendo esas 2 vergas, una entre mis tetas y la otra en mi panochita. Con mis manos solo me limitaba a seguir aprisionando con mis tetas el miembro de Tavo, hasta que sentí su primer disparo, directo a mi rostro, salpicando mi nariz, mis labios, seguido de otros mas dirigidos a mi barbilla y mi pecho.

Cuando terminó de descargarse, se acostó a mi lado, yo había quitado su leche de mi cara, la que estaba al alcance con mi lengua y la demás con mi mano, me comenzó a besar mientras Sergio seguía cogiéndome con fuerza, no tardó mucho cuando se salió de mi y en seguida comenzó a llenar mi cuerpo con su leche, desde mi estómago hasta mi poco vello. Mientras recibía sus descargas, había hecho a un lado a Tavo y con la cabeza hacia atrás, me masturbaba fuertemente, metiéndome tres dedos y con la otra mano acariciaba mi clítoris, hasta que comencé a venirme, sintiendo unas fuertes contracciones y dejando escapar alaridos de placer. Sentía todo mi cuerpo tensado, levantaba mis caderas, mientras ellos dos solo me veían, se deleitaban con ese espectáculo.

Nos quedamos recostados los tres, yo en medio de ellos, nuestras respiraciones se iban calmando. Hasta que Tavo se levantó.

tengo que ir al baño, decía mientras buscaba su ropa para comenzar a vestirse

vamos allá fuera, que yo también quiero ir al baño, dijo Sergio. Ahhhhh, que rico estuvo Marlene

te dijimos que era riquísimo, le dijo Tavo

ya lo habías hecho antes Marlene?

Solo la vez que te platicamos Sergio

Y si te gusto?

Si no me hubiera gustado crees que lo hubiera repetido?

Si cierto verdad? Y que tal hacerlo ahora con un hombre y otra mujer

Mmmmmm, no había pensado en eso

Y que piensas ahora

No lo se, habría que ver y depende con quien

Que tal con Paty

Mmmmmmmm lo tendría que pensar

Salimos a la sala y ahí nos encontramos con otro espectáculo. En un sillón, se encontraba Armando sentado, y frente a el, agachada, Paty al parecer le limpiaba la verga, pues esta iba recobrando su tamaño normal, mientras detrás de ella se encontraba Raúl embistiéndola con fuerza, y no tardó mucho en sacársela y empezar a echarle su leche en las nalgas. Paty estaba enloquecida. En el otro sillón, Lupita descansaba sobre el pecho de Rodrigo, los dos recostados y aun lado de ellos, estaba sentado Efrén acariciando su miembro que se encontraba flácido. Todos estaban desnudos.

Tavo se fue al baño junto con Sergio, yo fui al medio de la sala y me invitaron a sentarme con ellos, lo hice quitando mi ropa nuevamente. Cuando Tavo y Sergio se nos unieron, también se volvieron a desnudar.

a ver mujeres, que tal si se cambian de lugar, nos dijo Efrén

yo con mi primito dijo Lupita, no nos sorprendió, pues ya algún día en una de las reuniones los habíamos visto coger

y con quien mas

mmmmmmmm, deja veo. Dio una mirada a todos, hasta después escoger a Armando

Paty escogió a Tavo y a Efrén y a mi me dejaron a Raúl y Rodrigo, con un poco de desagrado acepté a este último que solo me sonrió con picardía.

Me comenzaron a chupar las tetas, una cada quien, mientras yo les acariciaba la verga, Rodrigo no la tenía tan mal, era muy gruesa.

chúpamela, me dijo Rodrigo con ese tono que se me hacía tan pedante

No le hice caso y me incliné hacia la de Raúl, la comencé a lamer primero para después metérmela toda en la boca. Rodrigo me acariciaba las nalgas y las tetas.

Cuando Raúl la tuvo completamente parada y dura hizo que me acostara boca arriba, abrí mis piernas y las recogí con mis manos por debajo de mis rodillas, se puso frente a mí y empezó a acariciar mi vagina con su verga, Rodrigo nos veía y acariciaba mis tetas. Raúl me la empezó a clavar, solo cerré mis ojos y empecé a disfrutar cuando me iba metiendo la verga. Sentí algo rozar mis labios y abrí mi boca instintivamente, era la verga de Rodrigo, no pensé mas en quien se trataba y me la comencé a comer. Raúl sostenía mis piernas y me cogía de una manera muy rica, con movimientos rápidos y lentos, alternados. Chupaba la verga de Rodrigo, sus huevos, los acariciaba. Ambos me acariciaban las tetas, estaba a mil, y más me encendía al escuchar gemidos y jadeos a mí alrededor. La verga de Rodrigo sabía deliciosa, estaba muy gruesa, ansiaba tenerla dentro de mí. Fueron varios minutos así, hasta que me incorporé haciendo que Raúl me la sacara.

sigues tu Rodrigo ahhh!!! Como me pongo para que me cojas

ponte como perra, dijo en su tono característico

si papi, como tu digas

Me puse en esa posición sobre el sillón y se acomodó detrás de mí, Raúl lo hizo adelante.

vamos Rodrigo, métemela!!!!!!!! No aguanto!!!!!!!!! Le decía volteando a verlo

Sentí como su verga se posó en la entrada de mi vagina e inmediatamente se introdujo en mí haciéndome gemir, casi gritar. Para ese entonces ya había probado varios miembros, pero nunca uno así de grueso, sentía como mi vagina se tenía que abrir para recibirlo, sentía como rozaba mis paredes en cada entrada y salida que daba. Me quedé unos momentos volteando hacia el, disfrutando sus arremetidas fuertes, mientras con mi mano sostenía la verga de Raúl, después volteé y me la metí en la boca, haciendo que mis gemidos se acallaran un poco. Me movía de atrás hacia delante, impulsada por las embestidas que me daba Rodrigo, quien no paraba y me cogía con fuerza, haciendo que me tragara casi por completo la verga de Raúl.

Rodrigo me tomó de las nalgas con fuerza, me las apretó y dio varias arremetidas bastante fuertes, las sentí riquísimas, con su verga tan gruesa rozando por completo mi interior. Tuve que sacar de mi boca el miembro de Raúl y sostenerlo con una mano, mientras con la otra me apoyaba en el sillón para no caerme. Tuve mi orgasmo, esa deliciosa mezcla de sensaciones y movimientos instintivos de mi cuerpo, moviendo mis caderas hacia atrás, no tardó mucho y Rodrigo se salió de mi y en seguida sentí su leche caer sobre mi espalda y mis nalgas, a la vez que también lo escuchaba jadear y gemir. Terminó de descargarse y me la volvió a meter toda, pero ahora moviéndose con suavidad, hasta quedarse quieto detrás de mí.

Cuando iba a meterme la verga de Raúl otra vez a la boca, repasé con mi mirada lo que ocurría a mí alrededor. En el sillón mas alejado, estaba Sergio sentado con sus piernas abiertas, frente a el, en posición de perrito sobre el suelo, estaba Lupita mamándole la verga y detrás de ella Armando la estaba cogiendo.

Al pasar mi vista al sillón mas cercano, uno de tres piezas, estaban Paty, Efrén y Tavo recostados, descansando los 3, me metí la verga de Raúl a la boca nuevamente y la comencé a mamar con desesperación, llena por el morbo de la situación y otra vez esos pensamientos de: QUE PUTA SOY

Raúl se descargó sobre mi boca, no me aparté para nada de su verga. Me tragué toda su leche y enseguida cayó sentado y se recostó sobre el sillón, yo recargué mi cabeza en sus piernas. Estaba aún muy agitada, sintiendo las caricias de Rodrigo en mis piernas y nalgas, mientras Raúl me acariciaba y jugaba con mis cabellos.

Cuando el otro trío también terminó, estuvimos un rato todos en silencio, hasta que comenzaron a hablar, y hasta a hacer bromas de quien era la mas gritona de todas. Alguien por ahí sugirió que nuevamente nos roláramos, pero Sergio vio la hora y ya se tenían que ir el y Lupita. Yo también decidí que ya era tarde, además de que ya había sido mucho por ese día.

Nuevamente ese camino a casa, esa llegada y esos pensamientos de lo puta que me sentía.

que puta eres Marlene. Me decía a mi misma… te comiste a 4 el día de hoy

si, fueron 4, me contestaba yo sola

incluido el pedante de Rodrigo, que tan gordo te caía

y me cae, pero que rica la tiene

eres toda una golfa

si lo se, QUE PUTA SOY, pero me encanta